La ciencia a un paso de desentrañar los secretos del rostro de los denisovanos
El hallazgo de una mandíbula los pone cerca de descubrir los rasgos de estos homínidos presentes en el ADN de algunos humanos.
Por Alcides Blanco para Noticias La Insuperable

Los denisovanos son un linaje de homínidos del Pleistoceno identificado por primera vez genómicamente y conocido solo a partir de unos pocos fósiles, que vivieron entre hace 1,00 y 0,04 millones de años en áreas que compartieron con neandertales y Homo sapiens.
Con estos otros grupos mantuvieron relaciones: se ha demostrado hibridación con el hombre de Neandertal de quien contiene un 17 % de su ADN, y al menos dos momentos de hibridación con el Homo sapiens, pues se halla ligeramente en el ADN de poblaciones actuales procedentes de Oceanía y Asia de forma diferenciada. Se cree que los denisovanos se separaron del hombre de Neandertal y de los humanos modernos hace unos 700 000 años.
Mandíbula en Taiwan
Los pocos restos hallados ponen límites a la hora de conocer su aspecto. Ahora, una mandíbula de homínido (Penghu 1) de Taiwán identificada como perteneciente a un denisovano macho mediante la aplicación de un análisis de proteínas antiguas abre el espectro y puede resolver la incógnita. El hallazgo demuestra su distribución más amplia, que incluye regiones cálidas y húmedas, así como sus distintivos rasgos dentognáticos robustos que comparten y que contrastan marcadamente con su grupo hermano, los neandertales.
Los denisovanos fueron reconocidos como un grupo de homínidos distinto de los neandertales y los humanos modernos mediante el análisis del ADN de fragmentos de huesos y dientes excavados en la cueva de Denisova (de ahí su nombre) en las montañas de Altái, al sur de Siberia.

Aspecto misterioso
El registro fósil de los denisovanos ha sido insuficiente para determinar aspectos como su apariencia y su anatomía pero el trabajo publicado en Science «abre una puerta importante en el estudio de la evolución humana», señala el jefe del Grupo de Paleoantropología del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), Antonio Rosas, en declaraciones a EFE.
La mandíbula, que fue descubierta en 2015 en el lecho marino del canal de Penghu, en Taiwán, era el fósil de hominido más antiguo de esa isla china pero, en aquel momento, no pudieron extraer ADN para analizarlo.
Ahora, un equipo de Dinamarca, China y Japón ha vuelto a analizarla con técnicas de paleoproteómica que han confirmado que es de un varón de denisovano.

Para el paleogenetista del Instituto de Biología Evolutiva (IBE) Carles Lalueza-Fox este hallazgo aporta nuevas evidencias sobre su morfología y demuestra que las mandíbulas de estos hominidos eran mucho más robustas y con dientes más grandes que los de neandertales o sapiens.
Lalueza-Fox cree que «lo interesante ahora será mirar el registro fósil chino y ver si hay restos que puedan encajar con este perfil».
«Y claro, los que no, habría que preguntarse qué podían ser, si no eran denisovanos«, explica a EFE.