COIMAS: Natalia Basil, la mujer de Cerimedo y ex mano derecha de Spagnuolo sigue cobrando un sueldo del gobierno
Tras las declaraciones de su pareja en la justicia, su nombre quedó en boca de todos.
Por Tomás Palazzo para Noticias La Insuperable

A fines de la semana pasada, Fernando Cerimedo declaró, oculto en las sombras de la medianoche del jueves, ante el fiscal Franco Picardi y confirmó el relato de Diego Spagnuolo que se destapó con la filtración de los audios de las coimas en la ANDIS que involucran a la hermana presidencial, asegurando que lo que decía el hasta entonces amigo del presidente, ya lo había escuchado personalmente por parte del abogado.
Pero para entender cabalmente la relación entre el quien fuera el jefe de los trolls de Milei y Director de «La Derecha Diario» no hay que desconocer que su esposa, Natalia Belén Basil, trabajó bajo las órdenes de Spagnuolo en la misma Agencia Nacional de Discapacidad.
En mayo del año pasado, a través de la Decisión Administrativa 323/2024, el gobierno de Milei designó de forma transitoria a Natalia Belén Basil como directora de la Agencia Nacional de Discapacidad. Basil es ingeniera química y no tenía, al igual que Spagnuolo, experiencia profesional ni educativa sobre discapacidad: solo venían a despedir trabajadores y quitar derechos. Pero, parece que en el medio, también quisieron participar de las cometas que iban y venían.
Designada directora nacional de Apoyos y Asignaciones Económicas de la ANDIS, el área que maneja pensiones y beneficios para personas con discapacidad, su nombramiento generó comentarios por su falta de antecedentes en políticas específicas de discapacidad y, como dijimos, su gestión coincidió con un proceso de supuesta revisión de expedientes y ajustes presupuestarios que despertaron resistencia en sectores gremiales y en asociaciones de usuarios.
Pero para fines de 2024, en silencio, se produjo su salida de la Agencia. Pero la misma no implicó un repliegue completo: siguió vinculada al ecosistema libertario, colaborando con proyectos de comunicación y asesoría ligados al oficialismo y, más importante aún, cobrando un sueldo del gobierno, esta vez dentro de la plantilla de Aysa donde continúa en funciones, tal cual asegura su Linkedin.

Testigo de primera mano de lo sucedido con las coimas de Karina, su nombre debería resonar fuerte para ser prontamente citada por una Justicia que, al menos por ahora, parece estar más enfocada en la pata empresaria.