En medio de la crisis del turismo, Scioli se lanza contra los carpinchos y choca con Costantini

En medio de la crisis del turismo, Scioli se lanza contra los carpinchos y choca con Costantini

 

En medio de una crisis histórica del turismo que ya llega a niveles de la pandemia, Daniel Scioli se embarcó en una guerra contra los carpinchos y choca con la familia de Eduardo Costantini, el hacedor de Nordelta.

El ex motonauta, que es el secretario de Turismo, Ambiente y Deportes de la Nación se dejó influir por una asociación de vecinos del barrio de Tigre que ya hace años mantiene una cruzada contra los roedores.

Los carpinchos son los habitantes naturales de los humedales de la zona del Delta, que fueron invadidos por cientos de casas con estilo toscano, generalmente con el mismo tono terracota. Los vecinos de Nordelta, sin embargo, lograron convencer a Scioli de que los invasores eran los carpinchos.

Las quejas suelen ser del mismo formato: que los carpinchos arruinan los jardines y que se cruzan de noche entre las callecitas de los barrios cerrados, con el riesgo que ello acarrea para los paragolpes.

“Estamos prisioneros en nuestras casas”, se quejan los vecinos en los grupos de Whatsapp, si bien los carpinchos se alimentan de pastos y pedazos de corteza. Al comer también frutas y vegetales, estos roedores esparcen semillas con sus heces y favorecen la regeneración de bosques y humedales. Ya sólo con esa función innata, los carpinchos están haciendo mucho más por el ambiente que el secretario del área, que es justamente Scioli.

Voy a hacer un hospital para carpinchos en Nordelta

Los reclamos de los vecinos horrorizados movilizaron al “Pichchi”, que se siente un vecino de Tigre ya que allí conserva su quinta de Villa La Ñata en la que convive junto a estatuas de cera de Los Pimpinela y Cacho Castaña. El funcionario quiere dejar como legado la solución del conflicto con los mamíferos.

La crisis del turismo se profundizó en vacaciones de invierno, con un derrumbe del 11%

Scioli aún no le pudo encontrar la vuelta a la cuestión y por eso ya propuso una serie de alternativas que todavía no pudo implementar. Una es trasladar a los carpinchos a islas de San Fernando y del Delta. No convenció con esta idea porque los carpinchos ya se habían escapado cuando comenzó la construcción de Nordelta y volvieron con mayor ahínco. Nada indica que no lo vayan a hacer de nuevo.

Eduardo Costantini.

Como no tuvo éxito con la idea de la deportación, el ex motonauta buscó una medida más extrema: la aplicación de vacunas anticonceptivas para frenar la reproducción de los roedores. Lógicamente se topó con la resistencia de los protectores de animales, que rechazan una medida rayana a la esterilización masiva.

Pero la mayor resistencia que tiene Scioli viene desde el mismísimo corazón de Nordelta. Elina Fernández, la esposa de Eduardo Costantini, es quien defiende a viva voz a los animales y, ante las quejas de los vecinos, amenaza con hacer un hospital para carpinchos en Nordelta.

“Están en la casa como un perro más”, dijo el propio Costantini en 2021, cuando anunció que una de sus carpinchas había tenido 12 crías. 

 

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