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EMBARAZADAS DE CESÁREA

Durante el mes de mayo se conmemoró en todo el mundo la “Semana del Parto Respetado” bajo el lema: “Menos intervenciones, más cuidados”. Se intenta sensibilizar para promover la modalidad del parto humanizado ante prácticas que son antinaturales y que violentan a la mujer y al bebé. También, se busca visualizar la ley 25.929 (aprobada en Argentina en 2004) sobre la cual la mujer tiene derecho a un parto natural, a recibir información necesaria para decidir, a ser acompañada por la persona elegida, a transitar su embarazo y parto respetados en todo sentido y a ser protagonista activa. También menciona el respeto por los tiempos biológicos y evitar prácticas invasivas innecesarias.

 

El fuerte crecimiento de las cesáreas innecesarias es el principal llamado de atención, y por eso el lema de la campaña. Las cesáreas son eficaces para salvar la vida de las madres y los neonatos solamente cuando son necesarias por motivos médicos. Los profesionales de la salud consideran que la tasa ideal de cesárea debe oscilar entre el cerca del 15%. En Argentina se practican en un 55% en hospitales públicos y superan el 70% en clínicas privadas. Villa Regina supera las dos medias. Una, ampliamente.

 

La medicina dejó de ser una vocación para algunos profesionales, la medicina asistencial es opción poco frecuente entre los profesionales. “El arte de curar”, hoy es básicamente una técnica.  Los obstetras, en su mayoría, no desean disponer del tiempo para esperar el proceso natural y también consideran que la cesárea es de menor riesgo (cuestionable).  La formación de los médicos parece alejada de una visión integral de la persona, y los cambios en la relación médico-paciente colaboran a que la cesárea no sea desalentada, aún en aquellos casos en los que no hay una justificación médica.

 

 

El parto humanizado respeta a la mujer y al niño. Evita nacimientos traumáticos o irrespetuosos. Cada mujer tiene derecho a dar a luz en las mejores condiciones posibles y tener un parto sugestionado a su condición natural. Se trata de la calidad humana que debe rodear la atención médica de una mujer embarazada, la consciencia de que un embarazo no es una patología ni un trámite, tampoco una emergencia. Esta idea debe trabajarse tanto en la formación de profesionales como en la educación de la sociedad.

 

Hay que escuchar a las mujeres embarazadas, darles su espacio y su tiempo.¿Por qué eligen cesárea? ¿Cómo se informan? ¿Conocen sus capacidades y posibilidades físicas?.  Los médicos tienen el deber de informar con la verdad por sobre las conveniencias personales y las creencias sociales. El miedo se combate con educación e información. Escucharlas y dialogar con ellas, enseñar acerca de sus posibilidades y difundir la Ley Nº 25.929 es importante para que la mujer junto al bebé retomen su protagonismo en el proceso del nacimiento.

 

La mayoría de las parejas no se informan y dejan en manos de su médico la determinación sobre el nacimiento de su hijo. Algunos obstetras directamente aclaran que no llevan a cabo partos naturales, y otros suelen aprovechar la situación de vulnerabilidad de la mujer y desinterés del hombre, para utilizar cualquiera de los mitos pro cesárea (tenés las caderas chicas, el bebé es muy grande, sos muy delgada, no dilatás) sin dar información precisa o explicar el por qué del caso particular. 

 

EMILIANO MARTÍN PICCININI-LA TAPA

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