“EL MURALISMO ES UN FORMATO DEMOCRATIZADOR”
Entrevista a Mayra Torres, trabajadora de la cultura y muralista reginense.
Qué bien le vendría a Regina más color en las calles, ¿no?. Pero más bien nos vendrían espacios de expresión para las nuevas generaciones. Espacios donde se pueda hacer política desde el Arte. Abrir canales de arte público, para todxs. En nuestra ciudad existe una ruptura entre la política y la comunidad, y principalmente con los jóvenes. Pues bueno, que sea el arte lo que venga a diseñar ese puente que nos falta para empezar a decir, a intervenir de manera disruptiva desde lo público en lo político. Está claro que pocos quieren inmiscuirse en la cotidianeidad política clásica, pero absortos ante la constante de quienes representan votantes en cargos políticos, hay que militar (término bastardeado por los medios desinformantes) y para militar solo hace falta compromiso, porque maneras, hay un montón. El arte es una de ellas
Mayra Torres (@negraterrona) es artista, muralista y es reginense, ella coordinó la realización del mural 25N sobre Av Cipolletti “Vivas, libres, con techo y autonomía económica nos queremos”. Vivió varios años en CABA donde inició sus estudios en ciencias políticas, en ese camino que transitó aprendió a hacer murales a partir de la educación popular (en la actualidad reside en Florencio Varela, sur del conurbano bonaerense). Con ella nos comunicamos para hablar de arte público, muralismo, de su obra, sus métodos, su sentir; pero principalmente de lo que es el muralismo como concepto artístico social y político; y como tal que es lo que aporta a una ciudad.
Y para retomar el inicio de esta intro sin tanta saraza, a Regina le falta color en las calles, digamos que la perla está opaca y hay que hacerla brillar otra vez, reutilicemos las paredes roídas de todo el casco urbano (no solo el ejido céntrico) revalorizando lo que todos creemos, que Villa Regina tiene grandes artistas en todas sus ramas y naturalmente, en el corazón de todxs lxs jóvenes, existe el anhelo de transformar la sociedad.
EN RETROSPECTIVA, LA MIRADA DE LA ARTISTA
-El correr del tiempo, con el análisis o el sentir del trabajo realizado, el acercamiento con organizaciones feministas y que te hayan elegido para realizar “este” mural con la carga que conlleva, ¿modifica en algo la mirada de la artista sobre su obra?
MT: En retrospectiva, me siento muy contenta con el trabajo realizado. También muy satisfecha con todo lo vivido desde que el Concejo Local de las Mujeres me convocó a pintar el mural, la experiencia maravillosa de llevar adelante la tarea en aquellos calurosos días de fines de noviembre del año pasado, las repercusiones, la amplia convocatoria, el reconocimiento por parte del poder legislativo local durante el mes de abril de este año.
Hacer un mural en la ciudad donde nací y que haya sido acerca de una de las temáticas que más me interesa trabajar, como la perspectiva de género, la historia, la visibilización de mujeres y disidencias redobló mi deseo de llevar adelante el proyecto.
Fue cumplir un sueño personal que también descubrí, era colectivo. Por lo general y lejos de teorizar, en un contexto que en todo ámbito está determinado por el patriarcado y el androcentrismo, cualquier iniciativa o expresión de la comunidad que no esté llevada adelante por varones cuesta mucho más. Y cualquier iniciativa que busque reivindicar o ponga como eje a las mujeres, las disidencias, su historia su identidad, la lucha contra las violencias, siempre suma.
….”en un contexto que en todo ámbito está determinado por el patriarcado y el androcentrismo, cualquier iniciativa o expresión de la comunidad que no esté llevada adelante por varones cuesta mucho más“.
A veces los murales se miran con frialdad, así como al pasar, pero claramente desarrollar un mural es más que ir a pintar. ¿Qué mirada tenés sobre tus obras, sus procesos y sus metodologías? ¿El paso del tiempo propone otras perspectivas?
MT: Para mí la mirada de la artista sobre su obra, (digamos, para entendernos, pues me considero más una trabajadora del arte y la cultura, oficio muralista) se modifica constantemente. No es la misma mirada en el momento que me convocan, que mientras hago la investigación previa, o que se tiene cuando se plasman las búsquedas en el boceto, que la que se construye y cobra vida en el proceso de realización, en el intercambio con quienes se realiza el trabajo, con quienes pasan y dan su opinión, con todas las adversidades que surgen al encontrarse con las dimensiones y materialidad del muro, sus recovecos, si la pared está en buen estado, si necesita un tratamiento previo, si no se consigue un andamio acorde, o el clima. Pintar un mural no es solo llegar y pintar, es un trabajo que consta de muchas etapas, y para mí lo nutricio se da fundamentalmente en el proceso construcción con la pared y su entorno.
A veces me pasa que me mandan una foto de la pared y cuando llego, recién ahí el discurso y las narrativas buscadas van encontrando sustento. En la geografía de un mural hay múltiples influencias tantas como limitaciones. Por ello para mi cada mural es una gran fuente de crecimiento, transformación.
Fueron nueve días de trabajo intenso, partiendo desde las ocho de la mañana hasta las nueve de la noche cuando ya no teníamos más luz del sol. Nueve días de contar con mucho apoyo, solidaridad y cariño. Luego dos días de colocación de protección. Y luego en abril de este año, el reconocimiento por parte del HCDeliberante de Villa Regina, a través de la Declaración de Interés Municipal construyeron y fueron cambiando mi percepción sobre la obra.
Al principio, una necesidad de reivindicación por un mural que había sido blanqueado (MURAL +MURAL=SI), luego la grata sorpresa de que la repercusión llevó a un resarcimiento que permitió la realización del mural, imposible sin el compromiso del Concejo Local de las Mujeres, el movimiento feminista de Villa Regina, mis familiares y amigxs que hicieron que yo pudiera coordinarlo de manera completamente ad-honorem, luego encontrarse con el desafío de una pared enorme de un histórico galpón de empaque, con columnas, grietas, años de superposición de cartelería política, las altas temperaturas, el trabajo en altura, el poco tiempo. La inauguración, la marcha, reconocerme entre tanto cariño y fortaleza de mis compañeras. La verdad, una experiencia que superó hasta mis expectativas más idealistas.
¿Cómo se convive con esta idea, de que la obra está expuesta y al tener cierta carga política pueda ser estropeada o vandalizada?
MT: Volver dos meses después de haber realizado el mural a colocar algunas capas de protector para conservar mucho mejor la obra y descubrir que estaba intacto, eso también modificó mi mirada sobre la obra, pues la posibilidad de ser escrachado, vandalizado o intervenido siempre está presente, más aun teniendo en cuenta el tenor de la gráfica expuesta, la posibilidades estaban presentes. Sin embargo que el mural se encuentre intacto lo entiendo como signo de apropiación, respeto y aceptación de la obra.
Una cuando hace arte público, muralismo latinoamericano y político en particular, sabe de antemano que se encuentra dentro de una disciplina y se trabaja en un formato y con materiales efímeros, que rara vez en Argentina es y ha sido valorado como patrimonio cultural, como lo es así la música o la arquitectura, por tanto ser objeto de cuidado, con necesidad de preservación incluido en su legislación como deber del área correspondiente del Estado.
ARTE URBANO, ARTE PÚBLICO, MURALISMO; APORTES, CRECIMIENTO Y DESARROLLO
¿Cómo ves el arte urbano (muralismo, grafitti, stencils, paste up y otras yerbas) en Villa Regina?
MT: Veo el muralismo y arte urbano en Regina en un momento de actividad, en un despertar y una apropiación de las herramientas del arte público desde la concepción que busca comunicar y no solo como acto espontáneo de necesidad de expresión individual. Eso habla de un crecimiento cultural o quizá poblacional grande. Claro que comparando el espacio público y la urbanidad Reginense con su propia historia y no con la de otras ciudades.
Me tomé el trabajo de recorrer la ciudad de Villa Regina, también otras cercanas, viendo las expresiones y murales que se han creado. Noto que hay muchas más expresiones de arte público que hace unos años. Hay mas graffitis o arte urbano, pintadas o murales políticos, murales institucionales como parte de una propuesta educativa y pedagógica, intervenciones decorativas, otras que complementan con materiales de la cerámica y el mosaico y lo que más me gustan, aquellos murales que se han hecho con finalidad artístico identitaria por parte artistas locales en construcción comunitaria con algunos sectores.
Pienso que la existencia de arte urbano parte de una necesidad socio histórica, que si antes no existía es porque era canalizada de otra manera aquella “pulsión” y que actualmente hay personas que han madurado al punto de poder llevar a cabo una obra, con herramientas técnicas y materiales para su concreción en la vía pública. Quizá se trate también de un recambio generacional, también de influencias por parte de las comunidades y redes artísticas que se van armando en búsqueda de la descentralización del quehacer artístico y discursivo.
Veo el muralismo y arte urbano en Regina en un momento de actividad, en un despertar y una apropiación de las herramientas del arte público desde la concepción que busca comunicar y no solo como acto espontáneo de necesidad de expresión individual.
¿Qué es lo que te movilizó para optar por el muralismo cómo método de expresión?
Desde mi perspectiva, elijo el mural y al muralismo por ser un formato democratizador: está al alcance de todes, basta tener la condición de transeúnte para disfrutarlo, sentirse o no interpeladx, del mismo modo que incluye a personas que no se dedican al arte, quien se sienta interesadx puede participar, ya sea tomando el pincel o haciendo parte de otro modo. Claro está, una de las finalidades de mi forma de trabajar contempla la participación de la comunidad, por ello puedo afirmar que la perspectiva del muralismo a la que adhiero es popular, comunitaria e inclusiva.
Disfruto mucho del producto del trabajo colectivo, la incidencia que tenga en las personas que forman parte, más que el goce de la forma o la prevalencia de las leyes técnicas del dibujo, el color, la composición.
…”elijo el mural y al muralismo por ser un formato democratizador: está al alcance de todes, basta tener la condición de transeúnte para disfrutarlo, sentirse o no interpeladx, del mismo modo que incluye a personas que no se dedican al arte, quien se sienta interesadx puede participar, ya sea tomando el pincel o haciendo parte de otro modo”.
Son respuestas que fui encontrando a partir de la búsqueda de una militancia cultural, en la necesidad de encontrar una estética y una narrativa coherente con un estar siendo situado, ante tanta cultura foránea que no nos permite encontrarnos con nuestra identidad local, con nuestra realidad histórico política.
Con el tiempo y en el hacer, fui encontrando y aprendiendo a hacerlo, compartiendo experiencias primero como aprendiz y ayudante de una muralista y luego formando parte del Colectivo de Muralismo Popular Puente Negro. Influencias fundamentales para la elección de mi perspectiva a la hora de realizar un mural, el método de trabajo, la estética, el color, la composición.
¿El arte urbano es un concepto colectivo?
MT: Somos en relación a otres y el arte es sobre todo un trabajo que se encuentra en constante construcción y relación social con otres por lo tanto un conocimiento colectivo que no le pertenece a un inventor primero e individual.
No hay iluminadxs ni personas provistas de un halo aurático, creo es fundamental deconstruir esas nociones porque luego se transforman en un mercado del arte que sirve para el lavado de dinero, o escuelas enteras de personas que producen obra alienadas de su entorno o simplemente haciendo obra donde predomina una mirada intimista o peor, utilitaria y no identitaria.
¿Qué aporta el muralismo a una ciudad?
El muralismo tiene sus orígenes y su finalidad en relación al pueblo, a su identidad, a la visibilidad de la condición y la figura humana, a construir un mensaje propositivo y optimista para la comunidad, los habitantes de la localidad.
Ojo que con esto no quiero decir que otros formatos no busquen transmitir esto, solo que lo veo frecuentemente más presente en los discursos murales. También porque hay una búsqueda de una narrativa, de una presentación y representación de la realidad.
El muralismo al que yo adhiero busca aportar a la construcción de una narrativa colectiva en donde se reflexiona a la comunidad y se propone un horizonte de justicia social, una narrativa genuinamente nacida en el sitio donde se realiza, no busca reproducir un formato foráneo, aporta a una construcción pedagógica popular, si es que se propone un método de trabajo comunitario en donde se incluye a quienes nunca vivieron la experiencia de pintar un mural.
Aporta a revalorizar espacios públicos, a la construcción de proyectos en donde prime la cooperación, el trabajo colectivo, la división del trabajo, la visibilización de problemáticas sociales, el fortalecimiento de la identidad de instituciones, grupos sociales, la visibilización de corporalidades diversas, de las mujeres, de los trabajadores, con ello la discusión de los ideales de belleza occidentales o eurocéntricos, de la historia oculta por la línea histórica liberal mitrista enseñada en las escuelas. Entre muchos aportes más.
¿Cómo se puede estimular un crecimiento sostenido y estructurado de esta rama del arte?
MT: Es tarea fundamental de los gobiernos reconocer y regularlo. Porque el aporte de tiempo, la transformación de la materia, el valor agregado en su rol de aporte simbólico está. Creo eso generaría un estímulo a un crecimiento sostenido de esta rama del arte. Fundamental la implementación de políticas públicas y de una gestión cultural a largo plazo que no sólo reflexione acerca de la cultura sino que estimule la creación simbólica desde esta perspectiva.
Necesario tanto es el respeto por el trabajo, que lleva tiempo y esfuerzo físico y psicológico por parte del público tanto como del Estado, de la misma manera que la inversión ya que tiene la potestad al ser administrador de los recursos públicos e intervención de este último para generar condiciones en donde el arte no sea un lujo u objeto de consumo exclusivo de élites y de pocos. Un Estado que entiende que cultura es un derecho, interviene la economía para generar justicia social en donde está incluido el acceso a la cultura, entendida en términos de la expresión genuina de las identidades locales y no como saber ilustrado. Si como cultura viva, andante.
Formas de generar un crecimiento sostenido hay muchas. Me parece fundamental fortalecer a la comunidad con mucha oferta de convocatorias, concursos, conversatorios, encuentros de muralistas, abrir talleres, pujar por la creación de espacios gratuitos y comprometidos de formación en el área. Y fundamental, que los periodistas como ustedes ofrezcan el espacio para poner en agenda estos temas.
“Hay tantas formas de estimular el crecimiento, como experiencias históricas donde aprenderlas”
¿Cuándo se habla de arte público como rama de las artes, a que se hace referencia?
MT: Para mí, el Arte Público es una rama de las artes, en donde lo que prima es la expresión artística en ámbitos abiertos, pero sobre todo, en un espacio de encuentro de las comunidades en interacción, cooperación e interdependencia. Lo entiendo como un espacio político. La noción de público se utiliza para la distinción de arte que se encuentra dentro de una institución particular, como por ejemplo, un museo, o un teatro. En el caso del muralismo, lo público son las paredes y las calles. Ahí confluimos. Arte Público puede ser arte callejero, puede tratarse de obras plástico visuales o más bien performáticas, teatrales o musicales.
En este caso, como soy muralista, voy a hablar de la clasificación del Arte Público en cuanto al área de las artes plásticas visuales.
Se puede pensar que dentro de esta amplia noción de Arte Público, se encuentran formatos y soportes diferentes, como pueden ser la escultura, el mural, el mosaico, el mural esgrafiado, el arte urbano, el graffiti, la pegatina, el afiche político si no es tan solo propaganda y percibe una búsqueda artístico estética también. Puede ser parte del Arte Público formatos no tan tradicionales como intervenciones en vidrios o sobre monumentos, instalaciones siempre y cuando estén en la vía pública, quizá se me escapen algunos.
UNA MÁS DE YAPA
Ya que nos contaste que recorriste la ciudad con especial atención en el arte público, si te dieran a elegir un lugar para realizar un mural en la ciudad, ¿cuál sería y qué harías?
MT: Si me dieran a elegir realizar un mural en Villa Regina, por supuesto que quisiera hacer muchos, pero más que hacer uno propio, me encantaría restaurar el mural que está sobre la pared de la Cooperativa La Reginense, que da al estacionamiento del Anfiteatro Conno Randazzo. También es fundamental la conservación de esas expresiones históricas. Se trata de un mural que es muy importante y está olvidado, no se ni quien lo pintó. Lo vi toda mi vida. Está pero nadie lo ve o lo valora. Pero, de todas maneras me gustaría hacer esa restauración en el marco de la recuperación real del espacio como fuente de trabajo de todas esas familias que hace ya más de un año se encuentran sin sus ingresos y reclamando ante el vaciamiento de la empresa.
Me gustaría hacerlo en un contexto de revalorización de la sidrera como espacio de desarrollo productivo y no de especulación financiera, de dignidad de los y las trabajadoras y de crecimiento y prosperidad económica de Villa Regina y la Región. Para mí ahí yace la importancia significativa y trascendente del arte.