vecinos-de-el-sauce-y-frutillar-i-y-ii-participan-de-las-charlas-de-educacion-vial

Vecinos de El Sauce y Frutillar I y II participan de las charlas de educación vial

Esta semana los vecinos de los barrios El Sauce y Frutillar I y II participan de las charlas de educación vial organizadas por la Dirección de Tránsito y Protección Civil de la Municipalidad de Villa Regina destinadas a quienes deban renovar su licencia de conducir o tramitar la primer licencia.

En esta oportunidad, más de 60 vecinos se inscribieron para participar de las mismas, razón por la cual fueron divididos en dos grupos de manera de cumplir con las medidas de prevención.

El titular del área Mario Figueroa manifestó que “con gran satisfacción iniciamos este nuevo curso porque la concurrencia y participación de los vecinos es cada vez mayor”.

Agradeció además al Centro Juvenil Salesiano ‘Jesús Buen Pastor’ por el espacio y al personal del área por la predisposición y acompañamiento para que la capacitación sea posible.

Difunde esta nota

Publicaciones Similares

  • PUNTOS DE CONTACTO PARA AYUDAR A INSCRIBIRTE

    Desde la Campaña #VacunateVillaRegina queremos dar a conocer puntos de cercanía a los fines de que quienes por distintas razones no hayan podido inscribirse para la vacunación contra el COVID-19 puedan realizarlo: Barrio El Sauce: quienes vivan en el barrio y puntos cercanos podrán inscribirse en el Comedor Pancito Solidario situado en calle Las Jarillas…

    Difunde esta nota
  • Orazi visitó el Motoclub Reginense

    En el marco de la recorrida por distintas instituciones, el Intendente Marcelo Orazi visitó el Motoclub Reginense. En la oportunidad fue recibido por los integrantes de la Comisión Directiva, quienes le agradecieron el acompañamiento del Municipio en la realización del 37° Campeonato Patagónico de Karting, haciendo entrega de una mención especial. Además Orazi y los…

    Difunde esta nota
  • |

    FACEBOOK: TE AMO, TE ODIO, NO DOY MÁS

    Desde hace un tiempito, cada vez entro a Facebook, recuerdo una famosa frase de nuestro candidato al Nobel de la Paz, Luisito D´elia: te odio… odio tu estética, odio tus sugerencias, odio tu publicidad invasiva, odio los pedidos de amistad de gente que no conozco… (No se gasten en proponer la solución ingenua, “si no…

    Difunde esta nota
  • |

    BMW sin patente y una copa de vino en la mano: el show nocturno del concejal libertario Antolín

     

    Tenía más del doble de alcohol en sangre permitido

    Por Roque Pérez para Noticias La Insuperable

    En plena avenida Arístides Villanueva, la zona más concurrida de la noche mendocina, el concejal libertario Martín Antolín fue detenido mientras manejaba un BMW descapotable blanco sin patente, con una copa de vino en la mano y más del doble de alcohol permitido. El episodio terminó con el auto secuestrado, la licencia retenida y un expediente que ya llegó al Juzgado Contravencional.


    Un control de rutina que terminó en escándalo

    A las 1.10 de la madrugada del lunes, agentes que realizaban controles sobre la tradicional Arístides Villanueva frenaron un BMW blanco descapotable que circulaba sin chapa identificatoria. Al volante estaba Martín Antolín, concejal de San Rafael por el Partido Libertario, quien –según constataron los policías– sostenía una copa de vino al momento de ser detenido.

    El test de alcoholemia fue contundente: 1,15 gramos de alcohol por litro de sangre, más del doble de lo permitido por la Ley de Tránsito de Mendoza, que fija un máximo de 0,5 gramos.


    Auto secuestrado, licencia retenida y un paso por la comisaría

    Tras el resultado del dosaje, el edil fue demorado en la intersección de Arístides y Tiburcio Benegas, donde los oficiales procedieron a secuestrar el vehículo y retener la licencia de conducir. Luego fue trasladado a la Comisaría Sexta, donde se labró el acta correspondiente antes de girar las actuaciones al Juzgado Contravencional.

    La multa que podría enfrentar Antolín no es menor: hasta 5 millones de pesos, según el rango previsto para este tipo de infracciones graves.


    La “copa en mano” y la ausencia de patente: detalles que hicieron ruido

    Aunque el concejal no intentó hacer valer su cargo ni ofreció resistencia, dos elementos llamaron especialmente la atención del personal policial:

    • La copa de vino que llevaba en la mano mientras manejaba.
    • La falta de patente en el BMW descapotable.

    Ambas circunstancias quedaron asentadas en el informe policial y podrían agravar su situación en el ámbito contravencional.

     

    Difunde esta nota
  • Orazi participó de la apertura de la jornada del programa ‘Familias rionegrinas solidarias’

    El Intendente Marcelo Orazi participó este jueves en la apertura de la jornada de trabajo del programa ‘Familias rionegrinas solidarias’ que se realizó en el Galpón de las Artes. En la oportunidad el Intendente destacó la importancia de la actividad ya que, sostuvo, significa “el primer paso para implementar el programa en nuestra ciudad”. “Hay…

    Difunde esta nota
  • |

    El nuevo hallazgo que derrumba mitos sobre la Isla de Pascua

     

    Un estudio publicado en PLOS ONE acaba de sacudir viejas certezas: la famosa cantera Rano Raraku, donde nacieron más de mil moai, no fue la fábrica centralizada de una élite todopoderosa, sino un entramado horizontal de talleres autónomos. Rapa Nui vuelve a demostrar que las grandes obras humanas también pueden surgir sin jerarquías.

    Por Alcides Blanco para Noticias La Insuperable

    Se identificaron diversos métodos de producción en los distintos talleres.
    Tres enfoques de tallado: (Izquierda) método “cara primero”, donde los rasgos faciales se delinean antes del cuerpo; (Centro) método “en bloque”, con contornos completos en todos los lados; (Derecha) método “de costado”, utilizado en paredes verticales del acantilado. Esta diversidad metodológica sugiere adaptaciones propias de grupos de producción autónomos.

    La imagen repetida hasta el cansancio —la de un pueblo sometido a jefes tiránicos que exigían levantar estatuas gigantes— acaba de sufrir un golpe histórico. Un nuevo y monumental trabajo científico, publicado en PLOS ONE por un equipo multidisciplinario encabezado por Carl Philipp Lipo, reconstruyó con precisión milimétrica cómo funcionaba realmente la producción de moai en Rano Raraku, la cantera principal de la Isla de Pascua. El resultado es tan sorprendente como contundente: no había un mando único, no existían órdenes verticales que regularan la talla de estas figuras colosales, y la obra más famosa de Rapa Nui fue, en realidad, el producto de una red descentralizada de clanes trabajando en paralelo.

    Lejos del mito del “imperio constructor”, la nueva evidencia indica que la sociedad rapanui —ya conocida por su organización en pequeños grupos familiares llamados mata— también producía sus moai de manera distribuida, comunitaria y competitiva. Y lo hacía con una coordinación que hoy, en pleno siglo XXI, muchos Estados envidiarían.


    Un modelo 3D para mirar el pasado como nunca antes

    El estudio ofrece algo inédito: la primera reconstrucción tridimensional completa de Rano Raraku, creada con más de 11.000 imágenes UAV mediante fotogrametría de última generación. Por primera vez se pudo observar la cantera no como un cúmulo de estatuas abandonadas, sino como un paisaje de producción organizado, con sus senderos, límites naturales, puntos de trabajo y secuencias de tallado.

    El análisis detectó 30 focos de cantera independientes repartidos por todo el cráter. Cada uno tenía sus propios moai en distintas etapas de producción, sus propias zanjas de extracción, sus propios procedimientos técnicos y su propio espacio de trabajo delimitado por la geología. No se trata solo de grupos separados: se trata de talleres autónomos, probablemente gestionados por clanes distintos, que trabajaban simultáneamente.

    Red de 30 focos de cantera distintos en Rano Raraku.
    Los polígonos amarillos señalan la distribución de los diferentes talleres, cada uno con conjuntos repetidos de elementos de producción. Este patrón respalda la hipótesis de una organización sociopolítica descentralizada en la producción de los moai.

    Es decir: mientras un grupo tallaba desde la cabeza hacia abajo, otro comenzaba por el bloque completo; mientras unos esculpían en posición horizontal, otros lo hacían en inclinación; y mientras una comunidad definía primero el rostro, otra priorizaba la geometría del cuerpo.

    La diversidad técnica no fue desorden: fue autonomía.


    Los moai, obra de la cooperación horizontal

    La estandarización visual de los moai —esa estética uniforme que recorre la isla— podría sugerir una dirección central, pero el trabajo de Lipo y colegas demuestra lo contrario: la unidad estilística coexistía con la independencia política.

    Cada taller estaba limitado físicamente a apenas unos pocos talladores trabajando al mismo tiempo, quizá 4 a 6 artesanos directamente sobre la piedra, apoyados por 10 a 20 personas encargadas de herramientas, cuerdas y logística. Nada de grandes brigadas estatales ni ejércitos de trabajadores: eran grupos familiares, coordinados a través de tradiciones compartidas más que órdenes verticales.

    El hallazgo, además, coincide con otras líneas de investigación arqueológica:

    • Los caminos de transporte de moai parten del volcán en forma radial, marcando circuitos autónomos de cada clan.
    • Los análisis de vivienda muestran núcleos residenciales independientes, sin arquitectura central.
    • Los estudios sobre herramientas de obsidiana revelan patrones localizados, sin circulación masiva entre grupos.
    • Los experimentos de transporte indican que 15 a 50 personas bastaban para mover incluso los moai más grandes.

    Un rompecabezas que, pieza por pieza, arma la misma imagen: cooperación sin jerarquía.


    Un golpe a los mitos de dominación y colapso

    Durante más de un siglo, muchos estudios —y no pocos documentales sensacionalistas— imaginaron que semejante programa monumental solo podía haber surgido bajo una élite centralizada y coercitiva. Incluso se llegó a afirmar que la construcción de moai habría causado el “colapso” ecológico de la isla, forzado por líderes obsesionados con su propia gloria.

    La nueva evidencia arqueológica es tajante: no hubo tal despotismo.

    Los talleres múltiples, independientes y abiertos demuestran un acceso compartido a la cantera, sin señales de control represivo o exclusividad jerárquica. Las técnicas diferentes, las orientaciones variables, las decisiones locales de tallado y la falta de estandarización rígida dan cuenta de una organización respetuosa de la autonomía, donde la competencia entre clanes no impedía la construcción colectiva, sino que la impulsaba.

    El hallazgo incluso dialoga con debates contemporáneos: la monumentalidad no necesita pirámides sociales. Los autores citan investigaciones —como las de Graeber y Wengrow— que muestran cómo las grandes obras humanas no siempre responden a estructuras verticales, y cómo las redes horizontales, basadas en cooperación, pueden generar resultados igualmente impresionantes.

    Rapa Nui, una vez más, obliga a repensar los clichés del pasado.

    Técnica de producción revelada mediante modelado 3D.
    Los moai inacabados, aún unidos a la roca madre por “quillas” en la parte posterior, muestran cómo los talladores trabajaban por debajo desde ambos lados hasta separar la figura del material original. Esta etapa de producción, difícil de documentar con métodos tradicionales, se vuelve visible en el modelo 3D.

    Un modelo para el futuro: ciencia, memoria y cuidado del patrimonio

    El relevamiento tridimensional no es solo un aporte académico: es también una herramienta clave para la gestión del patrimonio, especialmente tras el incendio de 2022 que alcanzó el cráter y preocupó a toda la comunidad rapanui.

    El modelo, accesible públicamente, permite monitorear erosiones, daños por clima y presión turística. Por pedido de la Comunidad Indígena Ma’u Henua, se convirtió en una plataforma viva de protección del sitio, parte esencial del patrimonio mundial de la UNESCO.

    Y vuelve a recordarnos que detrás de cada moai —esas figuras silenciosas que miran hacia el interior de la isla— no hubo un rey, ni un gobernador, ni un conductor supremo. Hubo familias, grupos pequeños, manos autónomas que tallaron piedra volcánica durante siglos, coordinándose sin obedecer a un poder central.

    Una historia más humana, quizá más fraterna, y definitivamente más sorprendente.

     

    Difunde esta nota

Deja una respuesta