CRÓNICA DE UN FERIADO
Es feriado. Hay que limpiar el baño, la cocina y la heladera. Hay ropa para lavar. En lo más álgido del mediodía doy unas secas. Pongo unos temas de Paul McCartney en lo de Jools Holland.
Después me acuerdo del disco que recomendó El Gurú del Rock Reginense. Lo busco en Bandcamp y por suerte está. Arranca con un tema que
parece “Buscando el tesoro de Borneo” de Pappo. Voy a sacar las sábanas de la cama, le doy una chance a esta canción a ver qué onda. Largos y conversadores solos de guitarra, afilada dinámica de power trío.
Me confundo el Camellito con el suavizante, me olvido de poner el programa antes de apretar el botón que comienza con el lavado, pero finalmente el tambor empieza a girar.
Después empiezo a lavar los platos. Pienso que el problema de muchas bandas de rock es que son demasiado obedientes a las convenciones de éste o aquel género.
Los temas de Cosmogónica siguen pasando, me acuerdo de Canabislito Funk. La otra noche en el playón del Cumelén estaba desatando un globo para dárselo a Severino y me pareció que hubo una armonía entre la música de Canabislito y el aire del lugar, la cara de las bardas iluminada por el sol del atardecer. No sé.
Apreto en la etiqueta “río negro” para saltar a otro disco. Scrolleo un toque y me encuentro la foto de un tipo de 40 y pico, traje, anteojos de marco blanco, mira directo a cámara y el disco se llama Equis, lo que me recuerda a “equis, disertada, quien la halló y la halle / no la va a recordar”, el poema XI de Trilce. Paso al disco y leo un largo texto, donde Gustavo Dasso cuenta que empezó a grabar el disco en el living de su casa en Bariloche. Yo pensé que capaz era uruguayo porque hay un Río Negro en Uruguay también.
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Me conmueve la historia que cuenta Dasso, la de alguien que se cansó de que sus canciones queden encerradas en un cajón y venciendo dificultades logró grabar finalmente el disco. El primer tema está bueno. Es un notorio homenaje a La Hija de la Lágrima. Durante el resto del disco se notará tanto la influencia del rock de los noventa (Cerati y Melero) como la habilidad para componer buenas canciones pop. Igual salteo algunos temas porque medio me aburre como suena la voz. Me gusta la intro con guitarra lejana en la anteúltima canción.
Termino de lavar los platos, empiezo con la heladera. Voy a buscar otro disco: apreto donde dice patagonia. Encuentro a Crudencia 2109 de Negra Liyah.
Y esto sí que me gusta. Escucho una intro a capella y después un tema bien al estilo del hip hop de la costa este de principios de los noventa, con una lírica descomunal, personal, tan metida y comprometida con el lenguaje como con las luchas y discusiones de la época. Tremendo.
Queda claro que hay un laburo muy serio con las palabras en este disco. En los títulos de los temas veo el nombre Alejandra y pienso: sí, claro. “A cantar dulce y a morirse luego / no: a ladrar”, el poema de Pizarnik para Janis Joplin que leí cuando estaba en la secundaria, en esos fascículos del Centro Editor. ¿Tendrá algo que ver con Pizarnik el tema?. Cuando suena escucho que sí: “Qué es lo que vas a decir? / voy a decir solamente algo / qué es lo que vas hacer? / Voy a ocultarme en el lenguaje / por qué / TENGO MIEDO” (las mayúsculas del final son de Negra Liyah).
Una vez leí ese poema. Estaba recién llegado a Alemania, Frankfurt. Nos juntaron a todos los pibes y pibas que ese año llegaban de intercambio desde Australia, Costa Rica, Tailandia, etc. Un flaco medio hippie nos resumió la historia de Alemania, nos dijeron algunas cosas más que no
recuerdo. Solo recuerdo juguetear con Lauren, una australiana rubia y hermosísima.
En un momento había como un talent show o algo así y yo leí unos poemas. Decidí empezar con ese poema de Pizarnik, me ayudaron a traducirlo al inglés y al alemán, le pedí a algunos del público que me
hicieran las preguntas y yo las respondí. Sí. También a mí Alejandra me salvó la vida. Me impulsó a escuchar la magistral sapiencia de lo oscuro.
Esta cantante, esta poeta, esta rapera, sí que sabe, tiene la desfachatez imprescindible, comprende cómo funciona el capricho en las decisiones que hay que tomar para crear una obra de arte. En el quinto tema samplea el walking bass de Piazzolla para rapear acerca del feminismo gordo.
Llego tarde a este disco, salió el 25 de noviembre de 2016, el día del cumpleaños de Clara y de la lucha contra las violencias hacia las mujeres.
Ahí baja Clara y pregunta si ya vamos a comer. Supongo que limpiaré el baño después de dormir la siesta un rato.