La receta Milei: caída del consumo, balances en rojo y la mesa de los argentinos vacía
Las principales empresas alimenticias del país comenzaron a mostrar números negativos en sus balances semestrales. La Serenísima, Molinos y Ledesma registraron pérdidas millonarias mientras Milei insiste con un plan económico que pulveriza el poder adquisitivo y enfría el consumo.

El espejismo se rompió: las alimenticias en crisis
El relato oficial ya no alcanza para tapar la realidad. Las principales compañías de alimentos de la Argentina cerraron el primer semestre de 2025 con números en rojo, reflejando una caída del consumo que golpea de lleno a la mesa de millones de familias.
Entre enero y junio, Mastellone Hnos., dueña de La Serenísima, reportó pérdidas netas por $869 millones, contra una ganancia de $77.887 millones en igual período del 2024. En su presentación ante la Comisión Nacional de Valores, la firma admitió que «el consumo masivo mostró un comportamiento dispar» y que el poder adquisitivo de la clase media y baja sigue sin recuperarse.
Más ventas, menos ganancias
Lo llamativo es que, pese a la crisis, la empresa láctea logró incrementar 4,5% sus ventas en el mercado interno. Sin embargo, el contexto de devaluación y ajuste implementado por Milei en 2024 provocó una caída del 30% en el consumo de leche, un indicador alarmante en un país históricamente lechero.
En el plano exportador, Mastellone mostró un crecimiento del 2,2% entre enero y junio, aunque reconoció que la rentabilidad fue muy baja y recién comenzó a mejorar hacia fin del semestre.
Molinos y Ledesma: dos gigantes en rojo
El golpe al consumo también se reflejó en Molinos Río de la Plata, del grupo Pérez Companc. La empresa sufrió una pérdida neta de $19.485 millones en el primer semestre y una caída del 19,7% en ingresos reales. Aunque sus ventas crecieron un 1,9% en el mercado local, los precios aumentaron apenas un 11,1%, muy por debajo de la inflación acumulada de casi 40%.
Molinos admitió que el mercado se encuentra deprimido, con una caída del 4,9% en el consumo semestre contra semestre, y que su estrategia fue preservar el posicionamiento de las marcas mientras buscaba ofrecer productos más accesibles.
En la misma línea, Ledesma también reportó pérdidas por $19.193 millones, explicando que la caída en ventas y márgenes se debió a precios que no acompañaron el aumento de costos.
Un país con la mesa vacía
Estos balances no son un hecho aislado: reflejan un modelo económico que prioriza la especulación financiera por encima de la producción y el consumo interno. Mientras Milei festeja supuestos “logros macroeconómicos”, la realidad de las empresas alimenticias muestra que el bolsillo de los argentinos está cada vez más flaco y la mesa cada vez más vacía.