Golpeada por el caso Espert, Patricia Bullrich ahora busca una foto con Jorge Macri. El jueves visitarían el penal de Marcos Paz para intentar fidelizar el voto del PRO.
El escándalo narco que protagonizó José Luis Espert cruzó la General Paz. Como contó LPO, el rechazo no se circunscribe solamente a la Provincia de Buenos Aires, sino que pegó fuerte en el electorado porteño.
Meses atrás, los libertarios estaban esperanzados en sumar a los 30 puntos de Manuel Adorni en las elecciones locales, los 15 puntos que consiguió el PRO en mayo. Pero esa hipótesis aún no se cristaliza en las encuestas.
Cuando se conoció la profundidad del vínculo con Fred Machado, Patricia fue la primera en reclamar que Espert saliera a dar explicaciones. El pedido no fue inocente: «Las cocker se ponen de mal humor con Patricia por estar con narcos «, habían dicho desde el gobierno.
Peligra el voto cocker: Patricia y Francos amenazaron con romper si Espert no hablaba
Para los especialistas, el voto cocker es el segmento más potente que sigue a Mauricio Macri desde hace dos décadas y se trasladó a Javier Milei por pedido del propio líder del PRO. Lo integran las personas mayores de 57 años de clase media y alta que odian a Cristina Kirchner.
La campaña de Patricia en la Ciudad venía complicada por el malestar de los vecinos con el gobierno. En un principio, en el bullrichismo estaban ilusionados con una elección histórica que la dejara bien posicionada para pelear por la jefatura de Gobierno en 2027.
La denuncia de las coimas en Discapacidad fue el primer obstáculo en la camino de la ministra de Seguridad. Cerca de Patricia comenzaron a hablar de una elección en torno a los 40 puntos.
El escándalo de Espert empeoró las cosas: «Hoy está midiendo entre 32 y 38 puntos según la encuesta que mires», dijeron desde el PRO. «Falta proyectar indecisos, pero no pinta bien», señalaron ante la consulta de LPO.
En esa línea, está previsto que el jueves haya una foto con Jorge Macri en la nueva cárcel de Marcos Paz que está construyendo el gobierno porteño para desalojar la cárcel de Devoto y descomprimir la cantidad de presos alojados en las comisarías y alcaldías de la Ciudad.