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LUIS Y LA BICICLETA #10

CAPÍTULO 10 #abortolegalseguroygratuito

Domingo al mediodía. Luis prepara el almuerzo. Inventa. Le encanta mezclar ingredientes sin seguir ninguna receta. A veces le pega y salen manjares. Otras… mejor no hablar de ciertas cosas. De algunas pavadas, no? Porque en esta familia de lo importante se habla. Eva juega con los chicos en el comedor. Encontraron un viejo juego de mesa, de esos que ya no se usan. Están emocionados con la vieja novedad.
La lectura de las instrucciones se interrumpe con el celular de Luis.

– Es tu mamá amor! – le pega el grito Eva.
– Atendé que me lavo las manos y voy – responde Luis.
– Hola Negra, cómo le va? – el tono de Eva vuelve a la normalidad.
– Hola Evita, cómo estás? Por dónde anda mi Luisito? – pregunta la mamá de Luis.
– Acá viene, se está haciendo el cocinero. Besos! – termina Eva.
Luis toma el teléfono mientras se termina de secar las manos en el pantalón.
– Hola viejita cómo estás? – Empieza mientras sostiene el celular con el hombro pegado al cachete.
– Bien mi amor. Perdoná que te moleste pero necesitaba hablar algo con vos. Todo este tema me tiene preocupada. Y sabés que prefiero la opinión de los jóvenes en asuntos así.
– Vieja, yo tan joven no soy. – Se ríe Luis.
– Y qué nos queda a nosotros entonces! Luisito, en serio qué te parece toda esta discusión del aborto. Que pensás?
– Vieja, hay cosas que existen y pasan. Acá no se trata de estar a favor del aborto o no. La discusión es si nos seguimos haciendo los giles, miramos para otro lado y hacemos de cuenta como si no existiera, o aceptamos lo que pasa y le damos herramientas a todos, y sobre todo a los sectores más marginados. Porque si vos me preguntás a mí qué hago, ponele que con lo mal que estamos nos caiga el tercero. Acá le damos para adelante. Pero eso es nuestra elección. Y de eso se trata. Que cada uno elija. Y que no pase más que mueran las pibas que se lo practican en la clandestinidad en condiciones pésimas; que nenas que fueron violadas tengan que parir por capricho; que siempre sean las clases bajas las que tengan que sufrir por decisiones que toman los pudientes, esos que tienen la guita para pagarle a un médico que toma al aborto como un negocio. Perdoná vieja, me re envalé y ni te dejé hablar. Lo que pasa es que me cae bastante mal que siempre tengan que pagar los mismos. Para mi necesitamos una buena ley que eduque y apoye para no tener que abortar. Y una ley de aborto libre, seguro y gratuito para no morir en una pieza clandestina. Si?
– Yo pienso igual hijito. Acá no se discute aborto Sí o No. La discusión es Legal o Ilegal. Ojalá los que deciden piensen en eso. Eso era todo hijo. Me gusto escucharte. -Chau te quiero Luisito.
-Chau viejita, te quiero también.

Autores: Ferraro, Inostroza, Linares

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