El Intendente Marcelo Orazi y el Ministro de Salud de Río Negro Fabián Zgaib recorrieron el hospital de Villa Regina, oportunidad en la que destacaron las obras que se llevan adelante que permitirán aumentar el número de camas provistas con la red completa de gas, aire comprimido y oxígeno.
Al respecto, el Ministro señaló que se amplió el proyecto inicial que Salud Pública proyectaba para el nosocomio local: “Ahora es el doble de grande, lo que significa el doble de inversión del gobierno provincial. Se destinarán $9 millones en infraestructura que permitirá ampliar el servicio del hospital”.
Explicó que “la totalidad del sector de guardia contará con oxígeno central, se pasará de 4 a 8 camas de terapia readecuando el sector de Neonatología y, lo principal, vamos a tener 43 camas de clínica médica con oxígeno”.
“Para nosotros es muy importante poder brindar este servicio, el año pasado trabajamos con las herramientas que teníamos y lo hicimos muy bien. Ahora el hospital va a estar preparado para otra situación. La situación que estamos viendo en el resto del país nos va a llegar y hoy vamos a tener otras condiciones de trabajo en el hospital y del servicio que se brinda a la comunidad”, destacó Zgaib.
La historia de los aranceles aduaneros no es una mera cronología de tasas impuestas al comercio. Es la historia misma del capitalismo en acción: su expansión territorial, sus crisis, sus contradicciones internas. Desde el mercantilismo hasta la OMC, los aranceles han sido usados como armas de guerra económica, instrumentos de acumulación primitiva y mecanismos de sujeción neocolonial. Lejos de ser un tecnicismo económico, son una pieza clave en la disputa por la hegemonía global y el control de la fuerza productiva mundial.
Por Walter Onorato
El origen: el arancel como muro del Estado burgués en gestación
La primera forma organizada de arancel aduanero surgió en paralelo a la consolidación del Estado moderno y al ascenso de la burguesía mercantil. En el siglo XVI, con el avance del mercantilismo, los aranceles eran percibidos como una herramienta de protección de los productores locales frente a la competencia extranjera. Pero ese relato, que hoy se repite como mantra tecnocrático, omite lo esencial: su rol en la acumulación originaria del capital.
Como señala el historiador marxista Eric Hobsbawm, el Estado absolutista no solo permitió la expansión del comercio sino que la organizó con fines estratégicos. La protección aduanera, más que una defensa de la industria nacional, era una forma de concentrar recursos en manos de la incipiente clase burguesa, mediante el monopolio comercial y la represión del pequeño productor rural o artesanal.
La instalación de tarifas sobre bienes importados no era una cuestión de eficiencia económica sino de poder político. Los aranceles, en efecto, consolidaban la soberanía fiscal del Estado moderno pero al mismo tiempo fortalecían el orden social clasista que lo sustentaba: se castigaba el consumo de bienes extranjeros por parte de los sectores populares mientras se incentivaba su uso por las élites, que podían sortear las barreras mediante privilegios comerciales y exenciones fiscales.
Siglo XIX: del proteccionismo a la expansión imperialista
La expansión del capitalismo industrial en el siglo XIX consolidó la función ambivalente del arancel. Por un lado, en los países centrales como Inglaterra, se propiciaba el libre comercio —una vez consolidada su supremacía industrial— mientras se imponían tarifas draconianas en las colonias para evitar el desarrollo de industrias locales. La hipocresía liberal era brutal: los que predicaban el laissez-faire eran los mismos que habían protegido ferozmente su industria hasta consolidarla.
El ejemplo paradigmático es el Reino Unido, que tras la derogación de las Corn Laws en 1846 comenzó a exigir a sus colonias la apertura irrestricta de mercados, mientras que el propio despegue industrial británico se había cimentado sobre siglos de proteccionismo feroz. Así lo señala Ha-Joon Chang, economista y crítico del liberalismo, en Kicking Away the Ladder (2002): las potencias utilizan el proteccionismo para ascender y luego imponen el libre comercio como dogma para evitar que otros asciendan.
En América Latina, los aranceles fueron una fuente crucial de ingresos para los Estados nacionales durante el siglo XIX, cuando el aparato fiscal era débil y las elites terratenientes se resistían a pagar impuestos. Sin embargo, el uso del arancel como herramienta de desarrollo fue bloqueado sistemáticamente por el capital extranjero. Los tratados desiguales, las guerras de deuda y las invasiones directas —como la de México por Francia en 1862 o las intervenciones británicas en el Río de la Plata— respondían, en muchos casos, a la negativa de los países periféricos a abrir sus economías a los productos europeos.
Siglo XX: industrialización, Bretton Woods y neoliberalismo
Durante la primera mitad del siglo XX, en particular tras la Gran Depresión de 1929, el proteccionismo regresó como medida de defensa económica. La caída del comercio mundial llevó a Estados Unidos a aprobar la Smoot-Hawley Tariff Act en 1930, elevando aranceles a niveles históricos. Sin embargo, lejos de ser una solución, esto precipitó una guerra comercial global que profundizó la crisis.
Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, el orden económico de Bretton Woods buscó limitar el uso de aranceles mediante instituciones como el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), antecesor de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Pero este «libre comercio» era, en realidad, la imposición de reglas diseñadas por las potencias vencedoras, en especial EE. UU., para garantizar mercados a sus productos y flujos de capitales.
No obstante, durante los años del llamado «desarrollismo» en el Tercer Mundo —particularmente entre 1950 y 1975— muchos países aplicaron políticas de sustitución de importaciones, utilizando aranceles para proteger industrias incipientes. Argentina, Brasil, México, India y otros países buscaron romper la dependencia exportadora y construir autonomía económica. Sin embargo, estas políticas fueron asfixiadas sistemáticamente por la presión del FMI, la deuda externa y los golpes de Estado promovidos por las potencias imperiales.
Con la ofensiva neoliberal desde los años 80, los aranceles volvieron a reducirse dramáticamente. Bajo el paradigma del Consenso de Washington, el dogma del «libre comercio» volvió a imponerse como verdad incuestionable. Pero los países centrales continuaron protegiendo sectores clave —como la agricultura en EE. UU. o la siderurgia en Europa— mientras exigían apertura total a los países periféricos. El doble estándar se volvió regla.
Siglo XXI: guerra comercial, tecnología y neo-mercantilismo
La crisis de 2008 marcó un nuevo punto de inflexión. El discurso globalista comenzó a ser desafiado incluso desde las metrópolis. La guerra comercial entre Estados Unidos y China reveló que el arancel seguía siendo un arma fundamental de disputa geopolítica. La administración de Donald Trump elevó aranceles a productos chinos, apelando a la necesidad de «recuperar empleos industriales», mientras subsidiaba a sus propios productores.
Este retorno del proteccionismo no es una novedad, sino un retorno de lo reprimido: la contradicción estructural del capitalismo globalizado. Como señaló David Harvey en El nuevo imperialismo (2003), el capital necesita expandirse constantemente pero tropieza con sus propios límites, generando ciclos de crisis que solo pueden resolverse por medios violentos: guerras, endeudamiento forzado, destrucción creativa… o tarifas aduaneras.
En América Latina, mientras tanto, los gobiernos neoliberales —como el de Mauricio Macri en Argentina o Jair Bolsonaro en Brasil— redujeron los aranceles, destruyeron industrias locales y entregaron el mercado interno al capital transnacional. La consecuencia fue desempleo, desindustrialización y un retorno al modelo extractivista-exportador del siglo XIX.
El arancel no es técnico, es político
La historia de los aranceles aduaneros revela algo incómodo para las ortodoxias económicas: no hay política comercial neutral. Toda tarifa es una decisión política sobre quién gana y quién pierde, quién produce y quién consume, quién se desarrolla y quién queda sometido. Lejos de ser un resabio del pasado, los aranceles son hoy más relevantes que nunca como expresión de las tensiones del capitalismo global.
No se trata de defender o rechazar el proteccionismo en abstracto. Se trata de preguntarse: ¿proteccionismo para quién? ¿Para el pequeño productor o para el oligopolio local? ¿Para fortalecer el trabajo nacional o para garantizar rentas extraordinarias al empresariado prebendario? Lo que está en juego no es una tasa, sino un proyecto de país.
Fuentes académicas consultadas:
Hobsbawm, Eric. La era del capital: 1848–1875. Crítica, 1998.
Chang, Ha-Joon. Kicking Away the Ladder: Development Strategy in Historical Perspective. Anthem Press, 2002.
Harvey, David. El nuevo imperialismo. Akal, 2003.
Gallagher, Kevin P. «Understanding Developing Country Resistance to the Doha Round.» Review of International Political Economy, 2008.
Irwin, Douglas A. «The Smoot–Hawley Tariff: A Quantitative Assessment.» The Review of Economics and Statistics, 1998.
El tria de la Vendimia se vivió a pleno en la perla del Valle. La Isla 58 fue el epicentro de un evento deportivo que crece años tras año en Villa Regina y que se lució con más de 90 competidores. Un buen marco de público, un gran despliegue de medios de comunicación y una…
Como anticipó LPO, tras la deserción de María Eugenia Vidal, Silvia Lospennato encabezará la lista de legisladores porteños del PRO. El en el partido imaginan una campaña áspera y por eso saca a la cancha a sus principales polemistas.
El PRO iba a anunciar su lista completa al mediodía, pero solo hubo consenso con los tres primeros lugares. El resto se definirá en las próximas horas.
Hernán Lombardi secundará a Lospennato tras su efímera incorporación como ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad. El ex sushi coqueteó con los libertarios, pero al final se quedó en el PRO. Lautaro García Batallán, su ex compañero en el gobierno de Fernando De la Rúa, también podría integrar la nómina.
Laura Alonso, otra funcionaria que desembarcó en el gobierno porteño poco tiempo atrás y se transformó en la vocera del espacio, iría tercera.
Darío Nieto, actual jefe de bloque y muy cercano a Mauricio Macri, tiene posibilidad de reelegir y quedaría cuarto. Si eso sucede, se apagan las posibilidades de Waldo Wolff, que dejó el ministerio de Seguridad hace un mes y es otra de las espadas mediáticas del PRO.
Aún no se sabe quién ocupará el quinto lugar. Paola Michielotto no puede renovar porque cumplirá su segundo mandato.
Es curioso: Lospennato tiene dos años más de mandato en diputados, pero se presentará en la elección porteña. Vidal, que culmina su mandato en diciembre, decidió guardarse para las nacionales de octubre. En lugar de Lospennato asumirá Lorena Petrovich, muy cercana a Patricia Bullrich.
A medida que se fueron conociendo los posibles nombres de la lista, fue aumentado el enojo de los jóvenes PRO, que reclamaban una renovación de la dirigencia y lugares en las listas. Por eso hubo cruces en Twitter con funcionarios porteños.
El Secretario de Obras y Servicios de la Municipalidad de Villa Regina Francisco Lucero ofreció detalles de la obra complementaria que debe realizarse para reparar el caño de impulsión de la red cloacal de barrio Belgrano que pasa por debajo de la ruta nacional 22 a la altura de barrio Don Bosco. Al respecto, explicó…
La responsable del Área Mujer y Diversidad de la Municipalidad de Villa Regina Fabiola Parra participó de la reunión con referentes de la Secretaría de Coordinación de Políticas Públicas con Perspectiva de Género para la implementación del programa Consolidarnos. De esta manera el gobierno provincial inició el proceso de financiamiento que contempla ese plan para,…
El 1º de abril se celebra en nuestro país el Día Nacional del Donante de Médula Ósea, y también el 16º Aniversario de la creación del Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) del INCUCAI. El Registro Nacional de CPH posibilitó que 919 pacientes que no tenían un donante compatible en su grupo familiar accedan…
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