En el marco de los controles de prevención vial realizados por la Direccion de Tránsito Municipal en conjunto con la BMA (Brigada Motorizada de Apoyo) y la comisaria 5ta de la ciudad, se constataron diferentes infracciones de tránsito.
Se retuvieron 16 vehículos por alcoholemia superior a 0,50 gs de alcohol en sangre. La más alta fue de 2,67 gs. Se labraron 65 infracciones por diferentes faltas y se realizon 54 constataciones con alometro, que arrojaron una medición inferior a 0,50 gramos de alcohol en sangre.
Se trabajó en conjunto con dos Unidades dependientes de la Policía de Río Negro, con el objetivo de prevenir siniestros viales por consumo de bebidas alcohólicas a la hora de conducir un vehículo en el ejido urbano.
Se solicita a la comunidad que evite el consumo de alcohol si van a conducir y que se respeten estrictamente las normas de tránsito.
Se realizó el lanzamiento oficial de la FIESTA PROVINCIAL DE LA VENDIMIA en la Oficina de Turismo de Villa Regina, con la presencia del Intendente Marcelo Orazi, el Director de Vitivinicultura, Marcelo Miras, la Directora de Turismo, María Luján Musso, el Director de Deportes, Damián Álvarez, y el Director de Cultura, Mario Ormeño. La fiesta…
El Municipio de Villa Regina, a través de la Dirección de Cultura, presenta el Reglamento vigente para la participación en el concurso de Vidrieras en adhesión a la 42º Fiesta Provincial de la Vendimia 2022. Objetivo: Premiar a la mejor vidriera, acompañando a los festejos que se realizarán los días 18, 19, y 20 de…
Luego del rechazo a la tasa vial en lo que sería la primera derrota política del intendente Albrieu frente a una oposición que venía en modo light pero se fortaleció ante la demanda de la gente, el oficialismo salió a los medios en una suerte de operativo de comunicación para desvalorizar la movida generada por…
Durante este viernes, sábado y domingo, Regina será escenario de la tercera fecha del Campeonato Regional de Rally denominada ‘Ciudad de Villa Regina’, prueba que contará con 81 corredores. El jueves a las 19 horas se realizará la asignación de los números a los participantes y el viernes a partir de las 11 horas se…
Mientras rechaza aranceles para proteger a la industria nacional en nombre de la “libertad”, el Gobierno acaba de aplicar una bonificación selectiva y retroactiva en un peaje clave de la Vía Navegable Troncal. La medida, publicada hoy en el Boletín Oficial, beneficia a grandes operadores del comercio exterior y expone una intervención estatal quirúrgica, lejos del discurso oficial.
Por Ignacio Álvarez Alcorta para NLI
La Agencia Nacional de Puertos y Navegación oficializó este lunes, mediante la Resolución 65/2025, una bonificación del 16,7% en la tarifa de peaje para los buques que utilicen el Canal Martín García, en el tramo comprendido entre las secciones 0.0 y 1.2 de la Vía Navegable Troncal. La decisión no solo es temporal, sino también retroactiva: se aplica desde el 5 de diciembre y rige por 30 días corridos.
El texto firmado por Iñaki Miguel Arreseygor repite, casi sin cambios, una bonificación idéntica dispuesta en noviembre, lo que deja en evidencia que no se trata de un hecho excepcional sino de una política de parche reiterada, aplicada en plena transición del esquema de concesiones.
Una bonificación selectiva, no una política general
El primer dato político es claro: no hay una rebaja general de peajes, ni un alivio para todo el sistema portuario. El beneficio es puntual y direccionado: solo alcanza a los buques que eligen el Canal Martín García, una traza que en los últimos años perdió competitividad frente a otras rutas por mayores costos de mantenimiento y dragado.
En los hechos, el Estado absorbe parte del costo operativo para que ese canal siga siendo utilizado. El porcentaje elegido —16,7%— no es caprichoso: equivale a compensar el diferencial que hoy empuja a muchos operadores a evitar esa vía. Sin la bonificación, el tráfico tendería a desviarse.
La retroactividad agrega un elemento sensible: no incentiva conductas futuras, sino que premia operaciones ya realizadas, reduciendo ingresos que el Estado ya había devengado.
Quiénes ganan y quiénes pierden
Los principales beneficiados por la medida son actores altamente concentrados del comercio exterior:
Navieras internacionales de ultramar, como MSC, Maersk y CMA CGM, para quienes una baja de peaje impacta directamente en el costo por viaje y en la planificación de rutas.
El complejo agroexportador, principal usuario estructural de la Vía Navegable Troncal, que ve reducido un costo logístico sin que eso se traduzca en mejores precios internos ni en estímulos a la producción nacional.
El tráfico fluvial internacional proveniente de Paraguay y Bolivia, que utiliza el canal para barcazas de granos, minerales y combustibles.
Del otro lado quedan los perjudicados:
El Estado, que resigna recaudación sin debate público ni una estrategia de largo plazo.
El principio de neutralidad tarifaria, ya que se favorece una traza específica frente a otras.
La industria nacional y las pymes, que no reciben ningún alivio comparable cuando compiten con importaciones.
La contradicción: liberalismo para algunos, intervención para otros
Aquí aparece el núcleo político de la resolución. El mismo Gobierno que se niega a aplicar aranceles o medidas de protección para sectores industriales golpeados por importaciones —porque eso “distorsiona el mercado”— interviene sin pudor cuando se trata de sostener la rentabilidad y el flujo del comercio exterior concentrado.
No es ausencia de Estado: es intervención selectiva. No es libertad económica: es priorización de intereses.
La bonificación al Canal Martín García no responde a una política industrial ni a un plan de desarrollo. Es una herramienta transitoria para llegar sin sobresaltos al nuevo esquema concesionario, aun a costa de resignar recursos públicos y de profundizar asimetrías.
Un Estado presente, pero para los de siempre
La Resolución 65/2025 muestra que el problema no es si el Estado interviene o no. La pregunta real es para quién interviene. Mientras la industria nacional queda librada a la “libre competencia” con productos importados, los grandes jugadores del comercio exterior reciben alivios tarifarios hechos a medida, discretos y retroactivos.
Una vez más, el discurso va por un carril y las decisiones reales por otro. Y el peaje, como casi siempre, lo termina pagando el mismo de siempre.
A dos años de la asunción de Milei, lo que prometió en campaña y lo que hizo en la práctica muestran un contraste cada vez más nítido: estabilización macro con fuertes costos sociales, contradicciones entre discurso y gestión, y un clima político crecientemente hostil hacia la prensa, el sindicalismo y organizaciones sociales.
Promesas vs. realidad
En la campaña de 2023, Milei prometió dolarizar, cerrar el Banco Central, eliminar impuestos, y reducir el Estado a su mínima expresión. Dos años después, ninguna de esas promesas estructurales se concretó del modo en que él las había presentado.
La dolarización quedó postergada, el Banco Central sigue operando (con cambios en su funcionamiento, pero lejos de su eliminación) y el sistema tributario continúa prácticamente intacto salvo ajustes orientados al reordenamiento fiscal. La brecha entre lo que Milei aseguraba durante la campaña y lo que su propio gobierno admite hoy es una de las marcas más visibles de sus primeros dos años.
En paralelo, el gobierno destaca la desaceleración inflacionaria respecto de 2024 y principios de 2025. Sin embargo, esa baja (si la hay realmente) se sostiene sobre ajustes muy agresivos: caída del salario real, recortes en programas sociales, eliminación de subsidios en áreas sensibles y un deterioro del consumo difícil de revertir en el corto plazo.
Autoritarismo y prensa
Otro eje central del balance es el avance de una lógica persecutoria contra periodistas, medios y voces críticas.
Gremios de prensa, organismos locales de derechos humanos y asociaciones profesionales han documentado hostigamientos, controles discrecionales, campañas de desprestigio desde cuentas oficiales y trabas al acceso a la información pública. A esto se suman insultos presidenciales en redes, habilitación simbólica para ataques digitales y el uso del aparato comunicacional estatal para estigmatizar a comunicadores críticos.
El resultado es un clima hostil hacia la prensa, en el que el propio gobierno parece entender la crítica como un ataque político y no como parte del funcionamiento democrático. Para amplios sectores del periodismo y la academia, esta dinámica configura un intento de disciplinamiento.
Contradicciones entre discurso y gestión
Milei llegó con un programa anarcocapitalista de manual: privatizaciones masivas, eliminación de organismos públicos y desregulación absoluta. En la práctica, gran parte de esas reformas chocaron con límites legales, técnicos, judiciales y políticos.
Mientras el discurso oficial insiste en un desmantelamiento del Estado, el gobierno debió negociar con organismos internacionales, administrar deuda, sostener estructuras básicas y —en algunos casos— retroceder en medidas que generaron resistencia institucional.
Lo mismo ocurrió en el plano laboral: los intentos de flexibilización y recorte de derechos generaron fortísima oposición, con movilizaciones y advertencias sobre un retroceso histórico. La confrontación fue parte del método de gestión, lo que tensionó aún más la gobernabilidad cotidiana.
Economía y política fiscal
El gobierno exhibe como logro la reducción del déficit, el reordenamiento fiscal y una baja de la inflación respecto de sus picos anteriores. También destaca un proceso de retorno parcial a mercados financieros.
Pero estos avances conviven con un panorama social deteriorado: pobreza en crecimiento, empleo formal estancado, caída del poder adquisitivo y pérdida de cobertura en áreas como salud, educación y políticas de cuidados.
La sostenibilidad del esquema fiscal depende, además, de variables externas —precios internacionales, clima político regional, la disponibilidad de financiamiento— y de la capacidad del propio gobierno para avanzar en reformas que hoy encuentran resistencias en el Congreso y en la calle.
Qué significa este segundo aniversario
A dos años de su llegada, Milei gobierna con mayor presencia legislativa que en su inicio, pero también con más polarización, más resistencia social y una institucionalidad más tensionada.
El oficialismo celebra avances económicos y el reordenamiento macro; la oposición, en cambio, advierte sobre un modelo regresivo que sacrifica cohesión social, derechos laborales, libertad de prensa y acceso a servicios esenciales.
Lo que queda claro es que el proyecto libertario original se transformó en un híbrido: radical en el discurso, pragmático y limitado en su ejecución, y fuertemente conflictivo en su vínculo con actores sociales y con la prensa.
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