50 carteles de velocidad máxima permitida (40 km/h) fueron confeccionados en el taller de mantenimiento y señalización vial de la Dirección de Tránsito y Protección Civil de la Municipalidad de Villa Regina.
Los mismos serán colocados en las calles Cipolletti, Mitre, Juan XXIII, Brown, General Paz y arterias del casco céntrico con el objetivo de concientizar sobre la velocidad máxima permitida para circular.
Desde la Dirección de Tránsito se solicita a los vecinos que respeten las señales de tránsito y que las cuiden, además de obedecer las señales de los inspectores.
El gobernador Rogelio Frigerio logró partir al bloque peronista en el Senado entrerriano, después de la votación de la creación de la Obra Social de Entre Ríos (OSER) en reemplazo del IOSPER.
La ruptura se produjo por la abstención de la senadora Gladys Domínguez, identificada con el bustismo dentro del PJ, cuando se aprobó la ley. La bancada peronista contaba con nueve legisladores, sobre un total de 17 miembros de la Cámara, pero se abstuvieron Domínguez y Nancy Miranda, dejando tan solo a siete colegas suyos en el rechazo y liberando a la fuerza de Frigerio para que se alzara con el triunfo, con ocho voluntades.
Domínguez emitió un comunicado en el que denunció “una campaña de persecución política” no solo hacia ella misma, por su definición política, sino también hacia su familia y entorno. “Con escraches, amenazas, violencia física, repudios públicos y hostigamiento mediático en mi contra, especialmente en mi departamento, Feliciano”, enumeró la senadora, y agregó: “gran parte de estas expresiones no fueron manifestaciones espontáneas ni reacciones aisladas”.
Sobre Miranda, en cambio, todavía no está claro que vaya a abandonar el bloque. Una fuente del kirchnerismo entrerriano le dijo a LPO que “esto demuestra que hay que incorporar a las listas electorales a aquellos que estén dispuestos a defender en serio los intereses populares”.
De hecho, Domínguez se quejó de que la conducción del peronismo en su provincia la dejó sola en la campaña de 2023. “Este malestar no es nuevo”, indicó, y precisó: “Ya durante la contienda electoral de 2023, el Partido Justicialista me negó acompañamiento y me obligó a competir en las PASO con boleta corta, sin respaldo político ni estructura”. “A pesar de ese intento de exclusión, fui elegida por la voluntad popular y me impuse en las urnas, siendo finalmente la candidata a senadora por el departamento Feliciano”.
La senadora provincial también apuntó que “al silencio (tras las amenazas) se sumaron presiones, advertencias y versiones sobre una posible expulsión del Partido Justicialista, como si disentir fuese motivo de sanción”. “No se puede construir un proyecto colectivo desde la amenaza, la imposición o el aislamiento”, planteó.
Sus adversarios dentro del peronismo alegan que, apenas unos días después de la votación en el Senado, Domínguez participó de un acto menor con todo el gabinete frigerista en su ciudad natal. Habían viajado hasta Feliciano desde el ministro de Gobierno y Trabajo, Manuel Troncoso, hasta el secretario general de la Gobernación, Mauricio Colello. Solo se inauguraba una obra en una escuela pero se consumaba la demolición de la mayoría del PJ en el Senado local.
Como sea, desde el peronismo dijeron a LPO que Frigerio “se compró un problema” con la creación de la nueva obra social. “El IOSPER tenía problemas pero ahora que creó la suya no va a tener a quién echarle la culpa cuando se vea el mismo resultado”, deslizaron.
Entre los que se opusieron al proyecto del gobernador, argumentaban que, con el IOSPER, “un trabajador municipal recibía las mismas prestaciones que uno del poder judicial”. “La OSER, aunque el gobierno de Frigerio lo niegue, será gerenciada como una empresa prepaga, donde la salud pierde categoría de derecho para convertirse en un negocio y donde quienes puedan pagar más, recibirán más”, aseguraron.
La Dirección de Cultura de la Municipalidad de Villa Regina informa que el domingo 26 se realizará el cierre de la muestra ‘AmuchArte’ en el Galpón de las Artes que pudo ser visitada durante todo septiembre. La cita es a partir de las 18,30 y se extenderá hasta las 20,30 horas con espectáculos artísticos: la…
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En el texto a continuación se indaga el sentido político de una metáfora sobre la navegación. Fernando Pessoa hizo un poema con ella, una canción de Caetano Veloso la popularizó en los años 70 y en 2004 fue citada por el presidente Lula. Su origen se pierde en la antigua Roma para llegar a nosotros, en este invierno de 2025, aún cargada de significado.
I. Poco más de un año después de haber asumido su primera presidencia, Lula dijo en un mitin: “Amigos y amigas, podría citar el discurso de Ulysses Guimarães en la famosa campaña de 1974, la campaña de la resistencia, donde pronunció la frase de una música que tal vez sea de Chico, pero la canta Caetano, la frase que dice: navegar es preciso. Quizá por primera vez en la historia existe una confluencia inédita de factores positivos al alcance de nuestras manos. Tenemos viento, timón y velas. Vamos a izar muy alto nuestro coraje para lanzarnos al mar del futuro”.
La frase que Lula citaba en ese pasaje tiene una larga historia. Nos proponemos restituirla brevemente ahora, cuando parece tambalear la confianza en los vientos y aún persisten el timón, las velas y el coraje. Cuando el “mar del futuro” corre el riesgo de ser solo una extensión del presente, colonizado por poderes que no limitan al espacio su avidez de conquista sino que buscan extenderla también al tiempo. Para esa indagación nos permitiremos un circunloquio. O una navegación.
La metáfora de la existencia como viaje es una de las más antiguas formas de representar la incertidumbre que signa al tiempo de los hombres y los peligros a los que están expuestos durante su travesía. La obra tardía del filósofo alemán Hans Blumenberg (1920-1997) desarrolla una “metaforología” como modo de interrogar ese fondo de sentido constituido por valores, intuiciones y presupuestos que es condición de todo pensamiento, aunque no sea consciente de él: el “mundo de la vida”, lo que los seres humanos tenemos en común en cuanto hablantes de una determinada lengua y pertenecientes a una misma condición cultural.
Blumenberg trabaja sobre lo que llama “metáforas absolutas”, es decir no derivadas, de procedencia inmemorial, reelaboradas continuamente por las generaciones en la medida en que dan cuenta de algún aspecto fundamental de la existencia. Una de ellas, de difícil traducción, es la que en latín ha encontrado una formulación concisa y exacta: navigatio vitae (“navegación de la vida”), es decir la vida como viaje o como navegación incierta, como deriva en lo imprevisible y en lo ignoto. La precariedad y el riesgo constituyen el corazón de esta metáfora del tiempo humano.
II. ¿Cuáles son los implícitos de la “navegación de la vida”? Antes que nada, el mar. No se trata de un viaje cualquiera, ni por un medio cualquiera; la vida es concebida aquí como un peregrinaje a través de un elemento de máxima inestabilidad como el agua, y a merced de poderes sordos como las tormentas o la furia del viento. También a merced de una desgracia marina contraria aunque no menor que las anteriores, un infortunio que los navegantes conocen bien: la “calma chicha”, la quietud absoluta que impide el movimiento y que vuelve vano todo intento por abandonar las coordenadas en las que se está –circunstancia magistralmente narrada por Joseph Conrad en La línea de sombra.
Por ello, el implícito esencial de la metáfora de la vida como navegación es la posibilidad del naufragio. También, que el mar engulle todas las huellas, ciega los caminos y borra los rastros, que duran apenas el instante de la estela. Tanto quienes alcanzan el puerto seguro como los náufragos, “dejan tras de sí la misma intacta superficie”. Cada existencia, por tanto, transita el mar de la vida por primera vez. Pero la navegación es sobre todo promesa de mundos nuevos, esperanza de alcanzar las tierras prometidas, sospecha de que existen otras maneras de vivir y de pensar a las que sólo se accede soltando amarras de las riberas familiares y de la tierra firme de la costumbre.
En el décimo segundo canto de la más antigua navigatio en la literatura occidental, Homero narra el paso ante las sirenas. Circe, la diosa que convierte los hombres en animales, había advertido a Ulises del poder irresistible de su canto en compensación por haberse sabido sustraer a la conversión que le estaba destinada. Las sirenas de lo perdido amenazan la marcha civilizatoria a cada instante con una evocación de plenitud y de placer cuya concreción devastaría lo acumulado y construido en el tiempo frágil de la obediencia y el trabajo.
En una página decisiva sobre la parábola de la Odisea, Adorno y Horkheimer aludían a esa condición trágica: quien quiere perdurar y sobrevivir “no debe prestar oídos al llamado de lo irrevocable; podrá sobrevivir sólo en la medida en que no esté en condiciones de escuchar. Esto es lo que la sociedad ha procurado siempre… los trabajadores deben mirar hacia delante y despreocuparse de lo que está a los costados”. Los remeros conocen el peligro del canto pero no su belleza; Ulises, atado, desdeña el peligro porque conoce su belleza, que abisma en una destrucción sin importancia para el que ha escuchado.
III. La frase popularizada por Caetano Veloso en la canción Os Argonautas (1969) que hace apenas poco más de veinte años -pero parece que el mundo fuera otro- citaba Lula, dice completa: “Navigare necesse est, vivere non est necesse” -es decir “Navegar es necesario, vivir no es necesario”. En sus Vidas paralelas Plutarco la atribuye a Cneo Pompeyo Magno, quien en el año 56 a. C., para paliar una hambruna que asolaba Roma, navegó las costas de Sicilia, Cerdeña y África en busca de alimentos para la población. La travesía náutica dio resultado: logró recoger gran cantidad de trigo con que paliar el hambre romano. Pero cuando iba a dar vela para emprender el regreso, se desató una furiosa tormenta que acobardó a los marineros para hacerse a la mar. Fue entonces que Pompeyo -según el pasaje de las Vidas paralelas– “se embarcó primero que nadie, mandó a levar el ancla y gritó: ‘Navegar es necesario, vivir no es necesario’; y habiéndose conducido con esta decisión, favorecido de su buena suerte, llenó de trigo los mercados”.
Plutarco anota en griego la frase que Pompeyo habría dicho en latín, y luego se vierte nuevamente a la lengua original desde el griego. Y así circuló hasta nosotros. De manera que la frase transmitida es la traducción de una traducción, que no necesariamente coincide con la original. Conocemos la sentencia en latín, pero no tal como la dijo Pompeyo. Desde entonces atravesó los siglos como metáfora de que hay cosas más importantes -o “necesarias”- que la propia vida, y que saber vivir es inscribir la propia vida en algo más grande que ella misma. O en una tarea que la excede. También una invitación a la aventura y a la valentía para afrontar el destino.
En el siglo XX, la deriva de la frase transmitida por Plutarco comienza por su cita en el Elogio del cielo, del mare, de la tierra, de los héroes (1903-1912) de Gabriele D’Anunzio, quien la adopta como lema de la vida heroica. Freud la recuerda en un breve ensayo de 1915 sobre “Nuestra actitud ante la muerte”, y Benito Mussolini -probablemente inspirado en D’Anunzio- titula “Navigare Necesse” un artículo periodístico de 1920 en el periódico Il Popolo d’Italia, donde intenta justificar el expansionismo fascista en el pasado imperial de Roma.
Pero es desde un poema ortónimo de Fernando Pessoa llamado “Palabras del pórtico” que la frase (evocada también por el heterónimo Bernardo Soares en Libro del desasosiego) llega a Lula, a través de Caetano. El comienzo de ese poema dice:
Navegantes antiguos tenían una frase gloriosa:
“Navegar es preciso; vivir no es preciso.”
Quiero para mí el espíritu de esta frase, transformada
la forma para casarla con lo que yo soy:
vivir no es necesario; lo necesario es crear.
No espero disfrutar mi vida; ni en gozarla pienso.
Sólo quiero tornarla grande, pese a que para eso
tenga que ser mi cuerpo y mi alma la leña de ese fuego.
Sólo quiero tornarla de toda la humanidad; pese a que para eso
tenga que perderla como mía.
La alternancia de “preciso” (“Navegar es preciso; vivir no es preciso”) y “necesario” (“vivir no es necesario; lo necesario es crear”) dota a la reinterpretación pessoísta de un juego que oscila entre la necesidad y la exactitud. Además de hallarse despojada de necesidad, la vida carece de la precisión que sí tiene la navegación, si realizada con arte. Pero es el verso que Pessoa agrega a la frase de Plutarco lo más importante de aquí en más: “lo necesario es crear”. Explorar esa necesidad y realizarla es la tarea política fundamental cuando los vientos no son favorables y no se dispone de las velas ni del timón. Solo queda el coraje.
La obcecación en lo desconocido que impulsa a navegar quizá sea un modo de preservar el tiempo por venir de su apropiación por quienes buscan hacer de él una propiedad privada, otra más. Si ello llegara a ocurrir, quedarían solo los individuos (y quedarían los individuos solos) con su propia vidita que acomodar, sin nada más grande que ellos mismos donde alojar las ideas, las palabras y los actos. Y lo que tal vez sea aún peor, ya no será posible hacer nada por nadie (salir al mar en busca de alimentos, por ejemplo), ni hacer nada con nadie.
Lo cierto es que la deuda nació antes que la guita. El ser humano se ha endeudado desde hace miles de años. La civilización Sumeria es la más antigua al respecto con más de seis mil años de antigüedad, sin haber existido aún la moneda. Nos alarmamos que nuestro país se ha endeudado, pero sin…
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