UNIVERSO A/V
Desde hace más de 50 años que llegó la televisión al Alto Valle de manera masiva y popular. Con transmisión vía frecuencias por antena. En ese momento solo teníamos como referencia el cine. En Villa Regina existieron tres. El cine Ben Hur, el Cine de la familia Allemani frente a la Plaza de los Próceres y más nuevo aún el Cine Teatro Círculo Italiano.
Con la llegada de la televisión el audiovisual creció en variedades de ofertas (que vemos aún vivas en formatos actuales) pero durante años gozó del mismo privilegio que el cine. Se sostuvieron en el tiempo durante un lapso muy largo sin una competición directa que los pueda debilitar. Hasta la invención de las cintas analógicas portátiles. Lo que abrió el mercado del alquiler de películas a valores directos bastante accesibles.
Este universo analógico en los años 80, con cintas cargadas de metales magnetizados, sostenía una forma de ser pensados en el tiempo, de manera lineal. Donde los saltos cualitativos estaban incubando. Se tenían las herramientas pero las lógicas del tiempo y su curva de venta y difusión todavía eran restrictivas, las videocasseteras de vhs y las 1ra camcorders deberían comenzar un recorrido de mejoras, modificaciones y, usos y circulación del contenido. Todavía no eran masivos, más de una vez en el barrio nos juntábamos en la casa de amigos que tenían el reproductor de las películas que alquilábamos en los video clubs, inclusive antes del nacimiento y muerte de blockbuster.
Hasta que llegó la era de la digitalización. Cuando se pudo sintetizar la señal analógica y emular su comportamiento en dispositivos que procesan la información con una nueva familia de herramientas con procesadores y enlaces que puedan conectar una red de satélites, el sistema de circulación de video, cine, televisión, recitales, plataformas audiovisuales y todo tipo de evento registrable de forma directa o diferida cambio para siempre.
Hoy no se puede pensar al audiovisual sino es por dentro de la red de circulación, el medio por donde circula en parte define su contenido, en la interacción de nosotros con las herramientas que tenemos para que circulen. Una gran diversidad de contenidos más una marcada democratización del acceso a un medio para leer contenidos audiovisuales es lo que nos define como generación. Una forma de escritura y transmisión de contenidos que utilizamos hoy en lugares más cotidianos de manera más regular que antes y de una forma más intensa y continua que inclusive atenta con la comunicación entre personas.
En los últimos años se incorporó tecnología (la expresión hoy son los celulares, pequeñas computadoras de bolsillo) que está modificando nuestros hábitos, nuestra manera de percibir el mundo. Y el audiovisual que vemos a través de estas herramientas está integrada a una red más grande y vasta en territorio y contenido, al que disponemos de acceso desde un dispositivo móvil de manera casi inmediata.
Esteban Vazquez – LA TAPA