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Asesoramiento e inscripciones para ‘Patagonia emprende’

La Dirección de Turismo de la Municipalidad de Villa Regina invita a emprendedores que quieran impulsar su proyecto a participar del programa ‘Patagonia emprende’ de la Fundación de Estudios Patagónicos.

El mismo ofrece capacitación virtual, asistencia técnica con tutorías personalizadas, herramientas, planificación y gestión para el desarrollo del emprendimiento.

Para asesoramiento e inscripciones, los interesados deberán dirigirse hoy y el miércoles 21 de abril a la Oficina de Turismo en el horario de 8 a 15.

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  • Los tecno-oligarcas colonizan Washington

     

    Las soluciones digitales que ofrece la empresa Palantir Technologies son, de hecho, el sistema operativo del poder militar en Estados Unidos. Esto representa una inédita cesión de soberanía operativa del sector público en favor de agentes privados a través de un modelo de externalización que resignifica infraestructuras y procesos que constituyen los fundamentos mismos del Estado.

    La empresa es la nave nodriza del nuevo complejo militar industrial digital. Pero, además, y principalmente, es un caso testigo en el sostenido proceso de colonización de capacidades del Estado que llevan adelante los tecno-empresarios de Silicon Valley, protagonistas de una dinámica, extraordinaria por escala y profundidad, de hibridación de poder.

    A través de un contrato con el Pentágono a fines de julio de 2025 y por un monto total de 10 mil millones de dólares —de los más gravosos de la historia en el área de Defensa—, Palantir gestionará decisiones militares fundamentales sobre objetivos, movimientos de soldados e inteligencia. El mantra de la eficiencia, que se articula en función de relatos que consagran los efectos redentores del solucionismo digital y la inteligencia artificial, es el argumento para la operación política de captura de los actores privados de áreas y prácticas que históricamente fueron exclusivas del Estado.

    El control operativo de Palantir sobre el Pentágono representa un salto cardinal de reconfiguración política en Washington: legitima y pondera el protagonismo en el gobierno de lo público de una nueva élite, la de los CEOs de Silicon Valley, que gestionan los procesos de innovación a través de la IA, una tecnología que conlleva capacidades performativas de alcance civilizatorio porque en sus efectos redefine los patrones políticos, económicos y culturales que significan la vida.

    Es una élite que actúa cada vez más como una oligarquía: en su hacer despliega una metapolítica que se asienta sobre postulados anarco-libertarios y una irrefrenable pulsión tecno-utópica al servicio de la progresiva construcción de una hegemonía de clase dominante. “No son solo innovadores, sino los arquitectos del orden posmoderno que está emergiendo a través de la IA, la disrupción digital y el capital tecnológico”, dijo el filósofo Alessandro Aresu.

    Agentes de las grandes corporaciones tecnológicas controlan o inciden en sectores relevantes de la administración del presidente Donald Trump: en Defensa, en la gestión de la información, en el régimen monetario (criptomonedas), en Comunicaciones y en Energía. Incluso el Ejército está incorporando formalmente a ejecutivos de Silicon Valley a través de la denominada “Unidad 201”. En junio pasado designó con el grado de tenientes coroneles a Shyman Sankar, director de tecnología de Palantir, a Andrew Bosworth, director de tecnología de Meta, a Kevin Weil, director de productos de OpenAI, y a Robert McGrew, exdirector de investigación de OpenAI. La distinción entre el actor (y el interés) público y el contratista (y el interés) privado se ha vuelto deliberadamente borrosa.

    Entre estos tecno-oligarcas se destaca el presidente de Palantir, el empresario  Peter Thiel, quien cree que Estados Unidos vive un proceso de declive que pone en juego su hegemonía y pregona que el Estado debe reconvertirse en una startup para superar el estancamiento. Su empresa es omnipresente en Washington: Michael Kratsios, inversor en Palantir, dirige la Oficina de Política de Ciencia y Tecnología; Stephen Miller, subdirector del Gabinete de Políticas y asesor de Seguridad Nacional, posee unos 250 mil dólares en acciones de Palantir; David Sacks, socio de Thiel, está a cargo del área de criptomonedas e IA del Gobierno.

    Palantir ofrece soluciones para realizar una interpretación inteligente de la información y sus dispositivos se han vuelto primordiales para el Pentágono, pero también para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), el Servicio de Impuestos Internos (IRS), la Oficina Federal de Investigación (FBI) y el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).

    Arquitectos de un nuevo orden

    La exitosa trayectoria de construcción de poder y de adquisición de capacidades soberanas de las grandes compañías tecnológicas enuncia la consumación de un régimen digital que se vuelve hegemónico a medida que redefine los términos en los que se crea y administra el poder. El proceso advierte de una crisis sistémica que implica la pérdida de centralidad estratégica del Estado y la emergencia de un mundo de soberanías porosas e identidades fragmentadas, de un gran escenario político de dominios en construcción. En medio de esta perplejidad, la élite de los tecno-oligarcas acciona con fuerza y determinación y está dispuesta a imprimir las señas de un nuevo orden existencial.

    El futuro que imaginan asume, visibiliza, sus sesgos ideológicos porque, como advirtió el escritor Alessandro Baricco, la de Silicon Valley es, primero, una revolución de ideas y creencias y, recién después, tecnológica. Su imaginario reseña la consumación de un ethos de extrema individuación que los hace percibirse como profetas de un destino inevitable, el de un orden liberal tecnocrático, jerárquico y elitista. Su proyecto político parte de una premisa: salvar el capitalismo en la nube (el modelo de negocios de las plataformas digitales) y la IA de los riesgos socializantes de la democracia. hiperliberalismo, pero sin democracia.

    Los siguientes párrafos, tomados del libro El individuo soberano (1997), de Lord William Rees-Mogg y James Dale Davidson, uno de los textos de referencia para este universo, permiten entrever el perfil de su ideología: “El nuevo Individuo Soberano operará como los dioses del mito en el mismo ambiente físico que el ciudadano común y corriente, pero en un reino separado políticamente. Comandando vastos recursos y más allá del alcance de muchas formas de compulsión, rediseñará los gobiernos y reconfigurará las economías en el nuevo milenio”. O, con más detalle: “La nueva organización de la sociedad está implícita en el triunfo de la autonomía individual, y en la verdadera igualdad de oportunidades basada en el mérito (…) La tecnología hará que los individuos sean más autónomos que nunca (…) Los centros locales de poder se reafirmarán a medida que el Estado se transforma en unidades fragmentadas y superpuestas”.

    También resulta útil repasar algunas de las afirmaciones previstas en el Manifiesto tecno-optimista (2023), de Marc Andreessen, uno de los portavoces más activos del ecosistema Silicon Valley: “Creemos que el libre mercado es la forma más eficaz de organizar una economía tecnológica. (…) Creemos que los mercados son una forma inherentemente individualista de lograr resultados colectivos superiores. (…) Nuestros enemigos son la visión sin restricciones de Thomas Sowell (el hombre es por naturaleza defectuoso, egoísta y limitado y las instituciones le sirven como recurso para confrontar sus defectos y excesos), el Estado universal y homogéneo de Alexander Kojeve (que iguala amos y esclavos) y la utopía de Tomás Moro (abolición de la propiedad privada, educación y salud universal, libertad religiosa, ausencia de clases sociales)”.

    Thiel y Andreessen, pero también Alex Karp, Sam Altman, Elon Musk, Jeff Bezos, Mark Zuckerberg, Eric Schmidt, David Sacks, Palmer Luckey, Balaji Srinivasan, Timothy “Tim” Cook, Sundar Pichai, Jensen Huang, son los nombres propios que esta nueva clase dirigente, que atesora inmenso poder económico (sus empresas superan en volumen a la mayoría de las economías nacionales), son decididamente influyentes porque construyen y facilitan conectividad (infoesfera) y lideran los desarrollos de IA, según sus patrocinadores, la tecnología definitiva.

    Thiel, el jefe

    El presidente de Palantir utiliza la potencia de su patrimonio corporativo para influir sobre el poder político. No crea fundaciones, sino que financia directamente a emprendedores y líderes que expresan sus ideas. Es uno de los principales donantes del partido Republicano con el fin de vigorizar el liderazgo de Donald Trump y apadrinar candidatos que consolidan la prevalencia del ideario MAGA. Su gran apuesta es el vicepresidente, J.D. Vance, a quien empleó en el fondo Mithril Capital y apoya con dinero en sus campañas electorales.

    Vance, el hijo de una familia simple que surgió de Ohio en el Rust Belt (cinturón del óxido) en el país profundo, pasó de los campos de batalla en Irak a las aulas de la prestigiosa Universidad de Yale. De allí egresó como abogado y poco después desembarcó en el entorno de Thiel. Ahora ejerce como interfaz entre el mundo de la política y Silicon Valley. Thiel, catalogado como uno de los intelectuales de derecha más influyentes de los últimos 20 años, se define como anarco-libertario. Plasmó los rasgos salientes de su ideología a través de la proclama “La educación de un libertario”, en la que puntualizó: Sigo comprometido con la fe de mi adolescencia: la auténtica libertad humana como condición previa para el bien supremo. Me opongo a los impuestos confiscatorios, a los colectivos totalitarios y a la ideología de la inevitabilidad de la muerte de cada individuo. Por todas estas razones, sigo llamándome ‘libertario’. Pero debo confesar que en las últimas dos décadas he cambiado radicalmente mi manera de pensar sobre cómo alcanzar esos objetivos. Y lo que es más importante, ya no creo que la libertad y la democracia sean compatibles.

    Thiel, junto con Karp, Luckey y Andreessen, son activistas comprometidos del reaccionario movimiento “tech-right”, la extrema derecha dentro de la tecno-oligarquía, que reivindica procedimientos autoritarios para organizar la vida común y promueve un orden social jerárquico, piramidal y elitista, administrado por un poder concentrado.

    Élite cognitiva

    La tech-right es el soporte de Silicon Valley para el movimiento de extrema derecha que está inundando la política en los países de Occidente y perfilando de manera creciente el sentido común de sus sociedades, que Quinn Slobodian, en el libro Los hijos bastardos de Hayek. Raza, oro, coeficiente intelectual y el capitalismo de la extrema derecha (2025), define como “nuevo fusionismo”. El autor lo describe como “un intento de desarmar la obra del humanismo liberal igualitario de los últimos 200 años y restaurar un orden jerárquico, basado en las diferencias naturales entre los seres humanos”, a medida que postula un ordenamiento social cimentado en “cuestiones de raza, inteligencia, territorio y dinero”.

    Slobodian indica que el “nuevo fusionismo” comenzó a formarse en la década de 1990, cuando “quienes discutían sobre la necesidad de defender el capitalismo y la libertad económica comenzaron a apelar a categorías científicas: en particular, la biología evolutiva, la psicología cognitiva e incluso las pseudociencias raciales”.

    En este proceso se introduce el coeficiente intelectual (CI) como mecanismo para catalogar la vida social, reemplazando los patrones económicos con los que el discurso neoliberal tradicional justificaba sus demandas meritocráticas en contra del humanismo socialmente integrador. La reivindicación del CI avisa en términos operativos, pero también ideológicos, de la emergencia de una “élite cognitiva”, el corpus que expresa al nuevo agente social de ruptura. 

    El propio Trump supo ejemplificar sin rodeos el sentimiento de superioridad que expresa este grupo cuando en 2013, por ejemplo, escribió: “Lo siento, perdedores y detractores, pero mi coeficiente intelectual es uno de los más altos, ¡y todos lo saben! Por favor, no se sientan tan estúpidos o inseguros, no es su culpa”.

    IA + eugenesia

    Los cultores de la “tech-right” se definen como “reaccionarios” porque rechazan los fundamentos de la modernidad liberal y se describen como antiilustrados, eugenistas, antidemocráticos (tecno-monárquicos) y aceleracionistas (abogan por el impacto tecnológico exponencial sobre todas las dimensiones de la vida). Sus ideólogos principales son el historiador y tecno-emprendedor Curtis Yarbin y el filósofo Nick Land.

    Yarbin vocifera su menosprecio por la democracia, “el fallido experimento democrático de los dos últimos siglos”, dice, porque, entre otras razones, permite que coexistan en los mismos espacios de decisión personas de alto CI con otras de bajo CI, e impulsa como correctivo la instauración de una “tecno-monarquía”. En una entrevista publicada a comienzos de 2025 por The New York Times dijo lo siguiente: “Cuando pido a la gente que reflexione sobre esta cuestión, los animo a que miren a su alrededor e identifiquen que todo lo exitoso que les rodea ha sido creado por una monarquía. Estas entidades que llamamos empresas son esencialmente pequeñas monarquías. Por ejemplo, si miran a su alrededor y ven una computadora portátil, esa computadora ha sido fabricada por Apple, que funciona como una monarquía”.

    El culto a la inteligencia, con el CI como parámetro, justifica en el universo ideológico de Yarbin la instrumentación de estrategias de eugenesia que redefinirán el rol de las personas en el mundo reconvertido en una gigantesca startup. En este sentido, por ejemplo, sugiere aislar a personas a las que sus presuntas carencias cognitivas las hacen menos productivas: “Encerrarlos en aislamiento permanente, como una larva de abeja en una celda cerrada, salvo en caso de emergencias. Esto volvería loco a cualquiera, salvo por el hecho de que la celda contendrá una interfaz de realidad virtual inmersiva que le permitirá vivir una vida rica y satisfactoria en un mundo completamente imaginario”.

    Land ha sistematizado estas ideas a través de su teoría de la “Ilustración oscura”, en la que argumenta sobre los fundamentos del nuevo orden: monarquismo, autoritarismo tecno-feudal y eugenismo (“abandonar el Homo sapiens como reliquia o fósil viviente”). Un orden, subraya, en el que la digitalización y la biomecánica desintegrarán las formas de soberanía y deconstruirán el sentido totalizador de lo político.

    El filósofo argumenta las condiciones que articulan la transformación en marcha:

    1. El cambio evolutivo está asociado al origen de nuevas especies (transhumanismo).

    2. Varios modos de evolución pueden operar simultáneamente, pero el más efectivo (digitalización + IA) domina el proceso.

    3. Una minoría de individuos (élite tecno-cognitiva) gestiona la evolución y la especie en su conjunto representa el laboratorio de ensayo.

    Un breviario que, aún cargado de desmesura, reseña sin eufemismos las ensoñaciones mesiánicas de la tecno-oligarquía. Sobre las formas y los fines, Evgeny Morozov explica: “No escriben sobre el futuro; lo instalan. (…) Se autoproclaman portavoces oficiales de la humanidad (…) La metamorfosis alcanza su etapa final no en manifiestos ni en hilos de tweets, sino en la colonización de los salones del poder en Washington. (…) ¿Su estrategia? Perturbar primero, eliminar después”.

    La entrada Los tecno-oligarcas colonizan Washington se publicó primero en Revista Anfibia.

     

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  • El cierre de Whirlpool amenaza con un efecto dominó de despidos en el Parque Industrial de Pilar

     

    El cierre intempestivo de la mega planta de lavarropas Whirlpool en Pilar empieza a tener un efecto expansivo que resiente a toda la cadena de valor sostenida alrededor de la fábrica que la multinacional estadounidense desmanteló.

    Dentro mismo del Parque Industrial de Pilar, la empresa Novax tuvo que paralizar una línea de producción que dependía casi en su totalidad de Whirlpool, ya que fabricaba varios de los elementos de plástico que llevaban los lavarropas que se producían a pocos metros de ahí.

    El desembarco de Whirlpool hace tres años incitaba a proyectar una cadena de valor a largo plazo, ya que la empresa presentaba su nueva planta como la más moderna del mundo en su tipo, con una inversión de USD 52 millones.

    Sin embargo, con el cierre sin previo aviso, no solo generó el efecto inmediato de 300 despidos entre trabajadores directos e indirectos, ahora también pone en situación de incertidumbre a caso 40 operarios de Novax, un tercio del total de la planta.

    Por la recesión, Whirlpool cerró una mega planta inaugurada hace tres años y ejecutó 300 despidos

    «Vamos a tener que tomar una decisión en lo inmediato. Queremos que afecte a la menor cantidad de gente que se pueda y que sea en las mejores condiciones», dijo a El Diario de Pilar Máximo Donzino, titular de la empresa, que agregó: «Es claro que nos sobra mucha gente».

    Frente a eso, durante esta semana la empresa está negociando en la cartera laboral el número de ceses y las condiciones con el gremio del Plástico.

    El empresario ligó directamente a «la decisión radical» de Whirlpool el cierre de una de las líneas de producción de Novax, que había realizado una fuerte inversión en sus instalaciones, atada a la llegada de Whirlpool hace tres años.

    Vamos a tener que tomar una decisión en lo inmediato. Es claro que nos sobra mucha gente 

    Además de la crisis inmediata que generó el cierre de la multinacional de electrodomésticos, Novax también tiene problemas en la otra línea, que produce

    autopartes plásticas para la planta Volkswagen de Pacheco que también redujo su producción este año al dejarse de fabricar un modelo SUV . 

     

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  • La baja de tasas fogonea la presión sobre el dólar y expone el dilema del gobierno

     

     El Banco Central bajó las tasas y el dólar comenzó a trepar. Eso deja al descubierto un dilema central para el gobierno: ¿reactivar la economía vía crédito o mantener controlado el tipo de cambio para absorber el riesgo inflacionario? 

    Lo concreto es que este martes todas las cotizaciones del dólar subieron. El dólar mayorista avanzó a $ 1.447,5 aproximadamente $ 22 más que el jueves anterior, la última rueda hábil antes del feriado largo. El dólar minorista del Banco Nación escaló hasta $ 1.470. Los dólares financieros también subieron: el MEP terminó cerca de los $ 1.480 y el Contado Con Liquidación (CCL) cotizó en torno a los $ 1.520.  En el mercado informal, el blue se acomodó en torno a los $ 1.460. 

    El repunte del dólar se produjo después de que el Banco Central (BCRA) recortara la tasa en pesos: redujo su tasa de referencia de al 20 % nominal anual, con la idea de abaratar el crédito y reactivar la economía.  

     ¿Y si Milei tiene razón en pisar el dólar?

    Para muchos economistas esa baja generó un «acomodamiento» del tipo de cambio hacia arriba. Es decir, los agentes ya descuentan que con tasas más bajas, hay menos incentivo para mantener pesos. 

    «La última baja de tasas que se vio el jueves pasado provocó un acomodamiento del tipo de cambio al alza. Ese día subió más del 1% y este martes también muestra suba», explicó el analista financiero Christian Buteler. «Ya pasada la elección, el mercado está intentando encontrar su nuevo valor de equilibrio, teniendo en cuenta el nuevo nivel de tasas y qué va a pasar con el proceso de acumulación de reservas del BCRA», agregó este economista. 

    La última baja de tasas que se vio el jueves pasado provocó un acomodamiento del tipo de cambio al alza. Ese día subió más del 1% y este martes también muestra suba.

    ¿Por qué bajar las tasas complica un poco más el escenario? Una tasa de interés en pesos menos generosa hace que el carry trade sea menos atractivo. Eso reduce la demanda de pesos, alienta una mayor dolarización y empuja hacia arriba el tipo de cambio. 

    El Gobierno baja las tasas con el objetivo de reactivar el crédito para dinamizar la economía. Es lo que llaman «remonetización»: que los bancos resuciten al mercado local prestando mas barato.  

    El presidente del Banco Central, Santiago Bausili

    El gran test para ver si la estrategia convence será este viernes, cuando el Tesoro enfrente vencimientos por 14,5 billones de pesos y se conozca la tasa de interés a convalidar. Como los depósitos del Tesoro en el Banco Central apenas superan los $4 billones, obliga al sucesor de Pablo Quirno, Leandro Lew, un refinanciamiento de al menos 70%. La pregunta es a que tasa. 

    Como sea, el ajuste del tipo de cambio no pasó desapercibido en la City. Los bonos bajo ley extranjera mostraron retrocesos generalizados: caídas de entre 0,5% y 1,2%, con los tramos cortos moderando parte del rally y los bonos medios y largos  ampliando el ajuste intradiario. En Bonares ley local la caída fue del 0,2% a 0,9%, con los títulos cortos bajo mayor presión y los tramos largos algo más firmes, pero igualmente en rojo.

    Los papeles de empresas argentinas que cotizan borraron la tendencia negativa con la que arrancaron la jornada y treparon más de 5% de la mano de un Wall Street que subió parejo.  En Buenos Aires, el S&P Merval también cerró al alza. El riesgo país quedo se estacionó por encima de los 650 puntos.  

    El mercado está atento a la confirmación del crédito «repo» que canaliza la JP Morgan. Si finalmente llegan aunque sea unos USD 4.000 millones, resultan clave para despejar el vencimiento de enero con acreedores externos. Pero sin ese respaldo, la presión sobre el dólar y las reservas se intensifica.

     

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