El municipio reginense, con Carolina Cailly como representante legal, presentó una medida cautelar ante el juzgado civil N°21 donde se solicitó el cese de la demolición de la chimenea Fioravantti, el recurso fue aceptado por la jueza Paola Santarelli, pero el trabajo realizado sobre las bases de la construcción ya no puede retrotraerse. Si bien su estructura se mantiene firme, abandonarla en esas condiciones es peligroso y reparar el daño imposible.Su derribe es inevitable.
En 2006 la chimenea fue decretada monumento histórico por el Concejo Deliberante, pero hasta ahí llegó el esfuerzo comunal por defender el patrimonio. Ya que la ordenanza en sí misma no la resguarda de la decisión del propietario del terreno de derribarla. Los circuitos legales que debieran haber continuado, no lo hicieron.
A poco más de 80 años, el símbolo de la economía regional, de la primer fábrica del Alto Valle, desaparecerá. Aunque la historia no siempre son los objetos sino que pueden ser los sujetos los que pueden mantenerla viva a partir de sus recuerdos y relatos.
La chimenea de la primera fábrica del Alto Valle tiene 43,5 metros de altura, pesa más de 400 toneladas y fue construida en 1932.
Para conocer un poco más acerca de la historia de Villa Regina podés leer los libros «Me lo contó mi abuelo» y «Las historias que nos unen» de la historiadora reginense Silvia Zanini.
Política que viene impulsada el Ministerio de Cultura como parte del desarrollo de una Cultura de la Solidaridad que invita a apoyar a los sectores más vulnerables de nuestra comunidad artística y cultura.
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El descarrilamiento de una formación del Sarmiento en Liniers, con al menos 19 heridos, vuelve a poner en evidencia la desinversión y el retiro del control estatal sobre el sistema ferroviario. Hace menos de tres semanas, un choque entre dos trenes del Urquiza en San Miguel había encendido la misma alarma. El ajuste de Milei sobre el transporte público ya muestra sus consecuencias.
Por Roque Pérez para Noticias La Insuperable
Otra jornada negra para el Sarmiento
Una formación del tren Sarmiento se descarriló este martes a las 15:50 a unos cien metros de la estación Liniers, cerca de la intersección de Timoteo Gordillo y Avenida Rivadavia. La formación se descalzó a pocos metros del paso a nivel, obligando a los pasajeros a evacuar entre el susto, el humo y el desconcierto.
El SAME desplegó 40 móviles y atendió a 19 personas, de las cuales 9 fueron trasladadas a los hospitales Santojanni, Vélez Sársfield, Álvarez y Grierson. Según informó su titular, Alberto Crescenti, no hubo víctimas fatales, aunque varios pasajeros presentaron politraumatismos. El operativo de rescate concluyó cerca de las 17:20.
En la estación Once, los pasajeros estallaron en enojo al encontrarse con cancelaciones y demoras sin explicación oficial. No es para menos: el episodio se suma a una seguidilla de fallas y emergencias en el servicio.
Una tragedia anunciada
Desde la Agrupación Naranja Ferroviaria Nacional, integrada al Movimiento de Agrupaciones Clasistas (MAC), responsabilizaron directamente al Gobierno de Milei: “Decimos claramente que el gobierno nacional es responsable del vaciamiento y la desinversión, dejando una infraestructura obsoleta sin mantenimiento”.
Los trabajadores recordaron que “hace poco más de 20 días también ocurrió un hecho similar en el ferrocarril Urquiza, provocando un choque de trenes y varios heridos”, y denunciaron que “la falta de inversión en material rodante y en infraestructura genera accidentes predecibles y perfectamente evitables”. Exigieron la reestatización del sistema ferroviario y un plan de obras urgentes.
No es una advertencia nueva. En septiembre, el sindicato La Fraternidad había realizado medidas de fuerza y “trabajo a reglamento”, denunciando públicamente el saqueo y el abandono en el sector. Pero el Gobierno libertario eligió el camino inverso: ajustar el presupuesto, reducir controles y volver a abrir las puertas a la privatización.
El antecedente de San Miguel
El 23 de octubre, dos formaciones del ferrocarril Urquiza chocaron a la altura de la estación General Lemos, en San Miguel, dejando cuatro heridos. La empresa Metrovías, concesionaria de la línea, habló de un “rozamiento entre formaciones”, pero los trabajadores y los pasajeros coincidieron en que el sistema de señales y mantenimiento venía fallando desde hacía semanas.
Una pasajera, identificada como Milena, contó que “ya venía mal el servicio desde Federico Lacroze, con demoras y quejas; el impacto fue muy fuerte y se cortó la luz”. Otro testigo, Gustavo, relató que “cuando entramos a la estación sentimos el golpe, saqué la cabeza por la ventanilla y vi que habíamos chocado”.
En aquel momento, el hecho se trató como “un incidente menor”. Hoy, el descarrilamiento del Sarmiento demuestra que no lo era: es parte de un mismo patrón de descontrol y desinversión.
Sin control, sin inversión, sin Estado
Desde la llegada de Milei, el Ministerio de Infraestructura —bajo control directo de Guillermo Ferraro primero y luego de Luis Caputo— aplicó un ajuste drástico sobre los fondos destinados al mantenimiento ferroviario. Los convenios con cooperativas y empresas de reparación se paralizaron, y varios sectores de control y seguridad fueron desmantelados o tercerizados.
Mientras tanto, el discurso oficial sigue repitiendo el mantra del “Estado ausente”, pero en los hechos es un Estado retirado, que deja en manos privadas la seguridad de miles de usuarios diarios. El resultado está a la vista: dos accidentes en menos de un mes, sin muertos sólo por azar.
AHORA | Descarriló el tren Sarmiento en el barrio porteño de Liniers y todos los pasajeros fueron evacuados. Hay heridos. Esto pasa cuando nadie controla nada y el Estado está manejado por un resentido social. pic.twitter.com/SbtK0CLmXt
Las postales de hoy —pasajeros caminando por las vías, heridos, caos en Once— son el rostro cotidiano del modelo libertario aplicado al transporte público. Un sistema donde se recorta la inversión, se desmantelan los controles y se entrega la infraestructura al deterioro.
Cada descarrilamiento es una advertencia. Cada herido, una víctima del ajuste. Y cada accidente, una señal de que el ferrocarril argentino vuelve a ser el espejo del país: un tren sin conductor, descarrilando rumbo al desastre.
Prog. 18 – El canto y la voz WARNING: ESTE PROGRAMA ESTÁ DEDICADO AL CANTO. Si algún oyente no siente atracción por los cantos puede dejar de escuchararlo en este preciso momento. La verdád, no deberíamos decir esto: éste es uno de los mejores capítulos de RDS. Vamos derecho a su primera locu, y ustedes…
El Municipio de Villa Regina, invita a todos y a todas las habitantes nuestra localidad y alrededores a un nuevo aniversario del barrio Villa Alberdi. Organizado por su Junta Vecinal, las celebraciones por el cumpleaños se realizarán el domingo 8 de diciembre a partir de las 18 horas en el Parque Temático Villa Alberdi, ubicada…