¿A qué apuntan Trump y Netanhyahu?

¿A qué apuntan Trump y Netanhyahu?

 

 

Tras un comienzo arrasador, el Estado de Israel parece estancarse en Irán, mientras sus cielos ya no se ven impenetrables presiona a Estados Unidos para que se involucre en una guerra . Trump acude al rescate de palabra, aunque también parece estancarse y y dudar. ¿Cuáles son los objetivos de ambos jefes de estado, qué chances tienen de lograrlos?. La guerra que se define en estos días podría cambiar Medio Oriente. Por Leo Rodríguez para ANRed.


 

El martes de la semana pasada Israel comenzó una guerra al iniciar la operación llamada «León ascendente», se inició con el asesinato de la mayor parte de la dirección militar y científica iraní, (al menos, 15 cientificos y unos 20 oficiales de altos cargos militares) y destruir una parte importante de las baterías antiaéreas del país. Al día siguiente Irán empezó a responder con el lanzamiento de misiles, mientras Israel continuó destruyendo objetivos militares, nucleares y de infraestructura básica.

Al día de hoy, el 14 de junio, Israel comenzó a sostener bombardeos diarios, mientras que Irán respondía con ataques que penetran diariamente el sistema defensivo israelí, supuestamente inexpugnable. El balance provisorio fue que Israel mantenía su ofensiva pero a la vez Irán no dejaba de responder. Así que la situación continuaba abierta. Irán logro mantener la capacidad de disputar la iniciativa en la guerra.

Comenzaron las especulación sobre si ambas fuerzas son capaces de mantener la escalda belica. ¿Cuáles son los objetivos de uno y otro bando en este momento?

Netanhyahu logró con el inició de los ataques a Irán, escapar  de dos escollos simultaneos, la crisis genocida en Gaza cuestionada de forma masiva por la comunidad internacional (Marcha global por Gaza) y una crisis interna de gobierno que cuestionaba la conducción que no termina de lograr el objetivo de aniquilar a la resistencia palestina. Pero contra Irán se lanzó a  la destrucción del plan nuclear como el lograr la caída del regimen. Ninguno de los dos objetivos parecen alcanzables en el corto plazo.

Irán plantea «resistir», manteniendo su extructura interna (sostener la cohesión social, evitar el pánico, mantener un piso de actividad económica) y la par demostrar que no pierde capacidad para responder día a día el bombardeo contra Israel penetrando las defensas antiaereas. Por ahora estos objetivos vienen siendo logrados.

Aquí entra la decisión de Trump de intervenir en la guerra, amenazando a Irán con la destrucción total. Esta amenaza ha sido respondido firmemente por el ayatolla Ali Jamenei. Veamos la saga de los acontecimientos.

Trump ha comenzado afirmando que “se le había agotado la paciencia”, que destruiría de inmediato las centrales nucleares y que estaba pensando si ordenaría el asesinato de Jamenei, para anunciar que se tomará 15 días para decidir si hacerlo. Ante ello, el gobierno israelí empezó a esgrimir que, de no cumplir Trump con el bombardeo de las centrales nucleares, Israel podría mandar comandos por tierra para destruirlas ellos mismos. Las cosas se van complicando evidentemente.

Trump no tiene tan fácil involucrarse directamente, más allá de sus palabras.

Desde un punto de vista práctico, si EEUU interviene, cómo evitará que se empantane como sucedió en las invasiones en Irak y Afganistán? Estará a tiempo de simplemente obtener concesiones y desescalar?

Pero si las implicancias estratégicas no son tenidas en cuenta por el gobierno norteamericano, de todas maneras una cuestión más cercana le puede explotar en las manos. Hay que tener en cuenta que la fuerza política que expresa Trump se divide a la mitad entre los guerreristas y los aislacionistas, como Bannon, que no quieren meterse en Irán.

Al mismo tiempo la directora de inteligencia nacional de EEUU, Tulsi Gabbard, declaró que Irán no tiene armas nucleares (además de que ese país declara no querer tenerlas). El presidente de la OIEA (Organización Internacional de la Energía Atómica) el argentino Grossi declaró ahora en el mismo sentido, contradiciéndose de lo que anunció antes y fue usado como el disparador para el inicio de la guerra.

 

Irán resiste, en medio de sus problemas

Los puntos más débiles de Irán son: a) las fallas de inteligencia instalan la duda de hasta qué nivel están infiltrados, lo que favorece una desconfianza interna en altos niveles y b) el no tener ningún aliado militar directo, excepto los Hutíes de Yemen. En el caso de China hay versiones no confirmadas de cierto apoyo material. Esta situación se agrava si tenemos en cuenta que hasta hace poco se consideraba que «el eje de resistencia» pro iraní incluía importantes milicias en Irak, un despliegue conjunto de Irán con Hezbollah y cierta asociación con Hamas, lo que le daba a Irán una línea directa hasta cercar a 1srael por completo, más cierto colchón que le daba el régimen de Al Assad y las bases rusas en Siria.

En contraste, Israel en el campo de la inteligencia y de las alianzas se muestra mejor. Tiene un apoyo muy activo de EEUU (si bien con las dudas dichas de Trump) y un apoyo muy cercano de Alemania y el Reino Unido.

 

 

La cuestión estructural en el trasfondo

La tendencia estructural al avance chino en el plano mundial viene expandiéndose hacia Asia suroccidental («Medio Oriente») por medio de la Ruta y la Franja de la seda. Irán, como en tiempos anteriores, es un nudo esencial para la misma.

En mayo pasado se inauguró un ferrocarril directo de China a Irán. Los pactos de estos años de China y de Irán con los países del golfo plantean la consolidación de ese nudo por medio de infraestructuras de gran escala en el plano de la comunicación y los transportes, así como de un fluido intercambio de manufacturas por energía. Desde allí permiten la continuidad de la ruta terrestre y la franja marítima de cara a Africa y a Europa.

Por supuesto, esa extensión y la consecuente integración orgánica de Eurasia no es posible sin algún tipo de acuerdo en relación con el conflicto palestino israelí, ahora extendido al conflicto persa israelí (al margen también debe resolverse la cuestión vecina de la guerra de Ucrania).

 

Las alternativas planteadas

Si bien Netanhyahu y Trump no lo explicitan en este sentido, en la práctica las alternativas planteadas, en términos estructurales son:

  1. resolución militar favorable a «occidente» (EEUU, Israel, Reino Unido) y sus halcones, un triunfo militar israelí tan aplastante que sea un punto de inflexión que haga que el capital occidental vuelva a hegemonizar medio oriente y por esa vía a la India, concretando el aislamiento chino.
  2. desescalada y acuerdo paritario, abriendo el camino de un pacto de asociación entre los capitales occidentales (EEUU, europeos, de Israel) con los capitales chinos. Un pacto que permita una mayor asociación «win-win», donde todos ganen. Este pacto sería ideal para los moderados dentro de Irán y dentro de Israel.
  3. Empantanamiento de la guerra. Situación de inestabilidad en Medio Oriente. Mientras siga desarrollándose la tendencia a la mayor competitividad mundial de China y el espacio orgánico que viene construyendo (BRICS ampliado), y al mismo tiempo se agudicen los problemas económicos y subjetivos en Europa y EEUU. Incentivos para que los países del golfo sigan orientandose cada vez más hacia China y el régimen iraní pueda recomponerse.

 

La política de Netanhyahu va hacia la opción 1) pero tiene grandes dificultades para realizarse. Primero las limitaciones militares urgentes necesita del armaento yankee para penetrar las defensas iranies en torno a el desarrollo nuclear y necesita la aprovición de armemento incluso su defensa anti-aerea para defenderse de una guerra prolongada con Irán.

La política de Trump es muy equívoca, no se orienta con claridad a ninguna de las tres opciones en disputa, aunque no puede descartarse que termine haciéndolo por alguna de ellas. Trump que supuestamente venía a detener las guerras y sus gastos, ahora es presionado por la coalicción israelí a una guerra con altas probabilidades que sea prolongada.

Por lo tanto el conflicto tiene amplias posibilidades de continuar sin llegar a una resolución clara. Si bien el gobierno de Irán y los BRICS en general apuestan a “volver al multilateralismo” previo al ataque hecho por el Estado de Israel.

 

Difunde esta nota

Publicaciones Similares