CUARENTA RAZONES

Los progresos actuales en materia de transportes y transmisiones no hicieron más que exasperar la patología inadvertida del desplazamiento que ya no es de aquí hacia allí, sino del ser ahí al ya no ser ahí

Paul Virilo, El arte del motor/Aceleración y realidad virtual

1- Por la salud de tu familia

2- Por tu propia salud

3- Por la salud de tu comunidad o ciudad

4- Por lo imprevisible del virus

5- Por el desfasaje entre las medidas

de las instituciones y la velocidad de propagación del virus

6- Por la oportunidad de frenar esta pandemia

7- Por la oportunidad de poder pensar cómo nos relacionamos con el otro

8- Por la oportunidad de revisar el daño que le estamos generando a este planeta

9- Por la posibilidad de dejar de darle tanta importancia a los mercados o al riesgo país

10- Por la posibilidad de parar y reencontrarnos con nuestros afectos

11- Para desplegar estrategias colectivas de cooperación

12- Para intentar revalorizar la importancia de las personas que trabajan en el sistema de salud

13- Para tomar consciencia de nuestras capacidades y limitaciones

14- Para reflexionar sobre nuestras sensaciones individuales y sociales

15- Para analizar las contradicciones humanas

16- Para comenzar a redefinir nuestras prioridades

17- Para sintetizar qué queremos y qué no queremos para nuestras vidas

18- Para aprender a aprender a convivir con los conflictos

19- Para diferenciar un miedo racional de un miedo desproporcionado

20- Para descentralizar los egocentrismos y los monopolios de todo tipo

21- Para darle lugar a la historia desde un enfoque crítico

22- Para dimensionar nuestro lugar en el mundo

23- Para respetar la diversidad en una complejidad heterogénea que tiende a la homogeneización

24- Para analizar los mecanismos de desigualdad social

25- Para investigar cuáles son las razones o complejidades de nuestros malestares

26- Para resguardar la autonomía y la libertad como principios de empatía hacia los demás

27- Para brindar espacios-temporales de recuperación

28- Para promover una educación inclusiva que fomente la socialización sin tender a la meritocracia

29- Para otorgarle al diálogo la posibilidad de apertura para la transformación de teorías y prácticas

30- Para analizar nuestros ritmos biológicos, psicológicos y sociales, y adecuarlos a los ritmos de la naturaleza y los trabajos

31- Para repensar y elaborar proyectos de conversión creativa que permitan crear puentes entre diferentes áreas de saberes y prácticas

32- Para reevaluar el rol de lo virtual en nuestras vidas

33- Para hacer de cada encuentro con el otro un arte del encuentro

34- Para protejer y construir nuestro futuro

35- Para brindarle herramientas simbólicas, materiales y humanas a nuestros hijos

36- Para rehabiltar los hábitos destructivos

37- Para conectarnos emocionalmente con nuestra memoria y nuestro presente

38- Para intentar rescatar los aspectos positivos de toda crisis

39- Para generar formas de responsabilidad en la que podamos cuidarnos mutuamente

40- Para amar, amar, amar y dejarse amar, sobre todo en un momento en que nos damos cuenta de que lo más importante es estar vivos.

Imagen de portada: Escuela de caballería italiana, 1906.
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  • ¿Cómo enfrentar el “contragolpe cultural”?

     

    Así como las afirmaciones terraplanistas no modifican el hecho de que la Tierra sea redonda, así como los movimientos antivacunas no cambian la naturaleza contagiosa del Covid, el conservadurismo cultural, expresado hoy por fuerzas como las que lideran Javier Milei y Donald Trump, no modifica esta realidad: las sociedades humanas son constitutivamente diversas, heterogéneas y desiguales; en todas las comunidades humanas, pero aun más en aquellas donde existen el dinero y el Estado, hay multiplicidades y hay disparidades.

    Qué hacer con esta diversidad es un debate que viene concentrando la mayor parte de la historia ideológica, filosófica y política, y que por supuesto no está saldado. Dentro de estas controversias, uno de los capítulos centrales es el concepto de libertad, que ha sido utilizado por la extrema derecha como una de sus banderas. Para los conservadores, hoy llamados libertarios, la libertad se basa en la idea de que somos todos iguales: un rico y un pobre son consecuencia del modo distinto en que cada uno usó sus posibilidades. En esta mirada, la desigualdad fáctica es una consecuencia de una igualdad ontológica. Para las corrientes conservadoras, la libertad agiganta desigualdades. El rol del Estado, además de garantizar seguridad y justicia, debe ser restringir la diversidad: el Estado, que no debería cobrar impuestos, sí debe decretar que hay dos géneros, que la familia debe estar constituida de cierta manera y que las mujeres no pueden disponer de sus cuerpos.

    Desde una mirada democrática y progresista que asume que las sociedades son por naturaleza diversas, en cambio, la igualdad es algo a construir. Pero esa perspectiva hoy está a la defensiva. A través de una serie de subterfugios de ingenieros del caos, la posición histórica que conjuga liberalismo cultural, pluralismo político y justicia social ha sido estigmatizada como “woke” o “progresista”. La expresión “woke” surgió en Estados Unidos, un territorio de alta intensidad en la batalla cultural, en referencia a “despertar” (awake) ante la discriminación (“despierto” en el sentido de “concientizado”); pero hoy se usa de modo despectivo, que es la connotación que le dio Milei en su discurso en Davos. Como si las personas que descienden de esclavos o de pueblos originarios, como si las mujeres, que hasta hace setenta años no podían votar, hoy, justamente porque se reconocieron algunas de esas desigualdades, contaran con privilegios.

    La derecha conservadora está presente en distintas corrientes políticas, del mismo modo que la corriente que defiende las diversidades está presente –aunque no de modo uniforme– en partidos distintos. En Argentina, el peronismo, el radicalismo, el socialismo y la izquierda cuentan entre sus integrantes con personas que defienden este punto de vista. Se trata de una corriente que busca principalmente dos metas: que las personas y los grupos sean cada vez más libres, y que esa libertad se sostenga en formas igualitarias que la hagan real y no puramente declarativa o formal. Es una corriente de opinión que pone en escena grandes tradiciones culturales de la modernidad, heredadas de la Revolución Francesa y la Estadounidense, y que no tiene una única posición en materia de desarrollo económico, justicia distributiva o lucha por la igualdad. Ese “progresismo” no está en contra de ninguna religión, pero sí lucha por una separación completa de cualquier religión y del Estado. Ninguna ley puede sustentarse en creencias religiosas. Pero sí debe haber leyes que, por motivos universalistas, exijan el respeto de todas las religiones. Esta perspectiva, sometida hoy a una fuerte ofensiva, merece una reflexión autocrítica.

    Acerca de la autocrítica

    La hegemonía cultural de la extrema derecha impacta en el campo progresista. ¿Los movimientos por la libertad de las diversidades se “pasaron de rosca”? La ofensiva cultural de Milei y las derechas extremas, la derrota electoral del peronismo y los niveles de inflación y pobreza que dejó el gobierno de Alberto Fernández han planteado ese debate. ¿Hay una incidencia de la lucha por las diversidades en el oscurantismo que estamos viviendo hoy? ¿No habremos ido demasiado lejos? ¿Se puede seguir sosteniendo la defensa del colectivo LGTBQi+ en el contexto actual?

    Los procesos sociales y políticos siempre son imperfectos. Conocer esas imperfecciones, practicar la autorreflexión, es clave para mejorarlos. Por otro lado, se trata de movimientos profundos y de larga duración. En Argentina, por ejemplo, el movimiento masivo de mujeres de los últimos años comenzó en 2015 con el “Ni Una Menos”, una gigantesca movilización contra la violencia de género. ¿Frenar el reclamo contra los asesinatos de mujeres hubiera sido “menos radicalizado”? Y hoy, ¿qué está más vigente? ¿El reclamo de que no mueran más mujeres por el hecho de ser mujeres o la propuesta oficial de retirar del Código Penal el agravante por femicidio?

    La autocrítica no equivale a autoflagelación; debe ser una reflexión sobre prácticas y políticas que nos implican. Entre las múltiples causas que produjeron esta nueva etapa histórica global de las derechas extremas están, en efecto, los profundos déficits de la izquierda, la centroizquierda y los partidos tradicionales. Pero no coincido con quienes, subidos a la marea reaccionaria, afirman que la culpa es del progresismo, de un supuesto “wokismo” o de una “excesiva” ampliación de derechos civiles. Ese argumento puede terminar en diputados que voten con Milei regresiones culturales o puede llevar a un catolicismo de gobierno en contra de la libertad de las personas y los grupos. Empieza cuestionando el DNI no binario y termina aboliendo el divorcio.

    Pero entonces, ¿cuáles son esos errores de la izquierda? Si hubiera que elegir uno, diría lo siguiente: mientras las vocaciones igualitarias y de justicia social se tornaban cada vez más difíciles de lograr, en gran parte por no tener una alternativa concreta al capitalismo neoliberal, la izquierda avanzó con leyes y políticas tendientes a garantizar derechos civiles. Dependiendo de los países, se avanzó en materia de identidad de género, aborto, discriminación positiva, educación sexual, matrimonio igualitario, derechos de los pueblos originarios y los migrantes. Cuantas más dificultades aparecían en materia económica y social, cuanto más complicado se hacía sostener el horizonte de movilidad social, más se acentuaron estos derechos como compensación.

    La autocrítica no equivale a autoflagelación: debe ser una reflexión sobre prácticas y políticas que nos implican.

    Ese fue el gran problema. Las libertades civiles no pueden compensar el fracaso económico o social. Si son las únicas banderas que se agitan cuando se desfinancia el Estado de Bienestar, se retiran regulaciones públicas o se producen escaladas inflacionarias, como en el caso argentino, se corre el riesgo de que las fuerzas democráticas queden reducidas y debilitadas. Los límites para corregir o superar el neoliberalismo los terminan pagando los avances en materia de diversidad o pluralismo.

    Mi primera tesis es que, frente a quienes creen que la ampliación de libertades favoreció a la derecha extrema, creo que su causa es el fracaso económico.

    En segundo lugar, la cuestión de los particularismos. Mientras Martin Luther King buscó cambios que mejoraran la desigualdad estructural de la sociedad norteamericana, muchas políticas de la identidad del siglo XXI se concentraron en derechos particulares. Y es difícil pedirles algo más que simpatía pasiva o inactividad a quienes no están directamente involucrados en la conquista de un derecho. Esto no implica que movimientos como “Ni Una Menos”, “Black Lives Matter” o la “Marcha anti-fascista” de febrero de 2025 no hayan sido señales contundentes en la dirección correcta, sino simplemente llamar la atención sobre cuál puede ser el alcance de esas convocatorias.

    Algo similar ocurre con el “lenguaje inclusivo”. Se trata de un cambio cultural crucial, que busca ampliar libertades e incluir diversidades. Pero debe expandirse a partir de la posibilidad, no como imposición. Los mayores fracasos del cambio cultural ocurrieron cuando se pretendió imponer a través de prescripciones. El liberalismo cultural busca ampliar, no restringir, las posibilidades de las personas.

    El caso de las cuotas

    Muchas veces, en lugar de luchar por cambiar una legislación, una política o un presupuesto, las reivindicaciones progresistas se enfocaron en personas concretas: los varones blancos, incluyendo casos de punitivismo extra-judicial, como escraches a adolescentes, altamente polémicos. En aquellos casos, hubo voces feministas potentes que alertaron que el feminismo no surgió para cambiar al dueño del poder del patriarcado, sino para modificar un tipo de poder y de dominación. El punitivismo y la cultura de la cancelación fueron algunos de los errores más graves. Pero no es verdad que sean inherentes a los reclamos por la diversidad y la libertad: fueron casos minoritarios en causas justas.

    Detrás de este tipo de cuestiones aparece un problema que vale la pena debatir a futuro: la tensión entre lo particular y lo universal. Si cada uno de los grupos discriminados reclamara sólo para sí mismo, si todo se tradujera en una simple cuota por grupo, a largo plazo se terminarían socavando algunos de los consensos culturales necesarios para mantener las políticas de acción afirmativa. Un ejemplo es el de las universidades. En la mayoría de los países del mundo existe un sistema de examen de ingreso a la universidad y cupos por carrera. Al observar las universidades se hacía evidente que la abrumadora mayoría de los alumnos eran varones blancos. Eso llevó a reclamar políticas de cuotas raciales, étnicas y nacionales, como las que se terminaron concretando en Estados Unidos y Brasil. Este sistema garantizaba una mayor presencia de diversidades, restando lugares a los blancos. Pero, ¿qué quedaba, por ejemplo, para los blancos pobres? ¿Quién se preocupó de su situación? En muchos casos fueron los grandes olvidados, lo que contribuyó a que volcaran su respaldo a fuerzas políticas conservadoras que dicen defenderlos. ¿Qué hubiera ocurrido si se hubiera incluido una cuota general para los estudiantes de colegios públicos de bajos recursos en el ingreso a la universidad? Mientras en un terreno puramente cultural la especificidad por grupo es adecuada, en cuotas vinculadas a desigualdades puede no producir las consecuencias buscadas.

    En un mundo dominado por la incertidumbre económica, en el que se achican los recursos públicos, muchos países optaron por un modelo de cuotas para asegurar la presencia de los grupos discriminados no sólo en el acceso a la universidad sino también al empleo público –y en ocasiones al empleo privado–. Esto implica que los logros de la ampliación hacia los sectores discriminados se hicieron sobre la base de una reducción relevante de la participación de los sectores anteriormente privilegiados. Y esta estrategia, correcta desde un punto de vista filosófico, se topa con un problema político. Las personas de carne y hueso que se ven afectadas, que no logran ingresar a la universidad o no consiguen empleo, se van pasando en masa al ejército del “contragolpe cultural”, esperando el surgimiento de un Trump, un Milei o cualquier otro líder que proponga revertir la situación.

    Se trata de un error recurrente del progresismo: no percibir el dolor de las víctimas de sus políticas, y no elaborar una respuesta. Mi punto es sencillo: si se presuponen las restricciones económicas, como de hecho las aceptaron la mayoría de las fuerzas de centroizquierda en Europa y América, que los perdedores de la discriminación positiva pasen al otro lado es inexorable. Pero si se cuestiona un modelo que reduce los impuestos a la riqueza y desfinancia al Estado, y se usa ese dinero para ampliar el acceso a la universidad y el empleo, logrando mejorar la diversidad sin afectar drásticamente los espacios previos, la base política de la derecha extrema quedará reducida. Es cierto que esto no es posible para los varones privilegiados, que inexorablemente se verán afectados: será necesario pensar una política cultural específica para ellos.

    La defensa de la libertad

    Estamos ante un feroz ajuste a las libertades y es urgente emprender una fuerte defensa de políticas por la libertad basada en igualdades. La libertad, convertida en el eslogan hueco de la extrema derecha, no puede ser resignada por las fuerzas democráticas y progresistas. El principio básico de la lucha por la libertad es maravilloso: que las personas y los grupos puedan autorrealizarse en todas las dimensiones de la vida. Esto incluye su identidad de género, étnica, nacional, local, religiosa, así como su libertad de expresión, en la familia, en el trabajo…

    Esas libertades tienen un requisito: un piso de igualdad, porque quien sufre desnutrición no puede ser libre, quien no puede acceder a la escuela no puede ser libre. Una comunidad libre es aquella que garantiza un piso de igualdad para todos sus miembros.

    Los libertarios conservadores de la extrema derecha afirman que ser iguales es que cada uno se las arregle como pueda. Es una propaganda basada en la negación de la historia tal como sucedió. Los esclavos existieron hasta el siglo XIX bajo el imperio de la ley, y los afrodescendientes continúan siendo discriminados en prácticamente todos los países de América y Europa hasta hoy. La conquista colonial existió. El patriarcado y la desigualdad de géneros existieron… y todavía existen. En muchos países las mujeres votan recién desde hace algunas décadas. Y en la mayoría de los países europeos y americanos jamás hubo una presidenta o una primera ministra mujer. El capitalismo, por su parte, tiene mecanismos poderosos para reproducir la desigualdad de clases entre generaciones: a través de la herencia y también de la “herencia de clase”. La mayoría de los hijos de personas pobres son pobres. La movilidad social ascendente está en crisis en la mayoría de los países, y los mecanismos sociales que la hacían posible se están debilitando a un ritmo vertiginoso. Los libertarios conservadores quieren liquidar esos mecanismos, del mismo modo que se proponen atacar las leyes que tienden a asegurar libertades vinculadas a la diversidad y la disidencia. Esto implicará también contrarrestar su ofensiva individualista poniendo en valor la solidaridad, lo común y lo público. Enfrentar políticamente aquel proyecto exige autorreflexión y determinación.

     

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    NUDOS ALBERTINIANOS

    Max Weber definió al Estado como el monopolio de la violencia legítima. Dicho de otra forma, el Estado tiene la facultad de ejercer la violencia simbólica, institucional o física que lo avala por su poder de autoreferencia legitimante. ¿Cómo se podría revertir esta conceptualización del Estado? Con actos, es evidente, porque el discurso no alcanza……

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  • Menem quiere sacarle un auditor al PRO para dárselo a Sáenz

     

    El peronismo, el PRO y el bloque de Miguel Pichetto podrían confluir en una sesión para cubrir las vacantes de la AGN este miércoles, a siete días de la jura de los nuevos integrantes de la Cámara Baja. El gobierno intenta desactivar esa iniciativa porque prefiere votar los nombramientos con la nueva composición parlamentaria.

    La coincidencia entre las bancadas de Germán Martínez y Cristian Ritondo podría producirse por el incumplimiento sistemático de los acuerdos que traban los aliados del PRO con Martín Menem, quien habría comprometido una plaza en el colegio de auditores al gobernador Gustavo Sáenz. Fuentes parlamentarias dijeron a LPO que el salteño piensa en ese lugar para la diputada Pamela Calletti, cuyo mandato vence en diciembre.

    Calletti presidió hasta ahora el bloque Innovación Federal, que reúne a sus pares de Salta, Pablo Outes y Yolanda Vega, más los misioneros que responden a Carlos Rovira y el rionegrino Agustín Domingo. Alrededor de ese núcleo orbitó también el neuquino Osvaldo Llancafilo, hombre de Rolando Figueroa.

    La apuesta de los libertarios sería que Calletti coseche los apoyos de los gobernadores que conducen ese lote de legisladores y consigan también el respaldo de los catamarqueños de Raúl Jalil y el tucumano Osvaldo Jaldo. «Desde el sector de los gobernadores y el peronismo federal reclaman un lugar», deslizó ante LPO un diputado que sigue de cerca la negociación con el gobierno nacional. 

    Calletti y Alberto Arrúa.

    Un colega suyo fue más directo: «Pamela Calletti tiene CV y estamos juntando las voluntades, y además no se puede obviar la representatividad de los diputados que trabajan con los gobernadores». La salteña fue ministra y fiscal de estado en el Ejecutivo de su provincia, también acredita un máster en Derecho Administrativo por la Universidad Austral y fue subdirectora del posgrado de Especialización en Abogacía Pública. 

    El asunto es que los diputados no solo escogen sus representantes en la AGN por antecedentes académicos sino también por volumen político.

    Fracasó la negociación de Mayans con Vischi por la Auditoría y sondean a Lousteau

    Mauricio Macri, por su parte, pretende una silla de auditor para su ex ministro de Trabajo, Jorge Triaca, mientras que UP impulsa a Juan Forlón y el pichettismo promueve a Emilio Monzó. Atrás quedó en la pulseada el radicalismo, que juntaba firmas para darle una de las vacantes a Mario Negri.

    La AGN quedó vaciada hace más de un año. Sólo una de las oficinas permanece ocupada por su presidente, Juan Manuel Olmos, quien carece de facultades para auditar. «Es una locura que la auditoría esté sin auditores desde 2024, que Diputados no las nombre y que a eso se hayan sumado las vacantes en representación del Senado, un país sin presupuesto y sin control externo es, por lo menos, poco serio», dijo una legisladora aliada.

    Están ofreciendo ese lugar a los salteños y, si se lo están ofreciendo a Pamela, es porque nos lo van a cagar a nosotros, entonces nos sentamos nosotros y te lo cagamos a vos.

    El oficialismo aspira a que la oposición fracase en la búsqueda del quórum pero el fastidio empieza a escalar, en medio de las negociaciones de la Casa Rosada con los gobernadores por el Presupuesto, y por el momento celebra que el pedido de convocatoria de peronistas y pichettistas todavía no se formalizó. Un diputado memorioso comparó la actitud de Menem con la que habría tenido Macri durante su presidencia: «Hacen la gran ‘le prometo a todos’, igual que Macri, cuando iba el Tano Angelici y le ofrecía un procurador, iba otro y le ofrecía otro nombre, iba un tercero y le arrimaba otro más y resulta que había un montón de procuradores y un solo cargo», resumió.

    La relación de Ritondo con Menem también está atravesada por la tensión del gobierno libertario con Macri, después que Patricia Bullrich se llevara un grupo de legisladores a La Libertad Avanza. «Si no hay un compromiso serio de que van a cumplir, quedamos mal hacia adentro. Estamos cansados de poner la cara por ellos», comentó ofendida una legisladora leal a Macri.

    El bloque macrista es conciente que, si el gobierno le está ofreciendo un auditor a los gobernadores, sería a costa del que Macri reclama para Triaca. «Están ofreciendo ese lugar a los salteños y, si se lo están ofreciendo a Pamela, es porque nos lo van a cagar a nosotros, entonces nos sentamos nosotros y te lo cagamos a vos», dijo.

     

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  • Pullaro consiguió financiamiento internacional por USD800 millones para obra pública y energía

     

     

    El ministro de Economía de Pullaro, Pablo Olivares, siguió la operación desde Wall Street que concretó un préstamo internacional millonario para financiar obra pública, proyectos energéticos y seguridad. El funcionario fue a buscar 500 millones y se vino con crédito por 800 cuando el mercado terminó ofreciendo más de mil ochocientos millones de dólares.

    El financiamiento se consiguió mediante la colocación del bono SF34 que reunió 800 millones de dólares: «Es un día histórico para Santa Fe: los inversores extranjeros demostraron su confianza por la Provincia», declaró Olivares desde el distrito financiero de Manhattan.

     [Pullaro busca USD 500 millones en Wall Street para obra pública]

     «La operación confirma la fortaleza fiscal y la solvencia institucional del Gobierno Provincial para salir a los mercados internacionales en condiciones favorables», agregó el funcionario exultante por el resultado.

    El financiamiento por 800 millones de dólares a 9 años con una tasa nominal del 8,10 % se consiguió por el bajo nivel de endeudamiento de Santa Fe, la gestión ordenada y transparente de las cuentas públicas, y un detalle no menor; junto con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires son los únicos dos gobiernos subnacionales que nunca reestructuraron su deuda, señaló el ministro de Economía.

     El financiamiento por 800 millones de dólares a 9 años con una tasa nominal del 8,10 % se consiguió por el bajo nivel de endeudamiento de Santa Fe, la gestión ordenada y transparente de las cuentas públicas 

    En diálogo con La Política Online, funcionarios de Economía provincial negaron que exista algún cortocircuito con el ministro Luis «Toto» Caputo a raíz del endeudamiento como circuló en algunos medios locales: «No nos llegó directa ni indirectamente ninguna señal ni mensaje y tenemos luz verde para salir», dijeron.

    Pablo Olivares, ministro de Economía de Santa Fe

    De hecho, en el Ministerio de Economía de Santa Fe señalaron que el crédito internacional que toman las provincias en dólares ingresa al Banco Central que gira pesos y las divisas externas quedan en la cuenta corriente nacional.

    Además, en la Casa Gris festejaron porque recibieron ofertas por USD 1.800 millones de más de 111 grandes inversores internacionales y más de 1.200 inversores minoristas. «Ese monto de oferta global incluyó una oferta local por USD 350 millones realizada por mas de 800 inversores bancarios, institucionales y minoristas de la Argentina, lo cual es una fuerte señal de apuesta de inversores nuestro país a invertir en el crédito de la Provincia de Santa Fe», destacó Olivares.

     En la Casa Gris festejaron porque recibieron ofertas por USD 1.800 millones de más de 111 grandes inversores internacionales y más de 1.200 inversores minoristas 

    El ministro consideró que lo ocurrido en Wall Street este jueves con Santa Fe «es también una buena noticia para el país, porque es una señal de la confianza en la Argentina para su inserción en los mercados internacionales».

    En cuanto al destino de los fondos, el gobernador Pullaro dijo que se orientarán a financiar obras estratégicas «Este financiamiento se aplicará a proyectos energéticos, rutas, infraestructura de seguridad y obras sociales que impactan de manera directa en el desarrollo de Santa Fe». 

    Entre los destinos prioritarios de la inversión figuran los grandes gasoductos que ampliarán la matriz energética y reducirán costos logísticos para la industria; obras destinadas a optimizar la infraestructura vial, con foco en la modernización y el mantenimiento de rutas claves para la circulación de bienes; y proyectos vinculados a la seguridad pública, como nuevas Estaciones Policiales, adquisición de móviles, equipamiento y mejoras en el sistema penitenciario.

    Además, se financiarán obras de infraestructura social en distintos puntos del territorio, orientadas a mejorar la calidad de vida y acompañar el desarrollo urbano y comunitario. El financiamiento internacional permitirá acelerar estas intervenciones y dotar de mayor previsibilidad al plan plurianual de obra pública, dijeron.

     

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  • Lospennato se rebela contra Mauricio Macri y asumirá en la Legislatura

     

     Silvia Lospennato se rebeló contra Mauricio Macri y dejaría su banca en el Congreso para asumir en la Legislatura.

    Mauricio Macri pretendía que siguiera hasta 2027 como una forma de meterle presión a Javier Milei y ser uno de los árbitros en las discusiones parlamentarias. El líder del PRO quería mantener una tropa lo más numerosa posible, pero no sucedió exactamente lo contrario. Con la renuncia los libertarios sumarán otra banca.

    Lospennato asumirá en el parlamento porteño en contra de la voluntad del ex presidente. La maniobra si tuvo la bendición de Jorge Macri.

    LPO había publicado que Lospennato no juraría su banca: entre el martes y el miércoles los legisladores electos se presentaron en la Legislatura para completar los trámites previos a su asunción.

    Con el apoyo de los libertarios, el larretismo y la UCR, Macri consiguió el presupuesto 2026

    Lospennato y Hernán Lombardi fueron los únicos en ausentarse, pero sus casos son distintos: el todavía ministro de Desarrollo Económico pretende seguir en funciones ejecutivas. Lospennato reprogramó su cita y pasará por el parlamento porteño en las próximas horas.

    Las novedades son positivas para Waldo Wolff, que asumirá el 10 de diciembre y malas para Daniel Angelici, que no podrá sumar otra banca en el parlamento porteño. De todas formas, el Tano gana cada vez más influencia en el poder legislativo.

    Por los pasillos de la Legislatura fuentes oficialistas dijeron que Lospennato buscaría pelearle la jefatura de bloque a Darío Nieto.

    «Hacer eso sería ir a fondo contra Macri. Daro es un tipo que casi se come un celular por Mauricio. Esa no la veo, es mucho», dijeron en el PRO. Al parecer, el ex secretario privado de Macri seguiría al frente de la bancada oficialista.

     

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