La Dirección de Cultura de la Municipalidad de Villa Regina invita a disfrutar de un nuevo encuentro del ‘Cine en mi barrio’ con la proyección de la película ‘En guerra con mi abuelo’.
El cronograma es el siguiente:
-Viernes 12: barrio 25 de Mayo
-Sábado 13: barrio Don Bosco
-Domingo 14: barrio Nuevo
En todos los casos, la actividad comenzará a las 21 horas.
En el Kartódromo del Moto Club Reginense, en Gral. E. Godoy (RN), se desarrollará este sábado la última fecha del Campeonato Nocturno de Verano 2020. Luego de dos exitosas presentaciones llega a su culminación con ajustadas definiciones del campeonato en las cuatro categorías competitivas. Sin el requerimiento de haber participado en algunas fechas anteriores, se…
José Mayans doblegó este jueves a Victoria Villarruel y Bartolomé Abdala durante la sesión que terminó con derrotas aplastantes contra el gobierno nacional.
El formoseño pidió la palabra a las 15:39 para cruzar a la Vicepresidenta, después que intentara reclamar el voto de los dos tercios de los presentes para darle tratamiento al expediente de jubilaciones y moratoria previsional.
“La Presidencia interpreta, conforme al reglamento y como es de práctica en este honorable senado, que los expedientes no cuentan con el respectivo dictamen de comisión y por tanto requieren para su tratamiento de la habilitación por el voto de los dos tercios de los senadores presentes”, dijo Villarruel.
Mayans le salió al cruce enseguida. “Usted es presidente del cuerpo, usted tiene que poner en consideración de los senadores, usted no puede definir algo que pertenece al Senado porque usted es del Poder Ejecutivo”, planteó el jefe de la bancada peronista, y agregó: “No tiene potestad para hacerlo porque está invadiendo otro poder del Estado”.
Para ser más didáctico, trató de explicarle a Villarruel que se encontraba en la Cámara Alta “como árbitro”. “Es lo mismo que vaya el árbitro y patee el penal”, sostuvo.
Mientras Mayans se explayaba, Villarruel lo miraba sin disimular su enojo. Nueve minutos después, dispuso: “Se va a proceder entonces a votar la moción del senador Mayans de considerar que los proyectos cuentan con dictamen sin requerir una habilitación especial”.
Segundos después se produjo la votación y la oposición sacó 42 votos afirmativos contra 17 negativos y tres abstenciones. El formoseño había ganado la primera pulseada.
Dos horas más tarde, Mayans pidió la palabra para avisarle a Abdala que el libertario Ezequiel Atauche era responsable del boicot contra el sistema de votación electrónica con que los senadores aprueban o rechazan leyes. “A mí me dijeron que Atauche fue y sacó el fusible del tablero, así que dígale que ponga el fusible del tablero”, dijo.
Pero el senador no se quedó ahí. Mientras Abdala destapaba una botella de agua mineral con algo de nerviosismo, el formoseño le reprochó que “no debería estar ahí”, señalando el sillón de la Presidencia de la Cámara.
Usted es presidente del cuerpo, usted tiene que poner en consideración de los senadores, usted no puede definir algo que pertenece al Senado porque usted es del Poder Ejecutivo.
“Si usted considera que es inválido y se va a abstener es como que usted está ausente acá”, explicó, y agregó: “o se abstiene o preside”.
El legislador puntano trató de defenderse pero Mayans lo arrolló. “Yo tengo la decisión, como senador, de votar o no votar”, alcanzó a decir Abdala hasta que su adversario lo interrumpió: “Usted es un par mío, usted está incidentando (SIC) la sesión, sentándose a una sesión que dice que es inválida y por lo tanto no la puede presidir”. “Retírese, por favor, y deje a una persona que pueda presidir y que pueda votar”, aseveró de modo tajante.
Abdala, que se mecía incómodamente sobre su sillón, terminó cediendo el estrado a la senadora Silvia Sapag.
Un nuevo capítulo de la interna en La Libertad Avanza (LLA) se escribió este fin de semana en Chubut, con la detención de Ricardo Bustos, periodista y precandidato a diputado nacional libertario.
La situación se desencadenó tras una denuncia del diputado nacional César Treffinger, del mismo partido, y generó una fuerte repercusión, con el presidente Javier Milei celebrando el arresto y atizando la polémica contra la prensa.
El conflicto comenzó cuando Treffinger acusó a Bustos de tomar sin permiso una foto junto a su hijo menor en un local partidario y de enviársela luego a su teléfono personal con un tono intimidante. Ante esta denuncia, la Justicia dictó una restricción de acercamiento.
Sin embargo, Bustos habría violado dicha medida el sábado al presentarse en un acto político en Esquel, lo que llevó a su detención por parte de la policía chubutense.
La detención de Bustos fue rápidamente celebrada por Treffinger en sus redes sociales con un mensaje provocador. “No odiamos lo suficiente a los periodistas, claramente este individuo integra el 90% al que se refiere siempre el Presidente”, escribió.
Este posteo fue amplificado cuando Javier Milei lo replicó desde su cuenta de X, dándole mayor visibilidad a la interna libertaria en Chubut y a la controversia.
La situación no solo reactivó las acusaciones de abuso de poder dentro del partido oficialista, sino también las críticas hacia lo que muchos consideran ataques a la libertad de prensa.
Voy a comenzar este ensayo con algo que digo los jueves a las 22 hs, en el Cabaret del bar La Greco, en el espectáculo Cabarieté. Me presento:
―Buenas noches. Mi nombre es Eneas Watnik. Soy una persona trans no binaria y mis pronombres son masculinos. Lo digo con tiempo, porque si no les gusta lo que ven, pueden decir: ¡Qué boludo que era el presentadOr! y entonces me estarían insultando con los pronombres correctos. En cambio, si les gusta, me pueden llamar mi amor, que me voy a dar vuelta igual, porque ante todo soy maricón.
Ahora sí: me pongo serio para hablar de Testosterona.
En la performance, Cristian Alarcón confiesa que tiene un pensamiento rizomático. Es algo que compartimos, por eso intentaré ser concreto a pesar de mi naturaleza de hipervínculo. Hay algo más que compartimos: yo también escribo. Y hago obras: las guiono, las dirijo y, a veces, las actúo. Y algo más: yo también uso testosterona. Con una diferencia: lo hago por elección. La testosterona no me usa, yo estoy usando testosterona.
Hormonarse no es solo un tratamiento médico. Es una forma de construir hogar en un cuerpo que tantas veces nos dijeron que no era propio.
Cuando la vi, se movieron dentro mío un montón de pensamientos y emociones. Podría decir que salí flotando de la sala. Por su forma de contar, de nombrar con poética visceral las vivencias y el dolor de un hombre gay al que le demostraron, a través de agujas, que su identidad no era válida.
Testosterona incorpora elementos visuales y sonoros que desdibujan los límites entre lo real y lo representado. Es una obra necesaria porque no sólo visibiliza, sino que también interpela, confronta y emociona. Desde su primera escena, plantea un relato crudo sobre la identidad, pero no se detiene en una narración lineal ni en un discurso explicativo. Como director y dramaturgo, me conmovió cómo Testosterona transita temas complejos sin subrayarlos: la infancia, el deseo, la mirada social, las plantas como símbolo, la belleza en lo cotidiano. La performance, en su esencia, descompone y reconstruye la vivencia de la masculinidad, poniendo al cuerpo, al deseo y a la fragilidad de la identidad bajo la lupa.
No muestra al cuerpo como objeto de estudio, de diagnóstico, de explicación. Muestra al cuerpo vivo. Cuerpo que cambia. Cuerpo que se enfrenta a la masculinidad con una jeringa en la mano y con una pregunta imposible: ¿qué es ser hombre?
Ana Lu zapata
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La obra, dirigida por Lorena Vega, aborda los usos actuales de testosterona aunque en la experiencia del protagonista es una imposición, una herramienta de tortura. En mi vida cotidiana, es todo lo contrario: es afirmación y posibilidad. Hoy, además de inyectable, la testosterona viene en gel. Uso Androlone, un gel que contiene testosterona al 1%, la marca que me dan en Argentina gracias a la Ley de Identidad de Género (Ley 26.743), que garantiza el acceso a tratamientos hormonales sin discriminación.
Hormonarse no es solo un tratamiento médico. Es una forma de construir hogar en un cuerpo que tantas veces nos dijeron que no era propio: la voz cambia, el vello crece, el olor muta, llorar se vuelve más difícil. Pero también cambian los gestos, los vínculos, el deseo. Y junto con eso, aparecen otras preguntas, nuevas miradas, la emoción de reconocerse —aunque sea por un segundo— en el espejo.
No siempre es fácil. Hay días en los que el cuerpo se siente fiesta. Otros, territorio incierto con peligro de derrumbe. Pero en todos los casos, es una elección. Una forma de decir: “este soy yo”, incluso si el mundo insiste en preguntar: “¿estás seguro?”.
Y esa decisión, que debería ser acompañada, hoy se vuelve frágil. Porque conseguir testosterona en este contexto es una carrera contra la incertidumbre. El gobierno actual recorta donde más duele: en la salud, en el acceso, en la posibilidad de sostener nuestras transiciones.
Y entonces, el cuerpo —ese que alguna vez nos negaron— se transforma también en trinchera.
Una piel habitada como resistencia. Un acto hormonal como declaración política. Una vida que insiste.
Todos los días, una vez al día, tengo una cita obligada con mi cuerpo: lo limpio, lo toco para aplicarme el gel, lo valido y lo cuido. Reafirmo que nada me falta, nada me sobra y todo está por construirse.
Pero la testosterona está en más lugares de los que imaginamos. Yo, sin testosterona, también soy trans. Hay personas trans que no se hormonan, que no modifican su cuerpo, y su identidad es igual de válida. Pero la testosterona está —como concepto, como espectro—. Nos rodea, nos afecta, nos define incluso cuando no la queremos. Y de eso habla la obra protagonizada por Alarcón. De cómo la testosterona es una interpretación constante de qué significa ser hombre.
Testosterona es una obra necesaria: jeringa en mano, un cuerpo que se enfrenta a la masculinidad con una pregunta imposible: ¿qué es ser hombre?
Testosterona te mete adentro, te golpea, te hace preguntas. Es una puesta donde lo audiovisual y la escena viva se cruzan, se pelean, se besan, se transforman. El relato de Cristian resonó en mí como una metáfora potente de la clandestinidad que todavía rodea muchas experiencias trans. Ese “que no se note”, ese andar entre sombras, sigue vigente. Aún hoy, muchas personas trans nos vemos empujadas a encajar en una norma binaria, respetar un estereotipo previsible, para protegernos. La obra no explica todo esto, lo sugiere, lo hace sentir. Y ahí está, para mí, su potencia: en cómo logra que la intimidad de una vivencia hable de estructuras mucho más grandes, con una sensibilidad escénica muy asertiva.
Pero volvamos a la pregunta: ¿qué es ser hombre? Porque la masculinidad nos la vendieron empaquetada con un moño: ser hombre es ser cisgénero, ser heterosexual, ser fuerte, ser proveedor, ser insensible muchas veces. ¿Y qué pasa con los que llegamos a la masculinidad por otro camino? ¿Los que la construimos con retazos, los que nos la probamos, la rompemos y la volvemos a coser?
Y ahí es donde la poesía del dolor en escena se vuelve política. Porque lo que vivió Cristian Alarcón en una clínica, lo vivimos las personas trans en la calle todo el tiempo.
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Hace unas semanas, golpearon hasta dejar al borde de la muerte a mi amiga Joy Hoyos —mujer trans afrocolombiana, artista muy importante para la escena Ballroom de Buenos Aires—. Le rompieron una botella en la cabeza, le patearon la cara, le quebraron un diente, le cortaron el labio inferior. La golpearon, entre varios varones, en plena avenida. No fue en una zona oscura ni en un pasillo sin cámaras, fue en una calle transitada. “La impunidad grupal de exponerse es la típica –me dijo-. Si estuvieran solos, no hacen nada.”
Primero fue el hostigamiento: “Morocha, dame bola”. Después, el grito de señalamiento: “Se va el trava”. Luego, la violencia. Cayó inconsciente. Se despertó orinada, con la cabeza abierta, la cara sangrando. Una señora y un pibe la ayudaron, llamaron a una patrulla. La llevaron al hospital.
FIBA
¿Esto es un hecho aislado? No. ¿Por qué le pasó? ¿Por negra, por mujer, por migrante, por trans? ¿Esa violencia qué es? ¿Otra terapia de conversión?
Es una dosis alta de odio de aplicación cotidiana.
Nos quieren corregir, disciplinar, borrar. Y no hablo sólo del adoctrinamiento por violencia física. El miedo se construye en la mente, se arma a través de actos simbólicos, cotidianos y contundentes: un gobierno que niega nuestras existencias, docentes que evitan nombrarnos, personal médico con prácticas abusivas que parece no saber tratarnos, vecinos que todavía bajan la voz cuando hablan de “un chico que en realidad es… “ya sabés”.
Joy recuerda que una enfermera la trató con ternura. Le decía: “Tranquila, estás en el hospital”. Pero también estaban las otras. Las que se miraban entre ellas antes de sacarle sangre. Las que dudaban en pincharla. Las que salían del consultorio sin explicar nada. Y el radiólogo que, al ver su documento, le preguntó si había habido un error. Ella respondió que no. Entonces él contestó: “Ah, bueno, entonces no estás apurada”, y se fue a almorzar, a metros de ella que, tras dos desmayos, lo veía comer y mirar la tele. Al finalizar su cena, el médico salió del consultorio y volvió una hora más tarde. “Ah, ¿estás acá? Me había olvidado.” Joy me dijo: “Eso también es una forma de asesinato”.
Si el gobierno actual recorta donde más duele, el cuerpo se transforma también en trinchera.
Luego hizo la denuncia pero fue un trámite burocrático que se perdió en un hospital sin testigos. “Hay que ver si los agarramos, porque muchas cámaras no funcionan”, le dijeron.
Hay algo que dijo Joy que todavía me retumba: “Reparar el dolor es volver a tocarlo. Y puede que un día duela menos, pero no deja de doler.” Contarlo es parte del intento amoroso y paciente de reeducar al mundo. Es con palabras —aunque tiemblen— que nuestras historias se hacen visibles. No para exhibir la herida, sino para que no se repita. Porque cada vez que alguien nos lastima, volvemos a decir: esto está mal.
Y cuando lo vuelvan a intentar, lo vamos a decir otra vez. Hasta que escuchen. O hasta que no quede más voz.
Y por eso Testosterona es una obra necesaria. Un testimonio devenido en poema escénico que no sólo visibiliza, sino que también interpela, emociona y deja marcas.
Porque habla de lo que otros prefieren callar. Porque nos recuerda que el arte no sólo expone la violencia, sino que también la resignifica y la enfrenta.
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En un momento de Testosterona, el performer dice:
“Yo puedo soportar muchas cosas, incluso puedo perdonar. Pero con la traducción tengo un tema, porque sabemos que toda traducción es una traición.”
Y se pregunta:
“¿Habré sido yo una mala traducción de mí mismo? ¿Hasta dónde fui capaz de traicionarme?”
Me gustaría devolverle esa pregunta, respondiendo con una cita de la película Todo sobre mi madre (1999), de Pedro Almodóvar. El personaje de La Agrado, una mujer trans interpretada por Antonia San Juan, nos recuerda:
“Una es auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma.”
Hoy comienza la tercera y última semana de la colonia de invierno destinada a niños y niñas de entre 5 y 10 años organizada por la Dirección de Deportes de la Municipalidad de Villa Regina. La actividad se desarrollará durante lunes, miércoles y viernes según el siguiente cronograma: *14 a 15,30 horas: concentración Plaza de…
El dirigente cargó contra la violencia institucional que ejerce el Gobierno y, además, brindó un panorama de las próximas elecciones legislativas: «Hay que ordenar la bronca y la esperanza», expresó.
El dirigente político Juan Graboi, brindó un panorama del clima social del país, tras las detenciones por el ataque a la casa del diputado José Luis Espert, y cargó contra la violencia ejercida desde el Gobierno: «Hay un terrorismo de estado de baja intensidad», expresó.
En una entrevista con el periodista Gustavo Sylvestre, en el programa Minuto Uno, uno de los líderes de la oposición describió la situación actual de Argentina: «Hay un terrorismo de Estado, no como en los ’70. La utilización de medios policiales, para lastimar colegas como Pablo Grillo; medios judiciales par hostigar jóvenes muy chicas, que intimidaron al hombre duro de la Provincia de Buenos Aires, financiado por el narco más peligroso, Fred Machado».
Además, agregó: «Vamos a representar a Mengolini, quien recibió una intimación masiva, sistemática con los organismos paraestatales, con la guita de la SIDE. Le ponen guita a un montón de trolls para que hostiguen. Y ahora llegaron un nivel superior: Inteligencia Artificial para desarrollar material íntimo y humillar a una persona. Hacerla padecer un sufrimiento, moral, psíquico y que se te va al cuerpo. Que tus hijos, tu hermano, tu familia reciba esa cantidad de odio: una foto de tu cuerpo, que mucha gente lo cree. Y el presidente sacando 40 tuits».
En el mismo sentido, expresó: «Hay una cacería en marcha que propicia Patricia Bullrich. Espert, que es un diputado, me ofreció bala cuatro veces, va a la Justicia y se siente intimidado. Espert es un cagón, tan macho alfa no es. Amigo de un narco, cobarde: se le nota en la cara, el que no siente la vibración de la maldad que tiene ese hombre.
Por otra parte, habló del fallo de YPF contra Argentina, que ordenó al país transferir su participación del 51% en la empresa a una cuenta de custodia: «Milei entregó YPF por la impunidad del caso LIBRA en un caso grave de traición a la patria. Debe ser abogado de todos lo intereses de los argentinos, pero parece ser el embajador británico de los kelpers, o embajador americano. Es una estafa, es la criptoestafa versión hidrocarburos«, aseguró el abogado.
En cuanto a las elecciones legislativas, abogó por «organizar la bronca y la esperanza» y aseguró que «el proceso surge desde abajo, el subsuelo de la patria es el que va a cambiar todo». Además, añadió: «Estamos en un momento de resistencia, atacar las medidas injustas del Gobierno, porque esta gente ya esta en el plano de la maldad».
Finalmente, concluyó: «Electoralmente hay que desdramatizarlo. En Rosario no hubo unidad y ganamos las elecciones, una paliza a los libertarios. En Capital hubo unidad y perdimos. Hay que meter la mayor cantidad de diputados posibles. Hay que representar los intereses de los pibes».
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