LIMPIEZA HEPÁTICA
Y llego la primavera. En el hemisferio sur de este vasto planeta llego la estación en donde tenemos que comenzar a preparar la tierra para luego sembrar, plantar, trasplantar, regar y ver crecer los frutos…y antes de sembrar en el suelo hay que trabajar la tierra. Dejarla bonita. Limpiarla y fertilizarla. Y al son de ese ritmo cósmico nosotros entramos en esa danza. Entonces mi cuerpo (tierra) también pedía una limpieza para esperar la primavera bien limpita.
Coincidentemente hace tiempo mi manera de cocinar se fue acercando a lo natural, a lo medicinal, a transformar mi alimento en medicina. Somos lo que comemos. Por eso a partir de ahora intentare focalizar mis experiencias relacionadas a lo medicinal para compartirlas con ustedes.
Entonces decidí hacer una limpieza. Inspirada en el libro de Andreas Moritz “La sorprendente limpieza hepática y de la vesícula”. Este libro está en internet, se accede a él fácilmente y por ende esta accesible para todos. Mi recomendación es que lo lean, es un libro muy inspirador y fácil de comprender. Una vía directa a nuestro cuerpo.
“Quiero aclarar que no soy médica, no soy nutricionista solo soy una persona que gusta de cocinar que ama la experiencia culinaria y que lo vivo como una forma única, noble y amorosa de acercarme a la personas”.
Limpiarnos y fertilizarnos es una manera responsable de amarnos y cuidarnos. Cualquier persona que se sienta atraída por esta experiencia intente antes que nada escuchar su cuerpo, entender y sentir que está necesitando cada uno. Todo lo que hacemos y no hacemos, lo que sentimos, lo que pensamos, nuestras acciones, todo está relacionado con el gran macrocosmos y todo tiene una reacción ante lo que somos, hacemos y sentimos.
“El hígado tiene control directo sobre el crecimiento y el funcionamiento de cada célula en el cuerpo. Cualquier tipo de falla en el funcionamiento, deficiencia o patrón de crecimiento anormal en las células se debe en gran parte a un pobre desempeño hepático. Gracias a su extraordinario diseño, el hígado usualmente ‘parece’ funcionar adecuadamente (valores sanguíneos equilibrados), aun hasta después de perder hasta el 60% de su eficiencia original. A pesar de ser engañoso para el paciente y su médico, el origen de la mayoría de las enfermedades pueden ser fácilmente rastreadas al hígado.”
Hoy no hay recetas, hay una experiencia que a mí me lleno, en realidad me vacío, e hizo que consiguiera un resultado notable en mi energía y en mi cuerpo.
La limpieza hepática y vesicular que este autor nos presenta en este libro también la hacen en muchos centros de medicina alternativa, hay muchos especialistas en esta área que sería de una buena guía para ustedes. Yo decidí hacerla sola porque así lo sentí y porque mi dieta ya hace tiempo está adaptada a este tipo de limpiezas. No solo mi dieta sino también mi vida. El vivir en un lugar cerca de la naturaleza, el plantar tu propio alimento, el respirar aire puro, el meditar y el hacer yoga es un estilo de vida que ayuda mucho a recuperar la salud y estar en buen estado energético, mental, espiritual y físico, no por estar flaca o como un modismo capitalista lo muestra, sino por el solo hecho de amar mi cuerpo y ser responsable de él.
El hígado es muy importante en nuestro organismo, regula muchas funciones vitales y emocionales. “El hígado tiene cientos de funciones diferentes y está conectado a todas las partes del cuerpo. Durante todo el día, se ocupa de crear, procesar y proveer grandes cantidades de nutrientes”. Y generalmente nadie sabe que todos tenemos piedras que se van formando a lo largo de la vida por distintas cosas. “La presencia de pedazos de bilis coagulada (cálculos biliares) en estos órganos interfiere de gran manera en procesos vitales como la digestión de comida, la eliminación de desechos y la neutralización de sustancias dañinas en la sangre.
Al descongestionar los conductos biliares en el hígado y la vesícula, los 60-100 trillones de células en el cuerpo podrán ‘respirar’ más oxígeno, recibir suficiente cantidad de nutrientes, eliminar eficazmente sus productos de desecho metabólico y mantener perfecta comunicación con el sistema nervioso, endocrino y con el resto de las partes del cuerpo.” El autor habla de que es más común tener cálculos en el hígado que en la vesícula solo que siempre se hablan de las que se encuentran en la vesícula. También recalca que aquellas personas que no tienen vesículas son las que más tendrían que hacer esta limpieza. Así que vamos juntos a vivir esta experiencia.
“Mientras voy escribiendo voy releyendo el libro, la verdad podría incluir mucha información pero solo quiero contar mi experiencia y animarlos a ustedes a que se animen a leer el libro y vivir su propia limpieza”.
Esta limpieza requiere de seis días de preparación, más 16 y 20hs de limpieza propiamente dicha. Antes de empezar tienen que organizarse para que el último día de la limpieza sea un día en donde ustedes puedan estar en casa, tranquilos sin tener muchas cosas que hacer. Un día puramente para ustedes.
Además tienen que contar previamente con más o menos 50 manzanas, pueden ser rojas o verdes, las que prefieran y mejor si son orgánicas. También tienen que procurar por las sales de Epson que se encuentran en las farmacias, en mi caso, que sigo en Brasil, las encontré con el nombre de sal amargo (sulfato de magnesio). Un buen aceite de oliva y un par de naranjas o pomelos.
- 6 litros de jugo de manzana
- 4 sobres de sales de Epsom
- Aceite de oliva extra virgen
- Naranjas o pomelos
Y buena predisposición a sanarse!!!!! 🙂
Entonces, los primeros seis días vamos a llevar una dieta suave, vegana, evitando bebidas frías, gaseosas azucaradas, frituras y cualquier producto refinado. El autor recomienda hacer esta limpieza seis días antes de luna llena.
Comenzaba el día haciéndome un litro de jugo de manzana roja, el cual lo iba tomando durante el día teniendo en cuenta que tiene que beberse lejos de las comidas, mínimamente dos horas entre comida y comida.
El ácido málico de la manzana ya empieza a actuar desde el principio, me fui sintiendo día a día mas hinchada, sentía ruidos en la parte abdominal. Era necesario lavarme seguido los dientes con bicarbonato porque el esmalte es corrompido con el ácido málico que contiene la manzanas.
Fui sintiendo que comer. El cuarto día ya expulse de mi cuerpo, en las heces, unos paracitos bien vivos que estaban consumiendo mi energía.
El sexto día decidí que iba a ser un día más de limpieza. También lo fui sintiendo y las circunstancias de ese momento me terminaron de definir que así tenía que ser. El último día, me prepare emocionalmente a todo lo que podía llegar a venir. Hable con mi cuerpo y exprese la necesidad de expulsar todo aquello que ya no tenía que continuar dentro mí. Tomas el litro de jugo y te haces un desayuno liviano, preferentemente una avena cocida.
Después un almuerzo bien ligero, recomienda el autor arroz basmati con verduras al vapor. A partir de las dos de la tarde no se puede ingerir más nada sólido. Recomienda estar tranquilo y en paz.
Antes de las seis de la tarde tienes que prepararte las 4 cucharadas soperas de sales de Epsom en 675ml aproximadamente de agua. Disuelves esas sales y tienes que dividirla en cuatro tomas. La primera toma de un vaso es a las seis de la tarde. La segunda es a las ocho. Ya a esta altura es probable que hayas empezado a ir al baño. Si no es así no se desespere.
Una recomendación para todo lo que hagan es no cargarse de expectativas. Cada cuerpo es un mundo y no todos van a reaccionar de la misma manera. 21.45hs. tiene que prepararse un vaso de jugo de naranja o pomelo y mezclarlo en un frasco con tapa con medio vaso de aceite de oliva. Tiene que agitarlo bien y a las diez tomárselo todo. Después de beber el jugo con el aceite de oliva puede comerse una cucharada de miel y acostarse a dormir. Es aconsejable tener la cabeza más alta que el estómago, relajarse, respirar e intentar dormir hasta el otro día.
En mi experiencia yo esa noche sentí una muerte simbólica. A mitad de la noche me desperté con fiebre y temblores y ahí empezó el momento de empezar a expulsar todo lo que tenía que salir. Primero fue un vomito con bilis y después agua con piedras de distintos tamaños bien perceptibles a la vista. Todo esto lo viví sin dolor alguno. Al otro día bien temprano entre las seis y seis y media de la mañana hay que beber el tercer vaso.
Es preferible mantenerse en posición vertical haciendo yoga o meditando o simplemente estando. A las ocho u ocho y media se debe beber el cuarto vaso de sales y a partir de las diez, diez y media ya puede beber un jugo fresco y empezar de a poco a comer. Cada uno respetando sus ritmos. Y con conciencia. Acaba de hacerse una limpieza y de a poco va a ir sintiendo resultados.
Su mente va estar más clara y la sutileza del cuerpo va a notar cada día más. Este tipo de limpiezas se pueden hacer cada tres meses aproximadamente, dependiendo de cada cuerpo. Por unos días intenten continuar con una dieta suave, e imaginando la alegría de su hígado por el lindo regalo que le han dado. De a poco cada uno va preparando su tierra para una buena siembra y así cosechar magia y salud para nuestras vidas
Gratidão y me llena el corazón ser parte de ustedes.!
Vick Mos.Amante de la Cocina y la naturaleza. Bruja, alquimista, viajera y soñadora.