La Dirección de Turismo de la Municipalidad de Villa Regina trabaja sobre distintos enfoques para que la ciudad sea un destino emergente inteligente, seguro y accesible para fomentar el turismo de Cercanía en vista de la recuperación del sector.
En este marco, la Red Argentina de Destinos Turísticos Inteligentes lanzó el autodiagnóstico asistido, una herramienta para conocernos y conocer la realidad de cada destino adherido a la red en relación a los distintos ejes de la inteligencia turística.
Se trabaja sobre este autodiagnóstico que se basa en los siguientes ejes: información para la toma de decisiones; conocimiento interno como destino para desarrollar nuevos abordajes; datos concretos que permitan generar estrategias y avanzar sobre pronósticos a futuro.
El proyecto abarca el abordaje de las siguientes temáticas: Tecnología, Accesibilidad, Innovación, Transporte, Sostenibilidad, Marketing, Gobernanza. Además, apunta a mejorar la experiencia turística y también aporta mejoras en la calidad de vida de los ciudadanos residentes.
Una nueva edición de la Feria ReEmprender se realizará el próximo domingo 7 a partir de las 19 horas. La Dirección de Turismo de la Municipalidad de Villa Regina invita a los vecinos a recorrer el sector de las casitas de los artesanos ubicado en la Plaza Primeros Pobladores. Allí podrán encontrar productos artesanales con…
El Intendente Marcelo Orazi fue recibido en Olivos por la Primera Dama Fabiola Yañez. Durante la reunión, acordaron las bases de la construcción de un vacunatorio pediátrico en la ciudad, impulsado, gestionado y articulado junto a la Fundación Alberto Lavalle. “Me pone muy feliz el comienzo de este proyecto que ayudará a tantas familias de…
El Intendente Marcelo Orazi recibió esta mañana a vecinos del asentamiento La Graava, a quienes les informó sobre los pasos que se deben seguir con el objetivo de mejorar el servicio de energía eléctrica domiciliaria en ese sector de la ciudad. En este sentido, Orazi señaló que se trata de una tramitación que demandará tiempo…
El Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) trasladaba esta tarde a distintos hospitales al menos a 20 adultos mayores de un geriátrico del barrio porteño de San Cristóbal que dieron positivo del nuevo coronavirus. El SAME comenzó a trasladar después de las 19 al menos a 20 adultos mayores del Hogar Geriátrico Catamarca, ubicado…
Javier Milei dio una charla de mas de una hora para
explicar en detalle por qué su gobierno no acumula reservas. Fue una inusual ventana al pensamiento presidencial, que fue soslayado por la mayoría de los medios. Pero bien mirado fue fascinante porque puso en escena una batalla íntima. Un choque entre el dogma libertario y el pragmatismo de quien gobierna.
El hilo conductor fue claro: Milei no quiere que el Banco Central compre dólares porque eso empuja el tipo de cambio y, cuando sube el dólar, suben los precios. Ese es el corazón del asunto. El problema es que su manual libertario no puede explicar ese pase inmediato del dólar al resto de los precios. Ahí nace el choque entre el dogma y el Milei que gobierna.
Ahí aparecen el Banco Central, las bandas, el «pisar» el tipo de cambio y, después, largas excursiones teóricas para justificar lo que hace el Estado que él mismo dijo que iba a destruir.
En el inicio de su charla en el evento de El Cronista de este miércoles, reconoció algo central: un superávit no es la panacea contra la inflación. Lo dijo sin rodeos, asumiendo límites que su propia escuela teórica suele negar. «Podríamos haber hecho el ajuste fiscal, poner las cuentas en orden, y podría haber habido igual una hiperinflación». Es una frase clave porque reconoce que la inflación no es en todos los casos un fenómeno monetario.
En cada tramo de su exposición, Milei fue cambiando de piel. El Milei economista arrancó la charla defendiendo su idea de que no existe un «tipo de cambio de equilibrio». Citó su propia teoría de sistemas y la incapacidad de los economistas para resolver el «vector» que determina precios relativos:
«Por lo tanto, cualquier apreciación que hagan sobre el tipo de cambio es una tontería», afirmó y bautizó como «oráculos de Delfos» a los economistas y consultoras que reclaman una devaluación o piden acumular reservas.
Cada vez que ustedes tengan a un oráculo de Delfos llamando a la devaluación, yo les preguntaría por qué quieren favorecer a un conjunto de delincuentes que no quieren competir, para empobrecer a la mayoría de los argentinos.
«Cada vez que ustedes tengan a un oráculo de Delfos llamando a la devaluación, yo les preguntaría por qué quieren favorecer a un conjunto de delincuentes que no quieren competir, para empobrecer a la mayoría de los argentinos», dijo, calcando los argumentos económicos del kirchnerismo.
Milei presidente explicó que no acumula reservas porque hacerlo obligaría al Banco Central a emitir pesos para comprar dólares, y esa emisión haría subir los precios. «Si el Banco Central sale a comprar dólares, aumenta la cantidad de dinero y eso genera inflación. Es decir, el impuesto a los pobres», explicó.
En ese gesto está la fractura: el economista puede sostener que el dólar es un precio más; el presidente sabe que, en la Argentina, es el precio madre. Por eso Milei no quiere que el Central compre reservas: porque cada dólar adicional puede generar un tipo de cambio más alto y, con él, un nuevo salto de precios. Es un razonamiento pragmático que lo obliga a hacer justo lo contrario de lo que dictan sus manuales.
El Milei economista rechaza toda intervención del Estado. El presidente, en cambio, se aferra a las bandas cambiarias para mantener controlada la volatilidad: «Las bandas están para ponerle un límite a la volatilidad», dijo. Es decir: el libertario administra el precio del dólar con las mismas herramientas que usaban los gobiernos que él acusa de «socialistas».
Ahí también aparece un punto de contacto con el kirchnerismo: la idea de que el tipo de cambio es una variable política que puede y debe ser administrada.
La explicación teórica que dio para justificarlo fue un laberinto de referencias a «vectores», «modelos de equilibrio general» y «precios relativos», con apelaciones a «lo cóncavo» y lo «convexo». Una tentativa de convertir el control en teoría. En la práctica, se trata de un dólar pisado.
Pero hubo otro punto de contacto fuerte con el kirchnerismo: Milei presidente fue muy explícito al subestimar la necesidad de acumular reservas. «Si yo tengo rollover, ¿qué es eso de tener que acumular reservas para pagar? Si los intereses los pago con equilibrio fiscal y la deuda la rolleo en el mercado, ¿de qué están hablando?».
El argumento es simple: mientras el mercado refinancie, no hace falta acumular dólares, porque no hay nada que pagar, y los intereses se cubren con superávit. Excepto, que Milei necesitó dos rescates externos de USD 20 mil millones cada uno -FMI y Tesoro – para sobrevivir al último año.
Si yo tengo rollover, ¿qué es eso de tener que acumular reservas para pagar? Si los intereses los pago con equilibrio fiscal y la deuda la rolleo en el mercado, ¿de qué están hablando?» El argumento es simple: mientras el mercado refinancie, no hace falta acumular dólares, porque no hay nada que pagar.
«Los que me están pidiendo que compre reservas me están pidiendo que arruine la vida a los argentinos. ¿Nos parece justo comprar artificialmente un seguro arruinando a los que menos tienen?», afirmó. Ese registro, de justicia social, de advertencia sobre el costo de la inflación en los pobres, la idea de un conjunto por sobre lo individual, lo acercó, una vez más, a la retórica kirchnerista
Milei puso así sobre la mesa que la acumulación de reservas garantizada por una devaluación pulveriza ingresos en pesos, por lo tanto a los asalariados. Pero tampoco ocultó que el modelo de dólar barato destruye el empleo. «Tiene un efecto distributivo, si. Bueno, discutamos eso», propuso el presidente economista. El problema es que el componente distributivo no protagoniza ninguna narrativa.
«La destrucción de empleo es parte de la reconversión productiva. Hay sectores que van a desaparecer, pero otros van a surgir», afirmó, retomando la línea neoliberal clásica.
Sobre el final lo envolvió en una reflexión casi metafísica: «Los países tienen vida infinita», dijo. Una afirmación muy discutible. La historia reciente está llena de países que dejaron de existir. Einstein decía que «Dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo; y no estoy seguro de lo segundo».
Con la presencia del Intendente Marcelo Orazi, quedó inaugurada este domingo la muestra ‘AmuchArte’ en el Galpón de las Artes, que permanecerá abierta al público todos los domingos de septiembre en el horario de 17 a 19 horas. ‘AmuchArte’ es el resultado del trabajo de muchos años, refleja el proceso y la puesta en juego…
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