LA MAREA VERDE NO SE DETIENE
El miércoles 13 de junio comenzará en el Congreso de la Nación la “histórica” sesión donde se tratará el proyecto para legalizar el aborto. El ciclo incluyó más de 800 disertantes que expusieron en 15 audiencias públicas en un período de dos meses, se escucharon voces a favor y en contra de la interrupción voluntaria del embarazo.
REPRESENTANTE: Persona que actúa en representación de otras.
Los diputados, representantes del pueblo elegidos por el voto soberano tienen la oportunidad de hacer lo que deben, escuchar el clamor de la sociedad. Atenderla. Respetarla. Es intolerable que los políticos tomen decisiones por vivencias personales o creencias religiosas. No se los coloca allí para que decidan en función a intereses personales. Me eclipsa la mente el hecho de pensar en esa situación. Hay obviedades que son demandas, y lamentablemente hay que decirlas. Están allí para REPRESENTAR a sus electores. Simple.
El proceso de cambio ya comenzó, es irrefrenable. Porque las mujeres no darán un paso atrás. Porque las jóvenes levantan el pañuelo verde y lo mueven por el aire, contrapuesta intención a la bandera blanca de rendición. Esta bandera verde va a la guerra, no se retira. Avanza. Es un tsunami que gana terreno a medida que toma fuerza, es imparable.
La FUBA (Fundación Universitaria de Buenos Aires) confirma a través de su encuesta que el 90% de los estudiantes de distintos niveles del país están a favor de la legalización del aborto. Los jóvenes activan y toman posición. Los viejos vinagres se inquietan. Hay futuro. Si no es mañana, será pasado. Y no ajusta al concepto de postverdad.
Es un problema de salud pública. No importa tu creencia o experiencia.
Aborto seguro, legal y gratuito.
QUE NO SE CONFUNDA EL DEBATE: Legal o clandestino
Muchos confunden el debate, ¿necesidad o necedad?. Es indistinto. El debate no es metafísico, si es cigoto, embrión, feto, si es vida una célula o si no tiene identidad. Tampoco el debate es moral, la conciencia es individual, irremediablemente interna, de cada uno. ¿Quien puede juzgar qué está bien y qué está mal? No se debate si se aborta o no. Eso es fáctico: Los abortos se hacen, se hicieron y se seguirán haciendo.
El debate es si es legal o no. Son dos puntos distintos, bien diferenciados. Alejados. Se debate si se criminaliza a quien lo hace. La mujer aborta, y hoy (y mucho tiempo atrás) quiere decidir sobre su cuerpo, sobre su vida. Ese es el debate. Los antiabortistas tienen su mini debate deformado y enquistado a conveniencia en otro lado, por fuera de lo imprescindible en la actualidad. Si se aborta o no se aborta. Mientras tanto, se aborta. Acá está la discusión, de qué forma se hace, donde, con quien, LEGAL O ILEGAL. Clandestino para las que menos tienen. Tan clandestino, como la muerte que acecha la ley de la vida de a quien nadie la protege, ni siquiera el Estado.
Es un problema de salud pública. El Estado debe atenderlo.
Aborto seguro, legal y gratuito.
AVANZAR o ATRAZAR: Dos consonantes y un abismo de diferencias ideológicas
Uruguay es el único país de la región que legalizó el aborto. Los números abalan la decisión uruguaya, menos muertes maternas y no se elevó la tasa de abortos. Es un ejemplo y lo tenemos cruzando el río de La Plata pero no alcanza. A nivel mundial la mayoría de los países desarrollados lo han despenalizado. El continente sudamericano y africano (oh casualidad ambos subdesarrollos), todavía atrasan dentro del contexto mundial. Solemos poner la mirada en países del primer mundo y apuntalar o seguir determinadas políticas que puedan hacernos crecer como país y sociedad. No es este el caso.
El 25 de mayo de este año, Irlanda, uno de los países con mayor influencia católica, liberó el aborto. Y lo hizo a través de un referéndum donde 2/3 de la población votó a favor. Un triunfo arrollador. Argentina lamentablemente no tiene cultura de plebiscitos. Claro, debe ser porque el referéndum es un arma que manipula el pueblo, y una ley no es una elección, en consecuencia sería una decisión sana y propia. A conciencia, sin estímulos ni abusos coactivos externos de quienes siempre intentan manipularnos.
Es un problema de salud pública. De acá al África.
Aborto seguro, legal y gratuito.
PRIMAR EL DERECHO A LA VIDA: ¿De quién?
El movimiento provida prima el derecho a la vida. ¿La vida de quién?. La vida del embrión. Priman la vida sobre el derecho de la libertad de las mujeres a elegir sobre su vida, su historia. El derecho a la vida y a la libertad (también a la propiedad, si, por sobre el de la salud) son derechos de primera generación. Estos prevalecen sobre el resto. Estoy a favor del aborto legal seguro y gratuito, y no primo un derecho sobre otro, no los considero excluyentes. Pero quiero la libertad de elegir de la mujer sobre su vida. Y si me llevan al terreno sucio de contraponer el derecho a la vida con la muerte (triste chicana), empodero el derecho a la vida. La vida de la mujer que puede morir en un aborto clandestino.
Es un problema de salud pública. No una posible elección.
Aborto seguro, legal y gratuito.
EMILIANO MARTÍN PICCININI-LA TAPA