GUIÑO DE MUJER

El lenguaje es una dimensión aún desconocida en donde las palabras adquieren sentido según el contexto en que se generen y apliquen. Pero es ahí, en la brecha entre el silencio y las palabras por donde aparece el guiño de la mujer…

En estas tierras latinas, la colonización española marcó formas de nombrarnos, e impuso el lugar en donde lo femenino debía y tenía que situarse…

La vida y la muerte se funden en lo femenino singular que se pluraliza en un proceso de continuidades y rupturas. Nos resultaría extraño escuchar el vida, o el muerte. En cambio, lo masculino pasa por el planeta, el mundo, o el universo. Pareciera que el continente es masculino y el contenido femenino, lo general masculino y lo particular femenino…

Aún así lo particular y lo general se conjugan con la tierra, entonces los artículos definidos se mezclan con los indefinidos saliendo de las habituales dicotomías.

Y si a la tierra se la nombra como femenina es porque de ella nacen y crecen las semillas de los frutos de la vida (¿frutos prohibidos?). Por ello, el aire, el agua, y el fuego se mazculinizan en una formidable conversión de géneros para inmiscuirse en la tierra e inventar trayectos no siempre definidos…


La guerra y la paz se acarician con el dolor y el amor en un proceso inacabado de conflictos y alegrías.

En consecuencia, la palabra se abre a la comunicación para retomar a la historia nunca contada, esa misma historia que vive entre nosotros y se actualiza entre una frase de desigualdad igualitaria y un recorrido de igualdad desigual.


Analizar nuestra caja negra de lenguaje guardado en un avión castellano que se estrelló en América Latina hace muchos años: es un intento de aproximación y descubrimiento de aquellos mensajes encriptados del otro lado del pacífico.



Lo justo e injusto filtrado por una cultura española cuyo Monárquico Juzgado nos dicta desde su Real Academia lo que está bien o mal dicho. Una gramática generadora de actitudes y maneras de catalogarnos transita por las autoridades legitimadas del poder español. Un poder español que asesinó a numerosos pueblos originarios, en un genocidio atroz que todavía hoy no ha sido juzgado…

América Latina fue programada al modo castellano luego de la firma del Tratado de Tordesillas, concretado éste hace más de quinientos años por los reinados de España y Portugal, ellos se dividieron los terrenos y determinaron los estratégicos posicionamientos de conquista.

España sigue siendo una sociedad conservadora, que se resiste a los cambios del lenguaje inclusivo, que todavía tiene un rey y una reina, y en donde florecen las desigualdades, desigualdades protegidas por su condescendiente Europa que deja morir en el Mediterráneo a aquellos que pretenden visitarla o habitarla.


La verdad y la mentira, la belleza y la fealdad, la sorpresa y la indiferencia, la sabiduría y la ignorancia, la razón y la locura, todas ellas son palabras que parten del femenino, y que dividen y unen sentidos, que intentan dar coherencia a un castellano confundido y aprisionado en rígidas disposiciones nominológicas.



¿Cómo salir de esa caja negra de lenguaje para repensarnos y crear nuevas dimensiones de percibirnos, nombrarnos y comprendernos?

Un análisis histórico español nos demuestra que los poderes y las relaciones de dominación a lo largo de siglos han sido administradas por la monarquía y la Iglesia Católica. Por ende, no existe en el vocabulario la Dios, la rey, el papel de la diosa o la reina ha sido relegado a un segundo plano aditivo de reclusión y segregación. La lógica patriarcal ha operado hasta en los signos de puntuación, sostenida por la erguida imagen del todo poderoso rey y el padre o sacerdote. La mujer casta, sumisa, virgen y obediente se constituyeron como el ideal de mujer, ideal de mujer que sigue presente pero que se reformula por una incesante lucha por sus derechos.

Por otro lado, el castellano, al igual que otras lenguas románicas no ha sido rígida, sino que ha estado sujeta a cambios provenientes del indoeuropeo.


Expansión del lenguaje indoeuropeo

Las influencias de Asia en la conformación del lenguaje dejó sus improntas en nuestra civilización occidental. Por ende, no se puede reducir el castellano a una historia mucho más antigua y compleja. El indoeuropeo tiene una tiempa estimada de cinco mil años, con todas sus derivaciones, de las cuales una de ellas es el castellano. Es aquí que el latín, el sánscrito y el griego juegan un papel fundamental en su constitución.

Y es justamente a partir del griego que el sustantivo y el verbo son analizados como las fuentes esenciales de la sustancia y la acción, sustancia y acción que dan origen a la ciencia, el alfabeto y una forma de racionalidad en donde la mujer ha quedado relegada.

Sin embargo,

el arte de ser mujer ha estado sujeto a infinidades de tensiones, contradicciones, persecuciones, revalorizaciones, traumas, y resignificaciones. Sin embargo, la autonomía, la libertad y la igualdad siguen siendo los valores y las fuerzas de empuje hacia otras maneras de situarse en un realidad compleja y en constante movimiento y transformación.

Imagen de portada : Getty

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