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MORBOSIDAD Y VIOLENCIA MEDIÁTICA

El virus mutó y se transformó en un medio masivo de comunicación que no para de propagarse monotemáticamente.

Un medio masivo de comunicación que está a la espera de un nuevo anónimo contagiado, un nuevo muerto que desfilará por sus indiferentes venas de transmisión de pura catástrofe.

La morbosidad devorando nuestras miradas atrapadas en un mundo en constante alerta. Noticias compulsivas que nos recluyen en un miedo absoluto que nos paraliza, y nos envuelve en un imán de violencia mediática. Nadie nos proteje de su violencia ni de su morbosidad, está en nosotros en permitirles que continuen con ese irrespetuoso e indigno patrón de comunicación.

Y si no es el tema de moda que todos los medios transmiten al unísono, será otro tema que gire nuevamente entre el escándalo y la catástrofe.


¿Habría una posibilidad de poner a los medios masivos y morbosos de comunicación en cuarentena? ¿Habrá alguna regulación que les impida ejercer tanta violencia simbólica? ¿Habrá algún ente autónomo que los regule de alguna forma?

Estamos de acuerdo con la libre expresión, y con la ley de medios, pero cuando la salud emocional o psicológica está en juego por las maneras en que se transmite la información, algún límite en sus formas debe instaurarse.

Hay un ligera brecha para mantener los criterios de realidad y estar informados.Sin embargo, la invasión desmedida y desregulada de los morbosos medios de comunicación masiva está generando un profundo trauma social, por eso está en nosotros a empezar a demarcar los límites entre lo permitido y la violencia.

¿Podremos seguir soportando socialmente tanta calamidad y cacería de urgentes noticias que nos lastiman?

Portada: Germán Busin

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  • Los audios que revelan la presión de un lobista judicial para extorsionar a un agente bursátil de Rosario

     

    Entre las causas que forzaron la renuncia del juez federal Marcelo Bailaque, tuvo especial resonancia el armado de una causa penal a un agente de bolsa rosarino, al que le pidieron 200 mil dólares para ser beneficiado en el trámite. Una serie de audios incorporados al expediente descubre que en este caso intervino en un rol activo un operador que actúa en la cumbre del Poder Judicial de la Nación. Y que las presiones para que se avanzara en esa causa espuria venían de Buenos Aires.

    El agente de bolsa al que en 2019 le armaron una causa penal a partir de un anónimo que recayó en el juzgado del ex juez Bailaque es Claudio Iglesias. Ese anónimo denunciaba, sin ningún dato concreto, que Iglesias manejaba una de las cinco grandes mesas de dinero de Rosario y que había lavado activos para la banda de Los Monos. Con ese solo elemento, inusualmente desestimado por genérico, Bailaque formó causa penal contra Iglesias y, como nunca hacía, conservó para sí la investigación sin derivarla a un fiscal.

    Los audios aludidos son una especie de hoja de ruta de cómo se armó esa causa y de los intereses que había en Buenos Aires para su impulso. Los que los intercambian son Santiago Busaniche, un escribano santafesino que desde hace 25 años es un lobista free lance en el Poder Judicial de la Nación, y el ex director regional de ARCA, ex AFIP, en Rosario por esos tiempos, Carlos Vaudagna.

    Busaniche reside en el Palacio Paz, la joya arquitectónica de Santa Fe 750 donde está el Círculo Militar de Buenos Aires, frente a la Plaza San Martín. Ese departamento fue allanado hace dos semanas, al igual que la escribanía de su familia en Santa Fe. Vaudagna desde la ex AFIP asesoraba a fuertes contribuyentes para ayudarlos a evadir sumas millonarias. Está imputado junto al ex juez Bailaque y al financista rosarino Fernando Whpei por urdir la causa contra Iglesias, quien por esos días aspiraba a postularse a presidente en la aseguradora San Cristóbal.

    Busaniche, el carismático rugbier de 120 kilos que puede hundir a Lorenzetti

    El 14 de agosto de 2019 se presentó la denuncia anónima en el juzgado de Bailaque. El magistrado mandó oficios a AFIP, a la Fiscalía de Rosario, a la Bolsa de Comercio, a la Inspección General de Justicia y a la UIF requiriendo información sobre Iglesias. El 29 de octubre de ese año Busaniche tiene una primera y sugestiva comunicación con Vaudagna. Le remite un audio a su teléfono y le dice:

    Carlitos, ¿cómo estás? Bueno, ya me hablaron hace un rato de Buenos Aires, como veras tempranito ya. Tratá de verlo a Marcelo lo antes que puedas, tratá de darle algo y pregúntale de acá al viernes qué día va a ser la visita. Yo quedé que hoy más tarde, después de la reunión de vos con él, ya le iba a precisar un día. Ya está hablado con él y demás. Avísame, por favor, cuando puedas. Un abrazo grande. Gracias.

    En este mensaje queda claro para los investigadores que Busaniche le pide a Vaudagna que desde la AFIP que conduce le remitan algún informe sobre la situación fiscal de Iglesias para mandarle a «Marcelo», que es el juez Bailaque. La alusión al día de «la visita», interpretan, refiere a los allanamientos a realizarse contra Iglesias. Estos ocurrieron dos días más tarde: el 1º de noviembre de 2019.

    En un segundo audio, a instantes del primero, Busaniche insistía:

    Pero me dijo ayer Marcelo que hoy te veías con él, ¿puede ser? Trata de verlo, de darle hoy mismo algo y que te defina una fecha porque te juro que no aguanto más la presión, no aguanto la temperatura, Carlitos, dame una mano con esto. Te agradezco mucho, avísame por favor.

    Carlos Vaudagna.

    La respuesta de Vaudagna llega enseguida:

    Bueno, lo voy ir a ver, entonces. El tema es que yo había quedado que le mandaba el escrito con la gente que lo iba a laburar, porque que vaya yo no tenía mucho sentido, porque por ahora es ver nomás los papeles, y cuando tenga algún punto de donde agarrarme, sí, ir a verlo, pero listo, voy y lo lo veo, lo veo hoy mismo, Santi.

    Los mensajes escritos que continúan de parte de Busaniche son los de un hombre extrañamente agobiado por las presiones que recibe. Le dice en relación a Bailaque y el allanamiento: «No puedo dar más vueltas. Necesito que haga eso por favor». Agrega: «Él ya sabe que tiene que ser de acá al viernes. Gracias por entender». Vaudagna lo tranquiliza: «Ok, querido, ayudo en todo lo que puedo». Y Busaniche dice: «Te lo voy a agradecer mucho. Decile que haga eso».

    Efectivamente, como deseaba Busaniche, los allanamientos a Iglesias se concretan el viernes 1º de noviembre. Después de eso, Vaudagna, con el detalle de los elementos secuestrados, le manda un audio al juez Bailaque:

    Marcelo, quería comentarte que hemos encontrado en la oficina de Iglesias, en la compañía de seguros, contratos y contradocumentos interesantes, y secuestramos una computadora y una tablet también en otro domicilio. Hasta ahora, eso es lo más jugoso que tengo. Abrazos, Marcelo.

    La causa entró en una extraña y súbita parálisis hasta 2021. Pero hubo un pedido de nulidad de los defensores de Iglesias de las actuaciones que habría motivado varias cosas. Primero, algo ya admitido, un intento de que el abogado tributarista de Rafaela Guillermo Zenklusen tomara la defensa de Iglesias. Eso lo negoció como mediador el financista Whpei, que es, según Iglesias, a quien le pagó en cinco encuentros un total de 160 mil dólares para frenar la causa en su contra. En el medio de esos movimientos, Busaniche se volvió a comunicar con Vaudagna para mayo de 2021:

    Carlitos, ¿sabés qué necesito? Que respondan lo antes posible este oficio de la AFIP al juzgado federal N° 4 del doctor Marcelo Bailaque. ¿Me das una mano con la gente de Rosario conocida tuya? Me hacés ese favor. De paso, me dijo Marcelo que te llamó para comer, pero bueno, que no, ese día no podías.

    Marcelo Bailaque.

    Vaudagna le responde de inmediato:

    Hola, querido, ¿cómo andás, viejo? Ya ya hablo con la gente de Jurídica que me responde. Esos son recontra fieles. ¿Cómo es? Sí, me llamó Marcelo, pero vos sabés que me llamó, ponele, un miércoles a las 11 para ir a comer al mediodía, y yo… es un despelote, ¿viste? No este, el otro, y me volvió a llamar este miércoles y yo estaba en Rosario, así que no me puedo cruzar con Marcelo todavía. Pero obviamente que lo voy a hacer, ni bien pueda, y te llamo y nos juntamos todos. Che, loco, ya me ocupo de esto, Abrazo, viejo. Chau.

    Unos días después reanuda Busaniche su pedido:

    Carlitos, ¿cómo estás? Bueno, si vas a andar por Buenos Aires, avisame, yo voy a estar hasta el viernes a la mañana allá. Che, Carlitos, bueno, si podés reforzá, a ver que manden ese oficio de una buena vez, y si el informe es bueno, mejor todavía, así ya cierran esa novela. Te agradezco muchísimo. Disculpá que te moleste.

    Según expone la fiscalía, y lo refuerza con el testimonio del agente de Bolsa, para entonces Iglesias iba concretando el pago de los sobornos que implicarían el cierre del trámite en su contra. Es por eso que aparece el apuro de los que orquestaron la apertura de la causa. Necesitan documentos oficiales que respalden la idea de que el agente bursátil y directivo de San Cristóbal no está complicado en el delito que motivó que lo implicaran.

    Busaniche vuelve a mandarle un mensaje a Vaudagna:

    Carlitos, ¿cómo estás, querido? Che, insisto y te pongo énfasis en eso del oficio de AFIP. Tratá de que sea, que no los comprometa los tipos si ya terminamos con esa novela, ¿viste? Yo ya hablé con Marcelo. Necesita eso tenerlo, a más tardar, lunes o martes de la semana próxima. Haceme el favor, Carlitos. Te agradezco mucho. Un abrazo grande.

    Vaudagna le responde por texto que está en el tema, que se reunió para eso con el jefe del área Jurídica de AFIP, Pablo Alegri, directivo que está implicado en la causa por extorsión, que se lo pasó a su superior para que lo firme. En otro texto, le señala que el problema para agilizar es que «cuando lo tiene que firmar el boludo del director se fuga y desaparece dos semanas. Y a él no llego yo».

    Hay un último mensaje de Busaniche en el que pide de nuevo el informe de AFIP a Vaudagna:

    Carli, ¿cómo estás? Che, Carli, bueno, yo te estoy viendo, mañana, pasado, en estos días me traen la documental de AFIP que tienen que acompañar por el caso que te vi. Eso por un lado. Por el otro, me dicen que el oficio por el cual te molesté pidiéndote el favor, ya lo respondieron. Primera pregunta: ¿Se podrá conseguir una copia de eso? Y segundo, que me confirmes que efectivamente lo hayan respondido. Un abrazo grande, muchas gracias.

    Busaniche demuestra conocimiento interno de lo que pasa en los juzgados, refiere que habla con Bailaque, que está al tanto del trámite contra una persona a la que le están exigiendo dinero y muy interesado en el curso del expediente.

    Pasan cosas llamativas en menos de un mes, entre agosto y septiembre de ese 2021. El 2 de agosto de ese año Bailaque llama a Iglesias para tomarle declaración indagatoria. Es a esta instancia donde el grupo pretendía que su defensor en esta instancia fuera Zenklussen. La razón es que no querían un planteo defensivo destemplado por las contradicciones y desmesuras del armado que derivó en la imputación. El 18 de agosto Iglesias y el empresario Jorge Oneto, al que implican en la misma causa, son indagados. Dos semanas después, el 7 de septiembre, Bailaque le dicta falta de mérito a Iglesias.

    Ahora investigan las cuentas de la familia del ex juez Bailaque 

    La intensidad de la insistencia de Busaniche, primero por implicar a Iglesias en la causa y luego por aliviarlo, deja ver dos cosas para los investigadores fiscales de la Procuración de Lavado de Activos (Procelac) en Rosario. Primero que era parte del grupo extorsivo o que trabajó para que ese chantaje se concretara. La segunda -que se desprende de sus palabras- es que ese interés, que él llama repetidamente presión, viene de Buenos Aires.

    Hace tres semanas, el 7 de octubre, Vaudagna amplió su declaración como arrepentido antes seis fiscales. Allí el ex jefe de la AFIP de Santa Fe y de Rosario dio pistas cuando los fiscales se le fueron encima sobre quién podía ser la persona que en Buenos Aires estaba tan pendiente de la causa de Bailaque en Rosario contra Iglesias y Oneto.

    «El colorado»

    Le citaron alguno de sus audios. Precisamente donde Vaudagna le reenvía a Busaniche el audio en el que le informa a Bailaque los resultados del allanamiento. Allí Vaudagna, después de pasarlo, le pide a Busaniche que no le pase crudos los materiales «al colorado».

    La referencia, reconoció Vaudagna, era al por entonces administrador general de la Corte Suprema de la Nación, Héctor Daniel Marchi, oriundo de Rafaela y clave en la gestión de fondos judiciales. Un hombre que suele ser mencionado como cercano al ministro Ricardo Lorenzetti, lo que el integrante de la Corte Suprema le negó hace dos semanas a LPO. Vaudagna dijo a los fiscales que había un interés directo en que se perjudicara a Iglesias en relación a sus aspiraciones a ser candidato a presidente en San Cristóbal, una de las compañías aseguradoras más importantes del país, con sede en Rosario.

    La referencia, reconoció Vaudagna, era al por entonces administrador general de la Corte Suprema de la Nación, Héctor Daniel Marchi, oriundo de Rafaela y clave en la gestión de fondos judiciales. Un hombre que suele ser mencionado como cercano al ministro Ricardo Lorenzetti, lo que el integrante de la Corte Suprema le negó hace dos semanas a LPO.

    Lo que queda al desnudo para la fiscalía con la declaración de Busaniche, manifiesta un interés extremo en que se avance con informes oficiales contra el agente de Bolsa Claudio Iglesias y que posteriormente se realicen allanamientos en su contra.

    A dos días de los primeros audios consignados en esta nota a Claudio Iglesias le abrieron una causa por lavado de dinero. Para formalizarla con mayor fuerza, dicen los fiscales, incluyeron a Jorge Oneto en esa causa, que era operador de bolsa y acababa de estar públicamente implicado en un delito de fraude inmobiliario del que terminó sobreseído.

    Héctor Marchi.

    Con elocuencia queda indicado, también porque lo reconoce Vaudagna hace tres semanas en su testimonio agregado, que Busaniche tiene un rol activo en la trama de este chantaje en el que Iglesias paga para ser desvinculado. Como ocurre cuando el juez Bailaque le dicta un falta de mérito a tres semanas de indagarlo sin que medie ninguna novedad. Más que el agregado del documento de AFIP que Busaniche tanto apuraba.

    Ligado a la política santafesina, al mundo económico y especialmente al judicial, Busaniche tiene 52 años. Fue empleado de la Defensoría del Pueblo de Santa Fe, a donde ingresó por impulso del ex diputado provincial Julio Gutiérrez, de quien es yerno. Reside en Buenos Aires hace veinte años y se mueve entre funcionarios del mayor nivel del Poder Judicial de la Nación y de los servicios de inteligencia del Estado. Tiene mucha influencia en las designaciones de personal en el ámbito de la Justicia Federal de Rosario, Santa Fe y Ciudad de Buenos Aires. Tras los allanamientos de hace dos semanas, los fiscales federales Juan Argibay Molina y Diego Velasco, de Procunar, solicitaron su imputación.

     

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  • Edeca SA, la constructora sospechada de pagarle a Bailaque para frenar una causa

     

     La investigación sobre el patrimonio de la familia del ex juez federal Marcelo Bailaque dio indicios de acciones presuntamente ilícitas que motivaron medidas judiciales. El jueves pasado los fiscales del caso pidieron allanar a una de las mayores constructoras de Rosario, con amplia trayectoria nacional, ante la presunción de que el juez no avanzó en una causa penal tributaria contra ella a cambio de un beneficio en provecho propio con un terreno.

    La autorización judicial para levantar el secreto fiscal, bancario y financiero de la esposa e hijos del magistrado, actualmente investigado en tres causas penales, había motivado una disputa cargada de tensiones entre la defensa del juez y los fiscales que la pidieron. Para estos es necesario indagar en la situación del núcleo familiar más estrecho a partir de las pesquisas en curso que forzaron a Bailaque -actualmente en prisión domiciliaria- a pedir la renuncia de su cargo, la que fue aceptada por Javier Milei el 26 de junio pasado.

    La apertura del estado fiscal de la esposa de Bailaque permitió ver que a su nombre figura un inmueble del barrio privado Vida que explotó la empresa constructora Edeca SA, una de las más importantes del rubro como contratista de obras públicas en todo el país, la que por ejemplo construyó en Buenos Aires los estacionamientos subterráneos en la avenida 9 de Julio y que tiene muy importantes obras civiles, portuarias y desarrollos privados en distintos lugares de Argentina.

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    En este momento es la adjudicataria de la reconstrucción de la pista en el aeropuerto de Rosario. Lo fue del Museo del Deporte, de la avenida Jorge Newbery, de la cárcel de Piñero y del Hospital Alassia de Santa Fe. Fue subcontratista de Supercemento y es adjudicataria de obras de servicios en distintos municipios.

    Edeca tuvo una causa penal tributaria por subfacturación de IVA en el juzgado que desde el año 2008 hasta hace dos meses estuvo a cargo de Bailaque. Según reveló a LPO un abogado que conoce ese expediente el trámite por delitos penales económicos se abrió en 2018. Tras una larga demora sin movimientos la causa terminó con un sobreseimiento por prescripción en 2024.

    Marcelo Bailaque

    La detección del inmueble de Edeca anotado a nombre de la esposa de Bailaque, que es funcionaria de la Justicia provincial de Santa Fe, disparó el allanamiento de esta constructora rosarina fundada en los años 70 por el empresario Roberto Podadera, que se caracteriza por su fuerte presencia en concursos públicos y privados para obras civiles e hidráulicas con gran afectación de maquinaria en distintas zonas de la ciudad. Actualmente a la compañía la conduce Marcelo Burgués, un ingeniero civil que fue escalando posiciones en la firma hasta quedar como CEO en el directorio.

    La causa estuvo seis años en trámite hasta la extinción penal el año pasado que es cuando se advierte justamente que el juez que controlaba la denuncia habría dejado la causa dormida hasta la prescripción y la empresa denunciada por malversar el IVA le vendió a su esposa un terreno en el barrio Privado Vida Club de Campo, en Funes. Las oficinas de la firma Edeca fueron allanadas el jueves de la semana pasada por Gendarmería Nacional en su sede rosarina de Polledo 2527.

    La apertura del estado fiscal de la esposa de Bailaque permitió ver que a su nombre figura un inmueble del barrio privado Vida que explotó la empresa constructora Edeca SA, una de las más importantes del rubro como contratista de obras públicas en todo el país

    Ahora se impulsará una auditoría dentro del juzgado federal para establecer hasta dónde puede llegar la maniobra. También están actuando los peritos para realizar un informe socioambiental en la familia del juez Bailaque que se suma a la pesquisa financiera, fiscal y bancaria de esposa e hijos para determinar si las inversiones en inmuebles, servicios u ocios se corresponde con la licitud de sus ingresos regulares por sus empleos formales.

    Busaniche, el carismático rugbier de 120 kilos que puede hundir a Lorenzetti

    En forma paralela a esta pesquisa el fiscal Juan Argibay Molina solicitó también el allanamiento al abogado y escribano santafesino Santiago Busaniche, un lobista del Poder Judicial Nacional, a quien le secuestraron el teléfono celular. 

    Este allanamiento fue ordenado a raíz de los contenidos extraídos del teléfono celular del ex director regional de ARCA en Rosario Carlos Vaudagna. Este está imputado junto a Bailaque de haber participado en una extorsión contra el agente de Bolsa Claudio Iglesias quien reveló en audiencia que le pidieron 200 mil dólares para cerrarle una causa por lavado de dinero que tramitaba en el juzgado del ex magistrado.

     

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