PARTIDO HIPÓCRITA ARGENTINO

Somos un partido hipócrita porque, francamente, perseguimos nuestros propios intereses. Necesitamos vender un discurso de verdad para captar afiliados o adscriptos al partido. Pero en el fondo, mentimos, o, simplemente, si decimos que vamos a hacer algo lo hacemos, pero también hacemos lo contrario, o, hacemos sin que sepan que hacemos para evitar a la crítica. De todas maneras, creemos como todos los partidos que, el cuarto poder, o el quinto, o el que sea, mejor dicho, los medios de comunicación, están en contra nuestro, salvo que pongamos algún dinero en algunos de ellos y empecemos a promocionarnos…


Es cierto, vamos a ganar fuerza cuando las cosas nos salgan bien, pero para eso necesitamos tanta hipocresía como sea posible, en definitiva, una nación hipócrita.

Creemos en la ciencia, en la religión y en las instituciones en sus aspectos hipócritas y controladores, porque no hay nada más efectivo para la constitución de una sociedad que una sociedad de hipócritas.

La verdad ha muerto, y la mentira disfrazada de posverdad guía nuestro camino. No necesitamos medias vueltas, por eso vamos al grano con la más fina hipocresía jamás creada. Porque crear hipocresía requiere de fábricas y estamentos estatales y privados que la sostengan.

Nosotros solo creemos en el triunfo de la hipocresía en la política. Y para ser sinceros con el poder, hay que ser hipócritas y decirlo: desde la dictadura que promulgaba el orden pero generó miedo y muertes; hasta el justicialismo que hizo de la justicia social un juego de niños malditos; pasando por el radicalismo que si bien instauró la democracia también lo hizo con la inflación, el caos y la pobreza; y porqué no, el partido obrero que sigue marcado por los fantasmas del fracaso comunista, y por ello, las personas ya no creen en cuentos de hadas; entonces, aquellos que promovieron un cambio para ellos mismos y empeoraron las cosas, tampoco pudieron sincerarse como para decir somos hipócritas y nos fue muy mal.


Todo está muy claro, mientras más han negado su hipocresía peor les ha ido. En consecuencia, nosotros, directamente, nos declaramos hipócritas, para que tanto nuestras sombras, como nuestras luces se vistan con las banderas de la hipocresía.


La representatividad está en descrédito, y ya pocos creen en la política como una fuente de igualdad, soberanía y libertad.

La hipocresía se ha erguido en el siglo XX, y ya en este siglo XXI ha tomado tanta fuerza que es practicamente imparable.

Solo resta elevarla a lo más alto, para que el gobierno de esta nación sea de todxs nosotros, los hipócritas…

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    ¿Y AHORA? Karen Reichardt queda al frente de la lista libertaria: Todo sobre como llegó hasta ahí

     

    Tras la renuncia de José Luis Espert a su candidatura, la exmodelo y conductora Karen Reichardt quedó como la nueva número uno en la lista libertaria por la provincia de Buenos Aires. Pero detrás de su sonrisa televisiva y su amor por los perros, se esconde una trama de vínculos políticos, empresariales y un discurso que levanta muros en lugar de tender puentes.

    Por Tomás Palazzo para Noticias La Insuperable


    De NotiDormi al Congreso

    La flamante candidata Karen Reichardt no es nueva en la pantalla. Su rostro se volvió conocido en los años ‘90, cuando Raúl Portal la invitó a participar en NotiDormi. Luego pasó por los clásicos programas de verano, fue tapa de Playboy, y compartió pantalla con Marixa Balli y María Fernanda Callejón en Peor es nada, el ciclo de Jorge Guinzburg. Integró el elenco de Brigada Cola junto a Guillermo Francella y Emilio Disi, y más tarde se reinventó con Fanáticas y el programa de mascotas Amores Perros, que reapareció durante el gobierno de Milei en la TV Pública.

    Pero la televisión fue solo la vidriera: Reichardt nunca estuvo lejos del poder político y económico, aunque hasta ahora no se la vio haciendo campaña: ¿no le da?


    ¿Otra “Karina”?

    Nacida el 21 de mayo de 1969 en el sur del conurbano bonaerense, su nombre real es Karina Celia Vázquez. “Celia” proviene de su madre, de quien tomó el apellido artístico. Su padre, Eliseo Vázquez, fue su primer vínculo directo con la política: apoderado partidario, firmó en 2021, en representación de su fuerza, la constitución de la alianza “Juntos”, de Mauricio Macri, en la provincia de Buenos Aires.

    Antes, había transitado por el Frente Renovador y, en 2013, buscó sin éxito una banca de concejal. En redes sociales, se mostró crítico del kirchnerismo, negacionista de las políticas sanitarias durante la pandemia y abiertamente ProVida.

    No sorprende, entonces, que su hija política haya terminado orbitando en torno al universo libertario que hoy intenta sostener Milei tras la caída de Espert.


    Entre el glamour y los negocios

    Durante varios años, Reichardt estuvo casada con Gustavo Marcos Balabanian, empresario vinculado al mundo financiero y deportivo: directivo de River Plate, del Banco Valo —presidido por Juan Nápoli, hombre cercano a Milei—, y partícipe de Paraná Seguros y la cadena de heladerías Persicco, a través del Grupo Tutelar.

    Ese conglomerado fue denunciado en 2021 por empleados por falta de pagos y aportes. Más recientemente, Balabanian y su socio Esteban Wolf fundaron Helados Latam, otro emprendimiento dentro del mismo entramado económico.

    Con él, Reichardt tuvo dos hijos: Martina Zoe y Juan Marcos Balabanian.


    El muro como metáfora del odio

    Meses atrás, la candidata sorprendió con una frase a través de un video que todavía resuena por su crudeza: “Me gustaría construir un muro que separe a los que les gusta vivir en casillas y que los Insaurralde viajen en yate, de los que queremos progresar. Me gustaría inaugurarlo”.

    Lejos de ser una humorada, la propuesta de Reichardt condensa la lógica del Mileísmo: la división entre “ellos” y “nosotros”, entre los “planeros” y los “productivos”, entre “la gente de bien” y “los que viven del Estado”.

    Como señalan especialistas en procesos sociales, hablar de muros no es inocente: implica segregar, expulsar y negar el diálogo. Y cuando ese discurso proviene del poder, se transforma en una amenaza directa a la convivencia democrática.


    Espert, el silencio y la herencia

    La renuncia de José Luis Espert, envuelto en denuncias por sus presuntos vínculos con el empresario narco Fred Machado, abrió un vacío en la estructura libertaria bonaerense. Y en ese vacío, Karen Reichardt fue la elegida para ocupar el segundo lugar en la lista, no por trayectoria política, sino por visibilidad mediática y lealtad ideológica.

    Una muestra más de que en La Libertad Avanza, el mérito no se mide por capacidad de gestión o compromiso con el pueblo, sino por nivel de obediencia y exposición televisiva.


    Democracia en riesgo

    La candidatura de Karen Reichardt expone la banalización del discurso político. Convertir una trayectoria televisiva en “mérito” suficiente para una banca nacional, mientras se promueven ideas que fracturan a la sociedad, demuestra hasta qué punto el Mileísmo desprecia la inteligencia del electorado.

    En un país con heridas abiertas por la dictadura, la desigualdad y la violencia institucional, naturalizar la segregación es retroceder décadas en derechos y convivencia.


    Conclusión

    Lejos del glamour de los ’90, la nueva número dos libertaria encarna la cara amable de un proyecto profundamente excluyente. Su muro no es solo una metáfora: es una advertencia sobre el país que quieren construir.
    En el país de Milei y Reichardt, no hay lugar para todos.
    Y en democracia, ese es el muro más peligroso de todos.

     

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