El sentido de pertenencia
Muchos buscan cual sería el concepto más poderoso de todos.
Algunos dicen que es el tiempo. Ya que gracias al tiempo la semilla logra dar sus frutos. Pero los frutos si no son aprovechados, en si mismos, ¿Qué propósito cumple?.
Otros dicen que lo mas poderoso no es el tiempo, si no a lo que le prestas atención. Tu atención eleva la capacidad de manifestación. Y mientras mas tiempo le des atención a algo, mas concreto se vuelve. Mas cotidiano y mas palpable. Luego de que vimos que lo que ocurrio en nuestra imaginación se vuelve realidad , es como si el encanto se perdiera. Volvemos al ciclo de querer manifestar a través de la atención lo que sea que se lleve nuestros pensamientos.
Otros dirán que el concepto mas poderoso es el amor. Pues es el motivo mayor de muchas cosas. Pero si ese amor no es experimentado para luego ser compartido, ¿Qué sentido tiene?. El amor por el solo hecho de existir no es nada si no se fundamenta en una base vincular. El amor no puede expresarse si no hay alguien que lo pueda interpretar.
Y yendo de un concepto a otro, he visto a lo largo de mis sesiones como Consteladora familiar, que no hay concepto mas poderoso que el sentido de pertenencia.
Todo ser necesita en toda su composición sentir que pertenece, y esa es la fuerza necesaria que nos permite expresarnos.
Todos necesitamos saber que pertenecemos a un sistema familiar, a un grupo de amigos, a un club de lectura, a un grupo de actividad física , a un taller de cocina o lo que a nosotros nos haga bien.
Por sentirnos merecedores de pertenecer, muchas veces hasta quebrantamos nuestra propia moral. Este tipo de secuencias son muy comunes en la etapa de la adolescencia. Momento bisagra de autoconocimiento.
El sentido de pertenencia es tan poderoso que cuando una persona no tiene conocimiento de sus orígenes se siente perturbad@ y sin rumbo. Es tan poderoso que hacemos lo que sea para complacer o impresionar a nuestros padres y familiares para que, inconscientemente, vean que estamos allí, que somos parte. Saber que tenemos un lugar (aunque sea desde el imaginario inconsciente) nos otorga una sensación de cobijo y protección necesaria para salir a la vida. Es la unidad más básica y todos la necesitamos.
El sentido de pertenencia es tan poderoso que se puede visualizar en un partido de futbol como se liman diferencias para todos ser parte de un mismo equipo. Por lo que mientras más grande el grupo que pertenezco, más protegid@ me siento.
Es por eso que cuando juega la selección no importa si sos de Boca, de River, de Racing o de Chacarita. Todos somos de la selección Argentina. Y ese orgullo y pasión que se ve representado es tan grande como el grupo en el que pertenecemos. Un grupo de mas de 45 millones de Argentinos. Se trata de una pertenencia con un poder invaluable, porque ahí donde todos somos argentinos en comunión es donde todos direccionamos al unisono nuestro tiempo, nuestra atención y nuestro amor. Cuando esto ocurre, da como resultado cosas fantásticas, como las que vemos cuando los jugadores entran a la cancha, y , por supuesto, también se ve toda esa energía en las copas que ganaron.
Imaginen utilizar ese poder para otra causa que no fuera ganar una copa sudamericana o mundial. ¿Cómo sería si 45 millones de argentinos evocaramos nuestra energía en la cura a enfermedades? O si solo lográramos estar en un mismo momento determinado en plenitud. ¿Qué cosas podrían sorprendernos?.
Ser parte de un grupo de millones de personas nos ofrece protección y al mismo tiempo una responsabilidad latente: la de saber ,todos juntos, en que nos enfocamos para potenciar un logro comunitario.
Llego la hora de que entendamos que funcionamos mejor juntos que separados.