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ME ARDE

  • Naturalizamos la situación de pandemia y el NO plan, la agria espera y el paso del tiempo cansino. Aguardando no sé qué. Quizás la vacuna.
  • Naturalizamos leer los números como meros números. Como algo frío, matemático. Descartable. Son personas, son queridos. Queribles. Dejan amor, amores. Seres.
  • Naturalizamos estar sobre el umbral, ese pasaje en el que nos trasladamos de la luz a la oscuridad. Sin darnos cuenta.
  • Naturalizamos dejar de abrazarnos, besarnos.
  • Naturalizamos que se licite en pandemia un hospital nuevo cuando los demás se caen a pedazos.
  • Naturalizamos que 5 meses después tomen los planos de un proyecto presentado antes que llegue el virus, para ver como optimizar los espacios de un hospital.
  • Naturalizamos que lxs trabajadores de la salud trabajen saturados física y emocionalmente, expuestos, sin resguardo, con falta de capacitación e insumos. Precarizados. Para algo habrán estudiado 10 años. Que recompensa.
  • Naturalizamos que los costos políticos sean más importantes que la vida. Que tomar decisiones políticas sea imposible.
  • Naturalizamos la falsa dicotomía entre salud y economía que nos clavaron los hegemónicos de siempre.
  • Naturalizamos que en #VillaRegina un ciudadano pierde la vida cada 40hs por covid19, sin contar las vidas que se pierden por no acceder a la atención a causa del colapso del sistema.
  • Naturalizamos que el NO plan sea culpar a la masa social.
  • Naturalizamos que la apatía política y social sea frustrante.
  • Naturalizamos el constante crecimiento de la curva, al igual que la ausencia de políticas y medidas.
  • Naturalizamos no tener plan de acción. Si no hay plan, el plan no falla.
  • Naturalizamos que la explosión del virus sea la causa de la catástrofe cuando en realidad es un catalizador de la misma. La aceleración de algo inevitable. Las tendencias ya estaban marcadas en el proceso social con el impulso económico histórico del capitalismo, el covid19 solo las adelantó.
  • Naturalizamos que un vecino del #AltoValle muera cada 5hs por covid19.
  • Naturalizamos a los vecinos, familiares, amigos, conocidos, personas; como números en un pdf.
  • Naturalizamos que la desidia política como la falta de compromiso social hayan logrado que algo tan real como el calor del fuego deje de quemar.

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  • La justicia acusa a Bolsonaro de querer fugarse y lo manda a una cárcel común

     

    La Policía Federal brasileña arrestó esta mañana a Jair Bolsonaro. El argumento de Alexander de Moraes fue el riesgo de fuga ante al convocatoria de su hijo, Flavio, a una vigilia en su favor para la noche del sábado. 

    Por eso, el ex presidente fue llevado a una celda de la Policía Federal y dio por finalizada el régimen domiciliario que cumple desde el 4 de agosto como medida preventiva antes de la condena a 27 años por intento de golpe de estado.

    El juez también ordenó que no se usaran esposas ni se produjera exposición mediática. La Policía Federal llegó al domicilio de Bolsonaro alrededor de las 6 de la mañana, en una caravana de al menos cinco vehículos y trasladaron al ex jefe de estado a la sede de la Policía Federal, donde permanecerá recluido en un espacio con cama, baño privado y mesa. 

    Según publica Folha de San Pablo, Bolsonaro sollozaba, pero se mantenía tranquilo al momento de su arresto. «Es INCREÍBLE. Un sábado. Con su salud completamente comprometida. VERGONZOSO», escribió Fabio Wajngarten, jefe de comunicaciones del expresidente y uno de sus asesores más cercanos.

    La Corte Suprema de Brasil prepara el fallo para mandar a Bolsonaro a una cárcel común 

    Esta es la primera vez en la historia del país que un expresidente es castigado por el delito de organizar un complot para aferrarse al poder luego del proceso electoral y por eso deberá cumplir la pena de 27 años de cárcel. También fueron condenados en el juicio, con penas que van de 2 a 26 años, los otros siete acusados en el llamado núcleo crucial de la trama golpista, todos exfuncionarios de alto rango del gobierno del expresidente. 

    Es INCREÍBLE. Un sábado. Con su salud completamente comprometida. VERGONZOSO

    La decisión de aplicar la prisión preventiva a Bolsonaro no aplica, por ahora, a los demás condenados, ya que no está vinculada al agotamiento de los recursos para el cumplimiento de la condena. 

    Pero Bolsonaro también fue declarado culpable de los delitos de organización criminal armada, abolición del Estado de derecho democrático, daños agravados a la propiedad pública y deterioro del patrimonio histórico con una condena de  24 años y nueve meses de prisión y el resto en prisión preventiva. En efecto, el régimen inicial para el cumplimiento de la condena debe ser cerrado y su pena máxima podría alcanzar los 43 años de prisión. 

    También se aplicó un período de inelegibilidad de ocho años a todos los condenados, a partir del final de su condena. Bolsonaro ya tenía inhabilitado para postularse a un cargo público hasta 2030 debido a condenas por abuso de poder en el Tribunal Electoral. Tras la condena de este jueves, Bolsonaro queda inhabilitado hasta 2060. 

    Sede de la Policía Federal este sábado.

    El viernes, la defensa de Bolsonaro solicitó a la Corte Suprema de Justicia que mantuviera al expresidente bajo arresto domiciliario por los problemas de salud que afectan al ex presidente y hablaron de «riesgo para la vida». Solicitaron que el expresidente permaneciera en su domicilio, donde ya se encontraba bajo arresto domiciliario. 

    «Lo cierto es que la alteración del arresto domiciliario que actualmente cumple el peticionario tendrá graves consecuencias y representa un riesgo para su vida», dice un fragmento de la petición. Se adjuntaron informes y exámenes médicos a la solicitud. El plazo para presentar nuevas solicitudes de aclaración, una posible apelación contra la condena, finaliza la próxima semana.

    La información confirma la intención del condenado de romper la tobillera electrónica para asegurar su fuga, facilitada por la confusión causada por la manifestación convocada por su hijo

    A partir de entonces, se podría decretar el cumplimiento de la pena en una prisión cerrada, pero Moraes optó por la prisión preventiva anticipada, alegando el riesgo de fuga y la violación de la tobillera.

    Condenado

    «El Centro Integrado de Monitoreo del Distrito Federal informó a esta Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre la violación del equipo de monitoreo electrónico del acusado JAIR MESSIAS BOLSONARO, a las 00:08 del 22/11/2025. La información confirma la intención del condenado de romper la tobillera electrónica para asegurar su fuga, facilitada por la confusión causada por la manifestación convocada por su hijo», dice al fallo firmado por Alexander de Moraes.

    En efecto, el traslado de Bolsonaro se produce en medio de las discusiones sobre el traslado a una cárcel común para el cumplimiento de la condena y, como adelantó LPO la semana pasada,  dentro de las posibilidades estaba el alojamiento en una celda especial en la cárcel de Papuda en Brasilia, en la sede de la Policía Federal o una unidad militar.

     

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    Algunas cosas de este programa pueden parecer viejas, pero siempre es bueno ocuparse de la historia para ser más conciente. Una de las cosas que hay en este Relámpago es la canción “El neoliberalismo”, de Leo Maslíah, que tiene una letra que empieza asi: El neoliberalismo se postula a sí mismo/ como un método imperfecto…

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  • Kicillof encara una negociación por la Suprema Corte y le daría un juez a los libertarios

     

    Axel Kicillof dio la orden de iniciar una demorada negociación para ocupar los cuatro asientos vacantes de la Corte bonaerense. El diálogo para normalizar el máximo tribunal, tanto hacia adentro del peronismo, como con la oposición, está lanzado.

    Quien está al frente de las negociaciones es Mariano Cascallares, el intendente de Almirante Brown, que en el último año consiguió acercarse al pequeño círculo de toma de decisiones que rodea al gobernador.

    La Suprema Corte bonaerense funciona con apenas tres de los siete jueces que la componen, una anormalidad institucional que preocupa en todos los ámbitos políticos.

    Hasta ahora Kicillof se negaba a abrir esa negociación, pero en los últimos días trascendió que la jueza Hilda Kogan habría adelantado al gobierno sus intenciones de tramitar su jubilación.

    Le piden a Kicillof que eche a los ministros de La Cámpora si sus legisladores no votan el presupuesto

    En los últimos años la Corte fue acumulando vacancias. En junio del año pasado se retiró Luis Genoud, antes habían renunciado Eduardo De Lázzari y Juan Carlos Hitters. También falleció en su cargo el juez Héctor Negri, en 2020.

    Kicillof siempre se negó a cubrir esas vacancias. «Así como está funciona muy bien», repitieron durante meses en el Ejecutivo. Pero la posible salida de Kogan alteró los planes del gobierno.

    A Kogan le tocó estar al frente de la elección desdoblada de septiembre. Ocurre que la presidencia de la Suprema Corte es anual y rotativa, y quien ostenta la presidencia del Máximo Tribunal queda como presidente de la Junta Electoral bonaerense. Allí estaba Kogan cuando Kicilof desdobló la elección y por tanto fue la principal responsable de garantizar una elección casi inédita en la historia reciente de la provincia. «Hasta acá llegué», dijo días después.

    Hilda Kogan.

    Quienes siguen el tema aseguran que será una negociación larga y que excederá por lejos los tiempos del presupuesto. En los primeros borradores los tres sectores mayoritarios del peronismo (axelismo, kirchnerismo y massismo) se quedarán con un asiento, el cuarto quedará para La Libertad Avanza.

    Esto último supone un cambio importante respecto de la configuración de la oposición de los últimos seis años. La mayoría opositora ya no está en lo que supo ser Juntos (PRO, UCR y Coalición Cívica), sino en los libertarios, que tendrán al PRO como socios principales en la Legislatura.

    Sebastián Pareja.

    Los libertarios serán la segunda minoría en la Legislatura y tendrán la llave para la mayoría calificada (los dos tercios). LPO adelantó en septiembre el poder que consolidó Sebastián Pareja al tener los mejores lugares en las listas de la elección desdoblada. Serán unos 20 legisladores propios, que más allá del paraguas de La Libertad Avanza, responderán a su jefe más cercano: Pareja.

    Quizás el sector más golpeado con la apertura de un canal de negociación con los libertarios sea el radicalismo que hasta el año pasado parecía tener asegurado un lugar en la Corte. Ese sillón era para el espacio del senador nacional Maximiliano Abad y la elegida era su esposa Marina Sánchez Herrero.

    Sin embargo, la irrupción de La Libertad Avanza y las internas por el control del Comité Provincia debilitaron al radicalismo bonaerense. En la elección de septiembre el partido perdió nada menos que 149 concejales. En la Legislatura perdió 12 de los 14 legisladores que puso en juego.

     

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    Nuestro propio 1984

     

    Paladares que se unen a Orwell y Calvino para rescatar una sabiduría escondida entre comidas y bebidas repugnantes y viejas palabras.

    Por Silvina Belén para Noticias la Insuperable ·

    Palabras envejecidas, frases con rima, citas citables –a lo Reader’s Digest-, viejas novelas y películas –en sentido figurado o no-, acuden a la memoria cuando algo en la atmósfera cotidiana nos dice que la piedra con la que solemos tropezar una y otra vez vuelve a tomarnos desprevenidos.

    Cuando las segundas marcas son un lujo, las terceras y las “de cuarta” una costumbre o, mejor dicho: una triste necesidad, y los pasivos símbolo de miseria (“miseria espantosa”, se estilaba decir allá lejos y hace tiempo), recordamos palabras como “carestía”, que dominaba en la ardua construcción “carestía de la vida”. Incluso antaño solamente la usaban los jubilados. Para muchos la palabreja es recuerdo que aflora desde la infancia.

    Dice la RAE que su segunda acepción significa “Precio alto de las cosas de uso común”. Y nosotros decimos que eso decían los jubilados. Y que con otro tipo de construcciones hoy dicen y decimos lo mismo. Cambios de forma, pero nada más. El gatopardo acecha. Giuseppe Tomasi[i] también vuelve: «Se vogliamo che tutto rimanga come è, bisogna che tutto cambi».

    En el imperio aleatorio del juego infanto-juvenil, aparecía “el que toca, toca, / la suerte es loca” frente a cualquier protesta contra el azar. Al maldecir que la esperpéntica de la especulación financiera rija nuestro destino, podríamos pensar en consonancia: “el que toca, toca, / la urna es loca”. Esta vez, entre la evocación lúdica y Valle Inclán. O ante la fuerza del sino[ii], como Álvaro.

    Al ver, ñata contra el vidrio, cómo se agotan los pasajes al exterior comprados con los verdes comprados baratitos –como Tito- con la platita de la bicicleta –hoy carry trade– o la dulce de cualquier especulación, llega inexorable la película que nunca se olvida, el “deme dos” y, por qué no, el “gracias a Dios y a Matínez Dios”.

    Y nosotros siempre en manos de Máximo Carelli, sin siquiera poder ir al cafetín a llorar el enésimo desengaño. Sin Lita de Lázari hallando el precio milagroso, sin colas para pagar en las que hacer catarsis, sin joyas de la abuela ni fondos de olla.

    Pero, en fin, como todo vuelve recargado, hablar de totalitarismo financiero no es baladí cuando en un país imperan solamente la finanza, la especulación y la represión a quienes no pueden aprovecharlas y las sufren como carestía o miseria, sufrientes que son abrumadora mayoría. ¿Por qué no pensar en Orwell y una vuelta de tuerca a 1984? Dejemos esto en suspenso para retomarlo luego.

    Volvamos a las marcas “de cuarta”, a lo mal que saben esos alimentos y bebidas que la carestía impone. Recordemos al Ítalo Calvino de Bajo el sol jaguar (1986) a través de su “Sabor saber”. Conocemos, entendemos, también mediante el sabor. Degustemos las palabras que preceden a la traducción de Jorge Hernández Campos[iii] de “Sabor saber”:

    Los sabores de sólidos y líquidos impuestos por la carestía, entonces, podrían despertar nuestra aletargada sabiduría, licuada con la tan literal como psicológica carestía pandémica y la pos-pandémica inflación. Inflación que, como bien señaló otro Álvaro, esta vez García Linera, “transmuta convicciones revolucionarias en adhesiones reaccionarias.”.

    Pandemia y temprana pos-pandemia nos recuerdan una serie de notas que escribimos sobre una bebida espirituosa, que entre tantas asociaciones en danza ahora también advertimos relacionada a Orwell. Hablaban de la ginebra, sobre todo de la que los peninsulares llaman botánica, es decir: del gin. En definitiva, destilados, literatura e historia, bares de copas, calidades y sabores.

    La calidad de las ginebras les dio mucho material a los historiadores y a los novelistas. Del rústico Old Tom del siglo XVIII en adelante, los sabores del gin estuvieron en la palestra. George Orwell también aprovechó para describir un gin aceitoso, inmundo, que ostentaba una pomposa marca.

    Aprovechemos la ocasión para releer un fragmento de 1984 en el que la Ginebra de la Victoria sale victoriosa.

    “El Nogal estaba casi vacío. Un rayo de sol atravesaba una ventana y caía sobre las polvorientas mesas, amarillándolas. Era la solitaria hora de las tres de la tarde. Desde la tele-pantalla llegaba una música ligera. Winston, sentado en su habitual rincón, miraba su vaso vacío. De vez en cuando dirigía la vista hacia el rostro que lo miraba fijamente desde la pared de enfrente. ‘EL GRAN HERMANO TE VIGILA’, decía el cartel. Sin que él lo llamara, vino un camarero a llenarle el vaso con Ginebra de la Victoria; también echó unas cuantas gotas de una botellita que tenía un tubo que atravesaba el tapón. Era endulzante aromatizado con clavo de olor, especialidad de la casa. […] Se tomó la ginebra de un trago. Como siempre, le hizo estremecerse e, incluso, sentir algunas arcadas. El líquido era horrible. El endulzante con clavo, de suyo repugnante, no podía disimular el aceitoso sabor de la ginebra.”

    Sabemos que la sabiduría de Winston, más que licuada o aletargada, estaba muerta: había quedado pulverizada en la mazmorra del Gran Hermano. El “Sabor saber” a él ya no le servía para nada. Sea como fuere, el guiño de Orwell permanece, es para lectores, no para personajes. Es para los que consumimos las marcas de cuarta en carestía extendida por la autocrática finanza, por ejemplo.

    Para nuestro caso, para el argentino, la ginebra tiene connotaciones previas al imperio de la finanza, del loco endeudamiento para encumbrarla y la consiguiente carestía. “Una copita cada día” puede sugerirse cuando no se sospecha que el “precio alto de las cosas de uso común” se hará cíclica costumbre y la modesta calidad de lo que hicimos propio será prohibitiva.

    Hasta se pueden inventar palabras cuando en el horizonte del sabor no asoman Ginebras de la Victoria. En 1970, el publicista Hugo Casares inventó “esmowing”, palabrita que brilló en la campaña publicitaria de Bols en aquellos años: “¿Quiere tener smowing? ¡Tome ginebra Bols!”.[iv]

    El “esmowing”, que seis o siete años después de su nacimiento dejó de brillar hasta apagarse, tuvo, casi como fuego fatuo, una que otra intermitencia que el gatopardismo oscureció con premura. La consigna del cambio para que nada, en verdad, cambie, se ensayó con éxito de maneras en apariencia diversas, seductoras, pero siempre contundentes.

    Haber creído que podía tenerse “esmowing” –traducido por González Fraga como vacaciones, teléfonos, buenos alimentos y bebidas, plata en el bolsillo…- pasó a ser culpa que el escarmiento del mercado de capitales especulativos le haría purgar a menesterosos insolentes y clasemedieros megalómanos.

    El sino propiciado por el gatopardismo debería llevar al culposo a repetir las palabras de don Álvaro: “¡Infierno, abre tu boca y trágame!”. La inmolación voluntaria inducida tuvo en un principio sus reales mazmorras para los Winston vernáculos pero, con el correr de las décadas, se fue sofisticando. Sin embargo, la imposición de la Ginebra de la Victoria permanece.

    No hay Bols, ni retornos de Llave, que puedan destronar la idea del merecimiento de eterna Ginebra de la Victoria: un sentido común impostado durante medio siglo –ornamentado año a año, acusador para más inri- resiste el trabajo exclusivamente neuronal. La metáfora orwelliana reclama la asistencia del gusto, del olfato, la integración cuerpo-mente por la que abogaba Ítalo Calvino.

    La convivencia ausente, la pátina de híper-modernidad que la finanza automática y la digitalización generalizada, todo en el marco de una existencia tecno-dirigida, le imprimen en el devenir cotidiano apariencia de naturalidad a la hegemonía absoluta de la especulación financiera que, sin grandes esfuerzos mentales, se adivina antesala de quién sabe cuántas iniquidades venideras.

    En tal contexto, revalorizar los sentidos que aún resisten con realismo al bit se hace cuesta arriba: el día a día abruma, gusto y olfato luchan para no insensibilizarse. El sexto lo entregamos a la IA. Queremos a toda costa creer que vivimos en un mundo sin pasado ni milagros imposibles, que otras experiencias o las miradas pretéritas son de otro mundo u otra humanidad, extintos.

    La imagen de la sociedad sometida, el individuo controlado y el pensamiento único indiscutible hecho ley se ha tergiversado a tal punto en lo discursivo, en el éter de algoritmo e imposición de miradas,  que aislar los rasgos esenciales de un régimen autocrático más allá del tiempo, la inmediatez y el color local se torna cuasi quimérico.

    Reconocer similitudes entre ciclos, establecer analogías, comprender metáforas atemporales e identificar hegemonías minoritarias requiere tanto de la abstracción como del anclaje real que se nutre de la experiencia compartida, del intercambio y la dinámica intergeneracional.

    Salvo autócratas o privilegiados, nadie tendría necesidad de recurrir a la frase “esta vez es distinto”, tan repetida en los últimos tiempos, si nuestro propio 1984 no se hubiera disparado ya. Esta pesadilla orwelliana que, al menos, anticipan los sentidos, da la sensación de estar a la espera de lo que esta vez será distinto solamente por ser mucho peor: la crisis brutal, la debacle inefable que pulverice últimas rebeldías e hilos de esperanza.


    [i] Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1958): El gatopardo. «Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie».

    [ii] Don Álvaro o la fuerza del sino, obra de teatro del Duque de Rivas [Ángel de Saavedra] estrenada en Madrid en 1835.

    [iii] En: revista Vuelta, volumen I, número 10, mayo de 1987, pp. 6-13. Puede accederse a este número de la revista y, por tanto, al cuento de Calvino, a través del Archivo histórico de revistas argentinas –Ahira-: https://ahira.com.ar/wp-content/uploads/2019/07/Vuelta-10.pdf

    [iv] Kogan, Gabriela. ¿Quiere tener esmowing? El libro de las publicidades de Bols. Buenos Aires, Nuevo Extremo, 2010.

     

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