Sociedad

  • Las acciones del Merval perdieron casi la mitad de su valor y el mercado no espera una recuperación

     

    El Merval atraviesa una de sus peores rachas, y los especialistas no creen que la tendencia vaya a revertirse fácilmente, por la alta incertidumbre política y económica que vive la Argentina.

    El índice que nuclea el comportamiento de las principales empresas argentinas que cotizan en bolsa ya retrocedió un 47% en dólares desde que arrancó el año. Hoy en día, se negocia con un valor de 1.149 puntos, el nivel más bajo desde agosto de 2024.

    En todo este periodo, el Gobierno de Javier Milei sufrió una dura derrota en las elecciones legislativas de la Provincia de Buenos Aires (PBA), se desestabilizó la situación cambiaria y el Congreso les puso varias trabas a proyectos presentados por el oficialismo.

    «El Merval de 2025 es, sobre todo, una historia de política, macro y tipo de cambio: arrancó el año en cerca de 2.400 puntos y bajó a alrededor de 1.160 (con un piso intradiario en 1.061). La derrota en Provincia de Buenos Aires, el ruido en el Congreso y la defensa de la banda cambiaria agrandaron la prima de riesgo y achicaron múltiplos; los rebotes existieron, pero fueron de ‘titulares’, a partir de noticias favorables por parte de Estados Unidos», afirmó a LPO Matías Cattaruzzi, analista de Acciones en Adcap Grupo Financiero.

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    Alan Versalli, analista de Investigación en Cocos Capital, agregó que lo que marcó el año en términos de Merval fue la volatilidad con tendencia a la baja iniciada a partir del pago de cupones del 9 de enero.

    Las expectativas de cara a fin de año estarán completamente determinadas por el resultado de los comicios. El mercado descuenta un Merval con una amplitud de 25% (al alza o a la baja) de cara a diciembre.

    «Desde ese momento, pasaron a dominar, primero, la coyuntura internacional con la política arancelaria de Donald Trump y las esquirlas del ‘Liberation Day’. Luego, y a raíz de esto último, las incógnitas respecto al esquema cambiario del Gobierno que derivó en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Y, por último y más reciente, el ruido político interno como consecuencia de las elecciones en provincia», opinó.

    En este contexto, el mercado está a la espera de lo que suceda en las elecciones legislativas de octubre, que serán decisivas para determinar cómo evolucionarán las acciones argentinas y el tipo de cambio y, por ende, el índice Merval.

    «Desde el comienzo de la actual gestión, en diciembre de 2023, se sabía que el resultado de las elecciones intermedias iba a ser fundamental. En especial por el camino de ajuste que se llevó adelante. En este sentido, el momento de conocer con claridad si los argentinos confirman o rechazan este rumbo se acerca», mencionó Versalli.

    Y añadió: «Las expectativas respecto al principal índice bursátil de cara a fin de año estarán completamente determinadas por el resultado de los comicios. Es muy difícil poder pronosticar la evolución de las variables en un contexto extremadamente dicotómico. De corto, lo única verdad es lo que los activos tienen en precios. Hoy, la volatilidad implícita en el mercado de opciones marca que el mercado descuenta un Merval con una amplitud de 25% (al alza o a la baja) de cara a diciembre. En principio, luce conservador, y es probable que la brecha se amplíe en la medida que nos acerquemos al 26 de octubre».

    En tanto, Rubén Ullúa, experimentado analista técnico de mercados financieros, afirmó que la bolsa argentina todavía tiene posibilidad de sufrir una caída más dado que los inversores entraron en un modo de «escepticismo» respecto a lo que pueda pasar con los resultados.

    «Eso no significa que se tenga que profundizar demasiado la caída. En términos de valores en dólares, yo tengo la zona de 1.000/900 puntos como contención, como zona de objetivo y soporte. Creo que los precios podrían buscar ese rango y ahí marcar un piso», sostuvo.

     

  • Golpeada por el caso Espert, Patricia ahora busca una foto con Jorge Macri

     

     Golpeada por el caso Espert, Patricia Bullrich ahora busca una foto con Jorge Macri. El jueves visitarían el penal de Marcos Paz para intentar fidelizar el voto del PRO.

    El escándalo narco que protagonizó José Luis Espert cruzó la General Paz. Como contó LPO, el rechazo no se circunscribe solamente a la Provincia de Buenos Aires, sino que pegó fuerte en el electorado porteño.

    Meses atrás, los libertarios estaban esperanzados en sumar a los 30 puntos de Manuel Adorni en las elecciones locales, los 15 puntos que consiguió el PRO en mayo. Pero esa hipótesis aún no se cristaliza en las encuestas.

    Cuando se conoció la profundidad del vínculo con Fred Machado, Patricia fue la primera en reclamar que Espert saliera a dar explicaciones. El pedido no fue inocente: «Las cocker se ponen de mal humor con Patricia por estar con narcos «, habían dicho desde el gobierno.

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    Para los especialistas, el voto cocker es el segmento más potente que sigue a Mauricio Macri desde hace dos décadas y se trasladó a Javier Milei por pedido del propio líder del PRO. Lo integran las personas mayores de 57 años de clase media y alta que odian a Cristina Kirchner.

    La campaña de Patricia en la Ciudad venía complicada por el malestar de los vecinos con el gobierno. En un principio, en el bullrichismo estaban ilusionados con una elección histórica que la dejara bien posicionada para pelear por la jefatura de Gobierno en 2027.

    La denuncia de las coimas en Discapacidad fue el primer obstáculo en la camino de la ministra de Seguridad. Cerca de Patricia comenzaron a hablar de una elección en torno a los 40 puntos.

    El escándalo de Espert empeoró las cosas: «Hoy está midiendo entre 32 y 38 puntos según la encuesta que mires», dijeron desde el PRO. «Falta proyectar indecisos, pero no pinta bien», señalaron ante la consulta de LPO.

    En esa línea, está previsto que el jueves haya una foto con Jorge Macri en la nueva cárcel de Marcos Paz que está construyendo el gobierno porteño para desalojar la cárcel de Devoto y descomprimir la cantidad de presos alojados en las comisarías y alcaldías de la Ciudad.

     

  • Jorge con Simone Biles

     

    La gimnasta estadounidense Simone Biles, una de las máximas figuras del deporte mundial, fue recibida en la sede de Parque Patricios por el Jefe de Gobierno, Jorge Macri, donde dio la charla motivacional «El poder de creer». 

    La visita de Biles representa un hito histórico tras la designación de Buenos Aires como Capital Mundial del Deporte 2027, un reconocimiento a las ciudades por su alto nivel de promoción y desarrollo deportivo. 

    Jorge Macri le agradeció su visita, le entregó el diploma de «Huésped de honor» y destacó la trayectoria de una de las grandes atletas de todos los tiempos, quien además es una ferviente defensora del cuidado de la salud mental en el deporte. 

    «Es un orgullo que nos visite y que disfrute Buenos Aires. Ella es un ejemplo inspirador para todos los que creemos en el deporte como herramienta de superación personal», sostuvo el Jefe de Gobierno. 

    El encuentro fue en la Casa de Gobierno de Parque Patricios, donde Biles llegó para dar su charla en el auditorio. Mañana, dará una clínica de gimnasia artística junto a su entrenador, Laurent Landi, en el Estadio Mary Terán de Weiss, del Parque Roca. Es organizada por la Ciudad, a través de la Secretaría de Deportes, junto con la Federación Metropolitana y la Confederación Argentina de Gimnasia. 

    Nacida en Columbus, Ohio, Biles tiene 28 años, ganó 11 medallas olímpicas y 23 medallas doradas en campeonatos mundiales a lo largo de su carrera. Llegó a la Ciudad para compartir su experiencia y ejemplo de superación frente a miles de jóvenes deportistas de todo el país. 

    «Simone Biles no sólo es una de las deportistas olímpicas más destacadas de todos los tiempos, es un símbolo de superación, compromiso y perseverancia. Su historia inspira a millones de jóvenes y recibirla nos impulsa a seguir promoviendo los valores del esfuerzo y la inclusión a través del deporte», dijo el secretario de Deportes, Fabián «Chino» Turnes.

    Biles creó al menos cinco movimientos gimnásticos en distintos aparatos que llevan su nombre. Sus logros le dieron un impulso sin precedentes a la gimnasia deportiva y miles de chicas de todo el mundo llegaron al deporte motivadas por sus hazañas. 

     

  • Un acorde de Kafka para entender a Milei

     

    *Este texto fue escrito para la presentación del libro El temblor de las ideas. Buscar una salida donde no la hay, de Diego Sztulwark, y editado por Revista Anfibia.  

    Presentar un libro produce temblor. Hay cierto oficio o cierta especialidad en ese acto, es casi un género. Horacio González era un experto en presentaciones. Incluso alguien dijo alguna vez que Horacio no iba a una mesa redonda, sino que era la pata de una mesa. El chiste le cabe, pero sé cómo disfrutaba de estas tertulias. Leer es reescribir. De un libro brotan otros pensamientos, ramificaciones inesperadas surgidas de las experiencias sensibles del que lee.  

    El temblor de las ideas (Planeta, 2025), de Diego Sztulwark, es un libro que enlaza a un artista/filósofo Franz Kafka con acontecimientos políticos argentinos. Diego leyó Kafka con intensidad, con rigor y también leyó a un conjunto de pensadores que dijeron mucho sobre él. Este es un libro coral: Kafka, la política argentina, la filosofía y un pensador emocionado.  ¿Es forzada esa relación, como en algún momento dijo David Viñas?  En el andar de mi lectura por momentos pensé que sí; en otros, no. Traté de escuchar, como hago con la música, y entonces lo leí como una partitura, como una musicalidad vibrante sobre la cual uno puede imaginar y querer cierta vinculación con este libro, pero no necesaria. Tal vez sea un mero capricho o, más seriamente, la encuentre emparentada con este libro. La música siempre excede la partitura, que posee un rasgo excesivamente obligatorio. Hasta los silencios se escriben.  Y no sólo eso: determinan la duración del silencio. 

    Luego de cada capítulo o subtítulo hay una coda, una extensión del tema, pero en otra clave, como un diario de la perplejidad. Ahí Sztulwark escribe con fecha y año anotaciones sobre la actualidad política argentina, acontecimientos específicos sobre ella, opiniones, preguntas y polémicas sin que exista correspondencia necesaria con el capítulo en el que las incluye. Incluso aparecen en diversos lugares de cada capítulo. Me gustó ese procedimiento.

    En este libro nos topamos con Kafka, con ensayos sobre Kafka y un diario personal sobre la perplejidad en la que estamos entrampados en estos tiempos. Hay tres movimientos. Pongamos un acorde: Ya nada es. Millones acariciaron el látigo y aquí estamos. Ese acorde tiene que ser un acorde en modo menor. Lánguido, melancólico, triste también pero, cuidado, porque siempre tiene bellísimas melodías y muy atrapantes. ¿Nos quedamos ahí?  No. El temblor tiene la potencia de refutación política, dice Diego, restituye las vidas, los cuerpos, el movimiento. Para eso hay que rastrear palabras y horizontes que hoy no están en la política, pero la paradoja es que le pertenecen. Hoy empobrecen lo terrible, el horror. Entonces debemos rastrear palabras perdidas y omitidas, e inventar. Pongamos otro acorde en modo mayor: exultante, auspicioso. 

    Ahí podemos comenzar a conversar, aun teniendo que padecer la imposibilidad: imposibilidad de actuar sin criterios transformadores (revolucionarios, dice Sztulwark), imposibilidad de actuar sin ellos e imposibilidad de dejar de actuar. 

    En el libro hay muchísimos pensadores que reflexionan a partir de Kafka, teorías, pensamientos admirables, filosóficos y políticos que rompen, que hacen crujir el mundo. En la música, también.  Pero Sztulwark dice: “Cuando la derecha escenifica este romper todo, activa la destrucción del pacto social plagado de mediaciones y regulaciones de las que quiere prescindir”. De los autores que él nombra también van a prescindir. 

    Hay un artilugio en la música que permite armar un acorde de tal modo que esté en mayor, pero es menor, y a la inversa. Una forma de engaño al oído. Recuerdo haberme pasado horas escuchando la 5ta sinfonía de Malher para poder percibir en qué modo estaba. Es un artilugio propio del postromanticismo en la música. Malher lo usa con maestría. Esos acordes indefinidos tensan, sólo agucemos el oído. En ese diario de la perplejidad, Sztulwark lo hace: comienza con el intento de asesinato a Cristina Fernández de Kircher, pasa por el 2001, la pandemia, la batalla cultural planteada por Agustín Laje y otros seres oscuros, la irradiación que produjeron en los jóvenes “porque la derecha se ofreció como una competencia y como una alternativa” y “la extrema derecha disuelve la política en la cultura y la cultura en la comunicación”. Disolver la lengua, los cuerpos, las ideas de lo que llamaron el marxismo cultural, disolver los feminismos, los ecologismos, los derechos humanos, los indigenismos, los agrupamientos sindicales, movimientos piqueteros y muchos otros que señalaban una sociedad dispuesta a la conquista de reclamos y derechos. La tarea de esta derecha era y es destruirlos. Todos ellos son enemigos, son el lastre que hay que desintegrar. Una derecha 2.0, como la llama Gilbert. 

    Sztulwark analiza esta derecha con mucha precisión: cómo son, qué quieren, de dónde vienen, cómo se anticiparon en gobiernos anteriores en Argentina con promesas no cumplidas. Hay que descifrar eso. Laje y otros, creo que Nicolás Márquez también, saben que la derecha no tiene intelectuales y se lanzan a la batalla cultural. Comunicación, tecnología, cultura y política son temas problemáticos tanto para la derecha como para los progresismos. 

    Permítanme decirlo: en el regreso a la democracia no debatimos con suficiente hondura lo que fuimos durante la dictadura cívico militar. Sé que es complejo y requeriría un extenso debate. Nos acogimos a estrategias políticas algo sumisas que me agobiaron siempre. Entonces, creo que hay que caminar por otros lugares, llaves artísticas, políticas y, sobre todo, imaginación. Si esa búsqueda está, no podemos hablar de derrota. Es otro sendero, es un camino fructífero. 

    La lectura de este libro coincidió con procedimientos técnicos que se realizan sobre lo registrado en la grabación de un disco. Estaba entre la constante escucha de las mezclas que me iban llegando (la mezcla es homologable al montaje en el cine) y la lectura de este libro, que es un conjunto de voces políticas. Una sinfonía. 

    Este disco se llama Fuera de Lugar, pero no es el retiro de ninguna batalla. Este disco es una batalla en sí mismo. El procedimiento político con el que trato para pensar la música, su errancia y la relación conflictiva y llena de tensiones entre el pasado y el presente. Ese es el modo que encontré para estar en la música, en la historia y en la política y algunas otras cosas que me he ido inventando a lo largo de los años. En Ante la ley, de Kafka, la puerta está abierta, pero está el centinela. Primero aparece la frustración, segundo la espera mientras aparece la pregunta: qué hacer ante la puerta abierta y el centinela que la custodia.  Imposibilidad y espera. 

    La trampa es no saber de qué se te acusa. Pero se te condena. La ley impera, pero no sabemos qué es. Produce ignorancia y culpa, entonces esperamos. Es insoportable esperar porque, al esperar, no percibimos que son los artificios del poder los que lo producen. La derecha actúa de tal modo que provoca una adhesión inmediata al orden de las cosas tanto en los sujetos como en el ámbito social. Sólo de un fondo oscuro puede surgir la idea de que alguien sabe de antemano el secreto de todas las cosas e impide buscar otro camino en el que habite la fuerza de obrar en el lenguaje. “La trampa, la ignorancia y la culpa están en la base de los artificios del poder” y los entrampados son los que asumen su condición sin asombro. Ojalá los entrampados tuvieran conciencia de la fugacidad y fragilidad de los entrampadores. El canto tiene que cantar sabiendo eso. En realidad, eso es lo único que hay que cantar. Diego dice que la fragilidad en Kafka da señal de una vitalidad superior. A mí me da la sensación de una embriaguez ante un abismo. Poder salirse del dispositivo

    Para comprender estos paralelismos un tanto arbitrarios que estoy haciendo con la música debemos saber que estamos en un dispositivo tonal, es decir un centro. De esas claves se puede ir a otra clave, se puede modular e ir hacia otro lado, pero siempre dentro de la tonalidad fijada y, por más vueltas armónicas que demos, la tonalidad sigue siendo la ley. Ese es el texto sagrado y de ahí no nos movemos. Sin embargo, en las músicas como las de la Grecia antigua y las indígenas no existe la tonalidad. Esas ideas antiguas y preciosas se buscaron en otras composiciones como las de Gyorgy Ligeti. Todo a partir de una búsqueda desesperada de Arnold Schönberg, quien inventó el atonalismo pero fracasó. La tonalidad es una convención histórica de occidente. Los que salen de ahí provocan un tembladeral bellísimo, como los acordes erráticos que buscó Gerardo Gandini. Construyen una música vibrante y el oído se abre dispuesto a lo inesperado e insospechado. Eso le exijo a la política. Con la lengua que posee hoy, nunca la escucharemos. Yo tampoco la poseo, por supuesto, porque no es individual, es una construcción colectiva de la cual sólo sabemos que es un enigma. ¿Puede oírse? Desde que asumió Milei, en algunas marchas puede. Por ahora la mayoría pensamos que está, como señala Diego, por debajo del umbral auditivo de la política. ¿De los últimos 20 años? Creo que no. Que es excesivo sostener eso. Siempre queda algo por oír, no siempre hubo sordera absoluta. Ha habido notas de paso para ir de un lugar a otro. Yo quiero saber qué se oye al otro lado de la frontera, como diría Horacio González en Fusilamientos. Muerte en primera persona

    Conversar es hacer temblar lo que está fijo en este país y nos ha producido, dice Diego: un impacto político y existencial. Kafka es un artista. Diego afirma que es alguien que hace temblar el sistema rígido y normativo de este tiempo y de todos los tiempos. Y dice: Kafka es un estratega.  No son palabras de la política. Es poesía, es arte y, por lo tanto, sí es política porque esas palabras atraviesan cada día de nuestras vidas y logran que las revisemos constantemente o nos juntemos para pensarlas. Muchas veces percibimos que la política no anclará nunca en esos mundos que son lo único que importa. Tal vez la ausencia de esas palabras, el retiro de ciertas lecturas, la ignorancia también le impidan a estos tiempos construir lo que repare esta intemperie, esta demolición, diría Diego

    Tuvimos otros momentos en donde la sensibilidad política pudo generar respuestas colectivas. Tema que nunca terminará de ser pensado una y otra vez. Sólo puedo decir que hubo momentos de enorme felicidad. Prefiero hablar así y no de derrota. “Es infinita, nunca terminará esa riqueza abandonada”, dice el poeta Edgard Bailey.  Por eso me parece una extraordinaria audacia haber recalado en Kafka para acompañar esa búsqueda. Fue una audacia feliz porque para evitar la trampa tenemos que elevar al mundo. Creo que es Carlos Correas quien pone atención en la palabra elevar

    ¿Es una actividad emancipatoria? Kafka teme no tener las fuerzas suficientes para vencer a la institución. No poseer esas fuerzas o dudar si las tendrá es desesperante, te lleva a pensar que no hay salida, pero al mismo tiempo necesita que la haya. “El héroe en Kafka es el sujeto sujetado por una triple imposibilidad: imposibilidad de encontrar respuestas, imposibilidad de dejar de buscar respuesta e imposibilidad de dejar de preguntar”. Una relación enigmática con el mundo, tanto como los acordes erráticos en la música. Recuerdo una clase de Gandini sobre procedimientos para componer. ¿Pongo un mi mayor, adónde voy? No lo sé, pero sigo, no lo encuentro, pero no puedo dejar de preguntarme adónde voy. Es desesperante, pero todo ese enigma culmina en La ciudad ausente, la novela de Ricardo Piglia, y la ópera de Gandini con libreto de Piglia. 

    ¿Quiero señalar una esperanza? No. Quiero señalar que la imposibilidad no puede impedir llevarnos a una acción emancipatoria. Si no lo es nos volverá a entrampar. Kafka dice: no quiero libertad, quiero una salida. Ya el deseo de la salida habilita la posibilidad de encontrarla. Siendo sincera, no me gusta la palabra esperanza, me resulta demasiado religiosa, tanto como la tonalidad en la música que es un cerrojo. Prefiero hablar de las fuerzas irreprimibles del deseo de buscar colectivamente. Decía Horacio González: una comunidad es un síntoma de libertad, no una forma obligatoria de convivencia. Y allí está también León Rozitchner con su idea del materialismo ensoñado. El sueño es lo que liga el pensamiento al cuidado de los cuerpos. Pienso que donde no hay ensoñación, hay cadáveres.  

    Buscar tiene que ser un diálogo poderosísimo y tenso entre los restos y el presente altamente tecnologizado y un mundo que nos condena y encierra en una lengua mortuoria.

    Musicalidad vibrante. Coda

    La tecnología existe desde hace muchas décadas. Surge de la guerra donde se mata y se muere. Hoy el procedimiento es el mismo: se mata y se muere, la tecnología va directo hacia los cuerpos. En el caso de la música va directo al oído y a cualquier narración que quieras hacer. Spotify es un monopolio narrativo, es el más claro ejemplo del robo de la palabra. Ahí todo es aleatorio. Las plataformas digitales son las que hablan disolviendo tu habla. Habría que hacer una historia de la escucha y de la voz que va del grito de guerra liberador a la voz de mando militar. La tecnología anestesia, te brinda cuadrículas encerrando la experiencia sensible y estética. 

    Así que, Diego, sólo quiero decirte que tengo tantos gritos adentro de mi alma que rechazaré siempre la condena de este mundo bélico, tecnológico y cruel, aunque no pueda conjurarlo. Prefiero seguir siendo una mujer atravesada por preguntas, por un no saber, por un desconcierto vital, dispuesta a dar las vueltas necesarias con el fin de abrir, no cerrar. Prefiero habitar las tensiones de la imposibilidad. 

    Gracias, Diego.

    La entrada Un acorde de Kafka para entender a Milei se publicó primero en Revista Anfibia.

     

  • Una multitud festejó los 300 años de Rosario

     

     
    Rosario festejó su Tricentenario con un megarecital de Nicki Nicole y Juan Carlos Baglietto junto a la Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario. Asistieron más de 250 mil personas que se congregaron desde horas tempranas de la tarde de este martes en el Monumento Nacional a la Bandera para disfrutar de un espectáculo único.

     «Rosario volvió a ser la ciudad que era; pusimos mucho esfuerzo, pasamos por momentos duros, tristes pero hoy estamos reverdeciendo, refloreciendo, y eso es hermoso», dijo el gobernador. 

    «Todavía tenemos mucho para hacer, la reconstrucción de Rosario es lo que se está viniendo con las obras públicas, con la vuelta de los grandes festivales, de los shows, con la vuelta del arte, de la cultura, y Rosario nuevamente siendo el epicentro de todo esto, que era lo que estaba bien en la República Argentina», destacó el mandatario. 

    Asimismo, Pullaro agregó que «deseo que sigamos así, que cada vez estemos mejor y, por supuesto, que podamos resolver algunas cuestiones económicas porque la gente no la está pasando bien y nosotros trabajamos para que pueda estar mejor». 

    Por su parte, Scaglia afirmó que «hoy Rosario volvió a demostrar lo mejor como ciudad, que se vuelve a encontrar, a disfrutar de sus artistas y a ponerse en la escena nacional. Para nosotros es una gran alegría porque sentimos que hay mucho esfuerzo detrás de cada uno de nosotros para que esta ciudad vuelva a ser lo que es hoy. Por eso la queremos celebrar». 

    Por último, el intendente Pablo Javkin agradeció a Maxi y a Gisela. En el momento más difícil dijimos que esta ciudad iba a salir adelante y vamos a ponerla en el lugar que tiene que estar, y a ese lugar estamos volviendo. Hoy debe ser uno de los días más lindos, que recuerde, en la historia de la ciudad; y lo hacemos con lo mejor que tenemos: nuestra música y el amor de nuestros artistas que nos han regalado este show maravilloso, que la gente vino a disfrutar desde temprano». 

    La celebración del Tricentenario

    Este festejo reunió a distintas generaciones y estilos musicales. Por un lado, la cantante rosarina Nicki Nicole, realizó el primer show sinfónico de su carrera con más de 70 músicos en escena, mientras que Juan Carlos Baglietto reafirmó su lugar en la historia musical de la ciudad con su cancionero clásico y algunas sorpresas. La Orquesta Sinfónica Provincial de Rosario, dirigida por Nicolás Sorín, fue el pilar del concierto. 

    Previamente, artistas como Delfina, Mica Racciatti, Sofi Gazzaniga y Mery San Dámaso fueron las encargadas de encender el escenario con sus ritmos y canciones.
    Durante la jornada, se promovió la realización de donaciones voluntarias a la Fundación del Hospital de Niños Víctor J. Vilela. 

    Se proyectó, también, el video de «Es Rosario», un tema inédito que reunió a 25 grandes artistas locales en homenaje al espíritu de la ciudad, en otra muestra del compromiso cultural.
    El espectáculo, organizado por el Gobierno de la Provincia de Santa Fe junto a la Municipalidad de Rosario, contó con el acompañamiento de empresas privadas: Lotería de Santa Fe, Banco Municipal, Alto Rosario, Sancor Seguros, La Segunda, San Cristóbal, Puerto Norte Hotel, Aero Digital, Nubenet, Mercado de Productores Rosario, Baglietto S.A, De Ligio y Marti.

     

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    Salió a la luz el contrato de Espert con Fred Machado: un millón de dólares y vuelos privados

     

    Quince días antes de presentarse como candidato presidencial en 2019, José Luis Espert firmó un contrato de un millón de dólares con Federico “Fred” Machado, hoy acusado de narcotráfico y lavado de dinero y cuya extradición a Estados Unidos fue aprobada por la Corte Suprema. El documento —certificado por escribano— establece pagos mensuales en dólares, vuelos privados y asesoramiento “para refinanciar deuda” de una empresa fantasma de Guatemala.

    Por Ignacio Álvarez Alcorta para Noticias La Insuperable


    Un contrato incómodo en plena carrera electoral

    El 7 de junio de 2019, cuando faltaban apenas dos semanas para que se inscribiera como candidato presidencial, José Luis Espert firmó un contrato de “locación de servicios” por un millón de dólares con el empresario aeronáutico Federico “Fred” Machado, hoy detenido y próximo a ser extraditado a Estados Unidos por causas vinculadas al narcotráfico y lavado de activos.

    Según reveló La Nación en una investigación de los periodistas Martín Rodríguez Yebra y Paz Rodríguez Niell, el acuerdo establecía un pago inicial de 100.000 dólares “en el acto de la suscripción”, seguido de nueve cuotas mensuales consecutivas de igual monto, todas en dólares, a ser abonadas mediante transferencias bancarias.

    Machado firmó el contrato en representación de Minas del Pueblo, una firma guatemalteca de su propiedad que hoy se encuentra bajo investigación y fue intervenida por la justicia estadounidense.


    Un financiamiento fuera de los registros

    Durante ese mismo año, Machado financió la campaña presidencial de Espert con vuelos en avión privado —al menos 36 según registros judiciales— y una camioneta a su disposición. También se mencionan otros gastos por “100 o 150 lucas” (dólares) en comidas y hoteles. Ninguno de esos aportes fue declarado oficialmente como gasto de campaña.

    La semana pasada, mientras aún figuraba como primer candidato a diputado de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, Espert admitió haber cobrado 200.000 dólares de Minas del Pueblo en 2020, aunque negó que el contrato fuera por un millón ni que tuviera pagos mientras estaba en campaña. Sin embargo, el documento al que accedió La Nación lo contradice: el convenio preveía desembolsos mensuales desde junio de 2019, cuando ya estaba lanzado políticamente.

    El propio Bank of America emitió una constancia oficial que confirma una transferencia de 200.000 dólares desde una firma ligada a Machado hacia una cuenta de Espert en Nueva York.


    Asesor económico o fachada de campaña

    En los papeles, Espert fue contratado para “la realización de un análisis de mercado y asesoramiento integral para refinanciar deuda y confeccionar un plan estratégico de crecimiento a tres años”. Esa descripción coincide parcialmente con la versión que el economista dio en un video grabado en las oficinas de Santiago Caputo, donde sostuvo que lo convocaron para asesorar “a una minera en la reestructuración de deuda”.

    El contrato, sin embargo, iba mucho más allá. Incluía directivas insólitas redactadas en primera persona, presuntamente por Machado, con frases como “debemos tener en cuenta que la opción de una buena refinanciación es siempre preferible al concurso de acreedores” o “considero que siempre deben estar presentes los siguientes puntos”, en un texto que alternaba entre consejos financieros y justificaciones personales.

    El acuerdo también fijaba un plazo de doce meses prorrogable y garantizaba los pagos “sin importar la ocurrencia de fuerza mayor o disposición estatal”, lo que blindaba a Espert contra cualquier contingencia económica o legal. Incluso, se sometía expresamente a la jurisdicción de los tribunales de Nueva York, una elección llamativa para un contrato entre un argentino y una empresa guatemalteca.


    Firmas, vuelos y omisiones

    El documento fue firmado de puño y letra por Espert y Machado, y las rúbricas fueron certificadas por un escribano porteño el 19 de junio de 2019, apenas tres días antes de que Espert se inscribiera oficialmente como precandidato presidencial. En esa elección, superó las PASO con el 1,5% de los votos y quedó sexto en las generales de octubre.

    Espert admitió luego que nunca devolvió el dinero pese a no haber completado el trabajo, alegando “razones de fuerza mayor” vinculadas a la pandemia. “La ruptura la decidí yo. Cuando me entero de que es narco, digo: ‘Andá a cagar, no te agarro un mango más’”, declaró el economista días atrás en una entrevista con Radio Mitre.

    El contrato, sin embargo, preveía que ante incumplimiento del prestador —Espert—, Machado podía exigir la devolución de las sumas entregadas y reclamar daños y perjuicios.


    El vínculo que no se corta

    Aunque Espert intenta reducir el caso a un vínculo profesional inconcluso, los documentos, los vuelos privados y las transferencias bancarias demuestran que hubo una relación económica directa y sostenida entre el hoy candidato liberal y un empresario con causas federales por narcotráfico.

    El caso se agrava por la coincidencia temporal: mientras Machado firmaba contratos y financiaba la campaña, la justicia estadounidense ya seguía sus movimientos por operaciones de lavado.

    Ahora, con la extradición del empresario aprobada por la Corte Suprema, el expediente puede reabrir interrogantes sobre los verdaderos alcances del financiamiento político de Espert y el posible uso de estructuras empresarias —como Minas del Pueblo— para canalizar dinero de origen incierto hacia la política argentina.