Milei, Santiago Caputo y la guerra interna que no cesa
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Milei, Santiago Caputo y la guerra interna que no cesa

 

El derrumbe electoral de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires desató una nueva guerra intestina en el oficialismo. Santiago Caputo aprovechó la debacle para volver al lado de Milei y enterrar a los Menem y a Sebastián Pareja, señalados como los responsables del papelón.

Por Ignacio Álvarez Alcorta para Noticias La Insuperable


El regreso del gurú

En el búnker de Gonnet, levantado en un descampado ventoso y sin alma alrededor, Milei buscó dar un gesto político: a su lado, paró a Santiago Caputo, que había quedado marginado en las últimas semanas por el avance del “karinismo en HD”. La foto marcó su regreso y dejó claro el pase de facturas hacia los que lo habían desplazado.

No estaba Guillermo Francos, en abierta pelea con el “Gordo Dan”, y la ausencia fue tan notoria como el nuevo protagonismo del asesor estrella. Caputo, señalan desde LPO, sostuvo que los Menem y Pareja dilapidaron el capital político de Milei al correr a los jóvenes de las listas y reemplazarlos por candidatos de la tercera edad y reciclados del kirchnerismo.

Las derrotas que pesan

El gurú buscó justificar sus dichos con números: en Bahía Blanca, LLA ganó por 15 puntos y en Quilmes perdió por 17. Según los caputistas, eso ya es un triunfo comparado con las palizas de hasta 40 puntos que se sufrieron en distritos vecinos como Berazategui, Avellaneda y Florencio Varela.

También cuestionó el operativo de fiscalización, que, según él, “ya anunciaba una catástrofe desde el fin de semana”, y la mala gestión del acuerdo con el PRO. El caso paradigmático: Junín, donde no lograron contener al intendente macrista Pablo Petrecca y terminaron terceros, regalándole al peronismo apenas la segunda victoria en 50 años en ese distrito históricamente adverso.

Los enemigos internos

Las críticas de Caputo son también un misil contra el acuerdo manejado por Cristian Ritondo y Diego Santilli, a quienes todavía no les perdona la foto con los Menem, Pareja y Karina la noche del bullying del 19 de julio. Ahora esos exmacristas que se vistieron con el buzo violeta en La Matanza se debaten entre borrarse o pedir mayor protagonismo.

Caputo, en cambio, busca monopolizar los cambios en la mesa política: exige volver al “Triángulo de Hierro” con Milei y Karina, aunque sabe que esa recreación parece imposible por la densidad de la interna.

Milei compra el discurso

Aun así, Milei compró el diagnóstico. Cree que la derrota fue producto de la mala gestión de los Menem. A Lule Menem ya había querido echarlo tras el papelón en Corrientes, donde la fuerza apenas sacó 8 puntos. A Martín Menem lo expuso en público con un destrato televisado: mientras al resto les regaló besos y abrazos, a él lo saludó con un frío apretón de manos.

Pareja, en cambio, podría sobrevivir: no por indulgencia de Caputo, sino porque maneja un bloque de 14 legisladores que pueden condicionar la gobernabilidad. De hecho, cuando Karina y su hermano abandonaron el búnker, los “parejos” celebraron a carcajadas con la banca asegurada.

La venganza que viene

“Después del sacudón del lunes, el martes ya todos tienen que hacer fila para sentarse en la mesa de Caputo”, deslizó un ladero del asesor en Gonnet. El mensaje es claro: si triunfaba el modelo de Karina y Pareja, Caputo estaba afuera del gobierno. Ahora que fracasaron, él busca revancha.

La Libertad Avanza, mientras tanto, sigue desangrándose en internas que confirman lo que desde hace tiempo venimos señalando en Noticias La Insuperable: el problema de Milei no es sólo con la oposición, sino dentro de su propia tropa.

 

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