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EMERGENCIA PESQUERA, MERLUZA EN EXTINCIÓN

La merluza es uno de los recursos principales de la economía regional por excelencia del Golfo San Matías y constituye para el pueblo argentino el producto de mar de mayor consumo.

La gobernadora Arabela Carreras declaró la Emergencia Pesquera en el Golfo de San Matías por el término de un año, con el objetivo de parar la extinción de la merluza y de mitigar los efectos de la crisis económica generada por la escasez del recurso.

La medida se dispuso a través del Decreto 480/23, luego de un análisis pormenorizado de la Comisión Asesora de Pesca Marítima y tras conocerse los datos del informe «Campaña de Investigación Pesquera ReDe 2022 (Golfo San Matías – Río Negro), Monitoreo de Merluza y Especies Demersales».

A través del análisis se detectó la notable baja de ejemplares. Luego del mismo, se concluyó que la disminución observada en el indicador de rendimiento pesquero y en la biomasa del stock del recurso desencadenó un contexto productivo y económico complejo para el sector.

Se concluyó que la disminución observada en el indicador de rendimiento pesquero y en la biomasa del stock del recurso desencadenó un contexto productivo y económico complejo para el sector.

Es una cuestión multicausal, no podemos establecer una causa especifica. Si, los científicos que son los que nos están asesorando, que formaron parte de la investigación, nos indican que puede ser que esté relacionado con la pesquería de langostino”, explicó la subsecretaria de Pesca de Río Negro, Jessica Ressler. Y agregóEn el año 2016 aparece el langostino en el golfo San Matías y empiezan a darse capturas de langostinos. Y en ese contexto, muchas veces cuando el barco tira la red arrastra no solo langostino, sino también merluza, y se produce el descarte del recurso merluza en la pesquería de langostino”.

El langostino se pesca con red de arrastre lo que provoca que no sea una pesca seleccionada sino más bien se lleva todo puesto, entre ello la merluza. Seguramente vieron lo que está pasando en la milla 201 donde los “poteros” que son barcos específicos que pescan calamar por la noche, atraen al calamar con potentes luces, arrasando con todo lo que está a su alcance por medio de la pesca con red de arrastre generando impactos ambientales de grandes dimensiones, que no solo se limitan a la sobrepesca, sino también a la captura de especies amenazadas como la merluza. Las 300 embarcaciones que operan en el Pacífico Sur y la flota que opera en Atlántico Sur tienen un impacto terriblemente negativo sobre todo el ecosistema marino.

El langostino se pesca con red de arrastre lo que provoca que no sea una pesca seleccionada sino más bien se lleva todo puesto,
entre ello la merluza.

Los barcos que operan allí son de 4 nacionalidades: China, España, Corea del Sur y Taiwán. Todos están subsidiados por sus estados de bandera. No respetan ninguna regulación, ni norma ambiental, laboral, ni de seguridad de navegación.

Según la gobernadora el objetivo no solo es que la merluza no desaparezca sino también mitigar los efectos de la crisis económica generada por la escasez del recurso. La merluza constituye para el pueblo argentino el producto de mar de mayor consumo. Imagínense como influye su escacés en lo que es la economía regional de excelencia del Golfo.

Es por esto que no deja de llamar la atención la incongruencia de la decisión política de declarar la emergencia pesquera cuando el oleoducto de YPF que se aprobó en la legislatura derogando previamente de manera inconstitucional la Ley 3.308 que resguardaba al Golfo de actividades hidrocarburíferas va a ser emplazado en Punta Colorada, justamente donde se da el desove de la merluza.

Así y todo afirman que la economía regional de la pesca artesanal y el puerto exportador de hidrocarburos son compatibles.

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