DAMIÁN CATINI: “No soy muy consciente del proceso”
El poeta y docente Damián Catini recibió hace algunos días ejemplares de su obra “Mi novia y yo” luego de obtener el segundo premio en la convocatoria anual literaria del 2020 del Fondo Editorial Rionegrino (FER). Los ejemplares fueron entregados por la directora del FER Eliana Navarro y su obra fue evaluada durante el proceso de selección por un jurado de lujo: Claudia Masín, Eugenio Conchez, María Cristina Venturini; tres grandes poetas del país que son reconocidos en el campo literario y además son referentes en la región.
Sobre este cierre de año se están materializando las ediciones ganadoras y los libros se están encontrando con sus autores, en este caso, los ejemplares de “Mi novia y yo” ya fueron entregados en la Biblioteca Popular Mariano Moreno para de este modo acercar a los autores y autoras a la comunidad rionegrina.
Damián nació en Aldea Romana, Bahía Blanca y desde el 2010 vive en Villa Regina, es profesor de geografía y trabaja en la ESRN N°140 de Ingeniero Huergo. “Aparte de la docencia, me interesa la escritura y la lectura, la investigación, la música, el cine, y hacer y comer pizza”, nos cuenta el poeta.
La humildad de Damián la percibí en su primera respuesta cuando lo contacté para realizarle la entrevista, no solo dio el sí gustoso y agradecido sino que además me explicó que al realizarla, él podría trabajar determinados aspectos que le servirían para repensar su obra, “la oralidad tiene esa cosa de lo fluido pero corrés el riesgo de no establecer bien una idea y lo escrito tiene lo contrario, la posibilidad de pensar mejor pero pierde lo genuino. A mí también me sirve seguir escribiendo y empezar a pensar mi obra”, me contestó Damián y así fue como empezamos a elaborar la entrevista en conjunto, como a mí me gusta, porque las buenas entrevistas se hacen consensuando determinados aspectos pero respetando las improntas de quienes participan de la misma.
Como buen amante de la escritura, Damián optó por responderme por escrito y se tomó la tarea de desarrollar las respuestas con profundidad, concepto y contenido, bien pensadas, llenas de emociones y cargadas de mensajes.
Esta no solo es una entrevista sobre un libro y su autor, sino más bien un recorrido de su recorrido, un panorama del cómo, del quién y de su contexto íntimo y compartido. Un contexto, que como todos, reúne las variables indispensables para el desarrollo de cualquier obra. Un juego de respuestas que entremezcla la realidad y la ficción, tal vez, como lo hace su obra.
-Lo primero que quise saber, o mejor dicho, que ustedes sepan es con qué se van a encontrar al leer “Mi novia y yo”:
DC: Imaginate una pareja de novios en una casa o en un departamento tomando mate. No hay nada más que eso. Afuera el mundo: solo dos personas en unos pocos metros cuadrados. Un dato insólito es que aunque suene a pandemia, el libro lo termino de escribir un mes antes del inicio de la cuarentena (marzo 2020).
El novio, a lo largo del libro, narra distintas experiencias con su novia, o mejor dicho, de su novia. Él es pura observación y ella pura acción. Mientras se desarrollan las acciones, el novio intenta ponerle palabras a lo cotidiano y conjetura sobre lo que acontece, entendiendo que sobre el amor solo se puede conjeturar y nunca definir. También se hace alusión constante a las diferencias entre esas dos personas que conviven, siempre en una clave humorística que roza a la crueldad con la ternura. Pero están los hechos y no las emociones: ¿esas dos personas qué onda? Eso es trabajo del lector. Me gustaría que sea leído como el diario de un niño tonto (sí INADI, dije niño tonto). Un niño con la racionalización atenuada, donde aflore en verdad lo que realmente somos, sin toda esa carga de respuestas que nos armamos los humanos a diario para considerarnos gente adulta y responsable. Quizás si uno sacara esa capa, nos podríamos encontrar cosas importantes debajo.
“También se hace alusión constante a las diferencias entre esas dos personas que conviven, siempre en una clave humorística que roza a la crueldad con la ternura...”
Damián Catini
–Cómo surge este libro en particular? Que te motivó o inspiró?
DC: Es raro, nunca había escrito algo así. Mis poesías anteriores no tienen nada que ver con “mi novia y yo”, por eso no soy muy consciente del proceso. Sí puedo hablar del contexto en que fue escrito y eso seguro nos puede dar algunas pistas. Casi la mitad del libro me salió en menos de 3 horas arriba de un flechabus volviendo de una clínica de poesía en Rosario (Festival internacional de poesía de rosario 2019). Mientras lo escribía, me sentía alegre, con un brillo especial en los ojos, riéndome solo arriba del colectivo (esto es raro en la escritura, donde siempre hay una parte de incomodidad en el proceso).
Unos poemas míos habían quedado seleccionados para ser trabajados con la poeta Roberta Iannamico. Me sucedieron varias cosas: Roberta siempre me había asombrado como poeta y algo de ella hay en mi libro: ¿se puede escribir como un/a niño/a que se vuelve adulto/a, pero nunca deja de ser niño/a? Viajé mal a Rosario: me fui solo y me gasté gran parte del sueldo para ir a una clínica de poesía a más de 1000 kmts. Desde el punto de vista capitalista, me sentía el ser más improductivo del mundo. Era el único nabo que llegaba de tan lejos para compartir unos poemas. Sumado a esto, en Rosario, empiezo a extrañar a mi novia, mi casa, mi lugar (se necesita irse lejos para darse cuenta todo lo que uno tiene al lado). No soy un ser muy sociable por eso la pasé verdaderamente mal, fuera de la clínica de poesía que fue maravillosa: estar con 30 personas, todas distintas, que escriben cosas grandiosas, te lleva a escribir poesía, aunque no quieras.
“Lo emocional no se deja agarrar, solo se narran hechos, acciones y pensamientos. También, casi sin querer, la escritura del libro cruzó un tiempo de discursos feministas…”
Damián Catini
Luego otros condimentos que ayudan a explicar el libro: justo había descubierto a Felisberto Hernández, que me abrió un mundo. En Felisberto, el “yo” explota en mil pedazos, y solo queda el misterio de narrar lo desconocido, sin ponerle tanta etiqueta a las cosas. Si uno lee “mi novia y yo”, al igual que en la obra de Felisberto, no hay definiciones. Lo emocional no se deja agarrar, solo se narran hechos, acciones y pensamientos. También, casi sin querer, la escritura del libro cruzó un tiempo de discursos feministas, en algunos casos bastante extremos, y seguramente en el libro hay una intención de meterse entre los intersticios de esos discursos. Aclaro por las dudas que banco la lucha de las mujeres (mi próxima tesis de Lic. En geografía va de eso).
–Un poco por incertidumbre propia, y anhelo frustrado de escritor, le pregunté sobre cómo o cuál es su metodología de trabajo al momento de crear la obra, y debo decir que su respuesta fue un guiño a la esperanza. La primera oración le sacó peso a la frustración y la colmaron de posibilidades. No se ustedes, pero en mi caso, ya planté varios arbolitos y tuve un hijo; me falta el libro.
DC: Decir que no tengo metodología porque no tengo una formación literaria específica sería una estupidez, ya que no hay Universidad que enseñe a escribir. Primero se trata de leer mucho, de mirar muchas pelis, de escuchar mucha música, de viajar. De aprender a observar detenidamente, y nunca dejar de hacerlo. De tener siempre la capacidad de sorpresa. Desde mi percepción, no se puede escribir si uno no se deja permear por todo eso. Tiene que ser variado, no vale hacer trampa y tomar solo lo que coincida con mi forma de ver el mundo. De ahí va a salir el combustible, aunque nunca sepas qué de todo eso va a ser usado, ni cuándo ni de qué forma. También está el disparador, o el hecho o la imagen que llevan a escribir: en mi caso se trata de cosas que necesito dar vuelta, sacarle lo atrofiado, cambiar el foco de lectura. Me tienta la idea de que todos puedan estar hablando siempre desde el mismo lugar y yo me pregunto: ¿qué pasa si escribo sobre el mismo tema, pero sobre algún punto que nadie está tocando? .
A veces trabajo con la ironía, y ese es un arma difícil de manipular. También uso el humor, las formas de la ternura, juego con las paradojas, me gusta ser picante, provocar a quien lea para desacomodarle las ideas que tenía hasta el momento sobre la realidad. Me agobia que todo el mundo esté de acuerdo (hasta en cosas que no han sido pensadas antes de ser acordadas), o que la gente no se haga preguntas o que absorba todo ya digerido: le escapo a lo corporativo. Pero depende, para el caso de la poesía no alcanza con los hechos. Se necesita incubar una sensación por mucho tiempo adentro, porque la poesía se alimenta del extracto de nuestras vidas, de nuestras vivencias más intensas, por eso el proceso es distinto.
“Primero se trata de leer mucho, de mirar muchas pelis, de escuchar mucha música, de viajar. De aprender a observar detenidamente, y nunca dejar de hacerlo. De tener siempre la capacidad de sorpresa...”
Damián Catini
Después está la primera frase, la que da el tono (desde dónde voy a escribir). El resto va saliendo, ahí aparecen todos los recursos que uno va robando en el camino. Cuando vas creciendo en la escritura, le prestás mucha atención al pulido de cada oración. Junto con el pulido vienen las tachaduras, momento que a mí no me disgusta, porque al venir de la poesía, trabajo con la economía del lenguaje. Casi siempre textos cortos, de no más de una página o página y media. No tengo facilidad de palabra, ni oralmente ni por escrito, por eso me cuesta mucho lograr cada texto. Cuaderno espiral rayado 80 páginas, lapicera bic azul trazo grueso.
–Por qué poesía? Cuál es tu conexión con el género?
DC: El género es poesía, pero ojo: hago todo lo que está mal hacer en poesía, por eso el libro me interesa en su desacato. Soy saeriano: Saer no cree en los géneros, por eso su único libro de poesía se llama “el arte de narrar” (el cual es uno de los pocos que no leí, porque la mejor poesía de Saer está en su narrativa).
Cuando uno empieza a escribir, ya la primera línea le determina el tipo de texto, pero eso es difícil planificarlo antes. Lo trabajé en versos porque hay una intencionalidad poética en cada verso y en cada poema, pero igualmente cada poema puede ser leído como una micronarraciòn . Hasta me causa gracia el grado de coloquialidad de algunos de esos poemas. A veces parecieran funcionar como frases sin pensar, que alguien dice en un almacén o en la cola de un banco: tiene mucho de oralidad, de conversación en el barrio.
Mi relación con el género poético viene de chico. No tenía libros de poesía en casa, leía lo que tenía a mano. La poesía viene de mi amor por la música, le prestaba mucha atención a las letras de las canciones. Lo primero que escribí fue algo que tenía formato canción. Armaba letras de canciones y todavía guardo ese cuaderno de recuerdo. La anécdota tiene un dato extraño: la banda no existía, solo existían las letras.
“Además, la poesía es de lo más genuino que tenemos los humanos a nivel comunicativo. Pienso que la comunicación entre las personas es bastante engañosa, está cargada de malentendidos. Bueno, la poesía nos salva de eso…”
Damián Catini
También uno debe aclarar que el acercamiento con la poesía no tiene que ver solo con la poesía escrita o leída. Muchas personas, por no decir casi todas, tenemos una sensibilidad extrema a todo lo que sucede alrededor. Es una condición que no tiene relación solo con “escribir poesía”: los niños por ejemplo, la tienen naturalmente. Además, la poesía es de lo más genuino que tenemos los humanos a nivel comunicativo. Pienso que la comunicación entre las personas es bastante engañosa, está cargada de malentendidos. Bueno, la poesía nos salva de eso.
Damián Catini en su primer contacto con su obra Damián Catini en su primer contacto con su obra
–Qué me podés contar del concurso en particular, y personalmente que te llevó a participar? Y qué sensaciones te dejó?
DC: Debe ser festejado y valorado que la edición de libros sea una política de Estado: no es poca cosa. El concurso es genial: editar libros de autores/as rionegrinos/as, poner un jurado de excelencia, acompañar la edición de los libros (que son de muy buena calidad) es algo que debe ser destacado.
Ya había participado en una convocatoria anterior, con mi compilado de poesías de los últimos años. Seguramente ahí no había un libro, pero como buen tano me enojé mucho: “¡cómo no van a elegir mi libro che!”. Los concursos son necesarios porque son un golpe tremendo al ego personal, y eso es importante si alguien quiere dedicarse a escribir bien. Ahora como gané, estoy contento con el concurso (risas). Si a eso le sumas que en tercer lugar quedó un libro de Graciela Cros y en cuarto lugar un libro de Liliana Campazzo (referentes regionales), siento que jugué en las grandes ligas.
–Hacia el futuro, qué vislumbrás?
DC: Justamente, tengo un libro de mi poesía reunida en los últimos años (nada que ver con “mi novia y yo”). Me gustan porque han resistido el paso del tiempo y me convencen como autor. Solo me falta defenderlas, buscar quien edite y armarme los lectores (todo poeta es póstumo, así que no tengo apuro). También quiero armar un libro que se llame “cosas” donde pueda compartir la gran cantidad de ensayos, crónicas, cuentos y otros escritos sin clasificar, que también escribí en los últimos años y que solo compartí en Facebook o en la cooperativa de escritores digital Trafkintu (donde sigo aportando textos propios). Fuera de eso, he escrito sobre docencia, sobre Regina, y sobre muchas cosas más.
- En el siguiente enlace podés encontrar los contenidos de Damián Catini colgados en Trafkintu: https://trafkintu.com.ar/damian-catini/
FONDO EDITORIAL RIONEGRINO
La dirección del FER está a cargo de Eliana Navarro, poeta, editora, gestora y promotora cultural oriunda de Dina Huapi y esto nos dijo sobre la participación del poeta en el concurso.
“Para nosotros fue una gran alegría sobre todo porque a Damián no lo conocíamos, no sabíamos que escribía y que estaba en ese territorio y eso justamente me parece que es una tarea del FER: estimular, acompañar, promover la participación e la comunidad y apoyarlos sobre todo. Hoy en día editar un libro no es muy sencillo en términos económicos y por otro lado también de esta manera a través de las convocatorias se convoca a un jurado especializado en cada género, en el caso del libro de Damián el mismo fue seleccionado por Claudia Masín, Eugenio Conchés y Cristina Venturini que son 3 grandes poetas del país y que son conocidas en el campo literario y referentes para los poetas de la región; con lo cual eso también legitima la obra”.
Portada del libro Eliana Navarro y Damian en la entrega de los ejemplares
Sobre como funcionan las convocatorias la directora del FER nos explicó: “Las convocatorias funcionan en ambas guías, por un lado transparenta el acceso, la posibilidad de la edición porque es un fondo finito que además tenemos que repartirlo en forma democrática pero también legitima las obras ya que de esa manera todos sabemos que hay una garantía de lectura atrás y que estamos editando obras que realmente están logradas y que se pueden divulgar y difundir y promover la literatura rionegrina a través de estas obras. Sobre todo con niños y jóvenes en las escuelas”.
Y cerró: “Invito a todos y a todas a participar en la nueva convocatoria que ya está abierta hasta el 20 de enero en los géneros poesía, narrativa, dramaturgia, literatura para infancias y ensayos de investigación. Estoy muy contenta como directora, es un camino muy hermoso acompañar autoras y autores, sobre todo para los que es la primer experiencia de edición, como por ejemplola experiencia de Damián. El FER entrega libros en las bibliotecas provinciales, y que uno de sus objetivos es acercar a los autores regionales a la lectura popular, en la ciudad de Villa Regina los libros del FER los podés encontrar en la biblioteca Mariano Moreno”.
BASES Y CONDICIONES de la nueva convocatoria : https://cultura.rionegro.gov.ar/?contID=72086
Fotos:
Cultura RioNegro.
Cristián Nuñez