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CREAR CON UN PUNTO DE INICIO EN LO NATURAL

“Cuando los maestros y los chicos cuidan su escuela, cuando la limpian, cuando la dejan preparada para el otro día entonces no hace falta hablar de ecología cuando uno cuida el lugar que habita, ya está“. Juan Carlos Videla, Ex director del Instituto Roberto Themis Speroni. City Bell, Bs. As.

Estas son palabras con las que me crié, Carlitos” como le decíamos en la escuela nos invitaba a reflexionar todos los días respecto al compromiso y las responsabilidades en cuanto a los residuos que generábamos, tuve la fortuna de escucharlo a diario en una escuela que fui desde los tres años hasta mis dieciocho años, excepto por dos años que fui al Colegio Nacional en Villa Regina, Río Negro.

En este colegio del alto valle de Rio Negro me crucé con una realidad diferente, en el kiosco se vendían productos envueltos en plásticos, en los recreos los chicos comían sus alfajores y tiraban los envoltorios al piso porque había otra persona que los juntaba por ellos. Nos sentábamos en sillas y mesas escritas y los salones estaban repletos de ruidos, nada más lejano a un ambiente “saludable y cuidado”. Gracias a esas dos experiencias de vida, con mis diecisiete años, ya tenía en claro, por lo menos, cómo quería vivir.

Hace tiempo estoy buscando, desde el lugar de la moda, alternativas de producción y tuve la oportunidad de hablar con personas que trabajan con residuos textiles para producir nuevos productos, un concepto llamado moda circular, también entablé conversaciones con personas que generan a partir de insumos de la naturaleza.

Hace tiempo estoy buscando, desde el lugar de la moda, alternativas de producción

Sofía Drago

Esto es un tema que a mí, particularmente, me ha puesto en jaque debido al momento que estamos viviendo como humanidad. Está claro que nos encontramos en un momento de transición, gran parte de la sociedad hace revoluciones y levanta la voz pidiendo con urgencia un cambio en los métodos productivos cuando el mundo de la industria convencional pareciera inmenso, y es inmenso realmente. Así como también es incipiente el grupo de personas que están construyendo de cero desde un bien social y ambiental.

Me ha puesto en jaque porque las transiciones llevan tiempo, décadas si hablamos de cambios a nivel mundial, entendemos que debemos crear con un punto de inicio en lo natural, pero además hoy nos encontramos con basurales gigantes de textiles. Hace unos meses se viralizó una foto del fotógrafo Martín Bernetti en la que muestra un basural textil en el desierto de Atacama, simplemente mostró algo que viene sucediendo hace mucho tiempo generado por la industria de moda, liderada por la dinámica del “fast fashion”.

Afortunadamente el concepto de que “tener más es mejor” está cambiando, ¿Cuántos objetos de plástico tenemos en nuestros hogares que son de un solo uso? ¿Cuántas prendas tenemos en nuestro placard con el fin de sentir la sensación de que tenemos variedad para vestirnos? ¿En toda esa variedad nos sentimos seguros? ¿Cuál es el problema de tener pocas prendas, de buena calidad y repetirlas?

Acompañado con el boom de Instagram y el compartir historias para sentirse “cool” si en cada foto tenés una prenda distinta. He escuchado a muchas personas decir, este conjunto lo vuelvo a usar porque el otro día me puse lo mismo y no subí ninguna foto así. Deberíamos detenernos ahí y pensar en esto que no sólo está en nuestra mente sino que además llega a verbalizarse.

Un Stop cada tanto viene bien. ¿Estamos informados acerca de la trazabilidad de esas prendas que utilizamos? ¿Quién lo cortó, quién lo cosió? ¿Este textil o producto terminado proviene de Asia? ¿Estamos pagando por algo que requiere un transporte de miles de kms?

El transporte marítimo contamina, durante las operaciones normales y en casos de accidente, los buques pueden descargar una gran variedad de sustancias contaminantes, directamente en el medio marino, o bien indirectamente a través de la atmósfera. Esos contaminantes pueden ser hidrocarburos y mezclas oleosas, sustancias nocivas líquidas, aguas sucias, basuras, sustancias nocivas sólidas, pinturas antiincrustantes, organismos foráneos, e incluso ruido. Muchos de estos elementos pueden afectar desfavorablemente al medio marino y a los recursos vivos del mar.

Es decir, ¿Estamos dispuestos a contaminar el Oceáno Pacífico para obtener una remera o un jean más barato?

El 15 de marzo se celebró el día del consumidor responsable y uno de los pedidos desde los promotores de este movimiento, instituciones y gobiernos involucrados fue que los consumidores realicen compras de productos locales y esto se debe a que, tanto el transporte marítimo, aéreo y terrestre son parte de un problema que hoy no está resuelto. Incluso en las empresas certificadas B (certificadora que evalúa y mide el desempeño ambiental y social de una empresa) llega un momento de crecimiento en donde se genera la exportación de productos a otros países o continentes y de alguna manera esa huella de carbono se debe compensar con un impacto positivo ambiental.

El 22 de Marzo se celebra el Día Mundial del Agua, una fecha propuesta en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo efectuada en Río de Janeiro en el año 1992, con el fin de generar concientización y valoración sobre este líquido esencial para todos los seres vivo; en este marco les quiero acercar dos marcas de moda circular que son un ejemplo para el momento que hoy estamos transitando. Una inspiración para el cambio.

Bond Eyewear es una marca argentina que realiza gafas de lectura y de sol hechas a partir de plásticos, extraídos directamente del Río de La Plata, cuentan con una forma de pago que es través de la entrega de plásticos en su local.

Hoy en día, estamos atravesando una problemática mundial: La contaminación por plásticos. Año a año terminan en el océano alrededor de 8 millones de toneladas de este material, afectando directamente al ecosistema marino y por consiguiente a nosotros. A raíz de este problema, fundamos BOND, un “vínculo” con el medio ambiente” Malcom Rendle, fundador de Bond Eyewear.

Bond Eyewear

EcoAlf es una marca de ropa española que realiza prendas hechas a partir de materiales reciclados por ejemplo redes de pesca, utilizando en un punto justo de equilibrio métodos innovadores y de diseño.

“Desde el 2010 nuestra meta es reducir el consumo de recursos naturales, por eso decidimos usar materiales reciclados, como nylon y poliéster, que provienen de fuentes recicladas y pueden ser reciclados muchas veces. El Estándar de Reciclaje Global (GRS) garantiza que todos los tejidos que usamos provienen de fuentes recicladas. Ecoalf es un marca GRS certificada.”

Ecoalf

Celebro la creación de estas empresas/pymes que están trabajando en una constante búsqueda, desde hace décadas, de materiales y formas innovadoras de producción debido a la situación en la que nos encontramos hoy. Defiendo que la creación a partir de la naturaleza termina descomponiéndose amigablemente en un suelo natural pero hoy nos encontramos con el patio de atrás repleto de basura y alguien debe ocuparse de esos residuos para que no  terminen en los océanos o quitándole calidad de vida a los seres vivos que nos rodean.

Portada: Ecoalf

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