La Dirección de Cultura de la Municipalidad de Villa Regina recuerda que hasta el 5 de marzo se encuentran abiertas las preinscripciones para las propuestas del ciclo 2021 de la Escuela de Arte Popular del IUPA. Los interesados en estudiar guitarra folclórica o danzas folclóricas de la mano de docentes de IUPA, pero en su…
El desembarco de Amazon en Brasil puso en alerta a Mercado Libre, que controlaba el comercio electrónico en la principal economía latinoamericana, pero donde solo el 15% de la población realiza compras en línea.
«Competimos con ellos en toda América Latina», se defendió Marcos Galperin cada vez que lo acusaron de pedir trabas para el ingreso de Amazon a la Argentina.
La competitividad de Mercado Libre tendrá una nueva prueba en los próximos meses: Amazon se asoció en Brasil con Nu Holdings, dueña de Nubank, según informó Bloomberg.
Nubank es el sexto banco de Brasil, donde tiene más de 100 millones de clientes. La asociación con Amazon permitirá que los usuarios compren productos hasta en 24 cuotas, una cuestión que podría inclinar la balanza en favor de Amazon.
En las tres semanas posteriores al anuncio de la asociación entre Amazon y Nu Holdings las acciones de Mercado Libre cayeron 6%.
Mercado Libre viene apostando fuerte por el mercado brasileño de la mano de futbolistas como Ronaldo o Neymar y con el esponsoreo de la Copa Libertadores, el principal torneo
La empresa de Galperín no solo tiene abierto el frente con Amazon. También debe enfrentarse a Temu y Shein, las compañías chinas venden productos a precios muy inferiores a los argentinos.
Si bien Galperín es uno de los principales defensores de Javier Milei, el director de Mercado Libre en Argentina pidió que el gobierno argentino regule a las plataformas chinas de fast fashion a principios de noviembre.
«Cuando abrís el mercado indiscriminadamente y una empresa asiática te envía productos por barco, en realidad estás dando trabajo a empresas chinas, no argentinas», dijo Juan Martín de la Serna. Brasil y México sí pusieron regulaciones a la entrada de productos que se comercializan en las plataformas chinas.
Para el Black Friday, Mercado Libre invirtió en Brasil 19 millones de dólares en cupones, el doble de lo que desembolsó Amazon. A costa de achicar sus márgenes, Mercado Libre también comenzó a ofrecer servicio de entrega gratuita.
Los especialistas creen que la verdadera pelea entre Amazon y Mercado Libre comenzará en pocas semanas, cuando empiece la época de compras navideñas.
Lloré cuatro veces con La maravillosa. Leí este libro como si su autora me hablara, como si en un viaje largo al sur me contara la historia, mientras vamos sorteando la infinita largura del camino, la pampa húmeda llorada por su historia y la de todos los hijos mal queridos del mundo, la meseta patagónica y el dolor más crudo del desierto conocido, el borde de la cordillera, abismal aunque hermoso, la condena de la geografía insular sobre el niño o la niña atrapados en la montaña materna.
Esta novela consigue algo muy difícil, hacernos soportables el infierno de un desquicio que vuelve, como la voz materna que se fragua en el dolor del hijo, como esa ruptura del pacto humano de la existencia misma de la especie, donde lo biológico se impone como una cárcel: serás el rehén de quien te parió, cuya moral no le permitirá arrepentirse de su maternidad, la reproducirá y la volverá a sacar lustrosa para conseguir el perdón del hijo, el amor del hijo, la piedad del hijo, el agradecimiento, porque soy tu madre. Ese soy tu madre es condena y en este libro es exilio, es ruptura y es reconstrucción lejos del nido carcelario que se fungió como mandato social y modo de salvación de su creador, creadora en este caso.
La autora se mueve, es una desplazada temprana. La niña que observa cómo el volumen —en todo sentido de volumen— de Sandra, la madre recreada en la estepa previa a la cordillera austral, aumenta con el tiempo y con la crueldad, mueve los ojos, siempre dispuestos a ver, vivaces ojos de pájaro que planea el mundo sin permitirle al mundo que la toque. Esa mirada es inaugural en la novela, novela tramposa como la madre, porque engaña desde su mención novela para ocultar su matriz crónica visceral. Las mañas de la Maravillosa mutan en Erika Halvorsen volviéndose virtud de un modo misterioso.
La mirada se desplaza para crear el paisaje emocional que marcará la historia hasta el final, sin darnos respiro, sin permitirnos la pausa de la literatura emocional fememina-feminista, el acostumbramiento a un modo lírico contemporáneo que ha cundido en la última década hasta lograr la saturación. La mirada de Halvorsen, mirada amplia, de cóndor rey, es un refugio para ella y logra sacarla de las entrañas de su memoria para volverla no testimonio victimizante, no llorería latinoamericana, sino inteligencia salvaje; he allí la clave de todo lo que nos ocurrirá junto a ella a lo largo de esta crónica descomunal: una vida, la suya, seis vidas de hijos, hermanos, un padre, una madre imposible de asir, de abrazar, de querer.
Es la mentira entonces la que da inicio a la historia. La mentira de la forastera que llega al pueblo perdido, al pueblo minero, con los críos de sus primeros años en la gran ciudad y ya seducido el vikingo que le dará dos hijos más. En el camino se deshará de uno, y fundará el mito, la mentira que llevará la sordidez de su propia humanidad al delirio de un pasado lleno de lujo y de glam. El cuarto hijo tiene un origen especial, un origen que la hará a ella sospechosa de una aventura mayor, la escena estelar de una vida que se dejó atrás: ella, que en su documento se llama Rosa aunque elija el Sandra para ser única entre todas las pueblerinas, ella, la única, es Rosa. Rosa, la maravillosa. Porque fue su amante, la de Sandro, porque fue con él con quien engendró al cuarto de sus hijos, porque fue Sandro, el gitano, el que la sedujo y compuso ese disco, todo ese disco, pensando en ella, en su cuerpo, en su boca, en su sabor.
Sandra, Rosa, la maravillosa, se hizo a sí misma mostra. Una mostra antes de las mostras que ahora están de moda, porque ni Moria Casán existía cuando esta mostra se inventó. Aunque la Casan pudo haber inspirado su invención, porque el vikingo se calentaba con la Casán, y ella lo sabía. Se calentaba con ese tipo de mujerona, la guitarra argentina de los setenta, la que inspiró las caderas siliconadas de nuestras traviarcas, la que hizo el cuerpo de Lohana así de voluptuoso. La maravillosa se fundió con el hierro y los metales bajos de un pasado prostibular que diluyó en el oro de una invención: ella fue la mejor, ella fue la que entraba sin pagar por la puerta grande de Mau Mau con su mascota atada a un lazo, una leona cachorra que la enaltecía como la domadora de hombres que supo ser. Y ese apellido patricio que su padre, el que la abandonó a los cinco años, le dejó: era la hija única de uno de los hijos de Pedro Vicente Nolasco del Corazón de Jesús Ibáñez Anchorena.
La maravilla de esta novela es su personaje siniestro, una verdad nacida en la mentira, una verdad hecha de la memoria de la hija menor. No veo en las primeras huellas de su venta la mención explícita a que esto es una historia real, pero deberían sopesarlo, autora y editorial, para darle a su existencia el sentido total que merece una novela de no ficción. La maravilla es también el ritmo que nos acercará no solo a Erika Halvorsen —crecida en la estepa, venida a la capital—, sino a quien quedó condenada a sostener la madeja familiar hasta hoy.
La autora sobrevive a la soledad, a la madre que pinta esa habitación de rojo carmesí, que pinta los muebles de algarrobo con el mismo rojo sangre, a los ojos pintarrajeados de la maldad. Lo hace a la expectativa de que un día la mate, los mate. Pero al mismo tiempo es cuidada por sus dos hermanos mayores, sometidos al trato de los entenados, de los criados de las estancias por la propia madre, una a cargo del hogar, el otro a cargo del campo. Cuando los padres se van de vacaciones a vivir la vida bohemia y glamorosa de la gran ciudad, ellos se quedan solos, a cargo de esos adolescentes, de 15 y 13, en medio de la inmensidad. Y así sobreviven a un incendio. Porque Erika es la bebé y sus pañales de tela se prenden fuego secados en la chimenea. Los padres llegan de las vacaciones y se enteran allí de la tragedia que no fue. Los hermanos están seguros: su madre los prefería muertos.
La adolescencia de la narradora es el primer escalón de la libertad. La anorexia y la depresión la harán caer, su cuerpo caerá. El diagnóstico la llevará a donde la madre debió siempre estar: un loquero. Pero ese salir en una ambulancia del pueblo perdido es crucial. Es el cuerpo y su malestar lo que la hará libre, de a poco, en el camino que viene a hacer a la ciudad donde el mito monstruoso se concibió. Y a medida que ese proceso lento y persistente ocurre, uno no puede creer que a pesar de la condición perversa de esa madre poderosa, la narradora siga en el lazo, los hermanos sigan en el lazo, ya aventurados a encontrar la verdad, como paso ineludible para la liberación. El deseo de una madre suficientemente buena es lo que nos ata a la cordura, por eso hasta la más pérfida de las madres tiene, posee, goza de impunidad. No hay en este mundo un lazo más poderoso e imposible de desarmar: no hay refugio posible para la larga mano de mamá.
Si dije al comienzo que lloré cuatro veces con este libro, mentí. Porque al avanzar se me volvió un hábito volver a llorar, ya no como un acontecimiento especial, sino como parte del proceso que es atravesar la historia siendo uno el que está allí. Quienes han sido víctimas de maltrato infantil, quienes han querido que mamá se muriera, que desapareciera de la faz de la tierra, quienes han sentido que no podían quererlas pero lo han logrado, se refugian en esta novela como en lo alto del árbol al que escapaban para que no los pudieran encontrar. Esto significa según las estadísticas mundiales que en esta tremenda vindicación de Erika Halvorsen se puede refugiar buena parte de la humanidad. 400 millones de niños aterrados es la última cifra que divulgó Unicef. Erika sobrevivió escondiéndose silenciosa de las garras de esa mamá. No estando disponible para saciar su crueldad. En brazos de sus hermanos y de su padre. En brazos de sus amigos de la ciudad, de sus amigos, sobre todo y también.
En esta venganza pública y maravillosa no hay titubeos ni dudas porque la autora cuenta con un ejército de niños, sus seis hermanos, aunque uno ya no esté. Son todos los miembros de ese clan los que deciden ajusticiar a la madre para poder quererla. Son todos y cada uno de ellos los que escriben la historia a través de Erika. Y son todos los que se preocupan por la madre cuando la madre comienza a decaer y necesita atención. Todos, pero sobre todo Erika, que no descansa pensando cómo protegerla de su decadencia, pero también cómo proteger a los demás para que nadie quede otra vez a expensas de la mostra y su monstruosidad. La menor de los hijos de Sandra ha nacido con una misión. Y esa misión comienza a culminar esta noche, aquí, en Artlab, el templo que nosotros mismos elegimos como si fuera nuestra Mau Mau, donde bailamos los viernes, donde nos refugiamos cada vez que podemos. Las sincronías salvajes se imponen cuando la verdad emerge: es así. Y entonces resulta ser que ya muerta y enterrada, la inmensa Rosa, la maravillosa, el día en que su historia se convierte en un hito literario —que debería ser el destino de este libro si la crítica existiera más allá de los clichés— cumple años. Porque ella, como Erika, era de libra, signo de aire y cardinal. Feliz cumpleaños, Maravillosa, es mucho lo que has dejado. Tus cinco hijos sobrevivientes, tus nietos, tu memoria de creadora infinita, de exacerbada, de descomunal. Te merecés esta novela. Lo has escrito todo también vos.
Texto leído por Cristian Alarcón en la presentación de La Maravillosa en Artlab.
Durante el fin de semana continuaron las propuestas de la Dirección de Turismo de la Municipalidad de Villa Regina. El domingo se realizó la segunda visita a la granja ‘La Soñada’, emprendimiento de turismo rural que se dedica a la cría de animales, que es uno de los principales atractivos de los más chiquitos. Con…
La insistencia por concientizar a la sociedad valletana navega en relación a las Unidades de Terapia Intensiva (UTI), el ascenso constante y prolijo de la famosa curva, y el desgaste emocional de lxs trabajadorxs de la salud. Más allá de los nuevos casos locales que podría utilizar como anclaje, el panorama es más complejo que…
La participación en el Concurso es gratuita y podrán participar estudiantes regulares de instituciones educativas de nivel medio, tanto privadas como públicas, de la Argentina. La convocatoria permanecerá abierta hasta el 20 de septiembre. Link de inscripción en la siguiente nota.
Difunde esta nota
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.