El Intendente Marcelo Orazi permanecerá en Viedma durante este miércoles y jueves para llevar adelante gestiones ante autoridades provinciales. Durante su ausencia estará a cargo del Ejecutivo Municipal el Secretario de Coordinación Ariel Oliveros.
Orazi está acompañado por el Secretario de Gobierno Guillermo Carricavur. Al frente de Gobierno estará la Secretaría de Desarrollo Social Luisa Ibarra.
Las gestiones en la capital provincial están relacionadas principalmente al seguimiento de distintos trámites iniciados ante Obras Públicas y el Departamento Provincial de Aguas (DPA).
El cronograma de pagos de los sueldos de junio comenzará el próximo sábado 4 con el sector de Salud, incluyendo el depósito de las guardias y las horas extras. +info en la sig. nota. (Se garantizó el pago del medio aguinaldo a los trabajadores de la Administración Pública Provincia).
La Municipalidad de Villa Regina recuerda la vigencia de la Ordenanza 10/2009 que reglamenta el arbolado urbano y establece el procedimiento para la autorización de extracción de árboles, los criterios de plantación y el sistema de multas para quienes infrinjan la presente normativa. En este sentido, se informa que multará a los frentistas que no…
El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, puso en marcha hoy el plan de remodelación integral del Aeropuerto Internacional «Teniente Benjamín Matienzo». La intervención se presentó junto al CEO de Aeropuertos Argentina, Daniel Ketchibachian, como la obra más relevante de las últimas décadas sobre la infraestructura aeroportuaria de Tucumán y comenzó a ejecutarse sin interrumpir la operación de la terminal.
El proyecto se centra en la renovación integral del edificio principal, con mejoras en los sectores de check-in, preembarque, hall central y áreas de servicios. Con una inversión aproximada de 50 millones de dólares y un plazo de ejecución definido en 26 meses, la obra duplicará la capacidad de procesamiento de pasajeros y habilitará la administración de hasta cinco vuelos simultáneos. La iniciativa forma parte de la planificación estratégica impulsada por el gobernador y coordinada por el Ministerio de Obras, Infraestructura y Transporte Público, a cargo de Marcelo Nazur.
En conferencia de prensa, el mandatario tucumano recordó las gestiones previas: «estuvimos en esta misma sala hace cuatro meses anunciando que empezábamos a trabajar en las carpetas técnicas, los proyectos y toda la cuestión administrativa para que Tucumán tenga un aeropuerto remodelado a nuevo». También subrayó el impacto de la obra: «esto nos va a permitir una conexión con el mundo; algo está cambiando en Tucumán para bien».
Jaldo destacó el crecimiento del movimiento aéreo y turístico: «en lo que va del 2025, Tucumán ha tenido un crecimiento en pasajeros de un 15%, uno de los índices más importantes a nivel nacional». Agregó: «Tucumán está creciendo. Por eso esta inversión nos va a ayudar mucho, va a complementar lo que venimos haciendo con todos los sectores productivos, industriales, comerciales y turísticos. Hemos tenido casi el 80% de ocupación en este fin de semana largo». En ese sentido, remarcó el esfuerzo del sector privado: «todo el empresariado está haciendo un gran esfuerzo. Los tucumanos tenemos que ver de qué somos capaces cuando trabajamos juntos».
Sobre la operatividad de la terminal durante la obra, afirmó: «el aeropuerto no se cierra: no se merman los vuelos y habrá más bocas para hacer el check-in y embarcar para salir a cualquier provincia de la Argentina y a cualquier lugar del mundo, a partir de Latam por Lima, Perú; o por Copa, Panamá».
Para cerrar, valoró el impacto económico del proyecto: «estamos hablando de 60 millones de dólares que se invertirán en Tucumán, uno de los aeropuertos más importantes del interior del país».
Por su parte, el CEO de Aeropuertos Argentina, Daniel Ketchibachian, manifestó: «estamos súper contentos que llegó el día, como dijo el gobernador, un día histórico para nosotros. Un aeropuerto tan deseado, tan planificado y que estemos ya con la empresa constructora pronta e iniciando los trabajos es un sueño para todos».
Sobre la inversión, explicó: «Es una planificación nacional que tenemos de 60 millones de dólares, lo cual lo hace una inversión espectacular ya que refuncionalizamos 10.000 metros cuadrados. Van a ver un aeropuerto completamente renovado y una obra con los máximos estándares internacionales».
Respecto del cronograma, afirmó: «la obra está planificada en 27 meses pero quiero dejar la tranquilidad de que no vamos a cancelar ningún vuelo, el aeropuerto no va a cerrar en ningún momento». En esa linea, indicó que el desarrollo se realizará por etapas: «la etapa cero es hacer otro check-in, que va a ser un área provisoria para no tener que cancelar ningún vuelo».
Para cerrar, Ketchibachian detalló la metodología de trabajo: «es un aeropuerto con muchas fases para ir haciendo obras sin perjudicar la operación». Añadió: «por eso es que vamos a ver etapas inauguradas antes de los 27 meses, que es donde ya van a poder empezar a disfrutar».
Entre los presentes estuvo Ernesto Gettar, titular de Unión de Hoteles, Confiterías, Bares, Restaurantes y Afines de Tucumán, que dijo que es «gigantesca la importancia de esta obra. La entrada del turismo es esta, así que es muy importante que ampliemos la base de nuestros aeropuertos. Esto es fundamental, es algo que estamos esperando hace mucho tiempo. Esto reposiciona la provincia del escenario nacional e internacional».
«Ya tenemos dos vuelos internacionales, así que es necesario y la cantidad de vuelos que tenemos hacia Buenos Aires, creo que es importantísimo que lo ampliemos inmediatamente. Estamos con buena frecuencia de vuelos, necesitamos mayor cantidad y tener más comodidad para recibir a los pasajeros», cerró.
Una alternativa más simple a la discordia por la ordenanza vetada y no vetada al mismo tiempo es la implementación de números primos, los cuales son 168 los autorizados a salir. A partir de mayo van a salir aquellos que tengan el primer número primo, o sea 2. El 2 de mayo salen con terminación…
Los dueños de la empresa Essen despidieron al 10 por ciento de su personal en los últimos días, por el efecto de la incorporación de productos importados para diversos eslabones de su producción.
Según la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), la firma echó a 30 de sus 300 empleados: 20 eran trabajadores efectivos y 10 figuraban como contratados.
El diario BAE publicó el viernes pasado que Essen es «la fábrica de piezas de aluminio fundido con esmalte vitrocerámico más grande del mundo» y que, «desde hace 45 años, fabricaron más de 30 millones de ollas y sartenes».
Sin embargo, la apertura dispuesta por el gobierno para las importaciones ya le asestó el primer golpe a la empresa, cuya planta ocupa más de 20 mil metros cuadrados en la ciudad santafecina de Venado Tuerto.
El nieto del fundador y actual CEO de la empresa, Wilder Yasci, había comentado ante periodistas especializados que Essen crecía por encima de los índices registrados el año pasado pero reconoció que marcaba dos dígitos de expansión en otros países donde trabaja. En efecto, la firma cuenta con revendedores en Paraguay, Bolivia, Perú y México.
En agosto, Essen lanzó al mercado la línea Rein, un robot que cocina 500 recetas y demandó una inversión millonaria. Ese hito se apoya en la apertura de su producción a la incorporación de componentes chinos, una paradoja en el modelo económico de Javier Milei y la aspiración a que el país se inunde de inversiones estadounidenses o europeas.
En un sector donde trabajan 30 personas, donde se fabrica una pieza, si esa pieza se trae desde afuera para hacerle algunos detalles de acá y ensamblarla, con ocho personas ese sector se vuelve productivo.
El secretario general de la UOM en Venado Tuerto, Diego Olave, dijo este lunes que «hay empresarios que se están volviendo importadores». «En un sector donde trabajan 30 personas, donde se fabrica una pieza, si esa pieza se trae desde afuera para hacerle algunos detalles de acá y ensamblarla, con ocho personas ese sector se vuelve productivo», explicó en declaraciones a la radio AM 750.
Essen abrió sus puertas en 1954, por iniciativa de Armando Yasci y su esposa, Teresa Bompessi. Al principio, se dedicaban a la fundición de aluminio y apuntaban a la fabricación de mecheros para las cocinas.
Pero a fines de la década del 70′, su hijo Wilder conoció en Estados Unidos las cacerolas de aluminio y apostó a producir una línea propia. Tras una serie de pruebas e intentos, lanzaron al mercado las primeras cacerolas y por sugerencia de Mirta, su pareja, las bautizaron Essen, que significa «comida» en alemán.
El dueño de Essen había comentado ante periodistas especializados que la empresa crecía por encima de los índices registrados el año pasado pero reconoció que marcaba dos dígitos de expansión en otros países donde trabaja.
Como la venta en comercios no funcionó como esperaban, también por ocurrencia de Mirta, la familia apostó a las reuniones estilo tapperware con mujeres de Venado Tuerto. En la web institucional de la empresa, dice que «Wilder decidió organizar una reunión con las vecinas de un pueblo cercano a Venado Tuerto, cocinó diferentes preparaciones en las cacerolas y deslumbró con sus funciones, su rapidez y su practicidad».
Esa «revolución culinaria» que reivindican sus dueños parece haber sufrido el primer impacto de la política económica actual.
La semana pasada, la empresa tuvo que reunir a los trabajadores para llevar tranquilidad. Ante los empleados, la gerencia se habría comprometido a no continuar con los despidos.
Una guerra silenciosa estalló a cielo abierto. Paolo Rocca amenazó con cerrar la planta de Tenaris en Valentín Alsina, si las petroleras de Vaca Muerta deciden importar caños de China, India o cualquier otro país que tenga precios más competitivos. La amenaza de Paolo Rocca, filtrada en un conveniente off the record, no cayó nada bien en el Gobierno.
El proyecto en disputa es la licitación en curso de una compra de tubos sin costura para una gasoducto de 400 kilómetros que lanzó Southern Energy, una sociedad integrada por Pan American Energy (30%), YPF (25%), Pampa Energía (20%), Harbour Energy (15%) y Golar LNG (10%), que apunta a exportar gas natural licuado (GNL) desde Vaca Muerta.
O sea, se trata de un emprendimiento cine por ciento privado, al que el grupo de Paolo Rocca pretende obligar a contratar, con el argumento que si no le dan el negocio cierra su planta. La jugada es obvia: amenaza al gobierno con un conflicto sindical y una pésima noticia, para que a su vez, presione a Southern Energy.
«La pregunta obvia es: Si no existiera el proyecto de Southern Energy, Techint debería cerrar la planta de Tenaris?», afirmó con ironía a LPO, un empresario del sector.
El proyecto tiene dos etapas. La primera plantea un gasoducto cortito de 27 kilómetros en total que vinculará el gas del primer barco con el gasoducto de San Martín, que se supone estará operativo en 2027. El año siguiente, cuando llegue el segundo barco, ya se necesitará un gasoducto dedicado de 480 kilómetros, que conectará Vaca Muerta con el puerto rionegrino de San Antonio Oeste. Esa es la obra que quiere Techint.
El mes pasado llegaron a Río Negro las primeras 5.000 toneladas de caños de acero chino revestidos de concreto para conectar 15 kilómetros «en tierra» (onshore) entre el gasoducto San Martín y San Antonio Este, así como 2 tramos de 6 kilómetros submarinos (offshore) cada uno entre la costa atlántica y el sitio donde se instalarán los barcos de licuefacción Hilli Episeyo a fines del año que viene y el buque MK II en 2028.
La pregunta obvia es: Si no existiera el proyecto de Southern Energy, Techint debería cerrar la planta de Tenaris?
«Los precios de los caños de Techint son un 40 por ciento más caros que los de sus competidores, ya sea de China, India, Colombia o México. Y a eso hay que sumarle otro 25 por ciento que es lo que te cobran por llevarte los caños al lugar de la obra», agregó otra fuente del sector, que no participar de la obra de Southern Energy.
El proyecto de Southern Energy producirá entre 1,5 y 2,2 millones de toneladas anuales de GNL. Es la única iniciativa concreta de GNL que avanza, mientras YPF sigue fracasando con los mega anuncios que hace Horacio Marin de grandes plantas de licuefacción por decenas de miles de millones de dólares, primero con Petronas y después con Shell.
«Condicionar la decisión de empresas privadas no es defensa industrial. Es extorsión en voz alta», agregó a LPO una fuente del sector. «Bajo el argumento de defender la producción nacional, impone condiciones que el Estado termina pagando. Esa lógica, que se disfrazó de modelo de desarrollo, hoy vuelve con otra máscara», agregó la fuente consultada.
Techint arrastra una historia compleja de lobby sobre el poder, que quedó expuesta a cielo abierto en el caso de los Cuadernos, donde se comprobó la entrega de bolsos repletos de dólares al kirchnerismo en el garage de la torre de la calle Della Paolera, que fueron soslayados por la justicia federal argentina, que aceptó el argumento que se trataba de «aportes de campaña» no declarados.
La revelación sobre los costos de los caños de Techint arroja dudas sobre la construcción del gasoducto Néstos Kirchner en el anterior gobierno. «Lo hicieron rápido y bien, pero costó casi el triple de lo que hubiera costado con otro proveedor», afirmó a LPO un empresario del sector, que reconoce la buena capacidad de ingeniería del grupo italo-argentino.
La construcción del Gasoducto Néstor Kirchner, financiada con el impuesto a las grandes fortunas, terminó costando más de USD 2.000 millones. Durante su ejecución se acumularon sobrecostos por demoras y adendas que dispararon el presupuesto muy por encima de lo previsto. Buena parte de esa diferencia tuvo un único beneficiario: Paolo Rocca.
De hecho, la planta de Valentín Alsina que Rocca amenaza con cerrar se montó para las obras públicas del Gasoducto Néstor Kirchner y la reversión del Gasoducto Norte. Si bien se inauguró en 1948, ahora trabaja por proyecto, con una dotación de entre 300 y 400 empleados.
El discurso de defensa de la industria nacional que Rocca levantó en su última exposición pública, en un tiro por elevación al gobierno de Milei, tiene sus matices en la realidad del grupo. En la planta de Valentin Alsina no se fabrican las chapas de los caños. Se limitan a recibir las chapas que Techint fabrica en sus planas de Brasil, para enrollarlas y soldarlas.
El mismo espíritu práctico exhibe Rocca a la hora de definir donde paga impuestos. El holding de Rocca cuenta con una arquitectura tributaria que terceriza vía Uruguay para aliviar la carga impositiva, mientras su domicilio fiscal está en Luxemburgo.
La construcción del Gasoducto Néstor Kirchner, financiada con el impuesto a las grandes fortunas, terminó costando más de USD 2.000 millones. Durante su ejecución se acumularon sobrecostos por demoras y adendas que dispararon el presupuesto muy por encima de lo previsto. Buena parte de esa diferencia tuvo un único beneficiario: Paolo Rocca, que cobró los caños y las obras a precios muy por encima del mercado.
Cuando se licitaron las compras de los caños en 2022, Techint intervino y cambió el rumbo del proceso. En los pliegos originales, la empresa Gezhouba aparecía en mejores condiciones técnicas y económicas para adjudicarse el contrato. Tal como reveló LPO en ese momento, esa ventaja generó una fuerte interna dentro de la Secretaría de Energía.
Un sector del gobierno impulsaba entonces la adjudicación a la china Gezhouba, convencido de que era la opción más eficiente para el Estado. Pero la presión de Rocca y su grupo torció la balanza. El episodio terminó con pliegos modificados, licitaciones demoradas y una Secretaría de Energía fracturada.
Aquel antecedente dejó una marca: cada vez que aparece un competidor, Techint activa su poder político para bloquearlo. El oleoducto Vaca Muerta Sur (VMS) expone la misma lógica: controlar todo, incluso a costa de contratarse a sí mismo.
El proyecto, originalmente impulsado por YPF en la gestión anterior, fue sostenido por la actual presidencia de Horacio Marín e incorporó a las principales petroleras privadas. En la composición accionaria final, Techint fue incluido como socio y, al mismo tiempo, resultó la empresa adjudicataria para construir el oleoducto.
Cuando se licitó el gasoducto Vaca Muerta Sur ganó por precio una firma de la India, pero Techint se sumó al consorcio y el presidente de YPF, Horacio Marin, que viene del grupo de Paolo Rocca, le terminó adjudicando la obra a Techint.
Cuando se licitó el gasoducto Vaca Muerta Sur ganó por precio una firma de la India, pero Techint se sumó al consorcio y el presidente de YPF, Horacio Marin, que viene del grupo de Paolo Rocca, le terminó adjudicando la obra a Techint. Un escándalo que LPO reveló en su momento.
Luego de una inspección realizada este jueves, el gobierno de Rio Negro dispuso que se frenaran todas las obras bajo el argumento de infracciones en medidas de seguridad e higiene e incumplimiento de la ley provincial, que impone un 80% de mano de obra local y un 20% foránea. La sanción se levantó este domingo, aunque aún se desconocen los terminos.
Casualidad o no, los principales directivos de YPF provienen de Tecpetrol, el brazo petrolero de Techint. Tanto el presidente Horacio Marín, como Gustavo Gallino, actual vicepresidente de Infraestructura de YPF, forjaron su carrera profesional dentro del grupo.
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