El Intendente Marcelo Orazi encabezó esta mañana el acto en conmemoración por los 205 años de la Declaración de la Independencia Argentina que se desarrolló en la Plaza de los Próceres. En la oportunidad estuvo acompañado por los legisladores Silvia Morales y Luis Albrieu, el presidente del Concejo Deliberante Edgardo Vega, los concejales Claudia Maidana, Silvio Rodríguez, Agustina Fernández, Martín Vesprini, Natalia Vergara, Gabriela Figueroa, Carlos Rodríguez y María Eugenia Paillapi, el vocal del Tribunal de Cuentas Luis Fiordelli, autoridades policiales, miembros del gabinete y vecinos.
La ceremonia contó con la participación del artista reginense Luis Carrasco quien interpretó el Himno Nacional Argentino. También con la presencia de la Agrupación ‘La Costa’.
En su mensaje el Intendente reflexionó sobre si “la Independencia fue un hecho histórico que se agotó el 9 de julio de 1816”.
“Por el contrario. La Independencia va mucho más allá y es algo más profundo. La reafirmamos todos y cada uno, cada día. Porque significa ser dueños de nuestro propio destino. Tanto personal como colectivo. Como ciudad y como país. Ser independientes es un ejercicio cotidiano. Sin embargo, como individuos que vivimos en una comunidad y que interactuamos en forma permanente, es importante que nos preguntemos y planteemos de qué no queremos depender”, manifestó Orazi.
Agregó: “Y en esta reflexión, les digo que, como Intendente, aspiro a que no dependamos de la indiferencia, el egoísmo, que no nos acostumbremos a las injusticias y a las desigualdades. Que los gestos solidarios, que las acciones que ponen al colectivo por encima del individuo, sean los que primen y marquen nuestro rumbo, para que el bien común prevalezca por sobre el bien particular”.
“Que tengamos la grandeza de reconocer nuestros errores y la valentía de corregirlos. Que nos cuidemos, que construyamos nuevos lazos y reafirmemos los existentes, que podamos transmitir a las generaciones que nos sucedan que tenemos que pelear juntos para hacer grande a nuestra sociedad. Que no esperemos el futuro. Que lo construyamos juntos. Con la misma entereza y la misma garra con la que los congresales de 1816 dieron ese primer grito de libertad. Al unísono, como nos enseñaron los manuales nuestra historia”, sostuvo.
Finalmente, indicó: “Queridos vecinos y vecinas. Confío plenamente en que la esencia de aquellos patriotas nos atraviesa a cada uno de nosotros. Y así como ellos soñaron una Nación que nos cobije y contenga a todos, pese a las diferencias, hoy, nosotros, redoblemos ese esfuerzo para contribuir al crecimiento de nuestra Argentina. Seamos los dueños y artífices de nuestro propio destino. ¡Feliz día de la Independencia!”.
Compartimos el documento del Consejo Local de las Mujeres Villa Regina redactado para el paro internacional feminista #8M. Como Consejo Local de las Mujeres ¡¡¡queremos celebrar que hemos recuperado las calles!!!! Tras dos años muy difíciles de pandemia hemos sido muchas haciendo paro en nuestros trabajos, en nuestras casas y de las maneras que podemos…
Como orejas gigantes de plástico acolchado o con bracitos casi invisibles, ergonómicos a los laberintos de la oreja: el paisaje urbano se llenó de caminantes enchufados, aislados, felices, habitando una vida paralela, la que sucede aislados en sus auriculares. ¿Esto es escuchar música? ¿Cómo y cuándo la escuchamos? ¿Es la música un relleno, una guarnición de sentidos, un estado de ánimo? ¿Qué significa y cómo impacta la música en nuestra vida cotidiana?
Vivimos revolcaos en un merengue. Necesidades artificiales, satisfacción instantánea, hiperinformación, comunicación acelerada, interferencia, delivery como solución, consumo, compulsión, fomo, olas de odio. La lista podría seguir y de eso se tratan nuestras vidas si nos dejamos llevar por la seducción magnética de las pantallas: el camino a la apatía, el desgano, el hueco interior y la ilusión de libertad.
La sociedad de los algoritmos, las plataformas y las aplicaciones determina la manera de relacionarnos con nuestro entorno, incluida la música. ¿Cómo escuchamos música? A diferencia de las prácticas analógicas del siglo XX, la música hoy funciona como ambiente, como fondo. Nos encanta concebirla como la banda sonora de nuestras vidas, como si fuéramos personajes de una serie. Las plataformas de streaming proponen la fragmentación infinita: singles sueltos, desprendidos de un contexto, playlists que ordenan nuestra atención, y la invitación implícita a delegar en el algoritmo la decisión de qué escuchar.
Siempre fue agradable llevar el sonido con uno. Allí están, nítidos en la memoria, algunos dispositivos que fascinaron a los aficionados de gorra: la spika en la cancha primero, el radiograbador a pilas después, ícono de la era hip hop. Pero entre todos esos adelantos tecnológicos, ninguno resultó tan revolucionario como el Walkman de Sony. Con él llegó la verdadera portabilidad del sonido. La experiencia de escucha ya no se daba en un medio colectivo, sino que se volvía una cápsula individual, una burbuja de sentidos, una realidad dentro de la realidad. Caminar por la calle con auriculares se parecía a protagonizar un videoclip, una coreografía urbana donde la percepción se veía intervenida por la música. El Walkman también provocó la transformación de los auriculares, con diseños livianos y compactos. Una evolución que llega hasta el día de hoy con una variedad infinita, dispositivos que cada vez se integran más al cuerpo, con sofisticados sistemas de cancelación de ruido, colores y variadas formas que buscan, además, transformarse en un accesorio, como un collar, una gorra o un aro, y decir algo sobre quien los usa (y los luce).
El Discman, el formato MP3 y el iPod profundizaron esa tendencia hacia la escucha individual y portátil. Sin embargo, todavía persistía la experiencia hogareña, en solitario o en grupo, donde alguien se tomaba el tiempo de poner un disco de principio a fin. El álbum, más allá de ser un producto estandarizado de la industria cultural, se convirtió en un envase conceptual: una narrativa cerrada donde diseño, sonido y secuencia proponen un orden y un sentido.
“Cuando era chica escuchaba música por horas junto a mis hermanas. Era una forma de viaje. […] Poníamos un disco y otro. Había que turnarse para darle vuelta. […] Cuanto más quieta, mejor. […] Escuchar sin hacer nada útil. Ni siquiera bailar. Entregar la cabeza y el cuerpo al sonido, es decir, a un movimiento que no manejo yo. […] Desparejarse del mundo un rato. Y luego aterrizar”, escribió Fernanda García Lao en un posteo reciente en Facebook.
Con la llegada del streaming a nivel masivo, esa lógica pareció derrumbarse. La sobreoferta ilimitada, sumada a la inmediatez de las pantallas, redujo la escucha a fragmentos de baja fidelidad. En ese proceso, el vinilo reapareció como símbolo de resistencia: por su sonido cálido y expansivo, pero también por el ritual que exige. Poner un disco demanda tiempo, espacio y disposición. No se trata de inmediatez, sino de pausa, casi lo opuesto al frenesí contemporáneo.
Esa tensión revela una paradoja: en la era de la abundancia musical, resulta cada vez más difícil escuchar. La saturación de opciones vuelve arduo lo que antes era sencillo: elegir un disco, ponerlo a girar, dejarse llevar. Quienes vivieron esa práctica en el siglo XX pueden sentir nostalgia, mientras que las generaciones más jóvenes, criadas en la fragmentación digital, descubren en ella una curiosidad por lo tangible, lo lento, lo ritual.
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En Buenos Aires existe desde hace años una pequeña pero persistente escena dedicada a la escucha. Un proyecto pionero, enfocado principalmente en presentaciones en vivo, es el festival Escuchar [Sonidos visuales]: un espacio del Museo Moderno creado en 1998 que se convirtió en referencia por su labor de experimentación, investigación y promoción sonora. Su edición 2025 tendrá lugar el 29 y 30 de octubre. A su modo, el ciclo Parlantes Halofónicos que lleva tiempo explorando otra dimensión de la experiencia: escuchar discos en la oscuridad con la tecnología holofónica ideada en los años ochenta por Hugo Zuccarelli. Hoy se presenta en el Auditorio Espacio Cendas.
En ese mismo mapa, la novedad es Audiófilo. El ciclo, que sucede en Artlab desde marzo —espacio porteño dedicado al cruce entre arte y tecnología— propone algo tan simple como radical: reunirse para escuchar discos completos en alta fidelidad, en silencio, en compañía. La lógica se invierte frente al paradigma del streaming: ya no llevamos la música en el bolsillo, sino que trasladamos el cuerpo hasta el lugar donde la experiencia cobra sentido.
Ese desplazamiento transforma todo. La escucha deja de ser individual y encapsulada para convertirse en colectiva. Un grupo de desconocidos se reúne en una sala, sigue las tensiones y climas de un álbum, comparte un mismo pulso. Lo importante ya no es la portabilidad, sino el anclaje: estar presente. Y en un tiempo que promueve la dispersión, detenerse a escuchar un disco completo de principio a fin se convierte en un acto de rebeldía.
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El distintivo de este ciclo está en el Hi-Fi. La alta fidelidad no es solo un estándar técnico, sino estético: se trata de reproducir el sonido lo más fiel posible a lo registrado en estudio, con su rango dinámico intacto, con matices y frecuencias que se pierden en la compresión digital de un archivo mp3 o de Spotify. Escuchar en Hi-Fi es recordar que el oído humano percibe más de lo que los algoritmos nos devuelven.
Para eso, Audiófilo cuenta con un secreto de época: cuatro parlantes Altec A7, “The Voice of the Theatre”, diseñados en los años cuarenta y célebres por haber definido el estándar acústico en las salas de cine y teatro durante décadas. Artlab actualiza esa historia restaurando sus componentes y fabricando sus cajas acústicas en madera vista trabajada por ebanistas de audio, según planos originales. Este sistema de audio de colección está instalado en un contexto acustizado a medida con la mayor precisión. Cada frecuencia se expande con una presencia física imposible de replicar en auriculares (de todos los tipos) y equipos hogareños. Escuchar un álbum en los Altec A7 es devolverle al sonido la escala que perdió en la miniaturización contemporánea. Donde hoy se sacrifica profundidad para ganar portabilidad y acceso inmediato al magma digital, estos parlantes restituyen el carácter tridimensional y corpóreo del sonido.
La especificidad de los equipos de audio y la adecuación de la sala ubican a Artlab en sintonía con un interés global por reivindicar el sonido como experiencia cultural. No es casual que hayan surgido espacios comparables en los últimos años: Public Records en Nueva York con su The Sound Room, Brilliant Corners en Londres, las sesiones de Classic Album Sundays, y el soundsystem móvil Despacio, creado por James Murphy y 2ManyDJs. A este mapa global se suman los célebres listening bars japoneses como Bridge, SheLTeR o Ginza Music Bar, referencias que reinterpretan los tradicionales jazz kissa en clave audiofilia contemporánea. Roca HiFi en Ciudad de México, The Kissaten en Lisboa, y Bambino en París, son otros ejemplos.
Volviendo al plano local, más allá de la técnica, lo que ocurre en Audiófilo es también una ceremonia. Cada sesión tiene un presentador diferente (periodista, músico, audiófilo) que introduce la obra ——en octubre se ofrecen Disintegration, de The Cure, Getz/Gilberto, de Joao Gilberto y Stan Getz, Abbey Road, de The Beatles y Locura, de Virus entre otros— y luego, un silencio expectante envuelve la sala. Nadie revisa su celular, nadie adelanta tracks. No hay multitasking posible. La música se convierte en el único centro de atención. Depende la sesión, hay temas que sugieren recostarse en sillones y pufs, y otras, más rítmicas, que las personas deciden escuchar de pie
Ese ritual condensa una paradoja de la época: mientras todo a nuestro alrededor se fragmenta, se acelera o se vuelve producto, Audiófilo propone una práctica lenta, profunda, compartida. Una comunidad efímera se arma alrededor de un disco y, al cabo de una hora, sale transformada.
Más allá del entretenimiento cultural, cada una de las propuestas de escucha mencionadas —Escuchar [Sonidos visuales], Parlantes Halofónicos y Audiófilo— funcionan como una invitación para reflexionar sobre cómo habitamos el tiempo. Hay una intención de correr a la música del destino de ambiente/fondo al que la vida contemporánea la destina y colocarla en el centro, detenerse a escuchar con atención y dar lugar a la capacidad transformadora del sonido.
Quizás allí, en esa resistencia mínima pero persistente, resida la verdadera importancia de estos espacios: recordar que escuchar es una forma de conocer el mundo, y en tiempos de ruido y distracción permanente, es posible aguzar el oído para concretar un acto de libertad.
Durante este martes, el personal del área de mantenimiento de la Dirección de Tránsito y Protección Civil comenzó con las tareas de pintado de color amarillo del cordón cuneta ubicado sobre la margen norte de calle Juan Bautista Alberdi entre Villarino y Juan XXIII. En ese sector estará prohibido el estacionamiento de acuerdo a lo…
El gobierno chino reaccionó a los dichos del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, quien había asegurado que Javier Milei estaba comprometido con «sacar» a la nación que comanda Xi Jinping de la Argentina.
Bessent debe «entender que América Latina y el Caribe no son el patio trasero de nadie», dijo la embajada china en Argentina a través de un comunicado. Además remarcó que «también deben saber que no pueden perturbar la cooperación entre China y la región, porque es un vínculo profundo que jamás fue utilizado para perjudicar a terceros países».
China consideró como «provocadoras» las declaraciones del influyente funcionario de Donald Trump y agregó que esas palabras «volvieron a dejar de manifiesto la mentalidad arraigada en los tiempos de la Guerra Fría que sigue caracterizando a algunos funcionarios estadounidenses».
«Solo parecen moverse con un ánimo de confrontación e intervencionismo en los asuntos de otras naciones soberanas», dijo.
«Bessent parece ignorar que China viene impulsando valiosas acciones de cooperación con los países de la región en las más diversas áreas, siempre sobre la base del respeto, la igualdad, la colaboración y el beneficio mutuo», agregaron.
«Esta cooperación siempre se ajusta a las necesidades e intereses estratégicos de ambas partes, lo que contribuyó a promover el desarrollo económico y social en la región. En contraposición, Estados Unidos se dedicó durante años a intentar imponer su hegemonía, interfiriendo en los intereses de los pueblos, y controlar a los países de la región, siendo evidentes sus actos de hegemonía y bullying», dice el texto en una de las frases más fuertes contra el gobierno de Trump.
Estados Unidos se dedicó durante años a intentar imponer su hegemonía, interfiriendo en los intereses de los pueblos, y controlar a los países de la región, siendo evidentes sus actos de hegemonía y bullying.
Además, el portavoz de la embajada planteó que tanto Bessent como Estados Unidos deben «entender que América Latina y el Caribe no son el patio trasero de nadie» y remarcó: «También deben saber que no pueden perturbar la cooperación entre China y la región, porque es un vínculo profundo que jamás fue utilizado para perjudicar a terceros países».
Por último, China indicó: «Los países de América Latina y el Caribe tienen el derecho a elegir, con independencia y libertad, cuál es su camino de desarrollo y quiénes son sus socios en materia de cooperación. Frente a esta situación, sería mejor que Estados Unidos deje de sembrar discordia y crear problemas donde no los hay, para hacer más aportes reales para el desarrollo de la región que dice defender».
Bessent, quien habló esta semana luego de anunciar que Estados Unidos había comprado pesos para intervenir en el mercado local y que habrá un swap de de divisas por USD 20.000 millones con el Banco Central (BCRA). «Milei ha hecho las cosas correctas. Él llegó para romper 100 años de ciclos negativos para la Argentina. Es también un gran aliado para Estados Unidos. Está comprometido con sacar a China de su país. Están por todas partes en América Latina», expresó el secretario del Tesoro en diálogo con Fox News.
Tal lo anticipado, la Dirección de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Municipalidad de Villa Regina puso en marcha el programa de recolección de aparatos electrónicos y eléctricos en desuso que permite la reutilización de elementos y evita la contaminación a cielo abierto. Los interesados pueden acercar residuos como CPU, monitores, pantallas, teclados, mousses, impresoras,…
Miles de lenguajes para expresar las mismas ideas Miles de comidas para satisfacer la misma hambre Una moda cada temporada para cubrir al mismo cuerpo Miles de diversiones para disipar el mismo aburrimiento ¿Nerviosismo? ¿Inquietud? ¿Estrés? Decir casi lo mismo, como el título de un libro sobre traducción de idiomas (propias novelas) de Umberto…
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