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¿EN DÓNDE QUEDA EL PENSAMIENTO?

 

Serendipias de la composición

A veces uno busca algo, pero encuentra otra cosa. ¿Cómo ubicar un pensamiento? Podríamos plantearnos que hay un efluvio que se distribuye en la mente, activándose ante las circunstancias. Ahora, ¿hay pensamiento por fuera de la mente? 

Tropezamos con pensamientos que pueden ser rocas, nos levantamos con pensamientos que pueden ser agua, caminamos con pensamientos que pueden ser oportunidades lógicas de viento, y el fuego animando a los pensamientos de fuego. De aquí se deduce que el pensamiento está constituido por elementos. Sin embargo, y para ser más específicos, el pensamiento necesita principalmente de oxígeno y glucosa para poder vivir. También necesita de intercambio de iones, como del sodio y el potasio; de la presencia de mediadores químicos, de espacios sinápticos, de diferentes tipos de células nerviosas, de órganos de los sentidos, de flujos de sangre para nutrir o depurar, de conducciones eléctricas, de hormonas, de proteínas, de lípidos, y de configuraciones estructurales predeterminadas. 

Boleto de ida y vuelta

Los pensamientos van y vienen, pero deben parar. Cuando paran en “La Estación del Pensamiento” descansan como si estuvieran en su casa. El reposo del pensamiento es fundamental para que después siga su curso…Contemplar las vías del tren mientras este llega, ocupación que el pensamiento aprovecha ante tanta aceleración y disincronía urbana

Viajes inmutables por los pueblos del olvido, paradas inesperadas en medio del campo de una sensación dormida, saltos por la curvatura de las circunvoluciones cerebrales. Son los periplos de las profundidades de las secuencias, secuencias de pensamientos que se reconstruyen, detienen y vuelven a partir.

Coordenadas para resituar al pensamiento en El Pensamiento.

https://www.google.com.ar/maps/place/El+Pensamiento,+Buenos+Aires/@-38.2158124,-61.318929,16z/data=!3m1!4b1!4m5!3m4!1s0x9592d558edfed965:0x474413128a24b235!8m2!3d-38.2161848!4d-61.3137427


¿Los recuerdos son pensamientos? ¿Si no habría recuerdos no existirían los pensamientos? Imaginar al esqueleto del pensamiento hecho de recuerdos. Esfuerzo metafórico de una anatomía abstracta:

  • Cabeza: flujos de la memoria gris.
  • Tórax: murmullos de emociones verdaderas.
  • Abdomen: turbulencias energéticas en las intersecciones de los residuos y las utilidades.
  • Pelvis: algoritmos de las continuidades.
  • Extremidades: chasquidos autóctonos.
  • El pensamiento se repite como el recuerdo del pensamiento. Había sacado el pasaje de ida y vuelta, pero la vuelta sería en un futuro que ya se había vivido. Resuenan las campanas de lo indeterminado. Graznidos fructíferos del miedo. Ahí regresan las primaveras del recuerdo florido. Son los estados de la materia lo que el recuerdo piensa, mientras los aromas del tiempo y los deseos animan los pensamientos que recuerdan.(Una analogía con el pasto: si el pasto es el recuerdo…, todo lo que venga a cubrirlo será pensamiento. Si la escarcha persiste, entonces el pensamiento se hace dogmático, es ahí mismo en donde el recuerdo se cristaliza y pierde su capacidad de transformación).

    Lo solapado en las rugosidades

    Los pensamientos no salen a la luz, se encandilan fácilmente. Lo liso del Dataísmo actual abruma a la belleza de todo pensar. Positivismo desolador del consumo, fisuras de una selfie que el pensamiento nunca alcanzó a realizarse. Una crema humectante para el pensamiento sale a la venta, pero nadie la compra. ¿Depilación definitiva del pensamiento? Sí, por la maroma de informaciones en lo terso del like. Un arte del “me gusta” en donde el pensamiento no se siente cómodo. Pensar lateralmente cuando el todo se hace numérico, pulcro y expuesto en el primer plano de las vidrieras virtuales. 


     

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