EL PRIMER PODER SOS VOS
Un día del periodista que tiene poco de festejo y mucho de reflexión para quienes ejercemos la profesión, para quienes hacemos periodismo, de distintos géneros y por distintos medios. Pero también para la sociedad misma que es quien subvalora la pluralidad de voces que provienen principalmente de medios alternativos y consume lo que le sirven a domicilio.
Una profesión actualmente bastardeada por los patrones de estancia, en la que muchos periodistas que trabajan en grandes medios perdieron, y otros eligieron perder, la libertad. El valor más preciado para un comunicador y en consecuencia la dignidad y credibilidad. “El periodismo es libre o es una farsa”, decía Rodolfo Walsh (frase trillada pero representativa al máximo).
El periodismo se encuentra en una etapa crítica, de crisis institucional y profesional, pero como toda crisis, se puede visualizar como una cercanía al resurgir, y ese despertar está ligado directamente a los medios alternativos, independientes; que lejos de tomar la mano y entregar su culo a los medios hegemónicos o a las pautas de gobierno; eligen transitar un camino a la par de la gente, un camino lleno de obstáculos, agotador, poco redituable desde lo económico pero sumamente placentero desde lo profesional. Porque lisa y llanamente, si te llenás de plata haciendo periodismo, no estás haciendo periodismo.
El periodismo es una profesión que hoy te obliga a tener consciencia social, compromiso real y responsabilidad máxima. Cada palabra, cada signo de puntación, cada expresión; puede construir o destruir. En este momento crucial, donde el bombardeo mediático es insoportable, donde la idea de división de la sociedad mediante la generación de un sentimiento repulsivo como el odio, cala profundo y estimula esa sensación de superioridad argenta de unos sobre otros. Hacer periodismo no puede ser sólo un copy-paste de widget informativos de agencias, de gobiernos o de medios de la capital.
Porque de ese modo te convertís célula activa de los mass media que en connivencia con los poderes de turno siguen apuntalando como iniciativa el primer principio de propaganda política de Jossep Goebbels (1897-1945) ministro de propaganda nazi: el principio de simplificación y de la creación de un enemigo único, en cada coyuntura. Como también comparten como metodología de trabajo una de las frases de cabecera de Goebbels “Muchas repeticiones hacen a una verdad”, si sobre una comunidad se repiten muchas veces una mentira, se termina por convertir en verdad, termina por taladrar la subjetividad del receptor penetrando y adueñándose de ella, y cuando el receptor habla, repite lo que escuchó infinidad de veces. A ese nivel estamos.
Vos que hacés periodismo para hacer plata y no para expresarte colaborando en la construcción de una sociedad mejor, con valores sociales positivos, con honestidad y dignidad; ponderás y colaborás con los que tanto mal nos hacen. Reflexioná.
Pero también vos, que no dejás de mirar la caja boba, que seguís escuchando a los operadores políticos que lamen culos solo para regocijarse en el placer efímero de lo material. Vos que te convertís en un repetidor serial de personajes nefastos, tristes y lúgubres. Vos que no querés poner tu cabeza en funcionamiento, vos que te sentís cómodo siendo un ignaro para no ver lo que pasa a tu alrededor. Vos sos el primer poder, ni el segundo ni el cuarto, el primero. Hacete cargo.
Las herramientas están a tu alcance y tu fuerza radica en la posibilidad de crear tus propias ideas y no comprar el pescado podrido que antes le vendían a los periodistas y ahora no sólo lo cobran sino que además, te lo revenden a vos.
Tenés la posibilidad que te brindan las nuevas tecnologías de salirte del círculo vicioso que genera la espiral violenta en la que está sumergida la sociedad, y así dejar de darle poder a los medios hegemónicos que traccionan a partir de intereses propios, ajenos al común de la gente pero que coaccionan directamente en la cotidianidad de sus vidas.
Portada: The Wall-Pink Floyd