LAS SOMBRAS DE LOS APLAUSOS

¿Qué pasaría si las manos desaparecen y las sombras de los aplausos continúan aplaudiendo? ¿Qué pasaría si la piedra del aplauso ve como las manos se esconden para siempre?

Es así que comenzó a suceder, primero fueron los dedos, quienes retenidos en la mismísima nebulosa digital, y sin darse cuenta, iban borrando de a poco las huellas que los hacían únicos e irrepetibles. Las manos escribían sus propias autobiografías anticipando el final. Todo se degradaba tan rápido que solo había lugar para el mundo de las sombras de los aplausos. Porque ya no había lugar para los cuerpos ante tantos cuerpos. Fue un emprendimiento muy sutil. Por un lado las sombras de los aplausos, por el otro, los cuerpos perdiendo sus manos.

¿Cómo puede vivir una sombra de aplauso sin su cuerpo de manos?

Muchos se lo preguntaban sin poder dilucidar el ensombrecido enigma. En algún momento de sus vidas, las manos estaban predispuestas a aplaudir, aplaudir por el fabuloso encuentro de las palmas de las manos, o simplemente como un gesto de reconocimiento al bombero, al médico, al músico, al capitán de vuelo, al presidente o al primer ministro de todos los aplausos.

Pero no, la osadía y la inmortal fuerza del deseo pergeñó que las sombras de los aplausos consiguieran su real autonomía.

Por eso, ahora, se ven las sombras de los aplausos resonando por los calmos márgenes de un árbol de tilo, por la mudez de una lechuza, por el cantar de cualquier pájaro, por la disgregación de la arena, por el cesto de basura, por el alambrado y el cordón cuneta, por las alas de una mariposa y las hojas de una lechuga.

La expansión de las sombras de los aplausos abarcó la galaxia entera. Y no fue solo eso, se autoreprodujeron y crearon universos paralelos de sombras de aplausos. No había una intención clara del porqué lo hacían,

¿para redefinir el conocimiento? ¿Para sembrar el desconocimiento o la alegría? ¿Para potenciar el insistir como sombras de aplausos? O, ¿para celebrar su independencia luego de haber sido manipuladas o sujetadas a las articulaciones gastadas por el odio, la codicia, la peste, la lujuria y la injusticia?

portada:Alexei Bednyi

BIOGRAFÍA DE UNA MANO

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