Milei se borra de Buenos Aires: la retirada que confirma su desgaste político
En medio de una campaña plagada de escándalos, enfrentamientos y encuestas adversas, Milei decidió abandonar la provincia de Buenos Aires y dejar en manos de Diego Santilli el tramo final de la carrera legislativa. En Olivos ya hablan de una “derrota digna” y en la Casa Rosada crecen las tensiones internas.
Por Celina Fraticiangi para Noticias La Insuperable

Una retirada que suena a rendición
Punto final para la campaña de Milei en el distrito más importante del país. En una decisión tan sorpresiva como simbólica, el mandatario canceló todos los actos que tenía previstos en la provincia de Buenos Aires, incluyendo el cierre en Ezeiza, y no volverá a pisar el territorio que gobierna Axel Kicillof antes de las legislativas.
La orden se definió este fin de semana en Olivos, y fue ejecutada con un mensaje claro: correrse de la escena para evitar más daños en una campaña que ya muestra fisuras profundas dentro de La Libertad Avanza.
Una campaña caótica y violenta
El recorrido bonaerense de Milei fue un compendio de errores y conflictos. La renuncia escandalosa de José Luis Espert, los escraches y protestas en Lomas de Zamora, Moreno, Junín y Mar del Plata, y los actos suspendidos a último momento dibujaron el retrato de una campaña desordenada, sin conducción ni estrategia.
Pero la gota que rebalsó el vaso llegó el pasado viernes en Tres de Febrero: un acto que terminó en violencia, con enfrentamientos entre militantes y una seguidora libertaria persiguiendo con un cuchillo a periodistas. Las imágenes recorrieron las redes y los noticieros, consolidando la sensación de un espacio en implosión.
La estrategia de la “derrota digna”
Según revelaron fuentes de la Casa Rosada a Noticias La Insuperable, Milei analizó las últimas encuestas en Olivos y comprendió que su margen de acción en la provincia estaba agotado.
Tras la salida de Espert, La Libertad Avanza llegó a medir hasta 18 puntos por debajo del peronismo, pero los sondeos recientes mostraron una leve recuperación que podría dejar la brecha en torno a los 8 puntos. En el entorno presidencial lo llaman “una derrota digna”, aunque puertas adentro se admite que la imagen de Milei atraviesa su peor momento desde que llegó al poder.
Con ese diagnóstico, el libertario decidió bajarse de los escenarios bonaerenses para “no cometer más errores no forzados” y bajar la tensión en un clima político que se le volvió adverso. Su salida implica también la de Karina Milei y el armador Sebastián Pareja, los principales operadores de su estructura en la provincia.
Cierre en el interior y rumores de tormenta
El Presidente apenas mantendrá dos actos más antes de la veda electoral: este martes en Córdoba y el jueves en Rosario, donde planea realizar el cierre de campaña nacional.
Mientras tanto, Diego Santilli quedó a cargo del último tramo bonaerense, intentando recomponer una militancia golpeada y sin conducción clara. Claro que Santilli, no olvidar, hace un par de años era detestado por los seguidores de Milei.
En paralelo, los rumores de crisis interna crecen en el Gabinete. En la Cancillería suena fuerte la posible renuncia de Gerardo Werthein, cuestionado por el “desmanejo diplomático” en el reciente encuentro con Donald Trump, que generó malestar en Washington y en sectores de la propia coalición oficialista.
Una imagen que se desinfla
La retirada bonaerense es más que un gesto táctico: es el reconocimiento implícito de que el “fenómeno Milei” perdió magnetismo. Los escándalos, los insultos y la improvisación que antes lo potenciaban hoy lo aíslan incluso dentro de su propio espacio.
En el distrito más populoso del país, donde se define el pulso real de la política argentina, Milei eligió retirarse antes de tiempo. Una decisión que suena menos a estrategia y más a agotamiento.

