EL COMBUSTIBLE NO PARA
Un paro dilatado en el tiempo a causa del dulce acomodo por parte del gobierno a los altos dirigentes sindicales, que como todos sabemos manejan intereses ajenos a los de los trabajadores. Un paro que muchos esperaban que se diera antes.
Un paro nacional con alta adhesión, que en este caso y como siempre, tendrá sus acérrimos opositores, pero principalmente de la metodología, ¿quién puede negar la dura situación económica del país que golpea de lleno a la población?. Políticas de ajuste que no cesan y no tiemblan ante la demanda de hambre y de trabajo, ni más ni menos. Se podrá discutir la metodología, la situación NO. Por supuesto que amerita.
Hoy, la agenda marca “Paro: disturbios/represión” lo vas a ver y leer en todos los medios de comunicación de manera bipartita, como ayuda memoria fíjate de que lado postra su cámara cada medio, eso te va dar una pauta para elegir lo que quieras consumir. Frente a las protestas o dentro de las mismas. Frente a la policía o dentro de sus filas.
Hoy “para” gran parte del país, pero lo que no para (de subir) es el combustible, y eso es lo que pega de lleno.
Casualmente un día convulsionado como hoy, volvió a subir (Axion un 6%, YPF un 4%, Shell realizó su incremento del 9,5% a inicios del mes). Es el cuarto aumento en lo que va del año, y en promedio equivale a un 15% en solo cuatro meses, lo que proyecta un interanual del 45%. Aunque con la inestabilidad (histórica) diaria de nuestra economía nadie asegura que ese sea el número, pero sí podemos asegurar que ese será el piso, techo no tiene. Proporcionalmente inverso a las paritarias (para los que afortunadamente la tienen).
Durante el 2018 el aumento promedio interanual fue del 75% con 15 aumentos de los cuales 11 llegaron en el segundo semestre. Por supuesto que la Patagonia fue (una vez más), la región más golpeada: la nafta Super alcanzó un 85,8% de incremento, la Premium un 89,7% y el Gasoil el 96,6% (el combustible usado por los productores). Con estos números que nos anteceden, pensar en un 45% de aumento interanual (lamentablemente) tendría tintes de buena noticia, una ironía.
El gobierno, los empresarios, los dirigentes políticos y los medios masivos de comunicación; vuelven a mostrar ese odio visceral hacia las clases trabajadoras, el dólar sube, la nafta sube, el salario sigue licuándose. Objetivo cumplido. De acá a octubre, los asesores del gobierno creen que les alcanzará con un discurso unidireccional seleccionado para sus seguidores. Las decisiones políticas siguen siendo las mismas, siguen abriendo la herida del odio de clases que desangra a la Argentina, haciéndola más pobre en todos sus sentidos.
Fuentes:
www.cecha.org.ar
Ministerio de Energía y Minería de la Nación