El ajuste de Milei deja góndolas vacías: Cencosud cierra sucursales y más de cien trabajadores quedan en la calle
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El ajuste de Milei deja góndolas vacías: Cencosud cierra sucursales y más de cien trabajadores quedan en la calle

 

El derrumbe del consumo y el ajuste económico impulsado por el gobierno de Milei comienzan a impactar de lleno en el sector supermercadista. El grupo Cencosud —propietario de Vea, Jumbo, Disco y Easy— cerró al menos cuatro locales de su cadena Vea en distintas provincias, dejando a más de un centenar de trabajadores en la incertidumbre.

Por Ignacio Álvarez Alcorta para Noticias La Insuperable

El consumo en caída libre
El ajuste económico, la pérdida del poder adquisitivo y la inflación descontrolada están golpeando con crudeza a los bolsillos de los argentinos. El resultado comienza a sentirse en los pasillos de los supermercados: góndolas cada vez más vacías, ventas en picada y locales que bajan la persiana. En los últimos días, el grupo Cencosud, dueño de Vea, Jumbo, Disco y Easy, decidió cerrar al menos cuatro sucursales de Vea, dejando a decenas de familias sin sustento.

Los cierres, señala el periodista Osvaldo Peralta en EnOrsai, alcanzaron a las sucursales de Castelar y Moreno (provincia de Buenos Aires), San Martín (Catamarca) y Villa Krause (San Juan). En algunos casos hubo despidos directos y en otros se ofreció reubicación, aunque con condiciones inciertas. En Castelar, unas 80 personas quedaron en vilo, mientras que en Catamarca todo el personal fue desafectado sin comunicación oficial sobre su futuro. En San Juan, 17 trabajadores perdieron su empleo, y solo algunos lograron ser derivados a otros locales.


Silencio empresarial, alarma gremial
Desde Cencosud no hubo declaraciones públicas ni precisiones sobre la cantidad total de empleados afectados. Sin embargo, fuentes del Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio y Afines de Zona Oeste (SEOCA) advirtieron que “la facturación bajó mucho por la caída del consumo, que se mantiene en niveles históricamente bajos”. Según los trabajadores, la empresa justificó los cierres por “baja rentabilidad y costos operativos insostenibles”, parte de una reestructuración general de su red de supermercados.

La realidad es que la empresa enfrenta un panorama adverso: la inflación, los tarifazos y la recesión provocada por el ajuste de Milei empujaron al sector minorista a una crisis inédita. La propia cámara empresaria advirtió que el consumo masivo sigue sin señales de recuperación y que las ventas en supermercados y autoservicios caen mes a mes.


Cierres, concentración y especulación
Los analistas del mercado señalan que esta supuesta “racionalización” podría estar vinculada a los planes de Cencosud de adquirir activos del grupo Carrefour Argentina, lo que implicaría una reorganización territorial para evitar superposiciones de locales. Es decir, los despidos podrían ser la antesala de una nueva concentración empresarial, donde menos compañías controlan más porciones del mercado alimenticio.

Mientras tanto, los gremios alertan sobre una nueva ola de despidos en el rubro, especialmente en provincias del norte como Tucumán. En los barrios afectados, los vecinos lamentan la pérdida de un servicio esencial, ya que los hipermercados reemplazaron a los pequeños comercios locales, hoy prácticamente inexistentes.


Un modelo que excluye
El silencio de la empresa contrasta con la preocupación social que generan los cierres. En un país con más del 55% de pobreza infantil y una recesión que no da tregua, la clausura de sucursales de una de las principales cadenas alimenticias expone el deterioro del modelo económico de Milei. Menos empleo, menos competencia, menos presencia territorial y precios cada vez más inaccesibles son las consecuencias directas.

En este contexto, las políticas de ajuste y la ausencia de controles estatales se traducen en desocupación y desigualdad. Las decisiones empresariales, envueltas en el discurso de la “eficiencia”, dejan al descubierto una verdad incómoda: el mercado no garantiza ni trabajo ni bienestar. Cada local que baja la persiana es un golpe al corazón productivo y social de la Argentina profunda.

 

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