Bomberos: Intervenciones Octubre 2019
Compartimos con la comunidad reginense la estadística mensual de intervenciones correspondientes al mes de Octubre de 2019.-

Compartimos con la comunidad reginense la estadística mensual de intervenciones correspondientes al mes de Octubre de 2019.-
Más de 15 chicos del barrio asistieron al ‘Coloreando mi Ciudad’ que en esta ocasión se realizó en la Plaza del Comahue de las 201 Viviendas. En un recorrido por ese espacio, la guía les contó sobre la historia de los primeros colonos y la construcción del Dique Ingeniero Ballester, entre otros temas. Al finalizar…
El Municipio de Villa Regina, organiza una fiesta por el inicio de la Primavera en el barrio 25 de Mayo para el viernes 20 de septiembre a partir de las 10 horas. En la plaza de su barrio, la Junta Vecinal y el Centro de Desarrollo Infantil (C.D.I.) de 25 de Mayo, acompañados por la…
Desde que se conmemora el Día Mundial de la Lucha Contra el VIH, impuesto en 1988, la pandemia mató a más de 25 millones de personas en todo el planeta. Lo que la convierte en una de las epidemias más destructivas de la humanidad. El primero de diciembre de todos los años las organizaciones sociales,…
A menos de dos semanas de las elecciones que definirán qué fortaleza política tendrá el gobierno de Milei, los inversores están buscando alternativas de corto plazo en la bolsa para obtener un rendimiento en dólares antes que se conozca el resultado, que puede gatillar una corrección cambiaria.
Hoy en día, los bonos soberanos en dólares se negocian con una tasa interna de retorno (TIR) de entre el 13,5% y el 16%, dependiendo de la duración y legislación de los títulos.
No obstante, no todos los activos de renta fija estatal engloban el mismo potencial, en especial si el objetivo es armar una estrategia agresiva de muy corto plazo. La clave se encuentra en apostar por los que podrían comprimir sus rendimientos mediante la suba de precio.
«De cara a las elecciones y con la idea de buscar captar una mejora de las paridades a través de bonos soberanos, podemos pensar en el AE38 cotizando por la zona de los USD 61, que otorga una TIR del 15,5%», detalló el operador y asesor financiero Germán Marin.
La inflación se recalienta: ¿oportunidad para los bonos CER?
«La brecha entre ley local y extranjera está cercana al 2%. Considero más atractivos los emitidos bajo ley local, ya que pueden experimentar, bajo un buen escenario, una suba más importante», añadió. «Por caso, una compresión de tasa del 15% al 10% llevaría al bono AE38 a USD 75, lo que representa una suba de más de 20%», indicó.
De cara a las elecciones y con la idea de buscar captar una mejora de las paridades a través de bonos soberanos, podemos pensar en el AE38 cotizando por la zona de los USD 61, que otorga una TIR del 15,5%.
En tanto, desde Proficio Investment también mencionaron el caso de los AE38 como alternativa agresiva. «Presentan TIR en torno al 15% promedio que resultan atractivas ante un escenario alcista. Mientras que, para aquellos más conservadores, el BPC7D que rinde 11,5% y se paga por completo en este Gobierno sería una buena alternativa», añadieron.
Por su parte, el consultor Abel Cuchietti sostuvo que los «trades» en dólares de corto plazo son muy arriesgados y pueden dejar bastante más pérdida que ganancia. Sin embargo, los AL30 y AE38 podrían encontrarse entre los bonos soberanos más aconsejables para quienes estén dispuestos a asumir las posibles consecuencias (caídas de precio).
«Pero ojo con las comisiones de entrada y salida y la moneda con la que se entra, porque, si sube en dólares, en pesos por tipo de cambio seguramente lo neutraliza bastante (debería subir en pesos, pero poco)», aclaró el especialista.
El contrapunto actual entre la incertidumbre y el orden abre interrogantes perturbadores.
Por Silvina Belén para Noticias la Insuperable ·
Creer o no creer en el caos, esa es la cuestión. O era. Aleteo de mariposa, cisne negro u orden más allá de toda apariencia. Posturas filosóficas de fondo que han dado lugar a terrores financieros, espejismos políticos y ficciones inquietantes de unos frente a la impasible tranquilidad de otros.
El camino de la idea a la impostura, de la apariencia a la realidad -o, simplemente, del caos como imago mundi o como mera vía muerta hacia el engaño- es una ruta que transitan perpetuos itinerantes a paso sincero e inclementes simuladores disfrazados de peregrinos.
Sin perjuicio del sustrato que representan tanto las cosmogonías como las referencias bíblicas, desde el territorio de las ciencias se teorizó al respecto con las formalidades propias de este campo y desde las artes de la palabra se construyeron los mundos posibles, las simbologías y metáforas que humanizaron caos, orden e incertidumbre.
Partamos, entonces, desde la literatura pero con el afán de terminar por ver cómo el asunto que nos ocupa tuvo su incidencia en nuestra realidad socio-política (y la tiene mundialmente), a veces tan cercana a las ficciones más extremas e, incluso, de lo inimaginable en el orbe de las fantasías.
Hace poco, en “Pequeñas revoluciones”, hablábamos de Agatha Christie y de Friedrich Dürrenmatt. En síntesis, de ella destacábamos la manera en que innovó dentro de una tradición a través de la técnica narrativa pero sin herir las bases de sustento del policial clásico; de él decíamos que introdujo lo determinante del imprevisto y lo aleatorio, es decir: su idea del caos, en el fracaso de la resolución de un caso criminal.
La convicción de que el orden existe, con aparentes alteraciones pasajeras si se quiere, pero que siempre se restablece y se hace justicia, es núcleo duro del policial británico o clásico. Inteligencia, lógica, razonamiento y pericia investigativa triunfan inexorablemente. Si algo no se resuelve, es por mera incompetencia.
Por el contrario, para el escritor suizo, el caos se impone las más de las veces y por el caos mismo se explica la abrumadora cantidad de casos policiales que en la vida social quedan sin resolución o se resuelven por azar mucho después, cuando ya no hay justicia reparadora que valga.
Si tomamos otra novela de la Dama del crimen –en “Pequeñas revoluciones” habíamos apelado a Roger Akroyd, irrelevante para lo que ahora importa-, Hacia cero (1944), veremos como la autora echa mano del recurso del caos como impostura.
Presenta un desorden inaudito, un laberinto de azar que cerca del final del relato se revela como construcción artificial de la antesala y tapadera de un crimen planificado –el crimen que importa– que se producirá casi al concluir la novela.
Azar, desorden e irracionalidad de los acontecimientos son un espejismo para lectores y personajes cándidos. Agatha se divierte sin recurrir a Poirot ni a Miss Marple, le sobra con Battle y el desorden. Dicho sea de paso, Rachel Bennette adaptó la novela para BBC One, que emitió la miniserie de tres capítulos en marzo de este año y ahora puede verse en otras plataformas.
En contraste, La promesa (1958) de Friedrich Dürrenmatt plantea un caos posible, real, un azar que irrumpe en favor de la injusticia y la ruina psíquica del policía que razona bien, hasta con genialidad, pero termina mal. El mundo posible de la ficción del suizo parte de la convicción y es base de verosimilitud y no recurso. El caos del mundo desbarata también las barreras defensivas de la mente de quien no lo acepta.
La amenaza del caos, la incertidumbre que dispara lo que aparenta ser caótico, las calamidades a las que habría que intentar anticiparse –las que nos muestran los convencidos del imperio del caos o de sus intermitentes pero inevitables embates-, son para algunos la sal de la vida y para otros una faz aterradora de la existencia. Hay cierta confusión caótica en torno al caos, en verdad.
Para el financista timorato la teoría del caos es una pesadilla de la que intenta defenderse con la ayuda del análisis estocástico; no comprende que los fundamentalistas de los fundamentlas –valga la cuasi redundancia- duerman tranquilos mientras los demonios del reino aleatorio velan armas inciertas.
Pero para el politiquero que declama anti-política, orden y transparencia, no hay mayor panacea que el caos. Mejor dicho: que el recurso del caos. Con desprecio de la lógica, sin hesitar, nos dirá que el caos es posible e imposible. Posible porque vivimos en el caos que denuncia e imposible si él, que está más allá del vicio de la política, tomara las riendas del estado. Fácil.
Nuestra velada con lo que va del siglo XXI –con perdón de la de Ishiguro con el siglo xx– es un manual del recurso del caos. Aunque la memoria es frágil, habrá todavía quienes recuerden el nacimiento de la televisiva derecha simpática a la vera de la crisis de 2001/2002. La crisis no se planteaba como consecuencia de una década de insufrible ajuste y saqueo sino como el caos creado por Chupete.
Los años pasaron mientras se incubaba el huevo de la serpiente entre los algodones de la Ciudad de Buenos Aires, amarilla como yema y bendecida por la presencia de los reivindicados ex integrantes del Grupo sushi, incomprendida avanzada de la gestión en el fallido gobierno aliancista, ahora bajo el ala del ingeniero de los mejores equipos anti-caos.
Así, al acercarnos a 2015, supimos a través del ingeniero, sus equipos y espadas digitales, con réplica de medios, que reinaba el caos surgido de las profundidades de una grieta abierta por el populismo. De ahí en más, con el auxilio de Durán, el ingeniero le hizo poner al progresismo las barbas en remojo: había llegado como bendición una derecha moderna, democrática y de excelencia en la gestión. Entregarle las llaves del reino por el voto no sería pecado.
Lo que siguió mejor ni recordarlo. Pero tropezar dos veces con la piedra del recurso del caos es posible. Y el recurso, según nuestra experiencia política, sirve incluso si se ha inflado hasta el límite de la ridícula explosión. Y más allá también.
Se ha demostrado con fuerza de sufragio que no suena baladí afirmar que la existencia del estado es la madre de todo caos, que solamente si le diéramos el mando a quien tenga poderes para invocar las fuerzas del cielo nos libraríamos de inflaciones del quince o veinte mil por ciento y que el ajuste es una bendición que jamás perjudicaría ni al menesteroso, ni al pasivo ni a la ciudadanía de bien.
Pero el recurso del caos tiene la ventaja de habilitar la zanahoria de burro del largo plazo. ¿Quién podría ordenar el desorden de la noche a la mañana? Y el elegido usará alguna de las variantes del “estamos mal pero vamos bien” hasta que las velas no ardan.
El recurso del caos que en Hacia cero sirve para reforzar asombro y sorpresa finales puede que se agote pronto en la esfera política a pesar de haber demostrado entre nosotros que hasta hace poco gozaba de buena salud. Y las razones de ese agotamiento son mucho más temibles que su eternización.
La cuestión de creer o no creer en el caos, de valorar o no la teorización científica o de atribuirle -como Friedrich Dürrenmatt- o no incidencia en la vida por encima de la racionalidad podría presumirse que ha perdido relevancia -igual que el recurso- ante la voluntad de un grupo que cuenta con el poder suficiente para construir el caos. Y lo peor: esa construcción estaría muy avanzada.
La observación del curso del mundo parece reafirmar esta visión de caos deliberado. Entre matanzas, migraciones y deportaciones, genocidios, guerras y retrocesos civilizatorios, se impone por encima de otras razones la idea de una destrucción selectiva, orquestada. Habría que hablar, entonces, del caos como recurso, oscuro y tétrico, y no ya del recurso del caos.
No es fácil, por supuesto, hallar análisis plenos ni certezas. Por eso, para terminar, dejamos una punta de ovillo como lectura modestamente sugerida: “Introducción al siglo veintiuno”.
El próximo lunes 10 de enero se dará inicio a las Colonias de Vacaciones que organiza la Dirección de Deportes de la Municipalidad de Villa Regina en la Isla 58. La primera semana (del 10 al 14 de enero) estará destinada a alrededor de 100 niños de los siguientes barrios: Don Bosco, Borgatti, Del Trabajo,…