No te voy a decir feliz día, ni etiquetar en mensajes Kitch en las redes. Hoy es un día para saber escuchar y preguntarnos (los hombres) de qué manera pensamos a la mujer en nuestra sociedad.
Lo digo para que vos no te quedes solo en el “feliz día”, las rosas y los bombones. Porque se trata de una jornada para escuchar, reflexionar y acompañar. Si te movés en círculos que solo frecuentás con amigos varones pensá que cada idea que quieras elaborar, si vas a hablar de este día, no se van a basar en ideas de autoras feministas, por que las ideas dominantes, las ideas más fuertes religiosas, económicas y sociales se construyeron sobre reuniones de hombres. Sin llegar a al extremo de nombrar “la guerra” como resultado del negocio oscuro de la muerte, que también cobra vida en reuniones formateadas de la misma manera.
En tu casa seguro pasa algo parecido, si tu familia fue criada bajo una lógica parternalista, es probable que hagas chistes sobre los lugares de la casa más naturales para ellas, o sobre su estado de cordura. Estas estructuras humanamente internalizadas nos redirigen automáticamente a determinados pensamientos y sensaciones que no solo deben ser visualizados sino que también los tenemos que trabajar. Deconstruirnos para poder entender “que” estamos repitiendo y reflexionar para poder iniciar un camino de pares. externamente con convicción, desde el acompañamiento para lograr cambios profundos.
Es difícil saber ver y poder reflexionar sobre estos temas y otros de los cuales se está hablando y mucho en esta fecha sino hablas con las mujeres que activan. El planteo de igualdades en los ambientes laborales, la violencia en nuestra sociedad con una alta tasa de femicidios. El acoso sexual que generamos y no nos damos cuenta, como un ex-presidente que para mi sigue convencido que a todas las mujeres les gusta que le digan que tienen un lindo culo. No! Pensá antes de decirle algo a una chica que no conoces y que te erotiza, porque de seguro la estás acosando, además que seguro ella no quería enterarse que es lo que pasa por tu “mente”
Seguro que sería más interesante para las mujeres que te rodean, en tu casa, tu trabajo, los negocios que recorrés o el club en el que entrenás. Que veas y puedas pensar con ellas qué lugar y rol están desarrollando en todas las actividades públicas y privadas. Seguro que te vas a sorprender. Pero no les lleves flores hoy. Sentate a hablar con ella, porque hoy no se festeja un día, hoy se conmemora la muerte de mujeres trabajadoras que lucharon por la igualdad de sus derechos.
El titular de uno de los estudios contables tributarios más importantes del país, César Litvin, afirmó que no hay inmunidad para blanquear dólares, que en tanto no haya cambios normativos existen riesgos penales y que por eso es mejor tenerlos un rato más abajo del colchón.
En un simposio del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) en el Consejo de Ciencias Económicas de Rosario, el tributarista dijo que frente al anuncio del equipo económico de la semana pasada hay que evitar la ansiedad. “Todo lo que se informó el día jueves y que salió publicado el día viernes no me da a mí la posibilidad de sugerir a nadie que ya empiece a usar los dólares del colchón, porque para empezar a hacerlo falta la segunda etapa. Y esa segunda etapa es la que me da plena seguridad jurídica”, declaró.
El especialista resaltó que tiene que haber modificaciones legales a tres leyes al régimen penal cambiario. “La gente quiere sacar ya el canuto. Dicen: “Voy, compro acciones, compro bonos, cambio el departamento, compro un autito. Pero calma. Todo el mundo compra en el blue, la cotización sale en los diarios, pero la realidad es que el que compra o el que vende dólares fuera del mercado legal comete una infracción al régimen penal cambiario”. ¿Cuál es el peligro? “Si alguien usa dólares y no tiene el papelito de dónde lo compró todavía queda expuesto a una infracción del régimen penal cambiario que establece una pena entre una y diez veces el monto de la operación”.
El estratega del estudio Lisicki, Litvin & Abelovich, que tiene entre sus clientes a celebridades como Susana Giménez, dijo que el régimen penal tributario vigente tiene montos punibles de evasión que quedaron “totalmente derretidos” por la inflación, porque son montos de 2018, que fueron fijados en 2017 “¿Saben cuánto es el monto punible de evasión? Un millón y medio de pesos por año. O sea que cualquier evasión de impuestos de más de un millón y medio ya entra en la ley penal tributaria, ya es denuncia penal, ya te pintan los deditos, ya tenés que pedir permiso para salir del país. Es difícil que duermas en la sombra, pero el mismo proceso ya es una condena en sí mismo”.
Litvin destacó con énfasis que el anuncio para incentivar a utilizar activos no declarados, como se lo llamó desde el gobierno, no es un blanqueo que, como ilustró, perdona todos los pecados tributarios. “Una de las cosas que anunciaron es que van a cortar la prescripción. Ustedes saben que la prescripción para los contribuyentes inscriptos son cinco años, pero en la práctica, como se computa, resultan cerca de siete dependiendo del cierre de ejercicio”.
Remarcó que mucha gente que entró en el blanqueo durante el gobierno de Macri sintió que fue una emboscada. ¿Por qué? “Porque cambió el gobierno, Bienes Personales, que era el 0.25, lo llevaron a una alícuota que empezaba en el 0.50 y terminaba en el 2.25. Y después hubo otro impuesto, el impuesto a la riqueza, que en ese mismo año, entre los dos impuestos, hacía una alícuota máxima del 7.5%”.
Si alguien usa dólares y no tiene el papelito de dónde lo compró todavía queda expuesto a una infracción del régimen penal cambiario que establece una pena entre una y diez veces el monto de la operación.
¿Qué generó eso?, se preguntó el experto. “Que mucha gente se fuera a vivir a Uruguay en búsqueda de cariño y afecto impositivo. Y Uruguay los recibió con vacaciones fiscales por diez años. Con lo cual, ustedes saben que los capitales son mimosos, se van donde mejor los tratan”.
“Esperemos la segunda etapa y veamos qué nos trae la seguridad jurídica. Hay que trazar una línea entre dinero negro y dinero sucio. Hay quienes dicen que con esta medida entra el narco. No. Se apunta a que se usen los dólares negros porque la UIF mantiene todas sus facultades intactas. Eso significa que aquel que deposita 50 millones puede que no sea reportado a ARCA. Pero si la entidad bancaria considera que no sabe cómo el cliente hizo la tela puede que lo reporte a UIF. Esa es la línea divisoria”, subrayó.
“Estábamos acostumbrados a que el fisco tuviera toda nuestra base de datos y todos nuestros movimientos. Ahora va a tener muy pocos de nuestros movimientos”, celebró. También dijo que hay que cambiar a su juicio la carga que pesa sobre el contribuyente frente a las inspecciones fiscales. “En el derecho penal rige el principio de inocencia. En el derecho tributario rige el principio de culpabilidad. Cuando viene una inspección te determina un ajuste y por más discrecional o errado que esté, es el contribuyente el que debe demostrar inocencia. Las modificaciones en la ley de procedimiento deben volver a lo anterior. Es el fisco quien tiene que demostrar quién evadió”.
Litvin dijo que hay que diferenciar el stock (el canuto o la plata del colchón) del flujo en un contribuyente. La indemnidad es para los dólares del stock. No para los ingresos futuros que, dijo el tributarista, deben ser declarados.
“El hecho de que ARCA no reciba información de transferencias bancarias por debajo de 50 millones no significa que hay que declarar a partir de los 50 millones”, les advirtió a los contadores que escuchaban. “El voto de confianza que hace el gobierno, y que podrá parecer ingenuo, es que por todos los ingresos, esté pagando en el futuro. Acá va a haber una decisión muy importante del contribuyente”, subrayó.
Este año el tema para el Día Mundial de la Diabetes es “Familia y Diabetes”, los objetivos de esta campaña mundial son: Aumentar la conciencia del impacto que la diabetes tiene en la familia y la red de apoyo de los afectados; y estimular el papel de la familia en la gestión,cuidado, prevención y educación…
Fran Fijap, uno de los influencers del aparato de propaganda libertario, dijo que el periodismo es la casta pero se autopercibe periodista.
El youtuber se hizo famoso por esconderse en un local de empanadas para que no lo linchen en medio de la protesta en defensa de la ley de Financiamiento Universitario. Luego, una vez famoso, fue fácilmente identificado como guardaespaldas de Santiago Caputo cuando apretó a Facundo Manes en la asamblea legislativa de marzo.
Fijap, que en su propia biografía de Twitter se describe como periodistsa, es el modelo de periodista con el que sueña Milei: enemigo de los medios tradicionales y fanático de Milei.
LPO anticipó en exclusiva que Santiago Caputo bajó órdenes tanto a los funcionarios como a los trolls para que se enfoquen en declararle la guerra al periodismo como la nueva casta.
Es que ya entró en el terreno de la demagogia el latiguillo de la casta política que usó Javier Milei para llegar a la presidencia, puesto que luego sumó a dirigentes que viven de la política hace 50 años, como Patricia Bullrich y sectores ligados a Luis Barrionuevo, además del ex motonauta Daniel Scioli que pasó por el menemismo, el kirchnerismo y el albertismo línea naranja.
Tras la revelación de LPO, los trolls comenzaron a referirse a los periodistas como la casta y llegaron a pedir que Milei meta periodistas en la cárcel por decreto. La “broma” fue festejada por algunos periodistas que siguen colaborando con el gobierno pese a que Argentina es uno de los países donde más cayó la libertad de prensa desde que gobierna Milei.
Según el último informe anual de Reporteros sin Fronteras (RSF), Argentina cayó 21 posiciones y se ubicó en el puesto 87 del ránking, sobre 180 países analizados, detrás de naciones como Zambia, Sierra Leona y las Islas Comoras.
Eugenio Begue: politico. Estudio Psicología en la Universidad de Palermo y realizó la escuela de liderazgo del CIAS. Milita en el espacio de Juan Grabois.
Pablo Catacata Madrigal tiene 30 años. Es jujeño pero trabaja en un campo cerca de Salto, provincia de Buenos Aires. Monta a caballo junto con su novia, Antonella, que tiene 24. Atraviesan un puente que está sobre un arroyo. Llueve. La tormenta no para. El arroyo crece. Llueve mucho. La pareja es tragada por la corriente. Pablo y Antonella son dos de las víctimas del temporal que el fin de semana del 17 de mayo se desató en el noreste de la provincia de Buenos Aires, a la altura de Zárate, Campaña y Areco, hoy declarada zona de emergencia. Hubo 7 mil evacuados que en menos de dos horas sintieron cómo el agua les llegaba al ombligo. Inundados y a oscuras. 400 milímetros. Muchos de los que lograron alejarse en auto entraban de contramano a la ruta, antes de que se cubrieran también las autopistas. La lluvia paró, llegó el calor del sol, pero sus casas quedaron con charcos y alfombras de barro y llenas de mosquitos, ranas, insectos. En los techos siguen los colchones y algunos perros. El noticiero recorre una de esas casas, muestra el garage en el que ahora se estaciona una canoa. “Y no podés hacer nada”, le dice el vecino al movilero.
“Alerta roja”, en términos de alerta meteorológica, significa “riesgo de vida”.
Hacia fines de la semana pasada, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había emitido las alertas para la Ciudad de Buenos Aires y el noroeste de la Provincia de Buenos Aires ante la posibilidad de precipitaciones extremas. Se trata de eventos tan imprevisibles que dificultan la capacidad de respuesta. ¿Se pueden atribuir al cambio climático? Esta posibilidad aún no fue científicamente analizada, pero son muchos los factores que contribuyen a la generación, frecuencia y duración de eventos extremos. Por eso, avanzar en su comprensión es fundamental para aumentar la capacidad de esa respuesta. Uno de esos factores tiene que ver con el calentamiento del océano, que desempeña un papel clave en la compensación del desequilibrio energético frente al excedente de radiación solar en los trópicos en relación con los polos.
El océano cumple un rol fundamental de mitigación, pero a expensas de otros impactos adversos. El aumento progresivo de la temperatura en sus aguas altera patrones de temperatura y precipitación en el aire, aumentando la frecuencia e intensidad de eventos extremos, olas de calor marinas, acelerando el crecimiento del nivel del mar, procesos de deshielo de glaciares y capas de hielo, pérdida de oxígeno en el océano y alterando la circulación oceánica. A su vez, la absorción de carbono produce acidificación que causa daños en los ecosistemas marinos, muchas veces irreversibles.
En nuestra región, el Atlántico Sur se está calentando desde la superficie hasta el océano profundo como resultado de estos fenómenos. El calentamiento oceánico máximo (de 1.2 °C por década) castiga, en particular, en la Corriente de Brasil y en la Confluencia Brasil-Malvinas, una de las regiones más energéticas del océano global. Y en gran parte del Océano Atlántico Sur tropical y subtropical la salinidad de aguas superficiales y subsuperficiales aumentó (aproximadamente 0.15 g kg−1 por década) evidenciando cambios en la circulación y la aceleración del ciclo del agua. Como resultado, nuestros países que bordean el Atlántico Sur experimentan cambios en los patrones de precipitación y temperatura.
Las evaluaciones del IPCC (Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático) lo vienen advirtiendo: la temperatura global continuará aumentando a menos que se produzcan reducciones drásticas en la emisión de gases de efecto invernadero. Los eventos extremos en el sistema climático serán cada vez más frecuentes e intensos. Y las proyecciones a futuro indican que las inundaciones ocasionadas por lluvias intensas serán más comunes y severas. Estas proyecciones se ven influenciadas por factores socio-económicos, el manejo del uso del suelo y la falta de obras e infraestructura adecuada, que magnifican su efecto. En particular, para la región del Sudeste de Sudamérica se proyecta una tendencia en aumento y magnitud de eventos de precipitación extrema para los distintos escenarios de calentamiento global.
En el contorno de ese mapa se encuentra Bahía Blanca. La zona de la cuenca inferior del canal Maldonado y del arroyo Napostá todavía se recupera de su última tragedia climática. Su ubicación combinada con fallas en el drenaje local la convierten en una región vulnerable ante lluvias extremas, como las que el 7 de marzo desencadenaron inundaciones que causaron muertes de vecinos, daños en infraestructura y en medios de sustento para la comunidad. Si bien aún no se conoce con exactitud cuáles fueron los factores determinantes que desataron el temporal, eventos excepcionales como este generalmente responden a una combinación de procesos que interactúan entre sí.
El día anterior al temporal, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había emitido una alerta por fuertes tormentas en el centro y noroeste del país, detallando que el ingreso de un frente frío desde el sur chocaría con una masa de aire cálida y húmeda persistente en la atmósfera. Desde hace unos años, luego de cada evento climático extremo de gran impacto se realizan estudios científicos preliminares para responder en forma rápida cuál es el rol del cambio climático en el evento. Para el caso de Bahía Blanca, el intenso calor previo sí fue atribuido al calentamiento global, mientras que la influencia del cambio climático en las precipitaciones es menos clara. Dada la excepcionalidad del evento, se sigue investigando para evaluar cuales son los factores físicos que contribuyeron.
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El océano actúa como un reservorio de energía para la atmósfera, y la distribución espacial del calor en su superficie ejerce un control fundamental en los patrones del tiempo en el continente a través de procesos regionales y teleconexiones remotas, impactando en lluvias y vientos. Su progresivo calentamiento podría influenciar en la generación de eventos extremos cada vez más intensos y frecuentes.
Por ejemplo, el calentamiento oceánico regional podría haber exacerbado la intensidad de los ciclones extratropicales que impactaron en las costas de Rio Grande Do Sul, en el sudeste de Brasil, en junio y septiembre de 2023. Causaron muertes, daños en infraestructura e influyeron en los patrones de precipitaciones regionales. Meses después, entre abril y mayo de 2024, lluvias extremas y grandes inundaciones afectaron el sur de Brasil. El agua cálida en el Océano Pacífico (asociada al intenso evento El Niño durante 2023/2024) y las altas temperaturas en el Océano Atlántico Sur, entre otros factores, podrían haber contribuido a la generación de lluvias más intensas. En Europa, el calentamiento oceánico sin precedentes observado en el Mar Mediterráneo fue uno de los factores que contribuyó a las fuertes lluvias en Valencia en octubre de 2024.
Las ciudades cercanas a las costas son las más expuestas a los riesgos climáticos que se combinan entre sí. El último informe del IPCC alerta que tanto las ciudades costeras como las pequeñas islas y comunidades en deltas, entre otras, enfrentarán disrupciones severas hacia fin de siglo, y posiblemente antes de 2050 en muchos casos. Debido al derretimiento de hielos en regiones polares, al aumento de la temperatura del mar y a factores que contribuyen regionalmente, el nivel medio del mar global está aumentando, lo que podría convertir a esas regiones en inhabitables en el futuro.
El aumento del nivel del mar representa uno de los desafíos más severos para dar respuesta a la crisis climática, teniendo en cuenta que las capacidades de adaptación y gobernanza para manejar los riesgos requieren años o décadas para ser implementadas e institucionalizadas.
Existe un consenso en la comunidad científica que señala que el sistema climático en su conjunto es cada vez más caótico, lo que lo hace propenso a la mayor ocurrencia de eventos extremos menos predecibles. Por eso es fundamental que nuestra región avance en estudios multidisciplinarios para comprender su dinámica y contribuir a mejorar la preparación y respuesta ante riesgos futuros, y a la elaboración de planes de adaptación a corto y largo plazo.
La población percibe cada vez más los cambios climáticos porque estos ya afectan su vida cotidiana. En particular, la de personas marginadas y pobres, y las que viven en islas y en regiones costeras. El desarrollo de políticas públicas adecuadas cumple un rol fundamental para disminuir su exposición y vulnerabilidad ante estos riesgos.
La preparación ante eventos extremos, incluidos los sistemas de alerta temprana, debe ser una prioridad tanto a nivel nacional como regional. Las alertas tempranas serán fundamentales siempre y cuando resulten efectivas en todas sus etapas de implementación (conocimiento y gestión de riesgos, seguimiento y predicción, difusión y comunicación, preparación para responder) y generen confianza en la población y en los tomadores de decisiones. Es uno de los objetivos principales de la gestión actual de la Organización Meteorológica Mundial: aumentar la información y el conocimiento científico en la región y mejorar herramientas predictivas, por ejemplo mediante la adquisición y posterior incorporación de datos observacionales de alta calidad oceanográficos y atmosféricos para una mejor validación y perfeccionamiento de estas herramientas.
Además de su rol fundamental en modular el clima regional y global, el océano provee recursos y servicios esenciales para la vida. Es muy vulnerable al cambio climático, lo que también implica riesgos. Los servicios que brinda no son ilimitados, y su capacidad de absorber el exceso de calor y dióxido de carbono emitidos a la atmósfera podría estar alcanzando un límite. Aumentar el conocimiento científico de modulares oceánicos de la condiciones ambientales y las conexiones con la sociedad, la salud humana y de ecosistemas, ofrece el potencial de un futuro quizás menos caótico y más predecible.
Hoy les hablo desde mis conocimientos como consteladora familiar. Unos de los primeros y principales trabajos del constelador es poder reconocer, en el sistema del consultante, el excluido o lo que esté excluido. Y luego se procede a una sucesión de procesos reparadores. Y me puse a pensar desde un lugar macro, cómo todas éstas…