Sobre la colocación de terraplenes para bloquear los accesos a la ciudad de Villa Regina y la posterior reapertura de algunos de esos accesos, más allá de mi opinión personal me pregunto por qué no se tienen en cuenta experiencias recientes en ciudades cercanas contextual y geográficamente parecidas a la nuestra, como lo es el caso de Gral Roca.
En la ciudad de los Soria, la gente presionó inmediatamente contra la quita de los montículos de tierra, incluso fueron los vecinos los primeros en palear para sacar la tierra, trabajo que después terminaron los municipales. Esta experiencia te da la pauta clara de que muy probablemente la comunidad se exprese y presione de la misma manera que lo hicieron los roquenses.
Si ante esa presión, sabés que vas a ceder, ¿con qué convicción colocás los terraplenes?. Hoy este tipo de errores que exponen fragilidad y falta de análisis en la toma de decisiones repercute inmediatamente en las redes.
Por lo menos desde lo geográfico y territorial es un error grave el haber cortado los accesos de entrada a una ciudad que está cortada transversalmente por la Ruta Nacional 22 y cuenta con no menos de 7 accesos de entrada. Sumado a esto, la falta de lectura política y social llama nuevamente la atención.
En estos casos la reconversión de experiencias ajenas en propias es una buena posibilidad de mejorar la toma de decisiones ante la falta de experiencia lógica en esta situación pandémica en la que estamos sumergidos.
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La casta armó la lista, la base se quedó mirando. Alejandro Fantino, indignado. El Gordo Dan, humillado. Las promesas de libertad, horizontalidad y «fin de los privilegios» quedaron en un Excel manejado a escondidas por Karina Milei y su flamante socio, Sebastián Pareja. El resultado: libertarios de Twitter afuera, políticos reciclados adentro. Y la interna estalló… con lágrimas.
Por Ignacio Álvarez Alcorta para Noticias La Insuperable
“¿A quién te comiste, Pareja?”
La frase no es de esta redacción, sino de Alejandro Fantino, que pasó del éxtasis libertario al enojo televisado en menos de lo que dura un spot de Milei gritando. El conductor, devenido en militante libertario, estalló en su programa contra el armador bonaerense: “¿Quién sos? ¿A quién le ganaste? ¡¿A quién te comiste, Pareja?!”
Fantino, que venía jugando a la militancia “desde abajo”, no toleró ver en las listas a «gente que no estuvo cuando había que bancar el proyecto». Lo que no dijo es que él se sumó cuando el proyecto ya estaba en la Rosada y la base de Twitter trabajaba gratis por retuits.
El Gordo Dan, del “brazo armado digital” al hazmerreír
Otro que lloró con emoticones fue Daniel Parisini, más conocido como El Gordo Dan, otrora paladín libertario en redes, ahora víctima de su propia ingenuidad. Página/12 lo describió como “el hazmerreír en redes”, y no es para menos: tras militar a pulmón y con gifs de Milei, hoy ve cómo lo dejaron afuera por completos desconocidos.
Dan y otros influencers libertarios esperaban un premio, una banca, un asesoramiento… aunque sea un cargo honorario. En cambio, vieron cómo Karina y Pareja llenaban las listas con empresarios, ex massistas, peronistas arrepentidos y hasta ex intendentes PRO, en una casta remixada y sin pudor.
La base libertaria, usada y descartada
La historia se repite, aunque esta vez con más peinados estrafalarios y menos dignidad. La militancia libertaria, que armó actos, viralizó videos y cubrió mesas en campaña, fue reemplazada por la verdadera casta: tipos con apellido, caja y contactos. Todo digitado entre las cuatro paredes donde manda Karina Milei, y ejecutado por Sebastián Pareja, ex PRO, ex massista, ex todo.
La jugada fue clara: aprovechar la mística y el sacrificio de los fans de Milei para armar poder territorial… y después tirarles un “like” y una palmada virtual. Un manual de cinismo político, versión siglo XXI.
¿La libertad avanza… o retrocede?
Mientras la Libertad Avanza intenta vestirse de institucionalidad, los que creyeron en la épica antisistema empiezan a ver el decorado caerse. Karina Milei ya no es la hermana del “león”, es una jefa política que te baja la orden y te arma la lista. Y Pareja no es un outsider, sino un operador de manual.
La bronca de Fantino y Dan no es por las ideas, es porque la rosca los dejó afuera. Pensaron que estaban en una revolución, y estaban en un casting.
La casta somos nosotros
La imagen es brutal: libertarios llorando por no estar en la lista, mientras un batallón de acomodados se cuelga de la boleta de Milei para seguir viviendo del Estado. Y pensar que juraban que eso era lo que venían a destruir.
Milei les grita “¡Viva la libertad, carajo!” desde el balcón, pero abajo la tropa se desangra. Y mientras tanto, Karina y Pareja siguen cerrando listas en secreto, blindados por el dedo de la jefatura y el silencio cómplice de los que sí entraron.