Profecía autocumplida

En economía existe un término que es la profecía autocumplida. Hace alusión a una situación que las y los argentinos hemos comprobado en reiteradas ocasiones con un ejemplo clarísimo. Si se comienza a hablar de escasez de dólares y la gente se convence de esto, la población se inclina a comprar esa moneda (un producto) y, por lo tanto, al haber una mayor demanda el precio sube. Esto sucedió en nuestro país hasta con el papel higiénico o los tomates.

En síntesis, no importa si es verdad o no, si la gente se convence de esto termina resultando cierto (profecía autocumplida).

Algo similar está sucediendo en la disputa política Axel Kicillof-Cristina Kirchner y hacia abajo. Porque cuando hablamos de PBA hablamos de la madre de todas las batallas de ese amplio espectro.

Luego de semanas de disputa interna, se definió la fecha de esa elección. Pos elecciones de CABA resurgió la discusión y el apuntado es Kicillof que no tiene cómo librarse del resultado del 7 de septiembre pase lo que pase. Se está construyendo una profecía autocumplida.

¿En qué consiste? En profesar que es un error táctico del gobierno bonaerense la elección y que esto es lo que condena el resultado de la elección. Mientras pasa esto, no existe un apoyo a la gestión provincial y se esmerila al gobernador bonaerense. Mientras que del lado de LLA-PRO existe un núcleo duro que votará a las candidaturas de Milei, del otro lado hay una fragmentación que difícilmente logre una mejora en las posibilidades. ¿Alguien puede imaginar al votante que duda dentro del PJ con motivación para la elección? Miremos el ausentismo de las elecciones hasta acá y pueden darnos una pista.

La fecha de la elección no pareciera ser el principal argumento perdedor. Nadie con una lectura objetiva podría aventurar que en la elección nacional de octubre de ir unificadas les iría mejor en el resultado a la ex Unión Por la Patria bonaerense.

Como una continuación del gobierno de Alberto Fernández, sectores del kirchnerismo se dedican a las tensiones internas por la táctica y se despegan de un gobierno del que son parte. Imagínense si esa es la postura asumida por cuestiones tácticas, qué sucedería con alguien osando moverse un centímetro de la posición ideológica asumida desde hace 20 años. Por esto, la única que tiene esa posibilidad en ese arco es Cristina, todo el resto es señalado como hereje ante intentos de revisar el horizonte.

En su columna del 29 de mayo en Cenital, el periodista Pablo Ibañez recoge del sector de Kicillof, “si se rompe la unidad o se pierde la elección miren a los que caminan las obras sin decir que son gestión de la provincia, los que no votan presupuesto y ley impositiva, los que pulsean cada proyecto de ley del Ejecutivo más que la ‘oposición’, los que no reclaman los fondos recortados por el Gobierno nacional, los que le hacen cánticos insultantes al gobernador”.

Hace poco, en una nueva ruptura del PJ, esta vez en la provincia de Chubut; Jorge Taboada enunció “traen a los dirigentes y candidatos elegidos a dedo desde Buenos Aires”, nada que no pase en la mayoría de los espacios y da cuenta de un agotamiento en la forma de conducir y hegemonizar los lugares de La Cámpora. Otra provincia más y van…

Mientras, ya se tendió la trampa de señalar al culpable de un resultado mientras está entrampado en la red de falta de apoyo interno. Perder para ganar, nada nuevo en la política pero sólo sirve para obtener cargos y es súmamente cortoplasista.

Como vienen las cosas, el gobierno nacional camina sólido hacia la elección pero hay que decir, por un lado esto es Argentina y por otro, puede ser que la oposición doble antes de caer en el abismo.

Por Gonzalo Bon(@gonzalobon_)
Militante, papá, trabajador judicial, integrante de @sitrajur y @ctanacional. Docente

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