Aunque la inflación es la más baja en los últimos cinco años, en los almacenes cordobeses se habla de una “crisis de consumo” por la caída en la venta de alimentos del 19% (interanual) durante los primeros siete meses del año, según el relevamiento mensual que realiza el centro de almaceneros.
“Este descenso refleja la profundización de la crisis del consumo, aún en un escenario de desaceleración inflacionaria. La pérdida del poder adquisitivo limita severamente el acceso a alimentos básicos, debilitando el tejido social y económico de los hogares, y con mayor impulso en los más vulnerables”, dice el informe que recoge datos en los negocios de barrio.
Así, aunque el promedio de los aumentos durante el mes de julio fue de 1,5%, convirtiéndose en el más bajo desde la pandemia, “este resultado no se traduce en una mejora del consumo ni del bienestar social”.
Drama social en uno de los colegios más importantes de Córdoba: “Hay chicos que se desmayan de hambre”
De acuerdo con el Instituto de Tendencias Sociales y Económicas, la inflación acumulada en lo que va del año asciende al 17,1%, mientras que la interanual es del 37,2%, con una inflación proyectada para todo 2025 del 32%. “A pesar del ritmo moderado de los precios, la economía familiar sigue altamente tensionada”, dice el informe de los almaceneros.
La economía familiar sigue altamente tensionada. La fuerte retracción muestran un panorama alarmante en relación con la seguridad alimentaria.
La “fuerte retracción muestran un panorama alarmante en relación con la seguridad alimentaria”. Para llegar a esta conclusión, en el centro de almaceneros sostienen que el 58% de los hogares “no accedió satisfactoriamente a la Canasta Básica Alimentaria (CBA), cuyo valor asciende a $794.384 para una familia tipo”.
De los que sí accedieron, 72,5% lo hicieron en virtud de la asistencia estatal; en general por ser beneficiarios de la Asignación por Hijo y recibir la Tarjeta Alimentar. En ese marco, 50 % de los hogares debió suspender al menos una comida diaria.
“Estos indicadores reflejan una situación estructural de pobreza alimentaria, en la que la alimentación, derecho humano básico, se encuentra seriamente comprometida para una importante porción de la población”, dice el informe.
Respecto a julio, el 32% de los encuestados en los almacenes cordobeses considera que su calidad de vida empeoró; y un 13% cree que estará peor en los próximos meses. “Esta percepción de estancamiento en la mejora de las condiciones de vida, incluso en un contexto de baja inflación, refleja un escenario de escepticismo social frente a la actual política económica”, remata el informe.