La muerte de los asistentes virtuales
Podríamos machacarle la culpa a las IA y la nueva moda pero los asistentes como Amazon Alexa o Google Assistant están muriendo por mérito propio.
Hace años que ninguna de las marcas lanza un producto nuevo, no generan ingresos, todo lo que suponían que el público iba a hacer no sucedió, nadie pagó, nadie quiere pagar más fees mensuales por cosas que no necesita, así que estamos al borde de su desaparición o adaptación ¿Qué llegará primero?
El boom de los asistentes que todo lo escuchan
Como sucede habitualmente, la idea está bien en el papel, pero no en la implementación. Muchas veces porque el producto no cumple pero también cuando el público no responde.
El modelo de negocio de los asistentes de voz sufrió de ese problema. Siri, Cortana, Google, luego Alexa, empezaron como un complemento basado en una hipótesis que no se sostenía con ninguna evidencia empírica: que la gente no quería escribir más, sólo pedir hablando.
Asumiendo que cada vez somos más infantiles las grandes, Amazon, Google, Apple y Microsoft, se embarcaron en crear y promover asistentes de todo que sirvieran no sólo para buscar sino para asistir al usuario en cualquier cosa que necesitara.
Pero, porque siempre hay un pero, la gente no funciona así. Sí, efectivamente son super útiles, pero no siempre se quiere hablar para pedir o hacer algo, es mucho más rápido escribir el nombre de una calle que más o menos te acordás (pero no del todo) y que al autocorrector te sugiera la opciones, que recordar de memoria, decirlo perfectamente y en voz alta.
Si ya nadie quiere hablar y todos son cada vez más tímidos ¿Por qué tu modelo de negocios se basa en hablar fuerte y claro delante de todo el mundo? Nadie pudo explicar esto, suponiendo que somos todos nenes de 8 años pidiéndole a mami algo. (Posiblemente la hipótesis que manejaba aplicaba a nenes que algún día serán sus consumidores 😁).
Luego se supo, más en detalle, cómo trabajaban estos supuestos asistentes, se filtró que existían ejércitos de operadores escuchando audios y pedidos para traducirlos y así alimentar el modelo de AI que interpretaba los pedidos. De esta forma se podía coleccionar datos de aprendizaje y entrenarlos de forma más precisa. ¿La privacidad? ¿Qué es eso? Pues bien, la desconfianza a estos asistentes creció.
Un modelo de negocios basado en una hipótesis falsa
La hipótesis era que los consumidores le pedirían al asistente de voz qué productos comprar, harían listas de compras a viva voz en medio de su casa, a los gritos, y que el asistente entendería todo como para hacerlo bien.
Pero la gente no compra así parece, nadie necesita que Alexa lleve la lista que puedo hacer en papel ni que decida por mí cómo malgastar mi dinero seleccionando la peor opción que sólo beneficia a Amazon. Nadie compró suscripciones.
¿Escuchar música? La radio siempre fue gratuita, se sostiene con publicidad, ¿por qué escucharía tu música paga si puedo escuchar la gratuita y, como mucho, un anuncio cada tanto? Si quiero pagar ya tengo Spotify o Youtube que es específico. Así entonces nadie pagó la suscripción para comprar ni para escuchar nada ¿Qué modelo quedó activo?
Google tampoco supo cómo monetizarlo, mismos problemas que Amazon, muy bonito el asistente pero, como suele ser con Google, abandonó el desarrollo hace ya dos años.
La AI al rescate… o al exterminio
Llega el año de la AI, 2022-2023 es cuando todos quieren incorporar Inteligencia Artificial a sus proyectos, Google llega tardísimo con Bard cuando Microsoft tiene el mejor timing e inversion de la época con ChatGPT incorporado a Bing.
Google decide reorganziar Assistant con foco en Bard, es decir, tomar al equipo de Google Assistant, que no genera ingresos, da pérdidas y el hardware se vende perdiendo dinero (si, te lo está financiando Google), le han ido quitando funcionalidades y todo ese team de gente o se pone a trabajar en Bard o muere. De hecho, Google Assistant será un producto asesinado por Google muy pronto.
Amazon, por su parte, pierde 10.000 millones por año con Alexa, tampoco genera ingresos, nadie se suscribe, nadie compra por Alexa, la gente sigue entrando a Amazon y compra lo que quiere ahí. ¿Por qué? Pregunta extraña, la correcta sería ¿Por qué pondría un intermediario molesto , que me entiende poco, que no elije por mí ni bajo mi criterio ni conveniencia, para comprar lo que ya puedo hacer (y hago hace años) con un sólo click? Ni Google ni Amazon tienen una respuesta coherente.
En Google es entendible que todo estalle, no tienen guía hace tiempo, un ejemplo de esto es el sistema de pagos de Google, o más bien Google Wallet -> Android Pay -> Google Pay -> Google Wallet, siempre cambiando de imagen-idea-nombre porque no pueden frenar un segundo y ponese a hacerlo usable. Apple los pasa por arriba en consistencia.
Pero lo que termina de matar a Assistant es ChatGPT, la inteligente inversión de Microsoft en el proyecto de OpenAI encendió todas las alarmas, Google llegó tarde y sin un modelo bien terminado ¿Por qué seguir tirando dinero en un producto que nadie quiere? ¡Vamos con otra nueva Stacy Malibu!
No sabemos si alguien quiere un ChatGPT en el buscador, pero de alguna forma tenemos que entrar en el nuevo negocio.
Así los asistentes de voz o se transforman (no es complicado conectarlos con la API de ChatGPT) o mueren. Assistant seguramente muera, pero ¿Y Alexa? No tengo idea pero si no lo conectan a una AI difícilmente pueda ser redituable.
Distinto es para Apple, a USD 350 el Home Pod se paga solo ya que la compañía no vende nada “financiado”: todo producto de hardware cuesta menos del precio de venta final y con TODO producto ganan dinero. Cuando ya no sirve, lo retiran. Ni Google ni Amazon se animaron a eso (no cubren costos) y creyeron que era más importante estar en todo hogar antes, subsidiado, en vez de crear un negocio realmente interesante alrededor de estos dispositivos.
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