UN “MUNDIALITO” DE APRENDIZAJES

La fiesta más importante del fútbol de la región, el “Mundialito Infantil de Clubes” finalizó ayer sábado por la noche con la final de la categoría central de la competencia (2005) en el estadio “Luis Maiolino”, en General Roca. Lanús derrotó a la Peña Azul y Oro de Viedma por 3-1, y se consagró bicampeón del torneo. El “Granate” demostró superioridad durante todo el campeonato no perdió, marcó 57 goles y solo recibió uno.  Fue campeón de punta a punta.

El Mundialito infantil de clubes de futbol, se realiza desde hace 30 años, contiene durante diez días a más de 2.500 chicos que tienen entre 8 y 18 años, de aproximadamente 180 clubes. Se juegan más de 400 partidos en 19 subsedes del alto valle, las jornadas empiezan temprano y terminan a la medianoche. Es el evento infanto-deportivo y social de mayor preponderancia en la zona.

Los chicos no solo vienen a ganar, el mundialito es mucho más que una competencia. Es la posibilidad de viajar y conocer otras realidades, alejarse del seno familiar, interactuar, aprender a compartir y hacer nuevos amigos. Eso que nos enseña el deporte por decantación: compañerismo, solidaridad y humildad, entre otros valores sagrados que inculca el juego reglamentado.


La organización estuvo a la altura de las circunstancias de un torneo muy complejo de organizar, por cantidad de chicos y sedes que debido a las distancias que hay entre las ciudades del valle genera cierta complicación. Los chicos demostraron, como generalidad, buen comportamiento y responsabilidad en cuanto a sus obligaciones como jugadores y en relación a sus colegas. Algo de lo que el fútbol profesional no nos tiene acostumbrados.

La mancha que siempre deja (lamentablemente) este tipo de torneos infantiles competitivos es el comportamiento de algunos padres que como suele decirse, vuelcan sus frustraciones en sus hijos y no los dejan disfrutar. Los organizadores intentaron innovar con respecto a esta problemática con la suspensión de partidos a causa de padres y entrenadores que ejercen cierta presión irrespetuosa sobre los pequeños jugadores. Intentando así bajar las tensiones externas para que los reales protagonistas puedan deleitarse con las bondades de este maravilloso juego, que en definitiva es uno de los objetivos principales de la práctica del mismo.

Recordemos que: Los jugadores, juegan. Los entrenadores, entrenan. Los árbitros, arbitran. Los padres, disfrutan y apoyan. Si querés un campeón en la familia, ENTRENATE, mientras tanto dejá que tu hijo juegue feliz a la pelota.

CAMPEONES 

Deportivo Roca, cat. 2000.

Deportivo Roca Azul, cat. 2004.

Lanús, cat. 2005 (categoría principal).

Quilmes, cat. 2006.

Petrolero Argentino, cat. 2007.

Deportivo Noroeste, cat. 2008.

Deportivo Roca, cat. 2009.

Deportivo Noroeste, cat. 2010.

 

 

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