Axel Kicillof cruzó a Milei por las reformas: “Todo huele a naftalina”
El gobernador bonaerense volvió a cuestionar el rumbo económico y laboral de Milei, calificó sus reformas como “pura naftalina” y advirtió que el Gobierno nacional “festeja” la crisis que golpea al empleo y al consumo. Además, defendió el financiamiento aprobado en la Legislatura y acusó a la Casa Rosada de aplicar un doble estándar en materia de deuda.
Por Ignacio Álvarez Alcorta para NLI

Un paquete laboral de los ’90: “pura naftalina”
Axel Kicillof volvió a plantarse con firmeza ante el rumbo que impulsa Milei. En una entrevista televisiva, el gobernador bonaerense calificó el nuevo paquete laboral como un retroceso que, según sus palabras, “se probó en los ’90 y no anduvo”. La referencia no fue casual: para el mandatario, las reformas libertarias replican recetas ya fracasadas, ahora aplicadas en un contexto de recesión profunda que definió como una situación de “penuria”.
El gobernador sostuvo que “todo este paquete de leyes huele a naftalina”, y apuntó contra la falta de innovación del Gobierno nacional. Aseguró que esperaba “algo de originalidad”, pero se encontró con lo que describió como “un fantoche de la época del Consenso de Washington”.
Cierres, despidos y una reacción oficial que “parece celebrarlo”
Kicillof también volvió sobre el impacto social y laboral del programa económico libertario. Señaló que la Argentina vive “una metralleta de cierres, despidos y suspensiones”, incluso superior a la registrada en etapas previas de apertura económica. Subrayó que empresas históricas, de décadas, están siendo golpeadas por el derrumbe del consumo y la caída de la actividad.
El diagnóstico fue acompañado por una crítica particularmente dura: “Milei mira esto no solo con indiferencia, porque no hace nada, sino que un poco pareciera que lo festeja y lo mira con goce”, afirmó, advirtiendo que los puestos de trabajo perdidos serán “muy difíciles de recuperar”.
En ese marco, confirmó que desde el peronismo trabajan en alternativas para frenar el avance de las reformas. Señaló que el espacio coordina acciones con la CGT y las dos CTA, y adelantó que el oficialismo nacional “se va a encontrar con una sorpresa”. A la vez, sostuvo que harán “todo lo que esté a nuestro alcance dentro del régimen democrático” para contener el impacto de las políticas libertarias y “construir una alternativa”.
La discusión por la deuda bonaerense: “No tienen cara para hablarnos”
Otro de los puntos centrales de la entrevista fue la polémica por el financiamiento aprobado en la Legislatura bonaerense. Kicillof defendió el pedido de recursos y cuestionó el “doble estándar” del Gobierno nacional al objetarlo.
Aclaró que el financiamiento solicitado —que necesitó mayoría especial— no implica nueva deuda, sino que está destinado exclusivamente a cumplir compromisos previos: “La Provincia debe cubrir 2.500 millones este año, más el remanente del año pasado porque no tuvimos ley de financiamiento”.
El gobernador acusó a la Casa Rosada de incoherencia y lanzó una de sus frases más fuertes del día: “No tiene cara el Gobierno nacional, que está todo el tiempo colocando deuda con el FMI. ¿De qué me vienen a hablar, si son endeudadores seriales?”. Y redobló la crítica al afirmar que el endeudamiento actual del país se usa para gastos corrientes: “el supermercado, los medicamentos, los alquileres”.
Kicillof remarcó que la Nación cuestiona el destino de los fondos cuando en realidad el objetivo bonaerense es estrictamente cumplir con obligaciones ya existentes. “El Gobierno nos decía que no nos van a dar el financiamiento si no era para saldar deuda. La realidad es que es justamente para eso”, insistió. Y cerró con un dardo directo: “No tienen cara para hablarnos a los bonaerenses sobre deuda”.


