En el SUM ‘Eva Unaiche’ de barrio Nuevo, la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de Villa Regina puso en marcha este jueves el ‘Curso de educación vial en mi barrio’ con el objetivo de acercar a los vecinos la realización de los trámites para obtener ‘Mi primer licencia’ y la Renovación de licencia de conducir.
En la oportunidad, el Director de Tránsito Mario Figueroa manifestó su satisfacción por llevar adelante esta iniciativa junto al equipo de trabajo de la mencionada Dirección. “Es un gran desafío y a la vez un logro acercarnos y compartir con los jóvenes y adultos esta experiencia. Agradezco a la Junta Vecinal de barrio Nuevo por abrirnos las puertas. Entre todos es posible un tránsito más seguro y ordenado”, manifestó Figueroa.
La iniciativa consta de dos charlas. Los próximos encuentros serán el 18 y 19 de marzo en barrio Villa Alberdi. Oportunamente se informará las vías a través de las cuales se canalizarán las inscripciones.
Tras el peor derrame de crudo en Perú, Repsol sponsorea a la selección nacional de fútbol. El convenio entre la petrolera española y la federación de fútbol peruano pone en el ojo de la tormenta las metodologías fraudulentas de marketing. La empresa de hidrocarburos que causó el mayor desastre ecológico de la historia en Lima…
El gobierno trabaja contrarreloj para conseguir los dólares que necesita para mantener el tipo de cambio estable. En ese contexto, el Secretario de Finanzas Pablo Quirno, llamó a los gerentes de las empresas cereales a mediados de la semana pasada para pedirle por favor que liquiden los dólares de la cosecha.
Fuentes cercanas a la situación explicaron a LPO que el apuro del funcionario tiene que ver con que la falta de dividas complica el mantenimiento del superávit, Con ese panorama, las cerealeras se comprometieron a liquidar 200 millones de dólares, 150 ya se hizo el viernes y los 50 restantes se liquidarían mañana.
En ese sentido, la liquidación de la cosecha gruesa empieza el 15 de abril y el gobierno apuesta a eso para tener los dólares que le faltan.
Sin embargo, las empresas tienen sus reparos y dicen que los productores con las retenciones del 25 por ciento y el dólar atrasado solo van a liquidar lo mínimo para operar. Justamente, el sector agropecuario dice que ha atraso cambiario y sostiene que más temprano que tarde habrá una devaluación.
Fuentes cercabas a la situación explicaron a LPO que el apuro del funcionario tiene que ver con que la falta de dividas complica el mantenimiento del superávit, Con ese panorama, las cerealeras se comprometieron a liquidar 200 millones de dólares, 150 ya se hizo el viernes y los 50 restantes se liquidarían mañana
El ingreso de dólares para aliviar las reservas y sostener el tipo es la mayor preocupación del equipo económico que lidera Luis Caputo.
Luis Caputo.
LPO reveló que el equipo económico reconoció a senadores y diputados que usará fondos el próximo acuerdo con el FMI para intervenir en el mercado del dólar y tratar de mantener el precio de la divisa bajo control, una política que el organismo rechaza.
Las empresas tienen sus reparos y dicen que los productores con las retenciones del 25 por ciento y el dólar atrasado solo van a liquidar lo mínimo para operar. Justamente, el sector agropecuario dice que ha atraso cambiario y sostiene que más temprano que tarde habrá una devaluación
Los funcionarios del Ministerio de Economía fueron al Congreso a defender el Decreto de Necesidad y Urgencia mediante el cual el gobierno se autoriza a sí mismo a tomar un nuevo préstamo del FMI.
Quirno viene de un fracaso importante el pasado jueves cuando tuvo que enfrentar el desafío de renovar una muralla de vencimiento en pesos por 9.2 billones pero sólo consiguió renovar 6.2 billones.
Para eso tuvieron que forzar al Banco Nación a comprar casi la totalidad de las letras emitidas. La entidad estatal compró 5.5 billones, un exagerado 89% de las colocaciones que emitió el Palacio de Hacienda.
Donald Trump , amenazó con imponer un arancel adicional del 50 % a China si Pekín no retira antes de mañana, 8 de abril, los gravámenes impuestos a los productos estadounidenses en represalia por el plan arancelario del republicano.
“Si China no retira su aumento del 34 %, además de sus abusos comerciales a largo plazo, antes de mañana, 8 de abril de 2025, Estados Unidos impondrá aranceles adicionales del 50% a China, a partir del 9 de abril”, declaró Trump en su red Truth Social.
Trump también advirtió de que “se suspenderán todas las conversaciones con China” sobre las negociaciones que, según el republicano, Pekín ha solicitado para abordar la guerra comercial.
El presidente de EEUU reprochó que China haya impuesto aranceles del 34 % a las importaciones estadounidenses, unas barreras comerciales que, en palabras de Trump, se “suman a sus récord arancelarios, aranceles no monetarios, subsidios ilegales a empresas y una masiva manipulación cambiaria a largo plazo”.
“Esto a pesar de mi advertencia de que cualquier país que tome represalias contra Estados Unidos imponiendo aranceles adicionales se enfrentará de inmediato a nuevos aranceles sustancialmente más altos, además de los inicialmente establecidos”, declaró.
China impuso aranceles del 34 % a Estados Unidos después de que Trump destara el 2 de abril una guerra comercial con el resto del mundo al anunciar aranceles mínimos del 10 % y aranceles adicionales en algunos casos, que para el gigante asiático ascienden al 34 %.
Sumados a otros gravámenes anteriores, Trump habría impuesto a China aranceles por un total del 54 %. Pekín advirtió que “la presión y las amenazas no son la forma correcta de relacionarse con China”.
Esto a pesar de mi advertencia de que cualquier país que tome represalias contra Estados Unidos imponiendo aranceles adicionales se enfrentará de inmediato a nuevos aranceles sustancialmente más altos, además de los inicialmente establecidos
El gobierno chino se expresó a través de la agencia oficial Xinhua en donde planteó que “la imposición unilateral de “aranceles recíprocos” por parte de Estados Unidos priva efectivamente a los países, en particular a los del Sur Global, de su derecho al desarrollo, y seguramente enfrentará una oposición generalizada de la comunidad internacional.
“Estados Unidos ha impuesto recientemente aranceles a todos sus socios comerciales, afectando a más de 180 países y regiones del mundo, incluidas algunas economías clasificadas como países menos desarrollados por las Naciones Unidas. Los analistas sugieren que estos altos aranceles tendrán un impacto severo y sin precedentes en las naciones pobres con estructuras económicas simples y alta dependencia de las exportaciones”, continúa el texto.
En ese sentido, el portavoz de la Cancillería, Lin Jian, indicó en una conferencia de prensa diaria que Estados Unidos, bajo el pretexto de la “reciprocidad”, actuó de una manera que prioriza sus propios intereses a expensas de los beneficios legítimos de otras naciones. “Este enfoque coloca a “Estados Unidos Primero” por encima de las reglas internacionales y refleja el unilateralismo, el proteccionismo y el acoso económico”, agregó el funcionario.
Lin remarcó que “el Gobierno chino ha presentado su posición de oposición al abuso de los aranceles por parte de Estados Unidos, dejando en claro su firme postura”.
Este enfoque coloca a “Estados Unidos Primero” por encima de las reglas internacionales y refleja el unilateralismo, el proteccionismo y el acoso económico
El diplomático chino afirma que “el análisis de datos de la Organización Mundial del Comercio indica que, en medio de las disparidades económicas y las dinámicas de poder desiguales, las políticas arancelarias de Estados Unidos exacerbarán la brecha de riqueza entre las naciones, y los países menos desarrollados se enfrentarán a efectos particularmente graves. Esta tendencia representa una amenaza significativa para los esfuerzos destinados a cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas”.
Por último, China señala que “la imposición de tasas impositivas diferenciadas por parte de Estados Unidos viola el principio de no discriminación de la Organización Mundial del Comercio, socavando gravemente el orden económico y comercial internacional normal, así como la seguridad y estabilidad de las cadenas industriales y de suministro globales”.
“Esta acción daña significativamente el sistema multilateral de comercio, representa una grave amenaza para el proceso de recuperación económica mundial y, sin dudas, será ampliamente rechazada por la comunidad internacional”, añadió.
Por último, Lin Jian asegura que “la apertura y la cooperación son una tendencia histórica, y el beneficio mutuo y los resultados de ganancia compartida son las aspiraciones de las personas. El desarrollo es un derecho universal de todos los países, no el privilegio de unos pocos”.
El portavoz concluye con que “todos los países deberían defender el principio de las consultas amplias, la contribución conjunta y los beneficios compartidos, adherirse al verdadero multilateralismo, oponerse conjuntamente a todas las formas de unilateralismo y proteccionismo, y defender el sistema internacional con las Naciones Unidas en su núcleo y el sistema multilateral de comercio con la Organización Mundial del Comercio en su núcleo”.
Trump se ha mostrado “abierto” a negociar con cada país solo si es para reducir el déficit comercial que tiene Estados Unidos con las otras naciones, pero cada vez más analistas temen que los aranceles acaben deparando una recesión global.
Desde LALCEC Villa Regina queremos comunicar que realizaremos junto con el Hospital Área Programa de Villa Regina, una Campaña sin costo de Prevención de Cáncer de Piel mediante el Control de lunares y manchas sospechosas, para personas que no posean cobertura médica, durante la semana del 03 al 06 de Diciembre. Para solicitar turnos pueden…
Axel Kicillof, Sergio Massa y Máximo Kirchner se reunieron este fin de semana para ordenar la estrategia electoral del peronismo en la provincia de Buenos Aires. Fue un encuentro clave que permite distender presiones y poder avanzar en una agenda legislativa.
Fue una mesa de seis sillas en donde Kicillof, Massa y Máximo llegaron acompañados por un invitado que serán los encargados de coordinar la agenda en la semana. El gobernador llegó acompañado por Carlos Bianco; el líder del Frente Renovador llegó con el presidente de Diputados, Alexis Guerrera; y el líder de La Cámpora estuvo secundado por el diputado provincial Facundo Tignanelli.
“Se rompió la idea de que no nos podíamos juntar”, dijo a LPO un integrante de la mesa que estuvo en la reunión. En la mesa se planteó la necesidad de trabajar en la búsqueda de consensos para suspender de las PASO en la provincia y evaluar una fecha para la elección. Se sabe que Kicillof pretende desdoblar los comicios en la provincia, algo que rechaza -en principio- Máximo y Cristina Kirchner.
En la reunión se acordó conformar una comisión que estará integrada por Bianco y Agustina Vila (secretaria General de la Gobernación) por el lado de Kicillof; Guerrera y Sebastián Galmarini (director del Banco Provincia), por el lado de Massa; y por Tignanelli y Gervasio Bozzano (secretario Legislativo de la Cámara de Diputados).
Este martes, la comisión de Asuntos Constitucionales y Acuerdo de Diputados aprobó el proyecto para suspender las PASO presentado por el Grupo de los 11, los diputados que responden a Kicillof en la Cámara Baja.
En la comisión estuvieron los diputados Susana González, Lucía Iañez y Cuto Moreno, que responden a Kicillof y también los massistas Rubén Eslaiman y Germán Di Césare. Quizás el dato más relevante que Ariel Archanco, un diputado referenciado con Máximo Kirchner también participó de la reunión para respaldar el proyecto avalado por el Ejecutivo.
Ese proyecto está en condiciones de ser bajado el jueves al recinto para ser aprobado por mayoría simple. Aunque en el bloque eligen la cautela después de la crisis de la semana pasada, todo indica que el jueves podría ser aprobado.
El último jueves, el bloque de Unión por la Patria tuvo su sesión más difícil cuando sólo bajó al recinto el Grupo de los 11, mientras que el kirchnerismo y el massismo decidieron no bajar. La presencia de los diputados de Kicillof en soledad, en el recinto, era la imagen que el peronismo buscaba evitar.
La historia de los aranceles aduaneros no es una mera cronología de tasas impuestas al comercio. Es la historia misma del capitalismo en acción: su expansión territorial, sus crisis, sus contradicciones internas. Desde el mercantilismo hasta la OMC, los aranceles han sido usados como armas de guerra económica, instrumentos de acumulación primitiva y mecanismos de sujeción neocolonial. Lejos de ser un tecnicismo económico, son una pieza clave en la disputa por la hegemonía global y el control de la fuerza productiva mundial.
Por Walter Onorato
El origen: el arancel como muro del Estado burgués en gestación
La primera forma organizada de arancel aduanero surgió en paralelo a la consolidación del Estado moderno y al ascenso de la burguesía mercantil. En el siglo XVI, con el avance del mercantilismo, los aranceles eran percibidos como una herramienta de protección de los productores locales frente a la competencia extranjera. Pero ese relato, que hoy se repite como mantra tecnocrático, omite lo esencial: su rol en la acumulación originaria del capital.
Como señala el historiador marxista Eric Hobsbawm, el Estado absolutista no solo permitió la expansión del comercio sino que la organizó con fines estratégicos. La protección aduanera, más que una defensa de la industria nacional, era una forma de concentrar recursos en manos de la incipiente clase burguesa, mediante el monopolio comercial y la represión del pequeño productor rural o artesanal.
La instalación de tarifas sobre bienes importados no era una cuestión de eficiencia económica sino de poder político. Los aranceles, en efecto, consolidaban la soberanía fiscal del Estado moderno pero al mismo tiempo fortalecían el orden social clasista que lo sustentaba: se castigaba el consumo de bienes extranjeros por parte de los sectores populares mientras se incentivaba su uso por las élites, que podían sortear las barreras mediante privilegios comerciales y exenciones fiscales.
Siglo XIX: del proteccionismo a la expansión imperialista
La expansión del capitalismo industrial en el siglo XIX consolidó la función ambivalente del arancel. Por un lado, en los países centrales como Inglaterra, se propiciaba el libre comercio —una vez consolidada su supremacía industrial— mientras se imponían tarifas draconianas en las colonias para evitar el desarrollo de industrias locales. La hipocresía liberal era brutal: los que predicaban el laissez-faire eran los mismos que habían protegido ferozmente su industria hasta consolidarla.
El ejemplo paradigmático es el Reino Unido, que tras la derogación de las Corn Laws en 1846 comenzó a exigir a sus colonias la apertura irrestricta de mercados, mientras que el propio despegue industrial británico se había cimentado sobre siglos de proteccionismo feroz. Así lo señala Ha-Joon Chang, economista y crítico del liberalismo, en Kicking Away the Ladder (2002): las potencias utilizan el proteccionismo para ascender y luego imponen el libre comercio como dogma para evitar que otros asciendan.
En América Latina, los aranceles fueron una fuente crucial de ingresos para los Estados nacionales durante el siglo XIX, cuando el aparato fiscal era débil y las elites terratenientes se resistían a pagar impuestos. Sin embargo, el uso del arancel como herramienta de desarrollo fue bloqueado sistemáticamente por el capital extranjero. Los tratados desiguales, las guerras de deuda y las invasiones directas —como la de México por Francia en 1862 o las intervenciones británicas en el Río de la Plata— respondían, en muchos casos, a la negativa de los países periféricos a abrir sus economías a los productos europeos.
Siglo XX: industrialización, Bretton Woods y neoliberalismo
Durante la primera mitad del siglo XX, en particular tras la Gran Depresión de 1929, el proteccionismo regresó como medida de defensa económica. La caída del comercio mundial llevó a Estados Unidos a aprobar la Smoot-Hawley Tariff Act en 1930, elevando aranceles a niveles históricos. Sin embargo, lejos de ser una solución, esto precipitó una guerra comercial global que profundizó la crisis.
Con el fin de la Segunda Guerra Mundial, el orden económico de Bretton Woods buscó limitar el uso de aranceles mediante instituciones como el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), antecesor de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Pero este «libre comercio» era, en realidad, la imposición de reglas diseñadas por las potencias vencedoras, en especial EE. UU., para garantizar mercados a sus productos y flujos de capitales.
No obstante, durante los años del llamado «desarrollismo» en el Tercer Mundo —particularmente entre 1950 y 1975— muchos países aplicaron políticas de sustitución de importaciones, utilizando aranceles para proteger industrias incipientes. Argentina, Brasil, México, India y otros países buscaron romper la dependencia exportadora y construir autonomía económica. Sin embargo, estas políticas fueron asfixiadas sistemáticamente por la presión del FMI, la deuda externa y los golpes de Estado promovidos por las potencias imperiales.
Con la ofensiva neoliberal desde los años 80, los aranceles volvieron a reducirse dramáticamente. Bajo el paradigma del Consenso de Washington, el dogma del «libre comercio» volvió a imponerse como verdad incuestionable. Pero los países centrales continuaron protegiendo sectores clave —como la agricultura en EE. UU. o la siderurgia en Europa— mientras exigían apertura total a los países periféricos. El doble estándar se volvió regla.
Siglo XXI: guerra comercial, tecnología y neo-mercantilismo
La crisis de 2008 marcó un nuevo punto de inflexión. El discurso globalista comenzó a ser desafiado incluso desde las metrópolis. La guerra comercial entre Estados Unidos y China reveló que el arancel seguía siendo un arma fundamental de disputa geopolítica. La administración de Donald Trump elevó aranceles a productos chinos, apelando a la necesidad de «recuperar empleos industriales», mientras subsidiaba a sus propios productores.
Este retorno del proteccionismo no es una novedad, sino un retorno de lo reprimido: la contradicción estructural del capitalismo globalizado. Como señaló David Harvey en El nuevo imperialismo (2003), el capital necesita expandirse constantemente pero tropieza con sus propios límites, generando ciclos de crisis que solo pueden resolverse por medios violentos: guerras, endeudamiento forzado, destrucción creativa… o tarifas aduaneras.
En América Latina, mientras tanto, los gobiernos neoliberales —como el de Mauricio Macri en Argentina o Jair Bolsonaro en Brasil— redujeron los aranceles, destruyeron industrias locales y entregaron el mercado interno al capital transnacional. La consecuencia fue desempleo, desindustrialización y un retorno al modelo extractivista-exportador del siglo XIX.
El arancel no es técnico, es político
La historia de los aranceles aduaneros revela algo incómodo para las ortodoxias económicas: no hay política comercial neutral. Toda tarifa es una decisión política sobre quién gana y quién pierde, quién produce y quién consume, quién se desarrolla y quién queda sometido. Lejos de ser un resabio del pasado, los aranceles son hoy más relevantes que nunca como expresión de las tensiones del capitalismo global.
No se trata de defender o rechazar el proteccionismo en abstracto. Se trata de preguntarse: ¿proteccionismo para quién? ¿Para el pequeño productor o para el oligopolio local? ¿Para fortalecer el trabajo nacional o para garantizar rentas extraordinarias al empresariado prebendario? Lo que está en juego no es una tasa, sino un proyecto de país.
Fuentes académicas consultadas:
Hobsbawm, Eric. La era del capital: 1848–1875. Crítica, 1998.
Chang, Ha-Joon. Kicking Away the Ladder: Development Strategy in Historical Perspective. Anthem Press, 2002.
Harvey, David. El nuevo imperialismo. Akal, 2003.
Gallagher, Kevin P. «Understanding Developing Country Resistance to the Doha Round.» Review of International Political Economy, 2008.
Irwin, Douglas A. «The Smoot–Hawley Tariff: A Quantitative Assessment.» The Review of Economics and Statistics, 1998.